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Crianza: Alimentación de los terneros - Capítulo 6

Publicado: 4 de junio de 2021
Por: Nicolás Sambuceti, Georgina Frossasco, Fernando Orías, Mónica Moretto, José Giraudo y José Raviolo
El programa de alimentación debe cubrir los requerimientos de mantenimiento, cre-cimiento corporal y desarrollo ruminal de los terneros. El ternero nace como un lactante y posteriormente se va desarrollando como rumiante Lograr un exitoso paso de ternero lactante a rumiante en poco tiempo, es uno de los objetivos de la crianza artificial. Para ello, es importante un adecuado consumo de nutrientes.
¿Cómo y cuánta leche damos?
La leche o sustituto lácteo debe ser ofrecida a los terneros en 2 o más tomas, dis-tribuidas a lo largo del día, respetando siempre los mismos horarios. El ternero debe recibir la leche a 38°C. Por lo tanto, debe ser calentada entre 40 - 45°C (dependiendo de la temperatura ambiente y el tiempo de demora hasta repartirla), de manera que el ternero no tome la leche fría o demasiado caliente.
CRIANZA - Alimentación de los terneros - Image 1
Tan importante como esto, es que la temperatura de entrega sea la misma todos los días. Cambios en la temperatura de suministro pueden provocar diarreas, por lo que resulta importante controlar la temperatura con un termómetro antes de ser entregada a los terneros.
Otro punto a respetar es el orden de entrega. Lo recomendable es comenzar a entre-gar el alimento siempre a los animales de menor edad.
La leche se puede entregar en tetina o balde, siendo mejor la tetina ya que simula la posición natural de amamantamiento.
La cantidad de leche o sustituto que se recomienda ofrecer diariamente varía entre el 10 - 15% del peso vivo del ternero. Sin embargo, muchas veces se desconoce el peso de los terneros y resulta complejo realizar una oferta diferente para cada ternero.
Es recomendable tener identificadas las hileras de jaulas o estacas por semana de vida de los terneros, para diferenciar y monitorear la alimentación. Existen distintos pro-tocolos de alimentación que modifican las cantidades de líquidos y sólidos de acuerdo a la edad en semanas del ternero. Se debe medir la cantidad a suministrar.
Es importante que cada establecimiento tenga claro cuál es su protocolo de alimen-tación y que el mismo sea adecuado para permitir que el ternero crezca y se desarrolle correctamente.
Alimentación líquida: leche buena, en polvo, de descarte, susti-tutos
La leche es el alimento más completo para cubrir los requerimientos nutricionales de los terneros durante la crianza. Esta debe provenir de vacas libres de brucelosis y tu-berculosis, sin mastitis y que no se encuentren en tratamiento con antibióticos. Se debe evitar ofrecerle a los terneros leche de descarte.
La pasteurización de la leche, es una buena opción para mejorar su calidad en lo que se refiere a disminuir los riesgos de enfermedades, pero NO modifica la presencia de antibióticos ni la composición nutricional.
Si la leche con la que se cuenta no es buena, o si por otros motivos (distancia, ma-nejo, instalaciones) no es posible ofrecerla de manera adecuada, es preferible reempla-zarla por un sustituto lácteo o leche en polvo.
El sustituto lácteo otorgado debe ser de buena calidad, prepararse según las reco-mendaciones del fabricante y entregarlo a los terneros siempre a la misma temperatura.
Es importante asegurar la correcta homogeneización y dilución del sustituto mediante algún tipo de mezclador
Es importante asegurar la correcta homogeneización y dilución del sustituto mediante algún tipo de mezclador
Otra opción, es utilizar leche en polvo preparada con agua caliente (40-45°C) al 12-13%, ofrecida a los terneros a 38°C.
Control de la temperatura del agua para la preparación de leche en polvo o sustituto
Control de la temperatura del agua para la preparación de leche en polvo o sustituto
Se debe evitar comprar leche en polvo sobrecalentada (“quemada”), o “de barrido” las cuales poseen muy bajo valor nutricional.
Alimentación sólida: ¿Cuántos sólidos damos?
El consumo de alimentos sólidos, de buena calidad, es fundamental para estimular el desarrollo del rumen. El alimento balanceado debe ofrecerse desde la primera semana de vida, comenzando con 100 gramos/día (un puñado) y luego ir aumentando progresi-vamente la cantidad entregada a lo largo del periodo de crianza.
El ternero no debe quedarse con hambre, pero tampoco se debe exagerar en la cantidad de balanceado ofrecido, ya que si queda demasiado sobrante en el comedero se puede humedecer y deteriorar, perdiendo calidad. En caso de que el alimento se hu-medezca, debe ser retirado inmediatamente del comedero y reemplazado por otro seco.
Otra opción, es ofrecer una mezcla de granos y concentrados en vez de balanceado. Pero se corre el riesgo de que el ternero seleccione los alimentos y consuma menos de aquellos que le resulten poco sabrosos. Se deben evitar dar harinas y alimentos muy molidos.
El agua como nutriente fundamental
El agua es fundamental para el normal funcionamiento del cuerpo y la regulación de su temperatura. Además, la falta de agua limita notablemente el consumo de alimentos sólidos, y por lo tanto condiciona el adecuado crecimiento del ternero. Resulta funda-mental brindar permanentemente agua en cantidad y calidad siempre en recipientes limpios.
Cómo y cuándo deslechar un ternero
Acercándonos al desleche, se recomienda disminuir gradualmente el consumo de leche o sustituto y aumentar la cantidad de balanceado. Se puede comenzar a ofrecer heno (rollo o fardo) picado en baja proporción (menos del 10% de la dieta). Eso favorece una mejor adaptación del ternero al consumo de forraje en la etapa de recría. Sin em-bargo, si se ofrece heno en mayores cantidades que las recomendadas se corre el riego de que el ternero disminuya el consumo de balanceado y no cubra sus requerimientos nutricionales.
El ternero debe ser deslechado cuando alcance un consumo diario de alrededor de 1,5 kg de alimento balanceado durante 3 días seguidos. Momento en el cual debería pesar alrededor del doble de su peso de nacimiento o más (por ejemplo, si nació con 40 kg debería pesar 80 kg) y tener entre 8-9 semanas de vida.
Es importante tener en cuenta que dejarle de suministrar leche, genera una situación de estrés al ternero, el cual puede incrementarse si en el mismo día se lo mueve de lugar, pasa a compartir un corral con un grupo numeroso de terneros y se le cambia to-talmente la ración. Por lo tanto, se recomienda deslechar el ternero y dejarlo unos días en el mismo lugar de la crianza o pasarlo a un corral junto a 4-5 terneros. Además, es aconsejable ir cambiándole la dieta paulatinamente, antes de llevarlo al corral de recría.
Cada establecimiento debería definir con sus asesores, de manera muy clara, los procesos a seguir para la alimentación y el desleche de los terneros. Deberán estar indi-cadas las cantidades de cada alimento a ofrecer diariamente según la edad del ternero, como así también los horarios de entrega.
Esquema tentativo del consumo de sólidos por los terneros según su edad en semanas. El con - sumo variará según el peso vivo, el consumo de leche, la calidad del alimento, el consumo de agua y otros factores
Esquema tentativo del consumo de sólidos por los terneros según su edad en semanas. El con - sumo variará según el peso vivo, el consumo de leche, la calidad del alimento, el consumo de agua y otros factores

