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La Fibra en Feed Lots

Publicado: 27 de junio de 2006
Por: Dr. Anibal J. Pordomingo. Producción Animal. EEA INTA Anguil, Argentina

La fibra en dietas de corral de alto contenido de almidón ejerce un efecto físico o mecánico más que nutritivo. El valor alimenticio de la celulosa (fibra) en esas dietas es muy bajo (Swingle, 1995), principalmente por la baja degradación ruminal que ocurre con esa fracción en dietas de alta proporción de concentrado (Zinn y
Owens, 1983).

El ambiente ruminal con alta carga de almidón es demasiado ácido (pH = 5,0 a 5,5( (Pordomingo et al., 1999b) para el desarrollo de bacterias celulolíticas en cantidad suficiente para digerir eficientemente la fibra. El principal objeto de la fibra en estos casos es el de reducir la tasa de consumo y promover la rumia, la salivación y la consecuente producción de buffer ruminal para disminuir el riesgo de acidosis (Kreikemeier et al., 1990).

Dependiendo del contenido de fracciones fibrosas en los otros componentes de la dieta, la cantidad mínima del recurso fibroso a incorporar en se ubica comúnmente entre el 5 y el 10% de la dieta (base seca). Para sostener una actividad fermentativa adecuada se sugiere un aporte tal de elementos fibrosos que aseguren un mínimo
de 10% de fibra detergente ácido (FDA), y al menos la mitad de ese aporte provenga de una fuente de “fibra efectiva” o larga tal como los henos o los silajes. Sin embargo, el efecto de “fibra efectiva” desea-do
no radica en el aporte energético de esa fracción sino en el efecto mecánico por lo que también se usan sustitutos de menor costo que el heno que cumplen funciones similares como las cáscaras de semillas
y residuos fibrosos de la industria de los alimentos.

El oferente de fibra más común utilizado en la mayoría de los sistemas alimentación en confinamiento es el heno (rollo o fardos) procesados picados o molidos gruesos y de calidad intermedia o baja.
La calidad y tipo de fibra es de escasa relevancia en las dietas de alto grano pero existen recursos fibrosos que se adaptan mejor que otros, dependiendo del tipo de grano en que se basa la dieta (Theurer et al.,
1999).

Otros oferentes de fibra son los silajes de planta entera (ej. Silaje de maíz, silaje de pasturas o alfalfa, silajes de ryegrass, avena o cebada). Algunos de éstos son también buenos oferentes de energía por su contenido de grano (silajes de maíz, sorgo, avena o cebada)(Petit y Tremblay, 1995; Castro et al., 2002; Pordomingo, 2002; San-tini et al., 2003) o la alta digestibilidad total (silaje de ryegrass) (Car-doniga y Satter, 1993; Zaman et al., 2002). En estos casos, la pro-porción incorporada es mayor que la del heno porque se pretende un aporte energético y no solo mecánico.

En un nivel intermedio entre los planteos con heno como fuente de fibra y los sin fibra larga (ver más abajo), se encuentran aquellos que incorporan fibra a través del afrechillo de trigo, la raicilla de malta y las cáscaras (cáscara de girasol, de semilla de algodón o maní). De todas las cáscaras las menos “leñosas” o duras serían las mejores.

Cuando se usa el afrechillo de trigo o la raicilla de malta debe tenerse en cuenta que estos son también oferentes de proteína bruta (Elizalde et al., 2003a). Tienen además un buen nivel energético y buena digestibilidad. Aunque la cantidad de fibra necesaria en los planteos de feedlot es baja, su provisión es una limitante operativa y económica.

El heno cosechado en rollos y luego procesado para su mezclado en la dieta, se convierte en uno de los insumos más caros por unidad de energía digestible. Incluso, en la mayoría de los feedlots de poca escala, no se dispone de equipamiento para molienda de henos. Sostener una fermentación adecuada con independencia de fuentes de fibra larga, permite simplificar la alimentación a corral y hacer accesible esta práctica a numerosos planteos de engorde. En este extremo, sin embargo, los riesgos de acidosis son mayores.

Existen evidencias experimentales (Pordomingo et al., 2002a; Elizalde et al., 2002; Maresca et al., 2003) y de productores en Argentina que coinciden en que es posible alimentar a corral con dietas sin fuente de fibra (sin heno), basadas solamente en grano, harina de girasol o de soja y un complemento mineral y vitamínico con un ionóforo (monensina o lasalocid). Murphy et al. (1994a) no encontraron diferencias en la digestión de almidón proveniente de una dieta basada en maíz entero y sinfibra, comparada con una equivalente con maíz aplastado, cuando la oferta de alimento no fue restringida. Resultados que fueron confirmados en Argentina (Pordomingo et al., 2002b; Maresca et al., 2002). Sin embargo, cuando se restringió la oferta de alimento al
70% del consumo voluntario, la digestibilidad del almidón proveniente del grano entero fue inferior a la del almidón de grano aplastado.

