Argentina - Una buena estadística: casi 20 millones de vacas se inseminan en forma artificial

Hay muy pocos argentinos que pueden gastar miles de pesos en un Gran Campeón, pero los que lo hacen tienen un motivo: forman parte del negocio de la genética, que mueve unos 15 millones de pesos al año y pone al país entre los líderes en la materia. Si la Argentina tiene buena carne no es sólo por sus pastos. Hay un paciente trabajo de mejora del rodeo bovino que, en muchos casos, empieza en la Exposición de Palermo. Visto así, no resultaron absurdos algunos precios logrados en los remates de La Rural. Por 50% de una vaca Hereford se pagaron 100.000 pesos; por el Gran Campeón de esa raza, otros 100.000; por el Reservado de Angus, el lunes, fueron 55.000 pesos. Para las hembras, récord absoluto. Para los machos, no (en 2003 se pagaron 110.000 pesos por un toro Braford). En todos los casos, las cifras impresionan. Sucede que los reproductores que se venden en Palermo, y en decenas de remates en el interior, son la punta del iceberg. En el caso de los machos, cada año su semen se distribuye entre más de 1 millón de vacas, mediante inseminación artificial. Para las hembras, la ciencia avanza con el implante de embriones. Se obtiene el óvulo del ejemplar, se lo fecunda y se implantan los embriones en decenas de vacas hospederas. Así, en ambos casos, los hijos toman rasgos genéticos de padres que nunca verán. Unicamente estas técnicas pueden explicar otra de las sorpresas de esta Rural: ayer se pagaron 100.000 pesos por una yegua de la cotizada raza Polo Argentino. Ignacio Berengúa, del Foro de Genética Bovina, explicó que en el país se insemina el 5% de las vacas de carne, 18 millones en total, y cerca de 30% de las lecheras, que son 2 millones. En total, así, se movilizan cerca de 1 millón de dosis de semen al año. En general, se vende en "pajuelas", de a una por vientre. Su precio puede variar de 5 a 15 pesos. Un toro de estos puede tener una vida útil de 15 años y en cada "salto" aporta de 70 a 80 dosis de semen. Por semana, 300 pajuelas. Por año, muchas más. Existen ejemplares que han provisto más de 1 millón de dosis en toda su vida. Son los que pagan con creces la inversión inicial.