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Empleo del enfoque de procesos en establos lecheros de la región lagunera

Publicado: 3 de junio de 2019
Por: Karla Rodríguez Hernández, Gregorio Núñez Hernández, Esmeralda Ochoa Martínez, Juan Isidro Sánchez Duarte, José Juan Cruz Chairez, Uriel Figueroa Viramontes Y Ramiro González Avalos
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la producción de leche ha adquirido un carácter más empresarial, donde las explotaciones lecheras se encuentran en una continua modernización de sus procesos productivos (Escalante y Catalán, 2008). Para organizar los conocimientos, tecnologías y prácticas de producción, se requiere de una herramienta que incluya también el uso de indicadores para la toma de decisiones y la corrección de problemas. Por lo anterior, se puede emplear la metodología administrativa de procesos en las unidades de producción lechera de la región (Rodríguez et al., 2011).
La metodología de procesos es un enfoque para la administración de recursos y agregación de valor a los productos. En este enfoque los procesos son el conjunto de acciones o actividades vinculadas que permiten transformar insumos en productos e ir agregando valor (Galloway, 2002; Figueroa, 2006). Con esta metodología, la producción en las explotaciones lecheras se organiza en varios procesos, por ejemplo: producción de forrajes, manejo de la alimentación y manejo reproductivo, por citar algunos. En conjunto, los procesos anteriores tienen como resultado final, la obtención rentable de leche de calidad (Rodríguez et al., 2012).
El objetivo de la presente publicación, es presentar de forma general el cómo aplicar la metodología de procesos en establos lecheros del sistema intensivo de producción de leche, así como la descripción general de los procesos en dichos establos de la Región Lagunera.
ENFOQUE DE PROCESOS
¿Qué es el enfoque de procesos?
Es un enfoque empleado para la administración de recursos y poder agregar valor a los productos de una empresa. Se basa en la creación de valor (Cuadro 1), después de que las necesidades de los consumidores son identificadas y sus condiciones de satisfacción son resueltas (Galloway, 2002).
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Un proceso se define como el conjunto de acciones, actividades u operaciones vinculadas que permiten lograr un objetivo, al transformar un insumo para darle valor agregado (Dartt, 2001). Dichas actividades son tareas que pueden ser definidas, se repiten, se pueden medir y conllevan a un resultado esperado (Núñez et al., 2009).
Cada vez que un proceso controlado opera, se puede obtener el mismo resultado; el flujo de actividades para llegar a éste, se considera como proceso de negocio (Brisson, 2008). Cada proceso (Figura 1) tiene proveedores, insumos y un cliente que puede ser interno o externo y está enfocado a un fin o fines (producto) y responde a las preguntas ¿Qué se hace? Y ¿Cómo se hace? (Núñez et al., 2009).
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Adicionalmente, los procesos tienen 2 atributos: eficacia, que es la capacidad para alcanzar resultados o metas establecidas para satisfacer a los clientes; y eficiencia, que es la evaluación de los resultados alcanzados contra la cantidad de recursos utilizados (Núñez et al., 2009). Por lo tanto, la eficacia y la eficiencia de un proceso pueden medirse mediante indicadores.
Un sistema de procesos considera la organización de procesos subordinados jerárquicamente (Figuras 2 y 3). Estos procesos, parten del modelo de negocio (nivel 0) y continúan hacia los procesos de negocio (nivel 1), procesos específicos o subprocesos (nivel 2) y actividades y/o tareas (nivel 3).
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En resumen, el enfoque de procesos, permite un agrupamiento apropiado de las diferentes actividades para su análisis, estudio de interacciones, indicadores y resultados, así como la identificación de factores críticos, mejora y de ser necesario, su reingeniería (Núñez et al., 2009).
En las explotaciones lecheras, éste enfoque de procesos puede emplearse como una herramienta para organizar conocimientos, tecnologías y prácticas para la producción, así como monitorear su desempeño mediante indicadores de los procesos dentro de cada establo.
Con base en lo anterior, la producción en las explotaciones lecheras se puede organizar en los procesos que se indican en la Figura 4, los cuales en conjunto tienen como resultado final, obtener de manera rentable leche de calidad.
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Procesos en unidades de producción lechera.
Lo primero que se requiere para emplear el enfoque de procesos es definir el Modelo del Negocio (nivel 0). Éste es la “fotografía de la organización” vista como un sistema que identifica sus relaciones con el entorno en el cual se inserta (Figura 5).
Para la construcción de este modelo es necesario tomar en cuenta la Visión, Misión y los Objetivos Estratégicos de la empresa, y cada uno de los procesos deberán estar alineados con los elementos de la planeación estratégica.
Posteriormente se identifican los diferentes procesos de negocio (nivel 1). Cada proceso se define considerando la transformación de insumos mediante un conjunto de acciones o tareas, en productos que satisfacen las necesidades de clientes externos o de otros procesos clientes. Por ejemplo para el proceso de manejo de forrajes, su definición sería la siguiente:
“Producir de manera rentable forrajes en cantidad y calidad suficiente, aquí se puede observar cuál es el producto con los estándares de satisfacción requeridos por el cliente, para el proceso de alimentación del ganado, que es en este caso el proceso cliente, mediante la transformación de insumos como semillas, agroquímicos, agua, etc.”.
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Una vez identificado y definido el proceso es necesario identificar los grandes grupos de actividades que se requieren para generar el producto. Estos grupos se conocen como subprocesos (nivel 2) (Figura 6).
A su vez cada subproceso tiene insumos los cuales son transformados mediante una serie de actividades específicas (nivel 3) en productos. Estos servirán al siguiente subproceso de forma consecutiva hasta la obtención del producto final (leche) del proceso de negocio (Figura 7).
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Finalmente, después de la identificación de los subprocesos y sus actividades, hay que definir los indicadores por niveles: los indicadores de nivel 1, son aquellos que ayudan a medir el desempeño del proceso en general, por ejemplo, Producción de forraje seco por hectárea; y los indicadores de nivel 2, son aquellos que permiten medir el desempeño de un subproceso, por ejemplo: para el subproceso de Establecimiento y manejo, se tiene la compactación del suelo. Algo que es importante subrayar, es que para la identificación de un indicador, se debe buscar que éste sea de fácil obtención, fácil manejo y que se adecue a las necesidades de cada explotación. Por lo tanto, los indicadores que se presentan pueden cambiar de acuerdo a las necesidades de cada unidad de producción lechera.
Empleo de los indicadores de procesos.
Después de identificar los indicadores de nivel 1 y 2, se hace una comparación con los indicadores de referencia, los cuales pueden ser tomados de “Benchmarks”, valores de referencia de la Región Lagunera o de las metas que cada unidad de producción lechera establezca. Un ejemplo se encuentra en el Cuadro 2 de indicadores de Maíz, en donde se puede observar que la mayoría de los indicadores de nivel 1 del proceso de forrajes están cercanos al indicador ideal; sin embargo, al observar los indicadores de nivel 2, es evidente, que en las explotaciones lecheras sólo se maneja la información de contenido de materia orgánica. Lo anterior, implica que para el productor, al momento de querer corregir problemas o buscar áreas de mejora, será difícil saber por dónde empezar. Sin embargo, posterior a este paso, es cuando el productor, los responsables de actividades y sus asesores, pueden comenzar con la inclusión de indicadores de nivel 2 y rediseñar los subprocesos y sus actividades de acuerdo a sus necesidades, iniciando con lo que se conoce como mejora de procesos.
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Procesos en Unidades de producción lechera de la región lagunera.
En las siguientes secciones del libro se presentan los 8 procesos identificados durante el 2012 y 2013 en 10 unidades de producción lechera de la Región Lagunera; los procedimientos aquí referidos son generales, por lo que en algunas partes se pueden encontrar diferencias con los realizados en otras explotaciones lecheras. Lo anterior no significa que haya procedimientos “correctos” o “incorrectos”, ya que una de las cualidades del enfoque de procesos es que estos se adecuan a las necesidades de cada empresa y son susceptibles de mejora y reingeniería.
I. Proceso de manejo de forrajes y sus actividades
El proceso de manejo de forrajes, se define como el conjunto de actividades vinculadas que permiten lograr un objetivo (satisfacer la demanda de forraje, en cantidad y calidad nutricional, para las diferentes clases de ganado con la mejor utilización de los recursos disponibles) al transformar un insumo para darle valor agregado. Dicho proceso se divide en seis subprocesos (Figura 7).
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1. Subproceso de Selección de especies.
1.1. Análisis del clima.
A partir de los requerimientos agroclimáticos (altitud, disponibilidad de agua, temperatura y fotoperiodo), considerando las fechas de siembra y ciclo a cosecha, se seleccionan las especies de forrajes más apropiadas para integrar el programa anual de forrajes.
1.2. Análisis del suelo.
Se analizan las características de suelo (textura, pH, salinidad y RAS) para la selección de especies y asignarles las tablas más apropiadas del predio.
1.3. Selección del uso del forraje.
Se analizan los requerimientos nutricionales del forraje que se necesitan para los diferentes grupos de ganado en la explotación.

2. Subproceso de Preparación de terreno.
2.1. Mejoradores de suelo.
Con base en los análisis de las características químicas y físicas del suelo se determinan si es necesaria la aplicación de materia orgánica (estiércol o abonos verdes) o mejoradores químicos como yeso agrícola, ácido sulfúrico, etc.
2.2. Subsoleo.
Esta práctica se da para romper el piso de arado y se determina con base en las condiciones fisicoquímicas del suelo como densidad aparente, resistencia mecánica y materia orgánica, así como cultivos anteriores, prácticas de manejo del suelo y paso de maquinaria.
