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Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela.

Publicado: 6 de junio de 2019
Por: Bracho-Espinoza Héctor, Rosendo Domínguez Freymar. Programa de Ingeniería Química. Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM) Punto fijo, Falcón, Venezuela.
Resumen

Con el objetivo de evaluar  fertilizante orgánico elaborado a partir de desechos forrajeros de los comederos de los animales, material vegetal eliminado como malezas en los potreros  y estiércol de ovinos y caprinos, se formularon tres tipos de fertilizante orgánico (1, 2, 3), combinando  los recursos indicados, se sometieron a fermentación aeróbica  durante  tres meses.   Se tomaron muestras   de cada  fertilizante para  análisis fisicoquímico en  laboratorios de la Universidad Nacional Experimental  “Francisco de Miranda”. Paralelamente se sembraron  120 plantas de pasto guinea (Panicum máximum), distribuidos en cuatro parcelas (30 plantas por parcela), en la parcela uno, se aplicó el fertilizante (1), sucesivamente para las parcelas dos y tres se a aplicaron las formulaciones  restantes, dejando una sin aplicación como testigo. A los 60 días posteriores a la siembra, se procedió al corte para evaluar el rendimiento. Se  obtuvo  materia verde en  peso promedio de 1.81 Kg/planta en la parcela uno, 0.90 y 0.81Kg/planta en las parcelas 2 y 3 respectivamente  y 0.31 Kg/planta en la parcela testigo. El fertilizante obtenido de la formulación  uno,  aplicado en la parcela uno, fue el que  mejor efecto demostró al momento de evaluar el rendimiento de materia verde por planta en las diferentes parcelas sembradas con pasto guinea (Panicum máximum). La combinación de recursos: desecho de forrajes de los  comederos, material vegetal  (malezas) y estiércol de caprinos y ovinos, dispuestos por  capas, en la formulación (1) constituyeron  la materia prima con la cual se obtuvo el mejor fertilizante orgánico  conteniendo 22,12%  de materia orgánica.

Palabras clave: Fermentación aeróbica,  (Panicum máximum), Rendimiento por planta, Fertilizante orgánico

INTRODUCCION
Con la elaboración y  aplicación de fertilizantes orgánicos,  se reduce y evita la concentración de los fertilizantes químicos que contaminan el medio ambiente, y resultan costosos para pequeño y mediano productor agropecuario.  Actualmente en muchas regiones del mundo  se está adquiriendo conciencia con el incremento del uso de los fertilizantes orgánicos, en búsqueda de adaptar  estas tecnologías al desarrollo sustentable de las localidades más pobres y necesitadas del planeta, con el fin de ayudar a solucionar la problemática del productor agropecuario y lograr que este adquiera una mayor independencia y seguridad.
Por otra parte, también se reduce la contaminación ambiental, y el productor agropecuario aprovecha los desechos generados en la finca, que anteriormente eran quemados y se convertían en elementos contaminantes para el ambiente. Al utilizar los desechos generados en las fincas, como materia prima para la obtención de fertilizante orgánico, se pretende  lograr una producción de alimento para el consumo animal, libre de contaminación, lo cual puede ser aprovechado por el sector productivo, mejorar y contribuir a sus condiciones de vida y aumentar la rentabilidad de las fincas, debido a que los costos de producción pueden disminuir, López, et al., (2001), Cerrato et al., (2007).
Los fertilizantes orgánicos son productos, que contribuyen al desarrollo sustentable porque pueden ser técnicamente aplicables dentro del nivel científico-técnico de cualquier país, y sus beneficios pueden ser medidos como, ambientalmente seguros, económicos y culturalmente aceptables por la comunidad. Los agricultores se ven en la obligación de aplicar de forma incontrolada grandes cantidades de fertilizantes químicos de origen industrial, que al final se convierten en elementos contaminantes desde su elaboración, ya que en ésta se utilizan fuentes de energía no renovables, que generan desechos tóxicos que son liberados a la atmósfera y luego, al momento de ser aplicados al suelo, estos son contaminados por el efecto acumulativo en el terreno, así como en el agua y los cultivos (Colina, 2010; Butler et al., 2007).
