El sector ganadero se enfrenta a un reto crucial: reducir las emisiones de metano (CH4), un gas de efecto invernadero con un poder de calentamiento 27 a 81 veces superior al CO2.
En este contexto, un reciente meta-análisis liderado por Ermias Kebreab y colaboradores (2025) aporta nueva luz sobre una de las estrategias más prometedoras: el uso de aditivos alimentarios con bromoformo (CHBr3), presentes de forma natural en algas como Asparagopsis spp.
Principales hallazgos
Reducción drástica de metano
A dosis promedio de ˜28 mg CHBr3/kg de materia seca (MS):
Reducción del 47,3% en producción de CH4 (g/día)
Reducción del 43,3% en rendimiento de CH4 (g/kg DMI)
Reducción del 39,0% en intensidad de CH4 (g/kg de leche o ganancia de peso)
Más eficaz en bovino de carne que en leche
Las vacas de carne mostraron mitigaciones más pronunciadas, aunque en términos de intensidad (por litro de leche o kg ganado) las diferencias se reducen.
El papel de la dieta es decisivo
Dietas altas en almidón ? mayor reducción de CH4
Dietas con mucha fibra detergente neutra (FDN) ? menor eficacia del CHBr3
Efectos secundarios sobre el consumo y la producción
Disminución en la ingesta de MS:
.- 6,45% en vacas lecheras
.- 3,26% en ganado de carne
En leche: reducción del 4,6% en producción a dosis promedio
La forma de administración importa
El uso de portadores en aceite fue más efectivo que la biomasa.
Las mediciones con cámaras de respiración detectaron reducciones más marcadas que otros sistemas (GreenFeed, SF6).
Un análisis robusto y novedoso
El estudio integró datos de 14 ensayos in vivo, tanto en bovino lechero como de carne.
Se aplicaron modelos estadísticos avanzados (frecuentistas y bayesianos) para predecir con mayor precisión los efectos de la suplementación.
Se generaron ecuaciones predictivas que permiten estimar reducciones según:
.- tipo de ganado,
.- dosis de CHBr3,
.- composición de la dieta.
Esto abre la puerta a un uso optimizado y personalizado de estos aditivos según sistema de producción.
Desafíos y próximos pasos
Seguridad y regulación: actualmente, en EE. UU. y Europa, el uso de algas con CHBr3 no está aprobado en alimentación animal.
Efectos a largo plazo: aún no está claro cómo afectan las suplementaciones sostenidas a la salud animal y a la calidad de los productos.
Estabilidad del bromoformo: el compuesto puede degradarse y su eficacia depende de la forma de conservación y aplicación.
Implementación práctica: desde costos de producción hasta escalabilidad y aceptación por parte de productores y consumidores.
Conclusión: un horizonte más verde
Este meta-análisis confirma que las algas ricas en bromoformo son una de las estrategias más potentes para mitigar emisiones de metano en rumiantes. Sin embargo, su adopción dependerá de superar los desafíos regulatorios y técnicos.
Para el sector ganadero, supone una oportunidad única de alinear sostenibilidad y productividad, anticipándose a las crecientes exigencias de mercados y políticas climáticas.