2.3. Barbecho.
Se realiza con el fin de roturar el suelo para voltear e incorporar los residuos del cultivo anterior y mezclar la capa superficial de suelo a una profundidad de 20 a 30 cm.
2.4. Rastreo.
Se realiza después de haber llevado a cabo el barbecho para desmenuzar los terrones que quedan en el suelo con la finalidad es mullir la capa superficial. Esto favorece el contacto de la semilla con las partículas de suelo húmedo y elimina la resistencia del suelo al crecimiento de raíces.
2.5. Bordeo o surcado.Se realiza para la siembra y aplicación del agua de riego considerando el cultivo y la maquinaria que se va a utilizar.
3. Subproceso de Establecimiento.
3.1. Determinación de la fecha de siembra.
Con base en las variables de clima se establecen las fechas de siembra más adecuadas para una buena germinación, emergencia, tasas de crecimiento vegetativo y reproducción.
3.2. Selección de la variedad/híbrido.
Se seleccionan híbridos y variedades adaptadas a la Región y al ciclo agrícola que sean sobresalientes con base en rendimiento de materia seca por hectárea, calidad nutricional, resistencia a enfermedades y plagas.
3.3. Determinación del método de siembra.
Se determina el método de siembra (voleo, surcos, hileras, etc.) según el cultivo con objeto de tener la mayor facilidad para realizar las prácticas culturales y cosecha.
3.4. Definición de la densidad de siembra.
Se establece la densidad de siembra según la especie y variedad a utilizar. Con objeto de tener la mayor intercepción de radiación solar y aprovechamiento de nutrimentos.
4. Subproceso de Manejo.
4.1. Fertilización.
Se determina el potencial de rendimiento de materia seca por hectárea, la extracción de nutrimentos N-P-K) por kg de materia seca. Con base en el análisis de suelo se estima el suministro de nutrimentos del suelo y se determina las necesidades de fertilizante químico u orgánico y considerando su eficiencia de utilización se calcula la dosis a aplicar. A partir de las necesidades del cultivo a través del ciclo y el tipo de fertilizante, se puede aplicar fraccionado.
4.2. Riego.
Las necesidades de riego dependen principalmente de las condiciones climáticas como radiación solar, temperatura, humedad relativa y viento; así como de las etapas de desarrollo del cultivo. La lámina y frecuencia de riegos dependen del material genético seleccionado, fecha de siembra y estado de madurez a cosecha.
4.3. Control de maleza.
Se realiza el monitoreo de las malezas problema sobre todo durante los períodos críticos. La aplicación de herbicidas se realiza cuando se rebasan los umbrales críticos empleando productos, dosis y épocas recomendadas.
4.4. Control de plagas.
Se realiza el monitoreo de larvas, adultos o planta dañadas. El muestreo se puede realizar en un número adecuado de plantas en cinco sitios de muestreo distribuidos en un “cinco de oros”. Adicionalmente se pueden colocar trampas de garrafa con feromona en cada predio. Es importante aplicar insecticidas recomendados para el control de plagas durante el período crítico cuando se rebasa el umbral de daño económico.
Es posible controlar con insecticidas microbiales o través de control biológico con especies de insectos benéficos depredadores y parasitoides aplicados a dosis adecuadas (crisopas, catarinitas, chinche pirata, chinche asesina y algunas especies de avispitas Trichograma). Para el control biológico inducido se deben realizar de dos a tres liberaciones semanales de 10,000 huevos de crisopa y 30,000 huevos de trichograma).
Araña roja. Esta plaga seca el follaje y ocasiona defoliación prematura. El muestreo se debe efectuar de preferencia dos veces por semana. Se recomienda inspeccionar al menos 25 plantas por predio, para lo cual, se revisan 5 plantas al azar en cada uno de cinco sitios en un patrón de “cinco de oros” en el predio. En cada planta se revisa una hoja de la parte baja, otra de la parte media y otra más de la parte superior de la planta. Se recomienda realizar aplicaciones de acaricidas selectivos cuando se tenga un 10% de hojas infestadas.
5. Subproceso de Cosecha.
5.1. Determinación del estado de madurez a cosecha.
Se determina de acuerdo a producción y calidad nutricional, según el grupo de ganado que será alimentado.
5.2. Pronóstico de cosecha.
Se determina el estado de madurez a cosecha los diferentes forrajes y se hace el pronóstico de la fecha de cosecha con base en unidades calor. La cosecha del maíz se efectúa cuando la línea de leche presenta un avance de 1/3 a ½. El sorgo cuando el grano se encuentra en estado lechoso-masoso. La alfalfa de 50 % de botón a inicio de floración según la calidad nutricional que se requiera. En el caso de cereales de grano pequeño se corta en embuche para obtener forraje de buena calidad nutricional, en floración para optimizar producción y calidad nutricional del forraje y en estado masoso para maximizar producción de materia seca por hectárea.
5.3. Monitoreo en campo.
Días antes de la fecha de cosecha pronosticada se verifica la etapa de madurez programada y se ajusta la fecha de cosecha.
5.4. Determinación de materia seca.
Mediante básculas, hornos de microondas u otro tipo de equipo se determina el contenido de materia seca apropiada y se procede a realizar la cosecha.
6. Subproceso de Conservación.
6.1. Ensilaje.
El forraje se cosecha con un 28 a 35 % de materia seca y 6-12 % de carbohidratos solubles. El tamaño de corte es de 1- 2 cm. El silo se debe llenar en capa de 20 a 40 cm en menos de 5 días. El apisonado debe permitir lograr una densidad de 220 a 240 kg de materia seca por metro cúbico. Se deben aplicar inoculantes microbianos a la dosis recomendada por el fabricante. La extracción debe ser uniforme en capas mayores de 15 cm por día.
6.2. Henificado.
El forraje se debe cortar por la mañana cuando las condiciones ambientales favorezcan una deshidratación rápida de 3-5 días. Cuando el forraje tenga 50% de humedad se debe voltear. Cuando el forraje tenga de45 a 45% de humedad se alomilla.
El forraje se debe empacar cuando tenga 20% de humedad y las pacas se deben almacenar cubiertas.
II. Proceso de manejo de la alimentación y sus actividades.
El proceso de alimentación, se define como el conjunto de actividades vinculadas que tienen como objetivo lograr y mantener producciones de leche o ganancias adecuadas de peso. Mediante un apropiado balance de nutrientes con mínimas fluctuaciones en las condiciones del rumen y un constante flujo de nutrientes a la glándula mamaria (Figura 8).
1. Subproceso de Inventario de recursos y ganado.
1.1. Estructura del hato.
Se efectúa un inventario de número de animales en la explotación considerando su estado fisiológico y nivel productivo.
1.2. Demanda de forrajes.
Con base en el inventario de ganado se consideran las necesidades del forraje requerido en cantidad y calidad nutricional considerando un 5 % de rechazos.
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2. Subproceso de Agrupamiento de ganado.
2.1. Formación de grupos.
Con base en el inventario del ganado, estado fisiológico, nivel productivo y el número de corrales se pueden hacer diferentes grupos como vacas recién paridas, vacas altas productoras, vacas medianamente productoras, vacas bajas productoras, vacas al inicio del período seco, vacas cercanas al parto, vaquillas de 1 a dos años, becerras de 6 a 1 año y becerras del destete a 6 meses.
3. Subproceso de Balanceo y ajuste de raciones.
3.1. Revisión de requerimientos nutricionales.
Los requerimientos nutricionales para cada grupo de ganado consideran el consumo de materia seca, proteína, fibra detergente neutro, fibra efectiva, energía, minerales mayores como Ca, P, Mg, K, S , Na y Cl; así como los elementos menores como Co, I, Fe, Cu, Mn, Zn y Se. Estos requerimientos se establecen con el apoyo de los modelos de la NRC (2001), el modelo CPM o el AMTS o algún otro modelo o sistema con el soporte científico suficiente.
3.2. Selección de ingredientes.
Se escogen forrajes que sean fuentes de nutrientes baratos, fibra digestible y efectiva según el grupo de animales a alimentar. Se consideran ingredientes energéticos y proteicos considerando su costo, degradabilidad en el rumen y perfil de aminoácidos. Se pueden utilizar aditivos como grasas y proteínas de sobrepaso ruminal para complementar los requerimientos de energía o proteína metabolizables. Se pueden utilizar algunos aditivos solo en casos que sea necesario mejorar el consumo, optimizar el funcionamiento del rumen, reducir el impacto ambiental o mejorar la salud del ganado, etc.
3.3. Análisis de ingredientes.
Periódicamente se deben analizar en el laboratorio los ingredientes que se utilizan en las raciones ya que su valor nutricional es variable, en especial, en el caso de forrajes. Los análisis consideran las determinaciones de proteína cruda, degradable y no degradable en el rumen, proteína soluble, fibra detergente neutro, fibra detergente ácido, carbohidratos no estructurales, almidón y grasa. Adicionalmente, es necesario determinar la digestibilidad de la fibra y estimar la energía neta de lactancia.
3.4. Análisis de raciones.
Periódicamente se debe analizar las raciones con objeto de verificar si se están ofreciendo las raciones planeadas y considerar los rechazos para analizar las raciones que están siendo consumidas por el ganado.
4. Subproceso de Suministro de raciones.
4.1. Forma de alimentación.
Generalmente las raciones se ofrecen totalmente mezcladas mediante el uso de carros mezcladores. Para un mezclado apropiado se deben seguir las guías del fabricante y posteriormente ajustar a prueba y error. Un coeficiente de variación menor de 10 % es un buen indicador de un mezclado adecuado. Otro aspecto a considerar es el tamaño adecuado de partícula. Generalmente de 2 a 8 % deben ser partículas mayores de 1.5 a 2.0 cm con el uso del separador de partículas de la Universidad Estatal de Pennsylvania. Para asegurar un porcentaje adecuado de fibra efectiva, del 10 a 15 % de partículas deben provenir de forrajes con un tamaño hasta de 3.8 cm.