El aumento vertiginoso de la población humana a nivel mundial demanda cada vez más una alta producción de alimentos, situación que ha hecho obligante la participación de un enfoque de la agricultura convencional, en busca de un aumento de la producción de los rubros agrícolas, sin considerar las consecuencias posteriores sobre el ambiente en el que se practica, Colina, (2010). Ante los múltiples factores negativos de la agricultura convencional emerge la posibilidad de una agricultura ecológica que promueva la producción agrícola, apoyada en la conservación de los recursos naturales en la producción de alimentos, tales como el suelo, agua y la biodiversidad, además de garantizar la salud del ser humano.
En Venezuela  la actividad agrícola en su mayoría continúa desarrollándose bajo el esquema de la agricultura corporativa o moderna, la cual ha generado la más grande dependencia y coloniaje en materia de tecnología agrícola, la cual es considerada una de las actividades humanas más contaminantes y ecológicamente impactantes producto de la aplicación de agro tóxicos, que además, es gran emisora neta de gases de efecto invernadero como el CO2 (Acevedo y Pire, 2004).
Vázquez. (2010), realizó un programa de fertilización de suelo para siembra de pasto como éxito de innovación en el sector agroalimentario, observando una disminución de mortandad de cabritos y abortos en hembras primerizas del 20%, con la producción y conservación de forrajes y pasturas para la alimentación del rebaño durante todo el ciclo.
Actualmente, se considera que son 400 mil hectáreas las que se trabajan con las innovaciones generadas con el potencial que tiene el estiércol caprino, para mejorar la fertilidad del suelo en la unidad de producción de forraje, además de poner en práctica con los asistentes, la elaboración de compostas rápidas tipo Bocashi y la preparación de fertilizante líquido, efluente de digestión anaerobia, ambos métodos enfocados a mejorar el impacto del estiércol en la fertilidad del suelo,  Salazar et al., (2007), Sánchez et al., (2010) y dar a conocer lo versátil que es, la implementación de este subproducto de las explotaciones pecuarias.
Este tipo de programas, sirvió para considerar la utilización del estiércol de caprinos y ovinos como materia prima para la obtención de fertilizantes orgánicos, que aumentan la fertilidad de los suelos, para la producción de alimentos para los seres vivos. Castillo. (2012), evaluó la respuesta del cultivo del frijol (Vigna unguiculata L walpa) con la aplicación de fertilizantes orgánicos en diferentes épocas en la unidad de reciclaje de desechos orgánicos de la UNEFM, encontrando resultados positivos en cuanto al rendimiento, sin diferencia estadísticamente significativa entre las diferentes épocas.
 Esta evaluación permite estudiar la utilización de desechos orgánicos como materia prima, en la elaboración de fertilizantes orgánicos, para la fertilización de suelos, y apreciar el rendimiento en siembras de pasto guinea (Panicum máximum). El uso de abonos orgánicos, constituye una práctica de manejo fundamental en la rehabilitación de la capacidad productiva de suelos degradados. La adición de residuos vegetales o estiércoles incrementa la actividad y cantidad de la biomasa microbiana del suelo, que en los cultivados varía de 100 a 600 mg kg-1, Anderson y Domsch, (1989).
Una forma de mejorar el manejo del estiércol para evitar la pérdida de nutrimentos, es separarlo en sus fracciones líquida y sólida e incorporar el composteado o inyectar la fracción líquida al suelo o a cualquier otro sustrato en distintos sistemas de producción. De tal manera que el éxito de estos productos radica en la forma de preparación, calidad del compost, clases de microorganismos presentes durante la fermentación, forma como se almacenen los biopreparados y el método de aplicación, Salazar et al., (2007), Fortis et al., (2009) y Sánchez et al.,  (2011)
El compostaje y el lombricompostaje del estiércol, son procesos aeróbicos de transformación de residuos orgánicos, animales y vegetales, que ocurren constantemente en la naturaleza bajo la acción de lombrices, bacterias y hongos descomponedores de la materia orgánica. El aprovechamiento de estos residuos orgánicos, cobra cada día mayor importancia como medio eficiente de reciclaje racional de nutrientes, que ayuda al crecimiento de las plantas y devuelven al suelo muchos de los elementos extraídos durante el proceso productivo (Cerrato et al., 2007).
