El crecimiento y desarrollo de los rumiantes depende de la degradación de los alimentos por parte de los microorganismos ruminales. Los microorganismos beneficiosos que habitan en el rumen son los encargados de suministrar proteínas, vitaminas y ácidos orgánicos para el animal hospedero. Por esta razón, es importante manipular la fermentación en el rumen para maximizar la productividad y salud de los animales rumiantes.
Una de las vías para lograr este objetivo es a través de la administración de aditivos microbianos que ayuden a estabilizar la comunidad de microbios benéficos del rumen y así contribuir con la digestión y el flujo de nitrógeno hacia las partes más bajas del sistema digestivo e incrementar la producción de carne y leche.
Además, la búsqueda de alimentos alternativos para el ganado, que sustituyan las importaciones de alimentos convencionales y reduzcan los costos de producción, es de suma importancia tanto para los investigadores como para los productores. Los subproductos agroindustriales, como las pajas de cereales, los desechos de la extracción de jugos de frutas y las frutas y vegetales no aptos para el consumo humano, tienen un gran potencial como fuente energética para los rumiantes. No obstante, estos desechos por lo general tienen un pobre valor nutritivo debido a su bajo contenido de nitrógeno y alto contenido de fibra indigestible. De ahí que una de las estrategias encontradas para mejorar la utilización de los alimentos fibrosos en el rumen y la absorción de nutrientes es el uso de estos aditivos microbianos.
Por otra parte, en la producción ganadera se emplean de manera indiscriminada antibióticos y productos hormonales para mejorar la digestión y aumentar el crecimiento de los rumiantes. Sin embargo, estos dañan las poblaciones de microorganismos del rumen y comprometen la calidad de los productos de origen animal (carne y leche). Por esta razón, su uso está prohibido en países de la Unión Europea, lo que ha aumentado el interés por los aditivos de origen natural.
Comúnmente se emplean aditivos microbianos que contienen diferentes cepas de los géneros Lactobacillus sp., Clostridium sp., Bifidobacterias sp., Streptococcus sp., Enterococcus sp., Megasphaera sp., Saccharomyces sp. y Aspergillus sp. En ocasiones, los resultados de muchas investigaciones demuestran que las combinaciones de cepas aumentan los beneficios con respecto al efecto de cepas individuales y aunque se ha investigado la eficacia de estos aditivos existe variación en los resultados que dependen fundamentalmente de las dietas, especies de animales, dosis de inclusión entre otros factores.
En el Cuadro 1 se muestran algunos de los efectos que producen los aditivos microbianos en diferentes especies de rumiantes.