4.2. Frecuencia de alimentación.
Las raciones se deben ofrecer de 4 a 6 veces y deben estar disponibles más de 20 horas por día.
4.3. Suministro de la ración.
Los granos se proporcionan procesados (molidos y rolados) y los forrajes en verde, ensilados o henificados. Los ensilados se proporcionan molidos de 1 a 2 cm. En raciones con forrajes ensilados es conveniente proporcionar de 1 a 1.5 kg de heno.
5. Subproceso de Monitoreo.
5.1. Monitoreo de la producción de leche.
Se realiza diariamente y se hacen análisis mensuales, picos de lactancia y persistencia.
5.2. Monitoreo de la calidad de la leche.
Se monitorea el contenido de grasa y proteína al menos una vez al mes.
5.3. Monitoreo del consumo de Materia seca (MS).
La cantidad de alimento rechazado por corral y su contenido de materia seca se deben determinar al menos una vez por semana.
5.4. Monitoreo de enfermedades metabólicas.
Se monitorea mensualmente fiebre de leche, cetosis, laminitis y desplazamiento de abomaso.
5.5. Evaluación de la Condición Corporal (CC).
Se monitorea visualmente utilizando la escala de 1 a 5. Si la calificación individual no es posible se monitorea el 20 % de los animales en cada grupo. Las calificaciones asignadas se comparan con los valores esperados de acuerdo al estado fisiológico: al parto, pico de producción, lactación media, secado, inseminadas y becerras de 6 meses.
III. Proceso de mejoramiento genético.
El proceso de mejoramiento genético, se define como el conjunto de actividades vinculadas que permiten lograr un objetivo: obtener vacas genéticamente mejoradas de acuerdo a las necesidades de la unidad de producción lechera, al transformar un insumo (genética de los progenitores) para darle valor agregado. Dicho proceso se divide en tres subprocesos (Figura 10).

1. Subproceso de Planeación del programa de mejoramiento genético.
1.1. Evaluación del hato.
Para la evaluación del hato se realizan las siguientes actividades:
a) Se determina la estructura del hato, en donde deberá haber alrededor de 80% de vacas en ordeña en comparación con el número de vacas secas.
b) Se revisan los reportes mensuales de contenido de grasa, proteína y conteo de células somáticas.
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c) Se evalúan las causas de los desechos involuntarios: enfermedades metabólicas, desnutrición, golpe de calor o caídas. Esto con el fin de encontrar áreas de manejo susceptibles de mejora y disminuir el desecho involuntario.
d) Se revisan las curvas de lactación para encontrar a las vacas que se secan solas antes de la fecha de secado o que producen muy poco antes de ésta fecha; se ha comprobado que estas vacas no son buenas productoras a pesar de tener aparentemente un pico de producción elevado.
e) Se compara el promedio de producción de leche por hato con el de establos cercanos, éste deberá ser mejor o comparable ya que las condiciones ambientales entre establos son similares.
f ) Evaluación de las tasas de reemplazo y número de lactaciones promedio y máximo de lactaciones del hato. Es deseable, tener en promedio tres o más lactaciones por vaca, lo que asegura que al menos una vez producirá un reemplazo.
1.2. Definición de metas.
Una vez que se ha evaluado el hato, se definen las metas de selección del hato que tienen mayor importancia para el productor, entre los rasgos de las vacas lecheras que poseen valor económico y un componente genético están los a) Rasgos de producción y calidad de la leche; y b) las características relacionadas con la longevidad del ganado:
  1. Alta productividad de leche, medida en kilogramos por lactación, promedio de producción láctea o kilogramos de leche producida por tiempo inter-parto o por año.
  2. Mayor producción de proteína o grasa, de pendiendo si pagan por calidad de la leche.
  3. Buena conformación de patas y ubres, principalmente, lo cual mejora la longevidad.
  4. Buena tasa de crecimiento, desarrollo y madurez, lo que lleva a tener menores edades al primer parto.
  5. Buena fertilidad medida en intervalo entre partos, número de servicios por concepción y no retorno después del primer servicio.
  6. Bajos conteos de células somáticas.
El orden en el que aparecen estos caracteres está relacionado con la facilidad de implementar un programa de selección. Los caracteres más heredables están al principio de la lista y por lo tanto, se sugiere que sean los objetivos de selección más importantes.
2. Subproceso de implementación del programa de mejoramiento genético.
2.1. Evaluación de vacas próximas a inseminar.
En la mayoría de los establos de la Región Lagunera, los productores cuentan con la asesoría de las compañías distribuidoras de semen y de la Asociación Holstein de México, cuando éstos son miembros. Dichas empresas realizan evaluaciones de las vacas y vaquillas próximas a inseminar y entregan reportes donde indican cuales son las mejores vacas para ser madres de la siguiente generación.
Aquí se presenta una opción para la selección de las madres de la siguiente generación. Estos cálculos deberán realizarse entre grupos de vacas contemporáneas, esto es que sean vacas nacidas en el mismo hato, año y época.
Paso 1. En una hoja de cálculo se colocan los números de identificación y los valores de la lactación anterior, del rasgo a mejorar.
Paso 2. Se computa el promedio de producción del grupo de contemporáneas.
Paso 3. Después se calcula la desviación estándar del grupo, generalmente en las hojas de cálculo ésta opción se encuentra en el botón de funciones (fx).
Paso 4. Empleando la siguiente fórmula se estima el puntaje de cada vaca con respecto al promedio del grupo.
Paso 5. Se seleccionan como posibles madres de la siguiente generación a las vacas que tengan los mayores puntajes (Figura 11).
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Generación de lista de toros.
Algunas de las empresas de venta de semen también generan de acuerdo a los objetivos planteados por el productor, las listas de posibles toros para inseminación.
Si el productor no cuenta con dicha asesoría y desea generar sus propias listas requiere revisar los catálogos de toros que son publicados por las compañías de venta de semen. En ellos se deberá buscar la HTP (habilidad de transmisión predicha), ésta representa el valor genético promedio para ciertos rasgos que un animal transmite a su descendencia. También hay que buscar la confiabilidad de dicha HTP, ésta se basa en el número de hijas y el número de hatos diferentes en los que éstas se encuentran, lo recomendado es que el toro a elegir tenga más de 100 hijas en 100 hatos diferentes, lo que le da una confiabilidad cercana al 90%.
Finalmente, el productor buscará toros con HTP positivos según las características que desee mejorar.
2.2. Definición de los criterios de desecho.
Los criterios de desecho deberán estar dados por las metas del programa de mejoramiento genético de cada unidad de producción lechera, las vacas con puntajes negativos (referirse al punto 2.1. Evaluación de vacas próximas a inseminar) para el rasgo que se está seleccionando deberán ser las primeras en desecharse, por lo tanto no se inseminan y se desechan cuando alcanzan el criterio de baja producción de leche, por ejemplo, hay establos en los que las vacas que producen menos de 20 litros por día son candidatas a desecho.
3. Subproceso de Evaluación del programa de mejoramiento genético.
3.1. Recepción y análisis de calificaciones.
Las compañías de venta de semen o la Asociación Holstein de México, para aquellos que son socios, entregan las calificaciones de conformación de las hijas de los toros y vacas evaluada previamente, con esta información el productor modifica o mantiene sus metas para la siguiente generación.
IV. Proceso de manejo reproductivo y sus actividades.
El proceso de manejo reproductivo, se define como el conjunto de actividades vinculadas que permiten lograr un objetivo (obtener vacas que paran una cría cada 12-13 meses) al transformar un insumo (vaca al parto) para darle valor agregado. Dicho proceso se divide en cuatro subprocesos (Figura 12).
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1. Subproceso de Parto.
1.1. Manejo del parto.
Se debe supervisar de 2 a 3 veces al día a las vacas cercanas al parto (Reto vacas y Reto vaquillas).
Cuando se detecta que un animal se encuentra inquieto o hay dilatación, se inicia la observación cada 30 minutos. Se toma el tiempo y se observan los signos de las diferentes etapas del parto. Sólo se justifica realizar una intervención si pasan de 2 a 3 horas de contracciones intensas sin que se observen los miembros de la cría, se note progreso en su expulsión o 2 horas después de la expulsión de la “primera bolsa de agua”.
1.2. Colecta de calostro.
La colecta del calostro puede realizarse por el partero en el área de partos o por los ordeñadores en la sala de ordeño. Lo importante es realizarla en el menor tiempo posible después del parto para evitar la disminución en la concentración de inmunoglobulinas en el calostro.
Independientemente de si el calostro es colectado por el partero o en la sala de ordeño, el procedimiento de pre-ordeño, ordeño y post-ordeño es igual al de las vacas en producción. El calostro se colecta en jarras y se revisa para ser desechado si tiene coágulos, sangre o un olor desagradable. El calostro colectado se embolsa e identifica con el número de la vaca y con el número de ordeña después del parto. El calostro deberá ser clasificado por calidad mediante la prueba de calostrometría.
Existe la posibilidad de colectar calostro en una segunda ordeña para aumentar la disponibilidad y ofrecerlo como segunda toma.
1.3. Manejo de recién paridas.
Incluye los procedimientos para la atención de las vacas durante los primeros días post-parto: evaluación de la condición corporal al parto, administración de suplementos de calcio y propionato, monitoreo diario de la temperatura rectal, verificación de la presencia de secreciones vaginales fétidas mediante palpación y diagnóstico de cetosis.