 Asimismo, mejoran las características físicas y previenen la erosión del suelo, reducen la dependencia de insumos externos de alto costo económico y ambiental, enfocado a una agricultura sostenible, en donde se disminuye y elimina el empleo de agroquímicos a fin de proteger el ambiente, la salud animal y humana (Acevedo y Pire, 2004).
El suelo, es un recurso natural que a lo largo de la historia ha proporcionado el sustento para la población humana. En las zonas tropicales del mundo se buscan alternativas para conservar los suelos, pues se ha confirmado que no es el clima cálido lo que impide una producción adecuada de la tierra, sino el manejo inadecuado de estos. De acuerdo con los datos del Instituto de Suelos (2006), es importante adoptar alternativas agroecológicas para acometer de forma gradual acciones que minimicen y brinden soluciones a corto, mediano y largo plazo, ya que el 69,6% de los suelos tienen bajo contenido de MO y el 43,3% presentan una erosión de fuerte a mediana, lo cual limita su productividad.
Desde el punto de vista agronómico, el suelo es el sitio en el que viven y crecen las plantas y animales, los cuales son altamente importantes en el mantenimiento de la vida humana. Este puede ser definido como un sistema de tres fases: sólido, líquido y gaseoso; y de componentes: mineral, orgánico, agua y aire. La parte superficial de un suelo en buenas condiciones para el crecimiento de un cultivo, tendrá aproximadamente 45% en volumen de materia vegetal, 5% de materia orgánica y el 50% del espacio poroso, dividido aproximadamente en 25% de agua y 25% de aire. El volumen de agua y aire mantienen una relación recíproca, es decir cuando sale agua, entra aire y viceversa, Casanova, (2005).
La materia orgánica del suelo, constituye un todo heterogéneo en el que la producción de las formas más estables, es el resultado de un conjunto de reacciones físicas, químicas y biológicas; a estas formas químicamente muy estables, es lo que generalmente se conoce como humus. La fracción viva de la materia orgánica es importante, por cuanto de ella depende la prosecución de un número de procesos de carácter bioquímico que gobiernan su comportamiento, Castillo, (2012)
En algunas ocasiones se utilizan los términos humus y materia orgánica como sinónimos, no obstante, la materia orgánica es la fracción orgánica del suelo, conformada tanto por organismos vivos en diferentes grados de descomposición y el humus, es solamente una parte de la materia orgánica considerada como el producto final de la descomposición de la materia orgánica y es relativamente estable. Los fertilizantes orgánicos se obtienen, por la descomposición controlada y clínica de residuos o desperdicios vegetales o animales. El resultado de esta mezcla se denomina humus; es el constituyente más importante del suelo para el crecimiento de las plantas (Núñez 1997).
No obstante, la solución de los principales problemas que afectan los suelos agrícolas, debe ser vista como señalan Funes-Monzote et al. (2008), con un enfoque sistémico e integrador y no como una solución aislada, pues se concatenan factores naturales y antrópicos. Por ello, un manejo integrado de los suelos llamado también manejo ecológico o sostenible resulta de vital importancia para potenciar su capacidad productiva en beneficio del hombre. Entre las acciones para proteger los ecosistemas agropecuarios y prevenir su degradación, la aplicación de abonos orgánicos tiene una importancia significativa, pues resulta insoslayable que la materia orgánica, y particularmente el humus, es el sostén básico para la vida en este medio y puede definir su potencial productivo (Paneque y Calaña, 2004).
