Guía IDF 2.0 sobre Uso Prudente de Antimicrobianos: Estrategias Globales para la Lechería Sostenible

La Federación Internacional de Lechería (IDF) ha presentado oficialmente la actualización de su documento marco para la gestión sanitaria en el sector: la "Guía de la IDF para el Uso Prudente de Agentes Antimicrobianos en la Producción Lechera 2.0". Este documento, publicado bajo el título Bulletin of the IDF N° 536/2025, representa una revisión exhaustiva de las directrices de 2013 y ha sido elaborado por el Comité Permanente de Salud y Bienestar Animal. El liderazgo del proyecto estuvo a cargo de David Kelton (Universidad de Guelph, Canadá), apoyado por un equipo de expertos internacionales que incluyó a figuras como Lynda McDonald, Michael Shallcrass y Marcos Muñoz Domon (Chile), quien formó parte del Equipo de Acción para la actualización de esta guía sobre resistencia antimicrobiana (RAM). El trabajo contó además con el soporte técnico y la revisión de organismos multilaterales clave como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA/WOAH), la FAO y el ILRI.

La relevancia de esta publicación radica en su respuesta a la crisis global de resistencia a los antimicrobianos, identificada por la OMS como una de las diez principales amenazas para la salud pública, responsable directa de 1,27 millones de muertes humanas en 2019. Bajo el enfoque "Una Salud" (One Health), la guía establece que el sector ganadero, y específicamente el lechero, debe liderar la transición hacia sistemas donde el uso de antimicrobianos sea una excepción gestionada y no una rutina de manejo. El documento enfatiza que la reducción del uso de antibióticos no debe comprometer el bienestar animal; por el contrario, debe ser el resultado natural de una mejor gestión sanitaria que reduzca la incidencia de enfermedades.

Para los productores lecheros, la guía detalla un catálogo de Buenas Prácticas Agrícolas (GAP) diseñadas para blindar al rebaño. Se hace hincapié en la bioseguridad externa para prevenir el ingreso de patógenos (cuarentenas, control de fronteras del predio) y en la bioseguridad interna para evitar la diseminación dentro del hato. Se destacan medidas concretas como la gestión óptima del calostro en las primeras 24 horas de vida, el diseño de instalaciones que minimicen el estrés animal, y la implementación de rutinas de ordeño que aseguren la higiene y prevengan la mastitis. Un punto crítico es el manejo de la información: la guía insta a los productores a mantener registros exhaustivos de todos los tratamientos, diagnósticos y resultados, facilitando así la trazabilidad y la toma de decisiones basadas en datos históricos del predio.

En cuanto al rol veterinario, la guía eleva la exigencia profesional, posicionando al veterinario no solo como prescriptor, sino como auditor de la salud del hato. Se establecen directrices claras para la selección de medicamentos: priorizar antimicrobianos de primera línea y evitar estrictamente aquellos de importancia crítica para la medicina humana (según las listas de la OMS y OMSA), a menos que sea la única opción viable para salvar al animal. Se promueve el abandono de terapias "en sábana" (tratamientos masivos preventivos) en favor de terapias selectivas basadas en diagnóstico clínico o de laboratorio. Además, se subraya la responsabilidad del veterinario en la educación del personal de campo para asegurar que las dosis, vías de administración y tiempos de retiro se cumplan rigurosamente.

El documento también asigna responsabilidades claras a otros actores de la cadena. A las empresas procesadoras de leche y carne se les insta a establecer especificaciones de calidad claras y a utilizar sus sistemas de auditoría para fomentar la adopción de estas buenas prácticas, apoyando a los productores en la mejora de sus estándares. A la industria de alimentos balanceados se le exige garantizar que no exista contaminación cruzada con medicamentos en las líneas de producción. Finalmente, a las autoridades competentes se les encomienda la tarea de desarrollar Planes de Acción Nacionales, regular el registro y venta de fármacos veterinarios y mantener sistemas de vigilancia de la resistencia antimicrobiana.

Puede acceder al documento completo a través del siguiente enlace (DOI): https://doi.org/10.56169/HECI1752