Comúnmente las vacas recién paridas se colocan en un corral de vacas “Frescas” en el que permanecen por 3 a 10 días y donde se incluye la administración de una ración específica.
2. Subproceso de Post-parto.
2.1. Monitoreo de enfermedades post-parto.
Se deberán realizar revisiones rutinarias por el médico veterinario para supervisar el puerperio entre el día 15 al 20 post-parto, en las que se verificará que ya no se expulsen secreciones vaginales; también involucra las actividades de monitoreo de enfermedades como metritis, laminitis y desplazamiento de abomaso.
2.2. Manejo nutricional.
Se ofrece una dieta especial Post-parto o de transición y se evalúa la condición corporal al día 15 en leche.
3. Subproceso de Manejo Reproductivo.
3.1. Manejo del Periodo de Espera Voluntario (PEV).
El PEV es el tiempo de espera para realizar la primera inseminación post-parto. Se realizan revisiones médico veterinarias (día 30 al 35 post-parto), así como la aplicación de tratamientos hormonales para favorecer el re-inicio de la actividad ovárica de las vacas.
3.2. Manejo Nutricional.
Se ofrece una dieta para vacas altas productoras. Además se evalúa la condición corporal al día 30 en leche y al momento de la inseminación.
3.3. Detección de celos.
La base para la detección de celos es la observación directa de signos de estro, la cual puede ser complementada mediante el uso de auxiliares como podómetros o parches, entre otros.
La detección de celos inicia a partir de que se confirme la involución uterina (aproximadamente en el día 30 post-parto). La frecuencia de detección de celos se realiza por periodos de al menos 20 minutos, durante el amanecer, al atardecer y la noche.
3.4. Inseminación artificial (IA).
Las vacas destinadas a la inseminación artificial deberán tener al menos 45 días pos-parto, tener una condición corporal moderada (2.5-3.0) y estar dadas de alta en la supervisión del puerperio.
Las vacas identificadas en estro por aceptación de monta y aquellas que presenten signos secundarios de estro, se inseminan siempre y cuando a la revisión física y registros reproductivos indiquen alta probabilidad de estar en o cerca del estro franco.
La hora de la inseminación depende del programa de sincronización empleado, ya que estos pueden ser de IA a una hora fija o de IA a estro detectado con la regla AM-PM.
Se requiere tener un inventario de las pajillas de semen por canastilla del termo de nitrógeno para facilitar su selección al momento de descongelar, esto minimiza la exposición prolongada de las pajillas a las temperaturas que se encuentran por arriba del tercio inferior del cuello del termo.
De manera general el descongelado de la dosis de semen se realiza colocando la pajilla en agua limpia a 37°C durante 15 segundos, sin embargo esto puede ajustarse a las recomendaciones del proveedor.
Es importante colocar una camisa sanitaria sobre el aplicador de semen para disminuir la introducción de microorganismos al útero.
El depósito del semen debe hacerse en el cuerpo del útero y sólo en casos extremos, por ejemplo vacas con el cérvix muy deformado, a la mayor profundidad posible del cérvix.
Así mismo, es recomendable revisar rutinariamente el procedimiento de inseminación artificial y eventualmente, re-entrenar al técnico inseminador.
3.5. Programas de sincronización.
La aplicación de estos tratamientos se realiza para sincronizar la ovulación, con el fin de proporcionar el primer servicio post-parto en un periodo corto de tiempo después de concluir el PEV.
3.6. Vacunación.
La inmunización contra patógenos causantes de enfermedades abortivas se realiza dependiendo de las recomendaciones de un médico veterinario.
3.7. Diagnóstico de gestación.
El diagnóstico de gestación post-inseminación, se realiza a los 45 días mediante palpación rectal cuando no se ha observado repetición del estro.
3.8. Tratamiento de problemas reproductivos.
Son tratamientos específicos aplicados a vacas que repiten estro o “vacías” al diagnóstico de gestación y son definidos por el médico veterinario.
4. Subproceso de Gestación.
4.1. Secado.
En el día 210 de la gestación se realiza la confirmación del diagnóstico de gestación. Adicionalmente se aplican productos secadores de acuerdo a criterios de producción de leche y tiempo de gestación, se evalúa la condición corporal al secado, aplican tratamientos vitamínicos, despezuñe, se toman muestras para diagnóstico de enfermedades como Brucelosis y finalmente se realiza un cambio de corral.
4.2. Reto.
Incluye la programación de animales próximos al parto con su consecuente cambio a un corral específico aproximadamente en el día 270 de gestación. Se evalúa la condición corporal y se realiza otra confirmación del diagnóstico de gestación.
Finalmente, se intensifican las actividades de observación para la detección de abortos y vacas próximas al parto.
4.3. Manejo nutricional.
Durante la gestación se realizan 2 cambios en la dieta ofrecida a los animales, la primera para vacas secas y la segunda, para animales en reto.
4.4. Vacunación.
Se inmuniza contra patógenos causantes de: mastitis en vacas y de diarreas en becerros, lo anterior, dependiendo de las recomendaciones del médico veterinario.
V. Proceso de Crianza de Becerras y Vaquillas de reemplazo y sus actividades.
El proceso de Crianza de Becerras y Vaquillas de Reemplazo, se define como el conjunto de actividades vinculadas que permiten lograr un objetivo: obtener vaquillas que paran una cría entre los 23-24 meses de edad, al transformar un insumo, becerra recién nacida, para darle valor agregado. Dicho proceso se divide en cuatro subprocesos (Figura 13).
Empleo del enfoque de procesos en establos lecheros de la región lagunera - Image 15
1. Subproceso de Nacimiento.
1.1. Desinfección de ombligo.
Después del nacimiento no debe cortarse ni ligarse el ombligo. La desinfección se realiza por fuera y por dentro del ombligo mediante la inmersión de éste en solución de yodo metálico (inorgánico) al 7%, cuidando de que el desinfectante no tenga contacto con los órganos abdominales por el interior del cordón umbilical, ni con la pared abdominal por el exterior del mismo.
1.2. Suministro de calostro.
La becerra durante la primera hora de vida deberá recibir al menos el 10% de su peso vivo de calostro de primera calidad (>50g/L de IgG), ya sea mediante mamila o el empleo de sonda esofágica. Dichos utensilios deberán estar correctamente lavados y desinfectados. Al momento de ser administrado, el calostro deberá tener una temperatura de 37- 39°C. Es importante no ofrecer calostro en mal estado o que haya estado sin refrigeración o a temperatura ambiente por más de 20 minutos o que haya estado refrigerado por más de 2 días.
Una segunda toma de calostro de primera calidad (2 a 4 litros, dependiendo de la disponibilidad) es recomendable antes de las 6 primeras horas de vida, ya que la eficiencia de la transferencia de las inmunoglobulinas a través del intestino es óptima durante las primeras 4 horas de vida, y posterior a las 6 horas, se produce un descenso progresivo de la eficiencia de absorción.
1.3. Pesaje y medición.
La becerra será pesada y medida el día del nacimiento. El pesaje puede realizarse con una báscula o con una cinta pesadora (la cual tiene una precisión entre el 5 y 7% del peso actual del animal).
La medición de la estatura se realiza a la altura de la cruz y/o la cadera, mediante una regla (de PVC, madera o metal) colocada en posición vertical, la cual tiene adherida una cinta plástica o metálica sobre la cual se desliza una regla horizontal, que mide la distancia desde el piso hasta la cruz o la cadera.
La calificación de la condición corporal de las becerras en la escala del 1 al 5, es una herramienta adicional que puede ser usada para evaluar en conjunto la nutrición y el manejo de la crianza de becerras y vaquillas de reemplazo. Es recomendable poner especial cuidado evitando que nos confunda el largo del pelo y el poder acercarse lo suficiente a las becerras para observar la grasa sobre las costillas y la base de la cola.
1.4. Refractometría.
Para la prueba de refractometría se tomará una muestra de sangre a las becerras después de cumplir 24 horas de nacidas y máximo hasta 3 días de edad. Para evitar resultados falsos, es importante que la becerra no se encuentre deshidratada o con diarrea al momento de la toma de muestra, por lo que ésta se tomará de 60 a 90 minutos después de haber ofrecido la leche y así obtener un estado óptimo de hidratación.
Para la toma de la muestra se emplea un tubo sin anticoagulante (tapón color rojo) y agujas del número 18 a 22. La sangre se obtiene de la vena yugular (10 ml) y se bebe emplear una aguja nueva por cada animal.
Ya colectada la muestra, el tubo vacutainer deberá ser manejado cuidadosamente para evitar la ruptura de los glóbulos rojos, así mismo, hay que evitar calentar o congelar la muestra.
El suero se obtendrá mediante centrifugación (10,000 rpm por 10 minutos); si no se cuenta con una centrífuga, el tubo se deja en reposo por 24 horas para permitir que el suero se separe del coágulo.
Es importante emplear un refractómetro clínico con ajuste automático de temperatura. Éste deberá ser calibrado colocando una gota de 0.5 ml de agua destilada en el prisma (cristal) y empleando el tornillo de calibración, se ajusta la lectura de acuerdo con las instrucciones que vienen indicadas en cada aparato ya que varían con la marca.
Para cada lectura y antes de guardarlo, se coloca agua destilada en el prisma y se frota con un paño limpio y suave.
Después de limpiar el prisma, con una pipeta o una jeringa limpia, se toma una gota de 0.5 ml de suero sin tocar el coágulo ya que la presencia de glóbulos rojos altera los resultados. La gota de suero se coloca en el prisma, se baja la tapa y se dirige la parte frontal del refractómetro hacia la luz para poder hacer la lectura.