El estiércol contiene un buen número de nutrientes para las plantas; el nitrógeno orgánico debe ser convertido a nitrógeno amoniacal antes de ser absorbido por las plantas. El valor de los nutrientes en el estiércol se debe tener muy en cuenta. Una tonelada de estiércol típico (de vaca), con un contenido aproximado de 50% de humedad, contiene alrededor de 42 Kg de Nitrógeno (N), 18 Kg de Óxido de Fósforo (P2O5) y 26 Kg de Óxido de Potasio (K2O) (Crespo y Fraga, 2006).
Esto resulta de gran importancia, si se tiene en cuenta que los volúmenes de excretas que se acumulan son generalmente grandes. Según Crespo et al. (2010), en vaquerías típicas de 120 vacas se han cuantificado más de 300 toneladas (t) y en las unidades de 288 vacas más de 900 t en un año. Otra opción es la confección de compost; se puede emplear cualquier materia orgánica, con la condición de que no se encuentre contaminada.
Generalmente estas materias primas, según Mayea (1994), proceden de restos de cosechas, pueden emplearse para hacer compost o como acolchado. Los restos vegetales jóvenes o frescos, tales como hojas, frutos y tubérculos, son ricos en nitrógeno y pobres en carbono; lo contrario ocurre con restos como troncos, ramas, tallos, aserrines, abonos verdes, residuos de césped, malas hierbas, etc. Las ramas de la poda de los frutales y otros árboles, es preciso triturarlas antes de su incorporación al compost, para que no se alargue demasiado el período de descomposición.
El fertilizante orgánico, es el producto natural resultante de la descomposición de materiales de origen vegetal, animal o mixto, que tienen la capacidad de retención de humedad, activar su capacidad biológica y por ende mejorar la producción, productividad de los cultivos; a este tipo de fertilizante se le llama compost o abono orgánico compuesto, pues contiene elementos mayores (nitrógeno, fósforo, potasio) y elementos menores (calcio, hierro, magnesio, cobre, zinc, manganeso, boro), algunas vitaminas para la alimentación del suelo y hasta antibióticos capaces de proteger a los cultivos del ataque de enfermedades, Grupo Latino LTDA, (2006).
El estiércol de caprino o caprinaza, constituye una buena fuente de nitrógeno, en la fabricación de fertilizantes orgánicos, tomando en consideración que mejora las características de fertilidad del suelo y principalmente por facilitar la absorción de fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, zinc, cobre y boro, Leal y Cañizales, (2001). Algunas civilizaciones entre estas los egipcios e hindúes, implementaron los primeros sistemas de manejos de suelos y desarrollaron además de sistemas de riego, algunas técnicas de fabricación de fertilizantes orgánicos; por otro lado los mayas sembraron en sistemas de terrazas para evitar la erosión de los suelos y conocían la importancia de elementos como el fósforo, el cual conseguían moliendo huesos de pescado o enterrando un pescado al lado de cada planta de maíz Vivanco, (2005).
Según nota especial del Diario Nuevo Día, emanado del Programa Nacional Todas las Manos a la Siembra, Galicia, (2014), menciona que las técnicas agroecológicas previenen el empobrecimiento de los suelos. Los ecologistas proponen que el suelo sea clasificado como un recurso no renovable, motivados por el día mundial de la conservación de los suelos y la tierra fértil, y la importancia de comprender que el sustrato es un recurso para la vida, pero limitado actualmente y amenazado por la sobre explotación, prácticas agrícolas hostiles y la falta de conciencia ecológica.
El enlace del Programa Todas las Manos a la Siembra en la estrategia Eco escuela, del Municipio Petit, sector Uría; Rodríguez (2014), como docente de campo y cría, en entrevista  explica que los suelos de la sierra falconiana, son muy fértiles, pero podrían empobrecerse si no se ejecutan acciones amigables con el ambiente, como la rotación y asociación de cultivos, y el empleo de fertilizantes orgánicos. La enseñanza de la agroecología ha rescatado técnicas de conservación de suelos, que los ancestros habían practicado y que por la industrialización se habían abandonado.
