“Aquellas especies que no son capaces de adaptarse a su entorno sencillamente mueren”. Charles Darwin.
Esta frase sintetiza todo aquello por lo que pasaron los bovinos criollos a lo largo de más de 500 años en América. Esa plena adaptación a las condiciones más adversas de clima es un patrimonio genético muy valioso, más la rusticidad, la capacidad de transformar forrajes de baja calidad en carne y leche, resistencia a enfermedades endémicas, todo eso ya es una marca registrada de los bovinos criollos.
Para entender lo que representan los bovinos criollos es preciso conocer un poco de su historia. Los bovinos criollos están presentes en América hace más de 500 años, descendientes de los animales traídos por los colonizadores europeos. Esos animales originarios de varias razas de la península ibérica y de las Islas Canarias fueron cruzándose entre sí formando las razas criollas. A lo largo de todos esos años esos animales enfrentaron todo tipo de condiciones desfavorables desde frío hasta el más extremo calor, esa selección natural que es la más vigorosa selección que existe, hizo que solo sobre viviesen apenas los más fuertes. Aquellos animales que presentaban problemas de adaptación, problemas de parto, problemas de prepucio, problemas reproductivos fueron quedándose en el camino sin dejar descendencia.
A la par de la selección natural los criadores pasaron empíricamente a seleccionar sus animales, más con la llegada del cebú de la India allá a finales del siglo XIX, los bovinos criollos comenzaron su periodo de decrecimiento y son dejados a segundo plano, perdiendo espacio al punto de que algunos bovinos criollos fueron desapareciendo.
Aún quedan vestigios de ese material genético muy valioso en Ecuador que hay que rescatar antes de que el tiempo se encargue de sepultarlos...
FOTOS: bovinos criollos en Ecuador
Biotipo bovino criollo de la Isla Puná – Guayas (Región Costa)
Biotipo bovino criollo de Loja – Loja (Región Sierra)
Biotipo bovino criollo macabea – Morona Santiago (Región Amazónica)