La lectura se hace empleando la escala que indica proteínas en suero (dependiendo del aparato, puede ir de 0 a 10 ó 12 g/dl). El valor de la muestra es el que se ve por la línea que separa la sección obscura de la clara. Los valores normalmente van de 4.0 a 6.0 g/dl, si encontramos valores de 8 o mayores, existe la probabilidad de que la becerra esté deshidratada y la lectura no sea correcta.
El valor que nos indica que la actividad de alimentación con calostro fue adecuada es de >5.5 g/dl de proteínas séricas.
2. Subproceso de Lactancia.
2.1. Alimentación.
A partir del segundo día de vida se alimenta a las becerras ya sea en mamila o en cubeta con calostros de calidad amarilla o del segundo hasta cuarto día en leche, los cuales son mejor conocidos como leche de transición (2 litros en la mañana y 2 litros en la tarde). Posteriormente, a partir del 5° día de vida se alimentar con leche de venta pasteurizada, sin embargo si no es posible, se puede emplear la leche con alto contenido de células somáticas sin antibióticos o los sustitutos de leche.
Cuando se emplee un sustituto de leche hay que cuidar la calidad de la proteína, ya que no es recomendable que ésta sea de origen vegetal, un sustituto promedio deberá tener 20-22% de proteína cruda, 15-20% de grasa y menos del 0.25% de fibra cruda.
Comúnmente se ofrece el 12% del peso vivo del animal; aquí se presenta una opción: semanas 1 y 2 alimentar con 2 l en la mañana y 2 l en la tarde; semanas 3 y 4 alimentar con 2.5 l en la mañana y 2.5 l en la tarde; semanas 5 y 6 alimentar con 3 l en la mañana y 3 l en la tarde; semana 7 alimentar con 2 l en la mañana y 2 l en la tarde; finalmente, semana 8, 1 l en la mañana y 1 l en la tarde.
A partir del día 5 y hasta el destete se alimenta también con concentrado iniciador. Un concentrado iniciador promedio contiene entre 18 y 20% de proteína cruda. Se comienza ofreciendo 200 g, si la becerra consume el total de lo ofrecido por tres días seguidos, se aumenta la cantidad en 50 g hasta llegar a un consumo de 1.5 kg hasta el destete. En caso de que no consuma todo lo ofrecido, deberá cambiarse por concentrado fresco.
El consumo de agua es muy importante, así que debe ofrecerse agua fresca y limpia desde el primer día de vida; ésta deberá cambiarse al menos dos veces al día, aproximadamente 30 minutos después de haber consumido la leche previo lavado de la cubeta. Ofrecer agua garantiza un adecuado consumo de concentrado iniciador.
2.2. Descorne.
Los cuernos se remueven con el fin de reducir el riesgo de daños a otros animales y a las personas. Existen varias técnicas, sin embargo, es importante resaltar que ocasionan dolor y que afectan el consumo de alimento de las becerras, por lo que aquí se describe el procedimiento produce menos dolor y afecta menos el bienestar de éstas.
Es mejor realizar el descorne antes de los 45 días de edad, también conocido como “desbotone”, ya que es menos doloroso debido a que el botón cornual aún no se ha unido al cráneo; durante esta etapa, el botón mide entre 5 y 10 mm y ya es posible verlo y palparlo.
Es importante contar con la asesoría de un médico veterinario ya que se requiere aplicar un analgésico y un anestésico, además, de que se necesita entrenar al personal encargado de la actividad para realizar el bloqueo nervioso.
Es mejor que el procedimiento sea realizado por 2 personas, una se encargará de inmovilizar a la becerra y la otra realizará el procedimiento, lo que agiliza la actividad y ayuda a evitar accidentes.
Procedimiento.-
  1. Se aplica intramuscularmente meloxicam (analgésico que ayuda a reducir el dolor; consulte la dosis con su médico veterinario) y posteriormente, se corta con tijeras o rasuradora el pelo alrededor del botón cornual.
  2. Se realiza el bloqueo del nervio cornual de cada lado con lidocaína (consulte a su médico veterinario la dosis y método de aplicación).
  3. 10 minutos después de haber realizado el bloqueo, se aplica usando guantes gruesos (de nitrilo), una capa delgada de pasta descornadora sobre el botón cornual evitando el escurrimiento.
  4. Aplicar un anillo de petrolato alrededor de la pasta para evitar que ésta escurra.
2.3. Prevención y control de enfermedades.
La prevención de las enfermedades durante esta etapa, se basa principalmente en la correcta administración del calostro y la posterior vacunación de las becerras.
El calendario de vacunación se determinará de acuerdo a las enfermedades presentes en el establo y la región.
Para la detección de diarreas Se realizar revisiones estrictas para detectar a tiempo cualquier problema de salud como las diarreas neonatales y las neumonías.
Así mismo, deberá contarse con un protocolo adecuado de rehidratación, así como tratamientos bien definidos para diarreas y neumonías (todos con la asesoría de un médico veterinario). Así mismo, deberá evitarse el retirar la leche a las becerras con diarrea, debido a que ésta además de aportar agua, contiene la energía y nutrientes necesarios para que la becerra se recupere de la enfermedad.
2.4. Destete.
El destete se realiza entre los 45 a 60 días de edad; éste puede realizarse de forma gradual o abrupta, refiriéndose a la eliminación de la leche y entonces, sólo se ofrecerá concentrado como fuente de alimento. Este cambio en la alimentación es muy estresante para las becerras, por lo que dejan de comer e incluso bajan de peso, por lo tanto, es importante no realizar prácticas de manejo como el descorne al momento del destete. Así mismo, no es recomendable realizar el destete si la becerra no consume al menos 1.5 kg de concentrado iniciador por día (durante 3 días seguidos).
El destete gradual consiste en ir disminuyendo en 1 litro la cantidad de leche ofrecida por día a lo largo de los últimos 4 días de la lactancia. Siendo el día 45 o 60 cuando ya no se ofrezca leche por primera vez.
El destete abrupto se realiza el día 45 ó 60 dejando de ofrecer leche en su totalidad (sin hacer disminuciones previas).
Si bien, muchos productores prefieren esperar unos días después del destete para llevar a las becerras al corral de crecimiento, en un estudio reciente se encontró que las becerras que en el día del destete son llevadas al corral de crecimiento tienen mejores ganancias de peso que las que son llevadas al corral 6 días después del destete.
3. Subproceso de Crecimiento.
3.1. Alimentación.
La alimentación del destete a los 3 meses de edad se constituye por 2 a 3 kg/día de concentrado para crecimiento con 16-18% de proteína cruda (PC), el cual de preferencia deberá ir adicionado con un coccidiostato. Adicionalmente, se ofrecerá heno de alfalfa (40-80% del total de la dieta). Es importante que la alfalfa y el concentrado se den revueltos para asegurar que las becerras no consuman únicamente alguno de los 2 ingredientes.
Posteriormente, de los 3 a los 6 meses de edad, se continúa ofreciendo concentrado para crecimiento y se ofrecen henos de buena calidad (40-80% del total de la dieta). El consumo por día deberá ser entre el 2.7 y 3% del peso vivo de la becerra. La dieta se ofrece en forma de raciones totalmente mezcladas (RTM) y contener: 16% de PC, 10% de proteína no degradable en el rumen (PNDR), 6% de proteína degradable en el rumen (PDR), 1.70 Mcal/kg de energía neta de mantenimiento (ENM) y 1.08 Mcal/kg de energía neta de ganancia (ENG).
De los 6 a los 12 meses la ración contiene henos de buena a regular calidad, ensilado y concentrado (del 50-90% de la ración deberá ser forraje). El consumo de materia seca por día será del 2.7% del peso vivo. La ración deberá contener 12% de PC, 6% de PNDR, 6% de PDR, 1.58 Mcal de ENM/kg y 0.98 Mcal de ENG/kg.
3.2. Prevención y control de enfermedades.
La prevención de las enfermedades durante esta etapa, consiste principalmente en la vacunación de las becerras y la administración de tratamientos preventivos con coccidiostatos (los cuales normalmente se adicionan en el alimento concentrado). El calendario de vacunación irá de acuerdo a las enfermedades presentes en el establo y la región.
4. Subproceso de Manejo Reproductivo.
4.1. Alimentación.
De los 12 meses de edad y hasta el parto, la ración contiene forrajes de menor calidad y un suplemento de proteína y energía. Los forrajes deberán tener > 7% de PC y <50% del total de nutrientes digestibles (TND). La ración contendrá del 60-100% de forraje. El consumo será de 2 a 2.5% del peso vivo de la vaquilla.
Finalmente, la ración deberá contar con 12% de PC, 4% de PNDR, 8% de PDR, 1.40 Mcal ENM/kg y 0.82 Mcal ENG/kg.
Finalmente, la ración deberá contar con 12% de PC, 4% de PNDR, 8% de PDR, 1.40 Mcal ENM/kg y 0.82 Mcal ENG/kg.
4.2. Detección de calores.
En las vaquillas la detección de calores se inicia entre los 11 y 12 meses de edad.
4.3. Inseminación.
La inseminación artificial de vaquillas comienza entre los 12 y 13 meses de edad de acuerdo a las recomendaciones del asesor en reproducción.
Las vaquillas al momento de la inseminación deberán pesar entre 340 a 360 kg, medir entre 120 a 127 cm a la cruz o 127 a 132 cm a la cadera y contar con una condición corporal de 2.75 con un rango de 2.5 a 3 en la escala del 1-5.
Se insemina a las vaquillas identificadas en estro por aceptación de monta y aquellas que presentan signos secundarios de estro, siempre y cuando la revisión física y de registros reproductivos indiquen alta probabilidad de estar en o cerca del estro franco (para mayor información referirse al Proceso de Manejo Reproductivo).