El propósito principal de esta investigación es evaluar un fertilizante orgánico,  elaborado en una unidad de producción agropecuaria, con una combinación de desechos de material forrajero obtenido de los comederos de los animales,  material verde o seco considerado  malezas o desechos  en la unidad de producción y estiércol de ovinos y caprinos, previamente caracterizados. Finalmente aplicar el fertilizante orgánico obtenido, en diferentes parcelas sembradas con pasto guinea (Panicum máximum),  con el fin de medir en un lapso de 60 días el rendimiento por planta de material verde en kilogramos;  influenciado por el efecto del fertilizante  en las características fisicoquímicas del suelo.
METODOLOGÍA
En esta investigación descriptiva y experimental   se  tomaron muestras de la materia prima utilizada en la elaboración del fertilizante orgánico (desechos forrajeros de los comederos, material verde malezas o restos de cosecha  y estiércol de caprinos y ovinos). Posteriormente las muestras de los  fertilizantes orgánicos  elaborados. Se  elaboró el fertilizante  orgánico, para lo cual se establecieron  tres espacios  experimentales con dimensiones  de seis   metros de largo por uno de ancho subdividido  a su vez en  áreas de dos metros de largo por uno de ancho cada una, separadas con estacas de un metro de altura,  identificadas como fertilizantes: 1, 2, 3.
En el bloque 1 se procedió a colocar una capa de 20 cm de desechos forrajeros, luego una capa de 20 cm de material verde y posteriormente una capa de 10 cm de estiércol, repitiendo el mismo orden hasta completar 1 metro de altura. En el bloque 2 se colocó una capa de 30 cm de desecho forrajero y luego una capa de 20 cm de estiércol, repitiendo el orden hasta completar 1 metro de altura. En el bloque 3 se colocó una capa de 30 cm de material verde, luego una capa de 20 cm de estiércol, repitiendo el procedimiento en el mismo orden hasta completar 1metro de altura; rociando con agua en cada una de las capas de material para mantener la humedad.
Una vez finalizado cada bloque fueron cubiertos con plástico para evitar el efecto externo de la radiación solar, donde permanecieron por tres meses, aplicando rociados con agua, una vez por cada semana, a fin de evitar el sobrecalentamiento de los bloques. Finalizado el lapso de tres meses se tomaron muestras de suelos y de  los  fertilizantes orgánicos  elaborados,  se trasladaron a los  laboratorios  de los Programas de Ciencias Veterinarias e Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM),   para el análisis fisicoquímico de: humedad, pH, C.E (conductividad eléctrica), materia orgánica, nitrógeno, fósforo, carbonato, bicarbonato, cloruro, sulfato, potasio, sodio, calcio y magnesio. 
Se procedió a la siembra de 120 plantas de pasto guinea (Panicum máximum) distribuidas en 30 plantas por cada parcela, se aplicó el fertilizante orgánico obtenido en cada bloque, en las tres parcelas respectivamente,  dejando la cuarta como  testigo, todas dispuestas en la mismas condiciones; a fin de observar la efectividad en los cultivos. A los 60 días se procedió al corte de las plantas para determinar el peso y rendimiento de las mismas, en una unidad de producción de caprinos y ovinos, ubicada en el estado Falcón, Venezuela.
Es importante resaltar que la dosis de fertilizante orgánico aplicado en cada planta, fue de 1kilogramo,   colocado  en la base de las  mismas una vez sembrada, FAO, (1991). Transcurridos  los 60 días de la siembra, se procedió al corte de las plantas y se registró  el peso de cada una de estas, a fin de obtener el rendimiento de materia verde (kilogramos de materia verde por planta) en cada una de las parcelas. La información recabada fue tabulada y procesada estadísticamente.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el  estudio del  suelo se determinó que presentaba  de baja a media fertilidad, con bajos contenidos de Materia Orgánica según  Instituto de suelos, (2006), Cerrato et al., (2007), Vázquez, (2010) moderadamente salino, con pH neutro,  características que restringen su uso para muchos cultivos, aceptable solo para rubros tolerantes a la salinidad como algunas especies de pastos adaptados a esta condición, como señalaron:  Grupo Latino LTDA, (2006), Crespo y Fraga, (2006) Funes-Manzote et al., (2008) y Crespo et al., (2010).
