Producir carne en la Pampa Húmeda... ¿y por qué no con ovinos?

La provincia de Santa Fe y el área de influencia de la Universidad Nacional de Rosario integran un área de 5.000.000 ha. que suele denominarse maicera tradicional. En esta región se ha producido con mayor intensidad el cambio hacia una agricultura continua, donde el tamaño medio de las explotaciones en Santa Fe oscila entre 100 has y 150 has. Con este tamaño de explotación es poco probable que se puedan implementar alternativas de producción para abandonar el proceso e “agriculturización” (Montico, 2001). El crecimiento agrícola, que se ha visto favorecido por el precio de los granos, ha producido una reducción significativa en la superficie dedicada a las pasturas y como consecuencia las existencias ganaderas se han mantenido constantes. El abandono de las explotaciones mixtas, con el aumento del deterioro del capital suelo, es hoy en día uno de los temas de discusión dentro de la agricultura sostenible o sustentable. Para este pequeño productor regresar a la ganadería bovina es dificultoso dado los costos actuales en relación a los precios pero la producción de carne ovina podría ser una interesante alternativa, por sus bajos costos, si contara con una raza con corderos altamente eficientes, que aún en condiciones de suplementación, produjeran carne magra.

La Argentina, al igual que toda Latinoamérica, enfrenta el desafío de producir alimentos no sólo en cantidad sino también en calidad y en lo referente a la producción de carne existe escasa tradición en la comercialización de carne ovina con bajo tenor de grasa en la res. La mayoría de las razas ovinas en el sur de la Provincia de Santa Fe han sido seleccionadas para la producción de lana y cuando los corderos se suplementan, estas reses suelen depositar un nivel de grasa no aceptado por el consumidor.

Bajo la problemática del abandono de la ganadería, el deterioro de la tierra por la agricultura continua y el escaso margen de alternativas productivas para los pequeños productores, la Cátedra de Genética comenzó un programa de cruzamientos con el fin de obtener corderos de rápido crecimiento y que produjeran carne magra como alternativa productiva para la zona.

En el Campo Experimental Villarino en Zavalla, Provincia de Santa Fe (33° 1' S) se inició en 1986 un programa de cruzamientos absorbentes de la raza Ideal hacia la raza Texel. La raza Ideal (también denominada Polwarth), descendiente de la Merino, está adaptada a la zona agropecuaria de la Pampa Húmeda y es de excelente calidad de lana. La raza Texel fue originada en Holanda y proviene del grupo de ovejas de cola corta del Norte de Europa. Es una raza prolífica, reconocida por la producción de corderos magros a la faena, que generalmente se utiliza como raza terminal en los cruzamientos industriales. Su vellón no posee alta calidad pero sus corderos se destacan por sus cuartos traseros, característica típica de las razas carniceras.

Los corderos obtenidos en la tercera retrocruza hacia la raza Texel tuvieron una mayor tasa de crecimiento predestete que los testigos de la raza Ideal y un peso asintótico superior (Estevá y Picardi, 1989; Toso y Picardi, 1995; Picardi et al, 2000). En 1999 este nuevo ecotipo se registró bajo la denominación de Magrario: El cordero magro de Agrarias (MR). En colaboración con la Cátedra de Anatomía y Fisiología Animal y de la Ing. Agr. Maria Alicia Acebal de la cátedra de Nutrición Animal de la FCA-UNR se demostró, a través de distintas experiencia a campo y en confinamiento, que las reses de estos corderos tuvieron una menor proporción de grasa total cuando se los comparaba con los de la raza Ideal. Estos ambientes, de alta y baja calidad de alimento durante el posdestete, permitieron encontrar diferencias significativas entre estos genotipos en lo referente a la conformación de la res y la deposición de grasa. Las diferencias son notorias cuando se analizan el peso del lomo entre los corderos Magrarios y los de la raza nativa Ideal.

Este proyecto ha cumplido con los objetivos de obtener un genotipo suficientemente rústico para las condiciones ambientales de la zona. Para los pequeños productores de la Provincia de Santa Fe que necesitan salir del modelo trigo-soja y recuperar el suelo sería una interesante alternativa implementar un sistema controlado y eficiente de utilización de pasturas para la producción de carne ovina. Los productores tendrían la alternativa de incorporar machos Magrario para una mejora genética inmediata de los rebaños, produciendo corderos para carne, manteniendo la calidad de lana de las madres de la raza Merino, y retornar al sistema mixto para mantener su capital más importante que es el suelo.