4.4. Diagnóstico de gestación.
Se realiza un diagnóstico de gestación 45 días post-inseminación mediante palpación rectal.
4.5. Prevención y control de enfermedades.
La prevención de las enfermedades durante esta etapa, consiste principalmente en la vacunación de las vaquillas y la administración de tratamientos preventivos con coccidiostatos (los cuales normalmente se adicionan en el alimento concentrado). El calendario de vacunación irá de acuerdo a las enfermedades presentes en el establo y la región.
5. Subproceso de Gestación.
5.1. Alimentación.
Hasta el parto, la ración contiene forrajes de menor calidad y un suplemento de proteína y energía. Los forrajes deberán tener > 7% de PC y <50% de total TND. La ración contendrá del 60-100% de forraje. El consumo será de 2 a 2.5% del peso vivo de la vaquilla. Finalmente, la ración deberá contar con 12% de PC, 4% de PNDR, 8% de PDR, 1.40 Mcal ENM/kg y 0.82 Mcal ENG/kg.
Durante los 21 días pre-parto, se cambia la ración de las vaquillas por una de “reto vaquillas.
5.2. Prevención y control de enfermedades.
La prevención de las enfermedades durante esta etapa, consiste principalmente en la vacunación de las vaquillas y la administración de tratamientos preventivos con coccidiostatos (los cuales normalmente se adicionan en el alimento concentrado). El calendario de vacunación irá de acuerdo a las enfermedades presentes en el establo y la región.
VI. Proceso de ordeño y sus actividades.
El proceso de ordeño, se define como el conjunto de actividades vinculadas que permiten lograr el objetivo de obtener leche de calidad higiénica al transformar vacas listas para el ordeño para darle valor agregado. Dicho proceso se divide en tres subprocesos (Figura 14).
El proceso de ordeño de leche de calidad higiénica inicia desde el corral de las vacas. En éstos, deberá asegurarse que las vacas estén cómodas y en un ambiente tranquilo; adicionalmente, los corrales deben tener camas suaves y secas.
Empleo del enfoque de procesos en establos lecheros de la región lagunera - Image 16
La rutina de ordeño varía entre establos, pero no debe variar en el establo en las diferentes ordeñas. Se ordeña primero al grupo de recién paridas, posteriormente los corrales de producción de altas a bajas y al final los animales enfermos y con mastitis (debido a que la leche de este grupo se desvía y generalmente, se deja para la alimentación de becerras).
1. Subproceso de pre-ordeño.
1.1. Higiene.
Incluye el rastreo diario de los corrales, para evitar formación de zonas con humedad excesiva.
Adicionalmente, las vacas al momento de parir deberán tener:
  1. Pelo de la cola rasurado o cortado.
  2. Pelo de la ubre rasurado o flameado.
  3. Cada 3 meses y antes de la temporada de lluvia.
  4. Flamear pelo de la ubre.
  5. Cortar pelo de la cola.
En cuanto al personal, los ordeñadores se presentan aseados al ordeño y por cada ordeño, visten ropa limpia, botas y mandil de plástico los cuales son exclusivos para el ordeño.
También, deben lavarse y desinfectarse las manos antes de iniciar el trabajo y después de ir al baño, y en cualquier momento cuando las manos estén sucias o contaminadas. Mantener las uñas limpias, libres de barniz y cortas, para no lesionar los pezones de las vacas, mantener el cabello corto, patillas al ras de la oreja y sin barba. Es recomendable el uso de gorras limpias.
Los mandiles se tienen que lavar y desinfectar entre un ordeño y otro; los guantes deberán ser lavados y desinfectados por cada vaca ordeñada.
Es importante no fumar, comer, beber o escupir en las áreas de ordeño.
1.2. Inspección y arranque del equipo.
Al inicio de la ordeña el jefe de sala tiene las siguientes actividades:
  1. Revisión de filtros de leche y todas las válvulas.
  2. Asegurarse que el dren de la placa pre-enfriadora esté perfectamente puesto.
  3. Colocar el filtro de la descarga del tanque.
  4. Asegurarse que las bombas de leche estén encendidas y en posición de ordeño.
  5. Revisar que el dren de la bomba este puesto.
  6. Encender los pesadores.
  7. Asegurarse que el selector de la plataforma se encuentre en posición de automático.
  8. Revisar que la unidad motriz esté encendida.
  9. Encender el arreador automático.
  10. Encender la torre de enfriamiento.
  11. Una vez que subieron las unidades de ordeño, encender la bomba de vacío.
Los ordeñadores deberán revisar en las máquinas que les corresponden:
  1. Tubos cortos.
  2. Mamilas.
  3. Máquinas de pulsación.
  4. Manguera de leche (que no estén rotas en las uniones con el colector, casquillos y la plataforma).
  5. Preparar lo necesario para iniciar la ordeña: mandil, pre-sello, papel y guantes.
1.3. Arreo a la sala.
El corralero va por las vacas al corral sin chiflar, gritar o golpear a los animales. Si en el corral se cuenta con sistema de barrido de agua para el lavado de las banquetas, se enciende después de sacar las vacas a la ordeña. En el verano, en establos donde se cuenta con lavado aéreo, se enciende con la finalidad de que las vacas se refresquen y disminuir el estrés calórico.
El corralero abre la puerta de lavado de ubre que permite el paso a las vacas al apretadero y al entrar la última vaca activa el arreador.
1.4. Preparación de la vaca.
Lavado de ubres. Éste puede ser mediante un lavado automático al entrar a la sala de ordeña o con el chorro de la manguera al entrar al sitio de ordeño.
Aplicación del pre-sello. La desinfección con pre-sello reduce la cantidad de bacterias en la piel del pezón. Se inicia con los cuartos delanteros y al final los traseros. Hay que permitir de 20 a 30 segundos de acción del producto y cubrir tres cuartas partes del pezón.
Despunte. Con el mismo orden que el pre-sello se sacan tres chorros de leche de cada pezón. El despunte tiene dos funciones: identificar vacas con mastitis clínica y estimular la bajada de la leche.
Secado de los pezones. Se emplea una toalla de papel individual por pezón y darse un ligero giro al papel para asegurarse de que el pezón quede totalmente seco, especialmente la punta. Y debe realizarse primero en los cuartos delantero y posteriormente los traseros.
Su función es remover el pre-sello junto con restos de suciedad, seca y limpia el pezón antes de colocar la unidad.
2. Subproceso de Ordeño
2.1. Colocación de unidad de ordeño.
Los tubos cortos de la unidad deberán doblarse para evitar la entrada de aire al colector o sifón. Posteriormente, se va colocando cada una de las pezoneras comenzando con los cuartos delanteros, al terminar con la colocación de las unidades se endereza el colector o “alinear las pezoneras” para evitar la entrada de aire y deslizamientos.
El tiempo entre el despunte y la colocación de la unidad debe ser entre 60-90 segundos. Es importante verificar que haya flujo continuo e inmediato de la leche.
2.2. Cierre de vacío.
En los establos de la Región Lagunera la mayor parte cuenta con un sistema de cierre de vacío y retito automático de las pezoneras. Sin embargo, en los establos donde no se cuenta con éste, es importante retirar la maquina cuando el flujo de leche disminuye a menos de 1 l/min. Al cortar el vacío se deberán retirar la unidad de manera suave y sin tirones.
2.3. Desinfección de unidades.
Todas las unidades son lavadas entre vaca y vaca durante 5 segundos para cada pezonera, con agua limpia con desinfectante (los desinfectantes comúnmente empleados son iodo y cloro). Si se cuenta con sistema de “back flush” es importante monitorear la cantidad de agua, desinfectante y que esté funcionando en todas las unidades.
2.4. Lavado de manos.
Entre el lavado de cada máquina y entre vaca y vaca, los ordeñadores deberán lavarse las manos.
2.5. Cambio de filtros.
Se cambian los filtros en cada cambio de corral. La función de los filtros es eliminar impurezas que son la causa de multiplicación de bacterias.
3. Subproceso de Post-ordeño.
3.1. Sellado.
Después de retirada la máquina de ordeño, se aplica un sellador mediante inmersión de los pezones en una copa "aplicador". El sellador se aplica en la totalidad del pezón permitiendo 30 segundos de contacto. La aplicación inicia con los cuartos delanteros y después los traseros.
3.2. Desvío de vacas con mastitis.
Después del sellado, se desvía a un corral especial a las vacas que fueron identificadas con mastitis, para su posterior revisión al final del ordeño.
3.3. Arreo al corral.
El arreo de las vacas al corral se realiza de forma tranquila sin gritarles ni chiflarles lo que evita estresarlas. Al llegar las vacas al corral, se revisa que los comederos tengan suficiente alimento, esto previene que se echen y permite un efecto adecuado del sellador. Si se detecta que no hay alimento, se avisa al encargado de alimentación. Así mismo, se revisa que los corrales estén debidamente rastreados y secos.
3.4. Revisión de la temperatura del tanque.
La leche recién ordeñada tiene una temperatura cercana a 37°C. Esta temperatura es óptima para la multiplicación de las bacterias de la leche; además es un excelente medio para el desarrollo microbiano. Por esta razón la leche debe ser enfriada a 4°C o menos, sin llegar a la congelación, inmediatamente después del ordeño ya que a esta temperatura disminuye el crecimiento bacteriano y se amplía el tiempo de almacenamiento en el establo.
Se revisa visualmente que el medidor de temperatura de los tanques de enfriamiento marque entre 2-4°C, de no ser así, se reporta inmediatamente. El responsable de esta actividad es el jefe de sala, quien realiza las revisiones después de cada cambio de filtros y al final del ordeño.