 
Capítulo del libro: “Crianza artificial de terneros. Guía de buenas prácticas para operarios lecheros”
Nicolás Sambuceti, Georgina Frossasco, Fernando Orías, Mónica Moretto, José Giraudo y José María Raviolo
ISBN 978-987-688-432-7
La crianza artificial de terneros en nuestro país y en nuestra provincia presenta algunos problemas que son transversales a todos los sistemas lecheros. Esta actividad, además de contar con tecnologías de insumos y de procesos para su eficiente funcionamiento, debe disponer de personal idóneo, altamente calificado y que sea capaz de tomar decisiones que se basen en la comprensión de las tareas que se realizan.
El presente trabajo es el resultado de una labor conjunta entre docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto y otras instituciones, realizado con el fin de facilitar una guía de buenas prácticas a productores, técnicos y operarios de los sistemas lecheros. En este sentido, el material se presenta como una herramienta, cuyo objetivo es el de ayudar a mejorar la eficiencia de las crianzas artificiales de terneros y, con ello, la de cada establecimiento, lo que mejorará la red económica tejida alrededor de la producción lechera en la provincia y la región.
 
Temas relacionados:
Autores:
Monica Moretto
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Fernando Orías
Universidad Nacional de Rio Cuarto - UNRC
Georgina Frossasco
Nicolás Sambuceti
Universidad Nacional de Rio Cuarto - UNRC
José M. Raviolo
Universidad Nacional de Rio Cuarto - UNRC
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