Impacto de dos tipos de manejo en el periodo de adaptación del engorde a corral de bovinos sobre la capacidad de respuesta inmune para contrarrestar infecciones respiratorias del CRB

En Argentina una de las causas que provocan pérdidas en la ganadería bovina es debida a la incidencia de enfermedades infecciosas. Dentro de las mismas se encuentra el Complejo Respiratorio Bovino (CRB) causado por virus respiratorios endémicos (BoHV1, BVDV, BPI3 y BVRS) y bacterias (Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica e Histophilus somni). El cuadro se ve favorecido por situaciones estresantes que preceden y contribuyen a la infección. El ingreso a sistemas intensivos se caracteriza por una conjunción de múltiples factores estresantes para el ternero (Romero Peñuela, 2011) como el apotreramiento, el ajuste de la carga animal, destete a camión, transporte y mezcla de animales de diferentes orígenes. Estos estresores afectan la capacidad de responder inmunológicamente a la vacunación como medida preventiva para el CRB (Galli, 2005). La intensidad y duración del estrés puede medirse por indicadores bioquímicos, productivos, comportamentales y sanitarios. El objetivo del trabajo fue evaluar niveles de estrés durante la adaptación al engorde terminal de terneros provenientes de destete precoz y convencional durante las primeras semanas de la terminación y la capacidad de respuesta inmune registrando la susceptibilidad a adquirir infecciones respiratorias por BoHV1, BVDV, BPI3 y BRSV en bovinos vacunados contra el CRB.

Se utilizaron 48 terneros Hereford y Hereford x Angus colorado de 221,8 ± 9,6 días de vida y 180,2 ± 21,9 kg de peso vivo (PV). Se distribuyeron en corrales (6 terneros/corral y 4 corrales/tratamiento) según su origen: 24 terneros provenientes de destete precoz (DP) y 24 de destete convencional (DC) que se apartaron de las madres el día de inicio de la adaptación al engorde terminal. El destete precoz se realizó a los 62,5 ± 12,8 días de vida según las prácticas recomendadas por (Galli, 2005) y luego tuvieron una recría sobre pastura polifítica hasta el inicio de la experiencia. Desde el primer día (Día 0) de la adaptación al engorde intensivo, se ofrecieron niveles decrecientes de heno de alfalfa y creciente de una ración formulada con 85% grano de maíz entero y 15% de concentrado proteico terminador (40% proteína bruta). Al día 0 se vacunaron y al día 21 se revacunaron 12 terneros de cada grupo con vacuna comercial contra el CRB., quedando conformados 4 tratamientos: DP vacunados (DP+V), DP no vacunados (DP+NV), DC vacunado (DC+V) y CD no vacunado (DC+NV) Al día 0 y a los días 1, 7 y 14 de la experiencia se tomaron muestras de sangre entera para evaluar niveles de cortisol (HPLC). Al día 0, 7, 14 y 21 post inicio de la experiencia, se recolectaron muestras de sangre para serología contra virus respiratorios y se registraron y calificaron con puntaje de 1 la presencia de cada uno de los siguientes signos anorexia, depresión, tos, secreción nasal, fiebre y frecuencia respiratoria. Se consideró enfermo al animal que presento puntaje igual o mayor a 3 de un máximo de 6 puntos. Se tomaron muestras de hisopados nasales en animales con sinología respiratoria (presencia de al menos 1 signo) para detección de virus del CRB por aislamiento en cultivo de tejidos y PCRs diagnósticas. Los títulos se compararon con un modelo mixto (Infostat).

El cortisol fue mayor en el día 0 en los terneros DC (2,29 vs. 1,42 mg/dl) respecto de los DP. Los resultados denotan un estrés generado por el destete convencional que no se extiende más de 14 días. Se detectó circulación de BVDV por PCR positiva en un animal del grupo DC+NV. No se detectó circulación de los otros virus del CRB ni por aislamiento ni por seroconversión en animales no vacunados. Todos los grupos presentaron animales enfermos en distinto grado (Tabla 1), el grupo DP+V-no presentó al día 21 ningún animal enfermo. La frecuencia de animales enfermos fue similar para todos los tratamientos al día 7 (P= 0,8623), 14 (P= 0,6146) y 21 (P= 0,5245).

La situación estresante del encierro puede haber contribuido a aumentar la susceptibilidad a contraer infecciones respiratorias dado el porcentaje observado de animales con signos en todos los grupos, sin embargo, el grado en que afecto podría estar asociado al momento del destete, al estatus inmunológico y a la presencia de animales persistentemente infectados con BVDV. Además, de acuerdo al cuadro respiratorio observado lo mismo pudo ocurrir con virus respiratorios no cultivables que no se asocian tradicionalmente al CRB y que se estudiaran en el próximo periodo.