3.5. Lavado del equipo.
El lavado de las máquinas, los tableros, pisos y paredes, es responsabilidad de los ordeñadores. Este se realiza con espuma, cepillo y agua siguiendo el siguiente procedimiento:
  1. Recoger y desechar la basura y residuos de productos.
  2. Eliminar el polvo o cualquier otro material presente en el lugar que se va a limpiar.
  3. Humedecer con suficiente agua potable.
  4. Preparar la solución de detergente.
  5. Esparcir la solución de detergente en las superficies a limpiar.
  6. Tallar fuertemente la superficie con escobas o cepillos para eliminar toda la suciedad posible.
  7. Dejar que la solución detergente esté en contacto con la superficie a limpiar durante 3 a 5 minutos.
  8. Enjuagar con agua potable para eliminar completamente el detergente.
  9. Después del enjuague, verificar que haya sido eliminada toda la suciedad.
  10. En caso necesario, volver a lavar las superficies con jabón hasta que queden completamente limpias.
  11. Preparar la solución desinfectante 20 minutos antes de iniciar la desinfección.
  12. Aplicar la solución desinfectante sobre el lugar o superficie que se va a desinfectar y dejarla en contacto por un tiempo mínimo de 10 minutos; en caso de utilizar cloro no es necesario enjuagar. Durante este tiempo se elimina la mayor cantidad de microorganismos presentes en el área.
El lavado de la plataforma de ordeño es responsabilidad del jefe de sala o en algunas ocasiones puede ser tarea del encargado de máquinas y tanques.
Conectar mangueras. Se quita la manguera del soporte en la pared y se conecta a la plataforma para preparar el lavado.
Re-bombeo de la leche. Se procede a re-bombear la leche de la plataforma al tanque de almacenamiento.
Barrido. Abrir la válvula de aire para hacer barrido de leche residual
Colocar la tubería d descarga en su lugar. retirar la tubería de descarga del silo y ponerla en modo de lavado (recircular).
Apagar el equipo. Apagar la bomba de vacío y sistema de enfriamiento. Se ponen los teclados en modo lavado.
Cambio de filtros. Se retiran los filtros usados y se colocan los nuevos para la siguiente ordeña.
Encendido de la lavadora automática. Se enciende la lavadora automática y se realiza una revisión visual de las máquinas de ordeño en la que se asegura de que la solución de lavado esté circulando, adicionalmente hay que revisar la turbulencia. Finalmente, se deben revisar los depósitos de químicos para asegurarse de que sean suficientes para el lavado.
3.6. Entrega de la leche.
Se revisa que la temperatura del tanque de la leche sea de 4°C o menos. Cuando llegue la pipa para recolectar la leche se toman las muestras para el análisis de laboratorio y se entregan al conductor de la pipa. Se colocan las mangueras para la transferencia de la leche a la pipa.
3.7. Lavado del tanque.
Después de la entrega de la leche se retira la escotilla del tanque y se conecta la tubería de lavado, se inicia el lavado empleando agua a temperatura ambiente para retirar los residuos de leche.
Lavado para desengrasar el tanque. Se realiza con agua a una temperatura de 70°C con detergente alcalino para seguir removiendo los residuos de leche.
Enjuague. Se aplica agua a temperatura ambiente para retirar los residuos del detergente alcalino.
Lavado para retirar residuos minerales. Se emplea agua a temperatura ambiente con detergente ácido, con esto se evita la formación de la “piedra de leche” y se desinfecta el tanque.
VI. Proceso de salud.
El proceso de salud es el conjunto de actividades ligadas que permiten lograr un objetivo: obtener un mayor número de animales sanos al transformar animales susceptibles a enfermedad, dándoles un valor agregado. Está compuesto por tres subprocesos (Figura 15). Finalmente, éste proceso interactúa con los procesos de Manejo de la alimentación, Manejo reproductivo, Crianza de becerras y vaquillas de reemplazo, y Ordeño.
Empleo del enfoque de procesos en establos lecheros de la región lagunera - Image 17
1. Subproceso de prevención de enfermedades.
1.1. Limpieza y desinfección de instalaciones.
Se deben revisar diariamente las camas de las vacas y vaquillas, jaulas de becerras, sala de ordeño y área de tanques para que no exista acumulación de heces y materiales donde se puedan desarrollar los microorganismos.
Desinfectar y lavar todos los días, y cuando se requiera. Los desinfectantes más comunes son el cloro y el yodo, sin embargo hay áreas como la de jaulas de las becerras donde es mejor usar cuaternarios de amonio de cuarta generación.
1.2. Limpieza de utensilios y herramientas que se encuentren en contacto con los animales.
Los bebederos, comederos, tinas, utensilios como biberones y chupones, tractores, remolques y camionetas, entre otros, los cuales están en contacto con los animales deben de ser lavados y desinfectados antes de ser usados con los animales.
1.3. Revisión del confort para los animales
a) Camas en corrales y becerreras: incluye la revisión y mantenimiento, empleo de la rastra para mantener secas y con una profundidad de aproximadamente 20 cm las camas de las vacas, vaquillas y becerras.
b) Manejo del estrés calórico: durante la primavera y el verano en la región, se recomienda el empleo de sistemas de enfriamiento en los corrales y sala de ordeño, los cuales pueden ser desde ventiladores hasta baños aéreos, los cuales deberán ser activados cuando la temperatura ambiental rebase los 25°C.
c) Seguridad en los pasillos y callejones: se revisará que las superficies por las que transitan las vacas hacia la sala de ordeña tengan una pendiente de 1-3% además de no ser resbalosas.
d) Disponibilidad de agua: se revisará que los bebederos de todos los corrales estén limpios y con agua suficiente, considerando que una vaca en producción al día requiere de 70 a 200 litros de agua dependiendo de la etapa de la lactación, así como las becerras y vaquillas que requieren de 9 a 40 litros por día, respectivamente.
1.4. Revisión de medidas de bioseguridad
Se debe revisar diariamente que no exista fauna silvestre (roedores, aves, coyotes), así como perros o gatos dentro de las instalaciones ya que son portadores de microorganismos nocivos para la salud de las vacas y becerras de la unidad de producción.
Es importante colocar cebos y trampas para controlar la fauna nociva que pueda entrar al establo.
Para permitir el ingreso de animales nuevos en el hato, se debe verificar el estado sanitario de los mismos, así como tener un área para mantenerlos aislados en cuarentena hasta que se compruebe su estado de salud y poder ser colocados en los corrales correspondientes.
Adicionalmente, los vehículos que entran al establo deberán ser desinfectados y pasar por tapetes sanitarios. En cuanto al personal y las visitas estos deberán usar ropa limpia, no estar enfermos y desinfectarse el calzado antes de entrar a la unidad de producción o moverse entre áreas.
1.5. Desparasitación
La desparasitación deberá integrarse a los calendarios de vacunación de acuerdo a los parásitos presentes en la explotación.
1.6. Vacunación
Vacunar a los animales presentes en el establo de acuerdo a su etapa productiva y con base en las enfermedades que se presentan en la región o en la explotación en particular.
Vacunar animales clínicamente sanos (los animales que cubren un proceso infeccioso no deben vacunarse).
Se deberá mantener la cadena fría, lo que significa mantener la temperatura de los biológicos a 4°C; esto nos permitirá asegurar el efecto de los biológicos aplicados a los animales.
Los biológicos que más se utilizan para controlar las enfermedades, son las vacunas para Brucelosis, Leptospirosis, Diarrea Viral Bovina, Rinotraqueitis Infecciosa Bovina, Complejo Respiratorio Infeccioso, Clostridiasis, Mastitis.
2. Subproceso de diagnóstico de enfermedades
2.1. Toma de muestras
Los recipientes donde se tomen las muestras deberán ser estériles y estar perfectamente identificados (número de de arete, sexo, edad y fecha de toma de la muestra).
Cuando se tenga duda sobre cómo tomar la muestra y su manejo se deberá contactar al personal del laboratorio para que indique el procedimiento a seguir.
2.2. Envío de muestras al laboratorio
Se debe incluir una relación de las muestras enviadas así como indicarse qué tipo de análisis de laboratorio se requiere.
Las muestras deberán llegar lo más pronto posible al laboratorio y ser transportadas en contenedores que las protejan de la luz solar y que contengan hielo o refrigerantes suficientes, cuidando de que los recipientes que contienen las muestras no entren en contacto directo con éstos.
2.3. Análisis de resultados de las pruebas de laboratorio
Los resultados entregados por el laboratorio deberán ser comparados contra parámetros de referencia emitidos por órganos de gobierno federal, estatal o municipal, universidades y estudios científicos.
2.4. Toma de decisiones
Con base en los resultados obtenidos del análisis del laboratorio se establecerán las medidas de prevención y control de las enfermedades presentes en los animales de la unidad de producción.
2.5. Registro de resultados
Se requiere llevar un registro con la fecha y los resultados del diagnóstico para cada uno de los animales de la explotación, sin importar si se vendió o murió el animal, dicha información permitirá hacer análisis posteriores y mejoras en las actividades de los subprocesos de prevención y control de enfermedades.
3. Subproceso de control de enfermedades
3.1. Examen clínico de los animales
Se realizará la evaluación de los animales enfermos o que presenten signologías que sugieran enfermedad, esta evaluación consiste en medir las constantes fisiológicas: temperatura, frecuencia respiratoria y cardiaca, y movimientos ruminales. También se debe observar el excremento, si hay ingestión de alimento o agua, síntomas como incoordinación, postración, inflamación, secreción de fluidos (ubre, ojo, nariz, oído, boca, ano, vulva o prepucio).
