Agropiro: fertilización nitrogenada invernal

La fertilización con nitrógeno (N) es una herramienta que ha demostrado ser de gran utilidad para incrementar el forraje producido por gramíneas C3 perennes. Su utilización es de fundamental importancia en invierno tardío y primavera temprana (i.e. agosto-septiembre), momento en que las bajas temperaturas medias diarias (i.e. 12-15°C) limitan la actividad biológica del suelo y, por lo tanto, la mineralización del N. Así, el objetivo fue evaluar, en una pastura de agropiro alargado, la respuesta invernal a diferentes dosis de N.

Se estableció el experimento sobre una pastura de agropiro alargado (Thinopyrum ponticum) del Módulo de Cría del Campo Experimental Villarino de la Facultad de Cs. Agrarias de la UNR en Zavalla (33° 02´ S; 60° 09´ W), utilizando un diseño con cuatro bloques completos (n=4). El período experimental fue del 15/07 al 20/09/2021 (620°Cd acumulados sobre Tb= 4°C). La temperatura media diaria del período fue de 12,8 °C y las lluvias contabilizaron 51 mm. El 15/07 se realizó un corte de emparejamiento a 4 cm de altura y ese mismo día se tomó una muestra al ras del suelo para estimar la biomasa remanente. El ensayo tuvo tres tratamientos aleatorizados en parcelas de 9 m2 en cada bloque. Una parcela no tuvo agregado de N (N0) y a dos se le adicionaron 150 y 300 kg/ha de N (N150 y N300) con urea aplicada al voleo. Se midió la salinidad edáfica y el pH del estrato 0-20 cm de suelo de cada bloque, siendo el rango de salinidad de 0,18-0,48 dS/m y el de pH de 7,43-8,21 (ambas mediciones en dilución 1:2,5 con agua). Al finalizar el período (20/09), en cada parcela se cosechó al ras una superficie de 0,4 m2 restando luego la biomasa remanente para obtener la producción de forraje. De cada muestra se tomó una sub-muestra de 100 macollos que, visualmente, representaban la población de individuos (i.e. macollos con similar número de hojas acumuladas) para estimar el peso promedio de cada individuo (gMS/mac) y calcular la proporción de lámina [PropLam= biomasa lámina / biomasa aérea total] del forraje cosechado. La densidad de macollos (mac/m2 ) se calculó como el cociente entre la biomasa total y el peso promedio de cada individuo. Todas las muestras se secaron en estufa a 65°C hasta peso constante y se relacionó a la superficie de muestreo para estimar la producción de forraje por unidad de superficie (kgMS/ha). Los datos se analizaron mediante ANOVA y test de la diferencia mínima significativa (LSD, P< 0,05).

La fertilización nitrogenada incrementó la producción de forraje en N150 y N300 (P< 0,05). En relación a N0, N150 produjo 146% más (1030 vs. 2540 kgMS/ha) y N300, 232% más (1030 vs. 3420 kgMS/ha) (Figura 1). El aumento proporcional entre N150 y N300 fue de 34%, seguramente obedeciendo a la ley de rendimientos decrecientes. No se registraron diferencias significativas para PropLam (Figura 1),siendo el promedio de todos los tratamientos 0,68, posiblemente porque la época del año en que se trabajó no favorece la encañazón. No se encontraron diferencias estadísticas entre tratamientos para densidad de macollos (P=0,1318), aunque, proporcionalmente, N150 y N300 tuvieron un 50% más de macollo que N0 (1400 vs. 2100 mac/m2 ) (Figura 2). Respecto a peso de macollos, se hallaron diferencias (P=0,04) siendo los macollos de N150 y N300 un 75% y 112% más pesados que N0, respectivamente (Figura 2).

Figura 1. Producción de forraje (kgMS/ha; cuadrados llenos) y proporción de láminas (PropLam; círculos vacíos) de agropiro alargado (Thinopyrum ponticum) con diferentes dosis de N aplicadas (N0, sin adición; N150, 150 kgN/ha; N300, 300 kgN/ha). Las barras verticales indican el error estándar de la media (n=4). La ecuación de la regresión lineal de producción de forraje es: y = 7,9578x + 1138,2.

Figura 2. Densidad de macollos (mac/m2 ; símbolo x) y peso de macollo (gMS/mac; triángulos vacíos) de agropiro alargado (Thinopyrum ponticum) con diferentes dosis de N aplicadas (N0, sin adición; N150, 150 kgN/ha; N300, 300 kgN/ha). Las barras verticales indican el error estándar de la media (n=4).

Bajo estas condiciones climáticas, la fertilización nitrogenada demostró ser una herramienta válida para aumentar la producción de forraje de agropiro alargado a la salida del invierno. La proporción de láminas no se modificó al agregar N y, por lo tanto, fertilizar con N en el invierno resultaría en mayor biomasa sin pérdida de calidad. La mayor producción forrajera de N150 y N300 se explicó principalmente por aumentos en peso de macollos.