En la  Caracterización de la materia prima (desechos forrajeros, material verde y estiércol de caprinos y ovinos).
Del análisis de  los resultados obtenidos en los laboratorios de la UNEFM, se infiere que aun cuando la conductividad eléctrica de 21,16 es considerada elevada,  el pH de 7,6 está cercano a la neutralidad, tomando en consideración que el parámetro adecuado para el buen funcionamiento de los microorganismos aeróbicos que realizan la fermentación del fertilizante orgánico está entre un pH de 6 y 7 López, (2001).
 Por otro lado es importante señalar, que los elementos básicos requeridos como insumo para el proceso de la fermentación aeróbica del fertilizante orgánico, es el contenido de materia orgánica en la materia prima, y en este caso el estiércol de ovinos y caprinos utilizado, aporta un 24.92% de su volumen, el cual es producto de la ingesta de alimento que el ovino y caprino (rumiante) no absorben en el proceso digestivo. Este aspecto es considerado con la referencia de Sánchez et al., (2011), el cual considera que las características fisicoquímicas del fertilizante orgánico, dependen de la naturaleza de los residuos utilizados como materia prima y las condiciones a la que esta es sometida.
En el análisis de desecho forrajero y material verde se evidenció que el contenido de humedad es más alto en el material verde, sin embargo, es necesario dejar claro que este se utilizó recién cortado en el momento de combinarla con el resto de los componentes de la materia prima, en el caso del desecho de forraje, el mismo permanece varios días posterior al corte en el corral, lo que permite que ocurra el proceso de deshidratación antes de su uso en la fabricación del fertilizante orgánico, tal como se expresó en las experiencias de:  Mayea,  (1994), Acevedo y Pire, (2004), Buttler et al., (2007)
 En lo que respecta a la materia seca parcial, ocurre lo contrario de lo expuesto anteriormente, debido a que el pasto se le ofrece al animal sin repicarlo, permitiéndole que el mismo consuma el material más tierno y palatable, desechando en consecuencia el material más fibroso, que es el que luego se utiliza como desecho Forrajero,  Mayea, (1994). En cuanto al porcentaje de proteína cruda de la materia verde, utilizado en la elaboración del fertilizante orgánico, que  es considerado como malezas, al análisis reflejó  un contenido de 14.56% que para efectos de nutrición animal es perfectamente aceptable, que aunado al 6,80 de proteína cruda del desecho de forraje, representan un potencial proteico utilizado por los microorganismo, que realzan el proceso de fermentación aeróbica del fertilizante orgánico, Anderson y Domsch, (1989),  Mayea, 1994),  Núñez (1997), Casanova, (2005).
En relación al contenido de fibra cruda, no se evidencia una elevada diferencia, de lo cual se puede inferir que sea debido a que el corte del pasto guinea (Panicum máximum) y el material verde considerado maleza, se realice en el mismo lapso de tiempo (30 días). El resto de elementos como el extracto etéreo, las cenizas totales y el extracto libre de nitrógeno, son de utilidad por los microorganismos en el proceso de fermentación, de acuerdo con lo referido por Fortis et al., (2009) el contenido de materia seca en el cultivo de maíz forrajero, aumento por efecto del fertilizante orgánico.
Fertilizante orgánico obtenido  y su evaluación
Los parámetros físicos del fertilizante orgánico se evaluaron en campo, de forma cualitativa, basándose en la observación directa, detectándose al final del período de tres meses y antes de la toma de muestras, para enviarlas al laboratorio, para el análisis químico;  tres tipos de fertilizante de aspecto granulado, color uniforme,   sin mal olor, demostrando con ello, la combinación ideal para incorporarlos al suelo, es decir, de aspectos homogéneos, oscuros, secos y de buen olor, establecidos por: FAO, (1991) y Paneque y Calaña, (2004).   En las Tablas 1 y 2  se presenta la evaluación comparada del análisis fisicoquímico de los tres bloques de fertilizante orgánico elaborados.