A partir del examen clínico se genera un diagnóstico presuntivo y se decidirá si se harán pruebas de laboratorio (ver subproceso de diagnóstico de enfermedades) y si se requiere aplicar tratamientos.
3.2. Tratamiento de enfermedades
Con base en el examen clínico y los resultados de laboratorio cuando los haya, se decide el tratamiento. Es recomendable tener protocolos específicos para cada enfermedad, en los que se hayan tomado en cuenta las especificaciones de empleo de los productos utilizados. También es importante llevar a cabo a término el tratamiento en tiempo y forma para evitar crear resistencia bacteriana y la presentación de enfermedades crónicas.
3.3. Registro y seguimiento de eventos de enfermedad
Es necesario llevar un registro detallado de cada evento de enfermedad: diarrea, neumonía, enfermedades metabólicas, reproductivas, cojeras ó laminitis y mastitis. Éste deberá incluir identificación del animal, fecha de inicio del evento, tratamiento, días en tratamiento y resultado, el cual puede ser alta o cambio de tratamiento.
Lo anterior, permite identificar las enfermedades de mayor ocurrencia en el establo, así como la toma de decisiones sobre mejoras en el proceso de salud.
VII. Proceso de manejo de excretas.
El proceso de manejo de excretas es el conjunto de actividades ligadas que permiten lograr un objetivo: mejorar el manejo del estiércol o agua residual o dar un valor agregado al transformar el estiércol en fertilizante orgánico y el agua residual en agua de riego para los cultivos. El proceso se divide en tres subprocesos (Figura 16).
Empleo del enfoque de procesos en establos lecheros de la región lagunera - Image 18
1. Subproceso de Excreción.
1.1. Estimar la cantidad de estiércol y agua residual.
Para estimar la cantidad de estiércol excretado se utiliza el número de animales y el promedio de producción de leche. Las siguientes ecuaciones se utilizan para estimar la excreción de vacas productivas(a) y vacas no productivas (b).
(a) Excreta (kg día-1 MS)= Producción de leche (kg día-1) x 0.0874 + 5.6
(b) Excreta total en MS = 4.14 kg dia-1 x número de animales.
Para estimar la cantidad de agua residual, se realizan mediciones del gasto generado en el golpe de agua o flushing, el cual es usado para la limpieza dentro del corral en la parte más cercana al comedero, siendo estos los mayores gastos de agua. En la limpieza de las salas de ordeña se generan en promedio 650 m3/día de agua residual.
2. Subproceso de Manejo.
2.1. Manejo en corrales.
Estiércol sólido: En los corrales de vacas productoras, se utiliza la escrepa diariamente o al menos tres veces por semana para limpiar el estiércol generado dentro del corral en la parte más cercana al comedero (echadero); esto se lleva a cabo cuando las vacas salen del corral para ser ordeñadas. En corrales de vacas no productoras debe realizarse al menos una vez por semana. En ambos casos el estiércol se apila dentro del corral; se recomienda retirar el estiércol acumulado en los corrales una o dos veces al año, moviéndolo directamente a las áreas agrícolas para su incorporación al suelo o al área de composteo.
Estiércol líquido. La mayor parte de la excreción se da en el área de alimentación o comederos. Para la limpieza del estiércol líquido se utiliza la escrepa o el golpe de agua y se realiza diariamente. En la sala de ordeña, la limpieza se hace después de cada turno de ordeño.
2.2. Almacenamiento de agua residual.
El agua residual que sale de la limpieza de los corrales y de la sala de ordeña se almacena en cárcamos o lagunas. Es recomendable las lagunas tengan un sistema de aireación para evitar la emisión de metano; otra opción es el uso de digestión anaeróbica (biodigestor).
2.3. Tratamiento del estiércol.
Tratamiento del agua residual. Para poder llevar a cabo un tratamiento del agua residual, se requiere de un separador de sólidos. El agua residual que previamente fue almacenada en cárcamos o fosas es dirigida al separador para apartar el material sólido del líquido. La parte sólida puede ser incorporada directamente al suelo o transformada en composta.
El material líquido resultante de la separación se mezcla con agua de pozo y se utiliza en el riego de los cultivos.
Otra opción es que el agua que sale del separador sea enviada a un digestor anaerobio. Este digestor ayuda a reciclar los nutrientes como el nitrógeno y el fósforo que no son aprovechados por el animal y son expulsados a través de las excretas mediante la descomposición biológica del residuo.
3. Subproceso de Aplicación.
3.1. Análisis del estiércol, composta o agua residual.
Con el propósito de saber la cantidad de nutrimentos disponibles es recomendable realizar un muestreo del estiércol que está próximo a ser incorporado. Se obtiene una muestra compuesta de 250 a 300 gr y se coloca en una bolsa de plástico previamente identificada.
La muestra se envía al laboratorio para que se determine el contenido porcentual de nitrógeno total, fósforo total y humedad. En promedio los valores nutrimentales de estiércol de vacas en producción en la región es de 1.5% de nitrógeno total, 0.5% de fósforo y 30% de humedad.
En el caso del agua residual, se toman tres muestras del cárcamo en frascos de plástico con una identificación; hay que conservarlas en un lugar fresco hasta llevarlas al laboratorio.
En el laboratorio determinan nitrógeno total, nitrógeno inorgánico (amonio+nitrato), fósforo total (en mg/L ó ppm), pH y conductividad eléctrica (ds/cm).
3.2. Análisis del suelo.
El muestreo de suelo se realiza lo más cercano posible a la fecha de siembra. Se toma una muestra compuesta por cada 10 has de superficie, a una profundidad de 0-30 cm. En cada bolsa previamente identificada se coloca aproximadamente 1 kg de suelo.
Para estimar la dosis de fertilización, se solicita al laboratorio que determinen nitratos, amonio y fósforo.
Cuando se aplica periódicamente el estiércol se determinan el contenido de materia orgánica y la conductividad eléctrica del suelo.
3.3. Determinar el requerimiento del cultivo.
Se calcula primero la demanda de nitrógeno y fósforo, ésta se obtiene multiplicando la cantidad de nitrógeno (N) y fósforo (P) extraído por el cultivo por cada tonelada de materia seca de rendimiento estimado.
La extracción de nitrógeno en cultivos forrajeros por cada tonelada de materia seca son los siguientes; en maíz 14, sorgo 12.8, avena 19.2, triticale, 12.8 y alfalfa 40 kg de N/ ton de MS.
La extracción de fósforo en maíz es de 6.14, sorgo y avena 4.60, triticale 6.90 y alfalfa 7 kg de fósforo/ton de MS.
El requerimiento de N como fertilizante se obtiene al dividir la demanda de N entre la eficiencia del mismo (0.6 para riego por gravedad no tecnificado y 0.7 para riego por gravedad tecnificado y 0.8 para riego por aspersión o goteo).
3.4. Frecuencia, dosis y época de aplicación de estiércol, composta o agua residual.
La frecuencia de aplicación del estiércol se realiza en función de la cantidad de estiércol producida en la unidad de producción, el tipo de suelo y las áreas que han sido estercoladas anteriormente, esto con el fin de evitar acumulaciones de nutrientes y sales que puedan afectar al cultivo.
No se recomienda aplicar año tras año en el mismo suelo, ya que el fósforo tiende a acumularse, lo mismo que las sales solubles.
Aplicar dosis bajas de estiércol permite un mejor aprovechamiento de los nutrimentos que contiene. La dosis a aplicar se determina en función del análisis de suelo, estiércol y requerimiento de nitrógeno del cultivo.
La aplicación del estiércol se realiza preferentemente en invierno (enero a marzo), previo a la siembra del ciclo de primavera, ya que la descomposición es más rápida por las altas temperaturas. Además aumenta la disponibilidad del N en el suelo y la absorción por el cultivo.
En el caso del agua residual, su aplicación depende de la cantidad generada en el establo y se mezcla con agua de pozo, para diluir las altas cantidades de sales y nitratos que ésta contiene.
3.5. Dosis y época de aplicación del fertilizante.
La dosis del fertilizante complementa el requerimiento del cultivo con la cantidad de nutrimentos que contiene el suelo, los que aporta el estiércol y agua residual. Lo anterior, es con el fin de disminuir los costos de producción y el mejor aprovechamiento del estiércol, composta y agua residual.
La aplicación del fertilizante se recomienda fraccionarla a la siembra y en los dos primeros riegos de auxilio.
3.6. Distribución e incorporación de estiércol o composta.
Una vez que el estiércol es llevado al terreno, se utiliza un estercolador o una escrepa. Después de haberlo distribuido se incorpora inmediatamente, mediante pasos de rastra, lo que evita pérdidas de N por volatilización de amoniaco.
3.7. Conducción y aplicación de agua residual.
La conducción del agua residual mezclada con el agua de pozo se realiza a través de las tuberías o canales de riego hasta la parcela.

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Autores:
Ramiro Gonzalez Avalos
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro - Mexico
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Alejandro Villa-Godoy
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Alejandro Villa-Godoy
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
4 de junio de 2019
Interesante concepto, buen trabajo Dra. Karla et al.
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francisco vargas gonzales
25 de septiembre de 2019
Felicitaciones sobre la exposición sobre el empleo de enfoque de procesos en establos lecheros, creo yo sólo perfeccionando la administración de los factores de producción, es decir todos los recursos, con actividades técnicas apropiadas se puede llegar a mejorar o dar mejor valor al producto, que es la leche. Comprendiendo que es muy importante este enfoque de procesos entendiéndose que la explotación es un sistema, a fin de mejorar la eficiencia productiva, entendiendo que debe ser rentable, competitivo y sostenible
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