De manera similar, Turgeon et al. (1988) encontraron diferencias en la digestibilidad del grano de maíz cuando alimentaron novillos con maíz entero o partido en dietas sin fibra larga y a 2,3 veces el nivel de mantenimiento.
Pordomingo et al. (2002b) compararon dietas con grano enterode maíz y harina de girasol o grano entero de maíz y avena, y harina de girasol, sin fuente fibra larga, versus dietas con la inclusión de 10% de heno de alfalfa (Cuadros 17 a 19). Los planteos sin fibra igualaron (y tendieron a superar) en aumento de peso al tratamiento con heno. No se detectaron efectos acidóticos o trastornos visibles en los tratamientos sin fibra.

Entre las alternativas en el suministro de fibra en la forma de henos, se encuentran las cáscaras de semillas (cáscara de semilla de algodón, de semilla de girasol, de soja, de arroz o de maní), residuos fibrosos de la agro-industria (raicillas, afrechillos, etc.) Aunque existen asociaciones entre tipos y procesado del grano, y el tipo de fibra a utilizar (Owens et al., 1997). Las fuentes de fibra antes citadas son utilizables sin diferenciarse en el resultado sobre aumento de peso o eficiencia de conversión.

Raciones a base de cebada (75 a 85%) entera resultan en similares resultados productivos al maíz (Elizalde et al., 2003b). La inclusión de cebadas con alta proteína permite reducir la necesidad de fuentes proteicas adicionales y, por su contenido de fibra, el requerimiento de fibra extra es también menor. Ofrecida entera podría conformarraciones completas con un 10% de harina de girasol, y un núcleo vitamínico y mineral al 2 o 3% (depende del núcleo).

Aunque el aporte proteico de grano es variable (9 a 15% de proteína bruta),con un contenido medio de proteína bruta de 12% y un 30% en la harina de girasol (pellet) se logra una ración con 14,5% de proteína de alta metabolicidad que cubre los requerimientos de la mayoría de las categorías.

Elizalde et al. (2003a) estudiaron la inclusión creciente de afrechillo de trigo en dietas a base de cebada aplastada y lograron aumentos de peso vivo (1,500 kg/día) y conversiones similares (6:1) con 75, 65 o 55% de cebada aplastada y cantidades crecientes de afrechillo (12,5, 35 o 45%) (Cuadro 24). La combinación de la cebada con el afrechillo de trigo permitió mantener constante el consumo de energía metabolizable y la eficiencia fermentativa. La tasa de engrasamiento y el engrasamiento final en ese ensayo resultó también similar entre tratamientos (Cuadro 15). Se destaca la calidad del afrechillo de trigo para complementar dietas de alta energía.
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Autores:
Anibal Javier Pordomingo
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Alfonso Chavez
15 de agosto de 2011
cuanto de melaza puedo utilizar como insumo en base a100%
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Martin Rodriguez
19 de agosto de 2009
estoy haciendo una racion con 60[percent] cascarilla de soja, 31[percent] grano de maiz partido, 9[percent] poroto de soja. con esto obtengo una racion de mas 3 mcal. queria saber el tema de la fibra, mi objetivo es no usar rollo ni ningun otro tipo de fibra por la cascarilla de soja, y otra duda es q al administrar tanta fibra me influye mucho en la digestion del grano de maiz. Gracias
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Rodrigo Avila Segura
Rodrigo Avila Segura
14 de agosto de 2009
Desearía saber en que proporciones máximas se aceptaría la cáscara de maní ya que al incorporarla a una dieta que esta compuesta de 10[percent] de descarte de poroto, 10[percent] de soja desactivada, 2.5[percent] sal con monensina , 57.5[percent] de maíz molido y 20[percent] de cáscara de maní comenzamos con problemas de diarrea. Muchas Gracias.
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Luis Alberto Irusta
26 de septiembre de 2006
Yo creo que tenes que partir de la base de que lo primero es que te debe ser rentable, o sea que te tiene que oscilar en un 60 del costo del kilo de novillo, y después ver qué materia prima dispones como base. Después andá completando los requerimientos que no cubris con tu base ( Ej: si tengo maíz en grano, agregar proteínas, fibra y núcleo). En posibilidades hay miles, pero la principal que te deje un margen de utilidad.
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Lopez Facundo
Lopez Facundo
16 de agosto de 2006
Artículo muy interesante. Estaba averiguando costos para suplantar el rollo en corrales de terneros e información sobre silo de cebada.
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