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 1
 
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 2
En la evaluación química, los resultados obtenidos en el Laboratorio de Suelos, demuestran que los fertilizantes orgánicos elaborados ( 1,  2 y  3) reflejan que el tratamiento que mayor contenido de materia orgánica (MO) presentó fue 1, cuyo valor de MO es 22, 12% superior al contenido en el fertilizante  2 y  3, lo cual resulta conveniente para su aplicación al suelo, específicamente en las parcelas seleccionadas en la unidad de producción en las que se elaboró el fertilizante orgánico, que presentan un suelo con niveles bajos de materia orgánica, Instituto de Suelos, (2006).
Por otro lado es importante hacer énfasis, que la aplicación de este tipo de fertilizante orgánico puede contribuir al incremento de los niveles de fosforo (Vivanco, 2005), nitrógeno y potasio en el suelo, tal como lo señalan Vivanco, (2005), Galicia, (2014 y Rodríguez (2014), dado los niveles óptimos que presenta este tipo de fertilizante orgánico. La conductividad eléctrica (CE) de los tres tipos de fertilizante elaborado está en el rango de 2.5 y 2.6 ds/m considerado como ligeramente salinas, no obstante, el pH que estos presentan, están en el rango de la neutralidad lo cual favorece su aplicación al suelo sin dificultades López, (2001).
Esta situación de salinidad puede ser producto de las características del estiércol de ovinos y caprinos, utilizado como parte de la materia prima utilizada en la elaboración del fertilizante orgánico, el cual presenta altos valores de CE de 21.16 ds/m, siendo esta condición extremadamente salina. Estos resultados obtenidos del laboratorio de suelo, demuestran que es mayor el número de aspectos cubiertos con la aplicación de fertilizante orgánico, que los aportados con fertilizantes químicos citados por Crespo et al, (2010) y referido por Colina, (2010) quien  comparó la aplicación de fertilizante químico, contra la aplicación de fertilizante orgánico, y fue en este que obtuvo mejores resultados; semejante apreciación tiene Leal y Cañizales, (2001) y Salazar et. al., (2007).
Aplicación del fertilizante orgánico obtenido, y su efectividad en cultivos a los 60 días posterior a la siembra. Los resultados del rendimiento en cantidad de materia verde por planta en las parcelas, obtenidos con la aplicación de los fertilizantes elaborados en la unidad de producción agropecuaria y la comparación del rendimiento en cada parcela, pueden verse en la Tabla 3 que recoge la estadística descriptiva del comportamiento de la experiencia.
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 3
Estos resultados obtenidos, a los 60 días posteriores a la siembra, al pesar cada una de las plantas de pasto guinea (Panicum máximum) en cada una de las parcelas; se demuestra que fue la parcela  1 es la que registró mejores resultados, en relación al obtenido en las parcelas  2 , 3 y el testigo, lo cual puede deberse al mejor contenido de materia orgánica 22.12% y su aporte aceptable de fosforo 480ppm, nitrógeno 1.11% y potasio 0.15, además de un pH cercano a la neutralidad de 7.1, del fertilizante orgánico del bloque 1 aplicado en la parcela 1. Este resultado coincide con el buen rendimiento obtenido por Castillo, (2012) en cultivos de maíz y frijol respectivamente, lo que  reafirma  lo planteado por FAO (1991), que los fertilizantes orgánicos pueden prevenir, controlar e influir en el mejoramiento del suelo, y presentar una amplia variación de efectos que dependen del material aplicado y de su descomposición
En las Tablas 4, 5, 6  se comparan los resultados estadísticos del rendimiento en las parcelas cultivadas, por los métodos de análisis de varianza (ANOVA), y pruebas Kruskal-Wallis y Prueba de Contraste.
