Efecto de diferentes niveles de disponibilidad forrajera sobre la producción y composición de sólidos lácteos funcionales.

En países de américa tropical la producción de carne y leche depende en gran medida en la utilización de forrajes nativos o introducidos (Quero et al., 2007). Estudios desarrollados por Beck y Pessot en 1992 reportan producciones de 20 a 24,5 kilogramos de leche día en animales alimentados exclusivamente con forrajes en inicios del invierno, sin embargo esto solo puede ser logrado por cortos periodos de tiempo (Anrique y Balochi, 1993). No obstante, en muchas regiones ganaderas, la escasa disponibilidad de materia seca y pobre calidad nutricional de estos forrajes limitan severamente la respuesta animal (Mármol y Morillo 2007).

La suplementación con alimentos balanceados en vacas lecheras ha sido una estrategia efectiva para satisfacer las deficiencias estacionales en la producción de forraje y cubrir los requerimientos nutricionales de los animales de alto merito genético (Pulido et al., 2007)., Sin embargo, a pesar de obtener buenos resultados en la producción de leche, la suplementación de balanceados ocasiona cambios en el comportamiento ingestivo de los animales en pastoreo, reduciendo el tiempo de pastoreo y el consumo de materia seca del forraje (Balochi et al., 2002 y Bargo et al., 2002) lo que genera mayor dependencia de la industria de alimentos balanceados .

Es aceptado que la composición y disponibilidad de los forrajes no es constante a través del año, el crecimiento de la pradera es muy variable (Balochi et al., 2002), diferentes investigadores (Poff, 2010, Castro, 2011 y Calvache y Ardila, 2014) han evidenciado que diferentes factores como el clima, la estacionalidad, la edad de cosecha, la especie, intensidad de pastoreo y el uso de fertilizantes determinan la oferta de pradera.(Ramírez et al., 2010) y (Keogh et al., 2011), de tal forma que la respuesta productiva a la suplementación de balanceados tampoco es constante durante cada estación, por tal razón el suministro de estos debe hacerse estratégicamente para cada época del año hasta obtener la mayor utilidad marginal por kilogramo consumido teniendo en cuenta precios locales del suplemento y de la leche (Holden et al., 1994) y más importante aún, se debe conocer la disponibilidad de forraje y el consumo de este para calcular la cantidad de balanceado a suministrar en función del cumplimiento total de los requerimientos nutricionales.

Este concepto no es tenido en cuenta en muchos de los sistemas de lechería especializada en el momento de suplementar los animales, debido al desconocimiento en la oferta y disponibilidad de pradera así como la calidad de la misma, lo cual genera el uso indiscriminado de alimentos balanceados generando mayores costos de producción y una menor tasa de retorno económico para el sistema.

El presente estudio se desarrollo con el fin de evaluar el efecto de la suplementación en función de la biomasa forrajera sobre la respuesta productiva de volumen de leche y concentración de sólidos funcionales.

La investigación se realizó en la finca La Esmeralda ñ vereda Santa Helena ñ Municipio La Calera ñ Cundinamarca. El área total del predio son 70 hectáreas de las cuales 50 dedicadas a la producción de ganado de leche y 20 son bosques nativos. La composición botánica de las praderas está compuesta por 15% Kikuyo (Pennisetum clandestinum), 80 % Rye grass (Lollium perenne), 4% leguminosas y 1% arvenses. Se utilizaron 20 vacas holstein repartidas en 2 tratamientos experimentales T2: vacas sometidas a 2200 Kg/MS^-ha y T8: vacas sometidas a 2800 Kg MS^-ha , los dos grupos experimentales tenían el mismo nivel de suplementación con alimento balanceado comercial, la disponibilidad de materia seca se calculó con el Rising Plate Meter según las ecuaciones elaboradas por Cardenas et al., 2012. Todos los animales estaban en el primer tercio de lactancia y se utilizó una relación de 1Kg de alimento balanceado por cada 4 litros de leche. Las variables medidas fueron: Producción de leche (L) por vaca y por tratamiento, concentración de grasa y proteína (g/100g) y kilogramos de grasa y proteína (Kg).

En cuanto a la composición nutricional de la pradera se refiere, en la tabla # 1 se observó que la pradera con 2200 Kg MS^-ha presentó un mejor contenido nutricional que la disponibilidad de forraje de 2800 Kg MS^-ha .

Tabla 1. Composición nutricional de la pradera y alimento comercial.

El comportamiento anterior de las praderas, puede deberse a una disminución en el contenido celular y por ende un aumento en el grosor de la pared celular de la planta (Wilson y Hatfield, 1997), por otra parte, el contenido nutricional de los forrajes esta asociado al crecimiento en función del numero de hojas vivas, altura de corte y kilogramos de materia seca disponible (Ardila et al., 2014, Solis 2010, Poff et al., 2009).

Para la producción y composición nutricional de la leche, en los análisis composicionales se observó que hubo diferencia estadísticamente significativa (p<0.05) para el volumen de producción (L/vaca) así como para los Kg de proteína y Kg de grasa producida, en cuanto a la concentración de grasa y proteína, no se observaron diferencias significativas (p>0.05).

Tabla 2. Producción y composición láctea / vaca.

Las vacas sometidas a 2200 Kg MS^-ha produjeron en promedio 2.2 litros mas que las vacas sometidas a 2800Kg MS^-ha , lo anterior radica su importancia en el mayor consumo de nutrientes, en especial el nivel energético quien es el encargado del volumen de producción de leche (McEvoy et al., 2008). De igual forma el manejo de praderas con baja disponibilidad de materia seca es de especial cuidado en su control y dominio del pastoreo, pues el inadecuado uso de la pradera tanto en la presión de pastoreo así como la persistencia puede tener efectos negativos sobre la producción de leche así como para la pradera. El bajo incremento en al concentración de grasa láctea pudo ser consecuencia de los mayores niveles de fibra suministrados en el tratamiento con 2800Kg de MS pero este se ve compensado en los Kg de grasa producida por efecto del volumen de producción de leche (Yamandu, 2004).