Claves para la correcta utilización del silo

El uso del silaje está muy generalizado en los tambos argentinos. Debido a su alto contenido en materia seca con presencia de granos y a pesar de su bajo tenor en proteína, constituye una muy buena reserva forrajera.

El silaje como material vivo

Representa un material vivo que ha sufrido procesos químicos y biológicos que generaron transformaciones que permiten su conservación. Estos procesos son provocados por microorganismos que bajo condiciones de anaerobiosis producen la fermentación de los azúcares solubles a ácido láctico, acético y alcoholes. Esto provoca la acidificación del medio, permitiendo finalmente que el material a ensilar conserve el valor nutritivo de la planta en pie evitando la formación de sustancias tóxicas para el rodeo.

Los pro y las contras del silo

Ventajas

1.- Complementa el pastoreo en el año. Permite balancear la oferta forrajera cubriendo las deficiencias estacionales o las causadas, como este año, por factores climáticos.
2.- Muchos kg. de alimento por ha.
3.- Contribuyen a equilibrar las dietas, fundamentalmente por el aporte de fibra ante pasturas con exceso de proteínas.
4.- Disminuye el riesgo de empaste.
5.- Permite el aumento de la carga animal por la alta tasa de sustitución que genera.

Desventajas

1.- Pobres en proteínas, calcio y fósforo.
2.- Son muy palatables y pueden producir acidosis si se los suministra en grandes cantidades y sin acostumbramiento previo.
3.- Si el tamaño de picado es muy fino (inferior a 0,8 cm) no es buena fuente de FDNef. ( fibra detergente neutra efectiva )
4.- Cuando se cosecha un cultivo muy "pasado", la digestibilidad cae y pierde su potencial de alimento energético
5.- Si hay deficiencias en la de elaboración, los silajes pueden contaminarse con hongos productores de toxinas o con organismos patógenos

¿tecnologías distintas para objetivos diferentes? Todo recurso forrajero deberá estar disponible para los rodeos lecheros en cantidad y calidad suficientes, comportándose preferentemente como un verdadero suplemento al recurso principal, es decir a las pasturas.

Muchos son los factores, que afectan la cantidad de silo a consumir, como por ejemplo, requerimientos de los animales, períodos de suministro, condiciones climáticas, nivel de suplementación, planificación forrajera, y otros tantos son los afectan a la calidad desde el inicio del cultivo y continuando con la fase mecánica del picado, confección, lugar y condiciones de almacenamiento, apertura, extracción y suministro.

El productor priorizará, en el momento de la elección de la variedad, altos rendimientos en materia verde o bien
en granos, pero lo importante es “ meterle “ toda la tecnología necesaria para obtener los máximos rindes.

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Se puede entonces, si se quiere, producir buenos maíces o sorgos pero también debemos tener como objetivo silos con mucha calidad. No podemos iniciar el proceso del silaje con una digestibilidad del 70-75 % y a la hora del suministro encontrarnos con material con valores muy inferiores ( 60-65 % )

Factores a tener en cuenta

Si respetamos cada una de las etapas del cultivo y de las fases del proceso del silaje, incluyendo la extracción y suministro, podemos pensar en un alimento más integral y que se aleja del concepto de fuente de fibra solamente.

Valor nutritivo del silaje
El valor nutritivo del silo, una parte la brinda la calidad la planta viva al momento del corte, con sus aportes de nutrientes, mientras que la otra es aportada en el proceso del ensilado. El hecho de que este recurso forrajero sea deficitario en algunos nutrientes ( fundamentalmente proteína ) es que no debe constituirse en si mismo como el único alimento a proveer a los animales.

Dicho valor está representado por una combinación de la digestibilidad, el consumo y la eficiencia de utilización de sus nutrientes, de manera tal que confluyen factores de origen vegetal y otros de origen animal, en un sistema muy dinámico

A tener en cuenta

Para que se cumpla con los objetivos nutricionales, el producto final deberá ser muy bueno. Esto implica que el proceso del complejo picado-confección- conservación e incluso el suministro hayan cumplidos las normas de buenas prácticas. Es decir que :

1.- Haya sido oportuno el momento del corte del vegetal ( en el caso del maíz con 30 a 35 % de MS y cuando el grano se encuentre entre ½ y ¼ de línea de leche ).
2.- El tamaño de las partículas durante el picado sea el correcto. Lo suficientemente pequeñas para favorecer la compactación y lo suficientemente grandes para proveer de FDNef a los animales ( 30 % menores a 0,8 cm, 60 % entre 0,8-2 cm y 10 % restantes mayores a 2 cm )
3.- La maquinaria con sus implementos estén en óptimas condiciones de operatividad ( cuchillas afiladas, por citar algún ejemplo )
4.- La compactación se haya realizado en forma rápida y efectiva con maquinarias adecuadas y con disponibilidad de personal.
5.-El tapado se haya efectuado en muy poco tiempo y con muy buenos contrapesos para evitar la prolongada exposición al medio ambiente e inclemencias del tiempo. Sin roturas en las lonas ni espacios sin cubrir. En la compactación y en el tapado la presencia de oxígeno es sinónimo de pérdida de material, disminución de disponibilidad de nutrientes, menos litros de leche, menor rentabilidad.
6.- Disminuya la pérdida del material a ensilar por picado, traslado y distribución y en la apertura, extracción y suministro.
7.- La extracción sea correctamente planificada y ordenada, que no represente una vía de pérdida del material y de la calidad general del silo
8.- El lugar del suministro también esté debidamente planificado y ubicado en sectores de fácil acceso.

El análisis organoléptico, es decir tamaño de partícula, color y olor es una herramienta sencilla y eficaz para evaluar rápidamente la calidad del silo. Un olor suave y “ avinagrado “, con una textura firme y compacta y un color verde amarillento es el principal medio de verificación de que la conservación ha sido la adecuada y por lo tanto el valor nutritivo es bueno.

Se nos viene el otoño, y se sabrá si se cumplen los objetivos planteados en la primavera pasada cuando se tomó la decisión de planificar reservas para este año. Es justo el momento para que el silo suplemente la ración, y de esta manera atenuar la caída de producción. Ya se habrá planificado la cadena de pastoreo para tener la máxima cantidad de pasto durante el año.

Se incrementa, además la incidencia de partos con el consiguiente crecimiento de la demanda de nutrientes del sistema. También es época de verdeos de invierno y de pasturas tiernas con mucho porcentaje de agua y de proteínas. Los bajos valores de MS del pasto repercuten directamente en el menor aporte de E, en el cual el uso del silaje como aporte de fibra y de energía sumado al aporte de concentrados energéticos hacen una buena ecuación para cubrir la demanda diaria.

El uso del silo no se limita a períodos críticos, sino deberá formar parte de la dieta del animal a lo largo del año, sin distinción de categorías.

Mejorar cada vez más las técnicas de ensilaje ( en general de muy bajo costo y de alto impacto ) y con la tecnología disponible como el uso de aditivos representa el camino para optimizar la producción animal, siempre y cuando no altere la “ balanza comercial “ del tambo.

Claves para la correcta utilización del silo

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