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 4
 
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 5
 
Fertilizante orgánico a partir de desechos forrajeros y estiercol de ovinos y caprinos en una unidad de producción, Falcón-Venezuela. - Image 6
Desde el punto de vista estadístico, se aplicó un análisis de varianza (ANOVA) y se demuestra que la comparación de los rendimientos de las plantas de pasto guinea (Panicum máximum), según el tratamiento aplicado, arrojó que la parcela no 1 tuvo un promedio de 1.81 ± 0.2 kg de materia verde por planta; por su parte, los grupos 2 y 3 tuvieron promedios de 0.9 ± 0.11 y 0.81 ± 0.14 kg materia verde por planta, respectivamente; en tanto que el grupo 4 (testigo) produjo un promedio de 0.31 ± 0.16 kg de materia verde por planta, siendo la diferencia observada entre los grupos estadísticamente significativa (p<0.001). La prueba de Kruskal Wallis significativa (p= 0.000), indica que existe diferencia estadísticamente significativa entre las parcelas. Esta es una prueba “no paramétrica” que permite realizar comparaciones entre grupos utilizando las medianas, en los casos en los que no hay homogeneidad de varianzas

CONCLUSIONES
  • Se realizó la  caracterización  los desechos forrajeros obtenidos de los comederos de los animales, así como, restos forrajeros secos y material verde considerada maleza y también estiércol de caprinos y ovinos, disponibles en la unidad de producción agropecuaria,  los cuales participaron como materia prima en la elaboración del fertilizante orgánico; sin incidencias en costos de producción.
  • A nivel de laboratorios se evaluó el fertilizante orgánico obtenido en cada uno de los tres bloques, desde el punto de vista físico cualitativo se constató  un aspecto granulado,  color oscuro, homogéneo, secos y  con buen olor. Se especificaron los valores de los parámetros químicos, así como también, se evaluó  su efectividad luego de aplicarlo en  las tres parcelas cultivadas de pasto guinea (Panicum máximum), donde se verificó el rendimiento de materia verde expresado en kilogramos.
  • El fertilizante orgánico obtenido del bloque 1 registró el mejor contenido de materia orgánica (22%),  además del aporte de fosforo, nitrógeno y potasio, demostrando ser más  efectivo al aplicarlo al suelo, tomando en consideración que fue en la parcela 1 donde  se aplicó y en la que se obtuvo mejor rendimiento de materia verde del pasto guinea (Panicum máximum). Evidenciado en la Tabla 9 en la que se representó el rendimiento de  1.81 Kg/planta, superior al 0.90 y 0.81 Kg/planta de las parcelas 2 y 3 respectivamente, y mayor aun al 0.31 Kg/ por planta de la parcela testigo.
  • La producción y utilización de este tipo de fertilizantes orgánicos, fabricados a partir de  desechos propios y generados en las unidades de producción agropecuarias, (fincas, haciendas, fundos),  contribuyen a la disminución de costos de producción de alimentos para los rebaños, Así como,  al ahorro energético; ya que su aplicación en suelos donde se genera la degradación continua de éstos, aumenta los niveles de rendimiento y fertilidad efectivamente, para la producción satisfactoria de alimentos para la población humana.
RECOMENDACIONES
  • Realizar el análisis de suelos, para determinar la degradación que este posea, con el fin de determinar la dosificación que debe aplicarse al mismo.
  • Utilizar otros tipos de desechos, generados en las unidades de producción agropecuarias, como materia prima para elaborar y obtener fertilizantes orgánicos y evaluar su rendimiento en cultivos.
  • Realizar la comparación del uso de fertilizante químico contra fertilizantes orgánicos elaborados con desechos a fin de determinar costos de producción y rendimientos en los cultivos de pasto.
  • Hacer énfasis en el análisis fisicoquímico del tipo de estiércol a utilizar en lo que respecta a propiedades químicas y niveles de salinidad; para establecer si requiere pretratamiento de lavado y secado en función el contenido de sales solubles.
  • Incentivar a la enseñanza agroecológica, para rescatar las técnicas de la conservación de los suelos, que los ancestros habían practicado y que por la industrialización se han abandonado.

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Autores:
Héctor Bracho Espinoza
Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM)
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