Movimientos mandibulares, consumo y peso del bocado de vacas con disminución en altura de la pastura

Las vacas en pastoreo realizan tres tipos de movimientos mandibulares (MM); el bocado exclusivo (B), la masticación exclusiva (M) y el movimiento compuesto (MC, una masticación y un bocado en un mismo MM). Cuando las vacas arrancan bocados grandes, aumentan la cantidad de MC, como estrategia para masticar y tomar bocados a la vez, manteniendo una alta tasa de consumo (Galli et al., 2018). Con la disminución de la altura del forraje, por efecto de una defoliación progresiva, reducen su tasa de consumo por la cosecha de bocados más livianos y en consecuencia aumentan las cantidades de MM, compensando parcialmente la reducción del consumo. El objetivo fue cuantificar los MM, el peso de los bocados y la tasa de consumo de vacas, en sesiones de pastoreo, con niveles decrecientes de altura de la pastura.

El experimento se realizó en la Universidad Autónoma Chapingo, Texcoco, México (19º 29’ N, 98º 54’ O, y altitud de 2240 m). En pastura de avena negra (Avena strigosa Schreb) a los 75 días de la siembra, se delimitaron con cercos eléctricos 18 parcelas individuales de 5 m² cada una. Se utilizaron seis vacas Holstein (530±40 kg de peso) mansas y acostumbradas a la rutina experimental. En cuadrado latino 3x3 repetido, se evaluaron tres niveles decrecientes de altura de pastura (0, 50 y 70%). Para establecer los tratamientos de 50 y 70% de reducción de altura, en las parcelas de esos tratamientos se hicieron 25 mediciones de altura con bastón graduado y a partir del promedio, se estimó la altura a rebajar; posteriormente, se cortó el forraje con una desbrozadora y con rastrillo se retiró el material cortado. El experimento se realizó en tres días consecutivos para evaluar los tratamientos en todas las vacas. En cada día las vacas pastorearon simultáneamente, pero de manera individual, durante 10 min en una parcela con alguno de los tratamientos. Previo al pastoreo, en cada parcela se hicieron mediciones de altura y biomasa de forraje ofrecido. Para estimar la biomasa ofrecida se cortó el forraje en 2 m² a ras del suelo, quedando 3 m² para el pastoreo. La biomasa residual se estimó cortando todo el forraje remanente después del pastoreo. La cuantificación de los MM se hizo a partir del registro de los sonidos masticatorios de las vacas durante el pastoreo. Para ello, a cada vaca se le colocó una grabadora de voz adaptada a un bozal, y un micrófono unidireccional que se sujetó contra la frente del animal con una banda elástica atada al bozal. En 18 registros de sonido, producto de las seis sesiones de pastoreo por día, se identificaron y etiquetaron los MM de acuerdo con Galli et al., 2018. Los registros se agruparon en tres clases de MM, 1) B, sonido generado por el rasgado del forraje durante su arranque con los incisivos y el rodete dentario, 2) M, sonido de molienda de forraje con los premolares y molares y 3) MC, sonidos de molienda y arranque de forraje en un mismo MM. La tasa de consumo se calculó como el cociente entre el consumo de materia seca (CMS) y el tiempo de pastoreo. CMS se estimó por la diferencia entre biomasa de forraje ofrecida y residual ajustada por el contenido de agua. El peso del bocado (PB) se estimó dividiendo CMS por el número total de bocados (B+MC) realizados en cada sesión de pastoreo. El análisis estadístico se realizó con ANVA y las medias con Tukey.

Las alturas y biomasas de forraje ofrecido y residual disminuyeron (P< 0,05) con la reducción de altura del forraje (Cuadro 1). Las vacas mantuvieron la misma cantidad (P> 0,05) de MM (promedio 699) y de masticación exclusiva (promedio 297) entre los tratamientos. Las vacas tendieron (P=0,057) a reducir la cantidad de MC y aumentaron (P< 0,001) los B con la reducción de altura del forraje (Cuadro 2); la tasa de consumo y PB disminuyeron (P< 0,05). La mayor cantidad de MC con 0% de reducción de altura del forraje se explica por la necesidad de las vacas para procesar los bocados de mayor peso, y con la reducción de altura del forraje las vacas cosecharon bocados más livianos; pero no necesitaron dedicar más tiempo a la masticación y en consecuencia aumentaron los B.

Cuadro 1. Altura y masas de forraje ofrecido y residual en parcelas con diferentes niveles de reducción de altura del forraje.

Cuadro 2. Movimientos mandibulares, consumo y peso de bocado de vacas en sesiones de pastoreo de 10 min a diferentes niveles de reducción de altura del forraje.

Los movimientos mandibulares totales y las masticaciones exclusivas fueron independientes de la disminución en la tasa de consumo causada por la reducción de la altura de forraje; no obstante, las vacas asignaron más bocados exclusivos y menos movimientos mandibulares compuestos, pero no lograron compensar la reducción en consumo a causa de los bocados más livianos.