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Uso de suplementos para bovinos productores de carne en pastoreo en el trópico de México

Publicado: 18 de agosto de 2021
Por: Mauricio Miguel Estrada, Deilen Paff Sotelo Moreno, Román Enrique Maza Ortega, Jorge Alberto Cruz Torres. ESTRADA, Mauricio Miguel et al. Uso de suplementos para bovinos productores de carne en pastoreo en el trópico de México. Revista Latinoamericana de Educación y Estudios Interculturales -RLEEI
ISSN: 2448-8801, [S.l.], v. 3, n. 3, p. 90-99, jun. 2019. ISSN 2448-8801.
Resumen

La producción de bovinos ocupa el 58% del territorio nacional con 34.28 millones de cabezas, localizán-dose el 44.8% del hato en las zonas tropicales, las cuales tienen una elevada capacidad de producir forrajes para consumo de rumiantes a un menor costo; sin embargo, también son las zonas que presentan la menor productividad por hectárea, por lo que la suplementación es una de las estrategias para aumentar la pro-ducción. El objetivo primario de la suplementación es aprovechar al máximo las características nutricio-nales del forraje, estimular el consumo, aumentar la digestibilidad y el desempeño animal; por lo que se debe utilizar el forraje como el principal ingrediente de la dieta, considerando principalmente la fracción digestible de la MO y de esta, la FDNpd, su principal componente, potencializando así la extracción de energía contenida en los pastos. No obstante, para suplementar es necesario tomar en cuenta diversos factores, como son el nivel de suplementación, que puede ocasionar diversos efectos positivos o negati-vos; las condiciones climáticas y calidad del forraje, siendo que durante el periodo seco la respuesta a la suplementación es mayor que durante el periodo lluvioso; la etapa de desarrollo del animal; el manejo pre y pos-pastoreo y sobretodo, la rentabilidad del uso de esta tecnología. Se concluye que es necesario trans-formar el paradigma que indicaba que durante la época de lluvias era suficiente ofrecer energía, mientras que en la época de sequía únicamente faltaba proteína; además, los niveles de suplementación deben ser basados en costos, precio de venta por kg de animal, objetivo del productor y en el manejo de los bovinos.

Palabras clave: terminación, creep feeding, energía-proteína, semiconfinamiento.

Introducción
La ganadería bovina en México es de los subsecto-res económicos con una de las tasas de rentabilidad y competitividad más bajas (Carrera et al., 2014). Sin embargo, la importancia de la producción de ganado en México es innegable. Según el INEGI (2018), este subsector proporciona empleo directo a más del 11% (777 mil) de las personas que laboran en el sector agropecuario; además, Zorrilla (2012) e INEGI (2017) indican que la producción de bovinos ocupa casi el 58% del territorio nacional en terrenos de agostadero (112 millones de hectáreas), con un total de 34.28 millones de cabezas (INEGI, 2019).
Aunado a lo anterior, la importancia de la producción de carne bovina en México está relacionada también a los patrones de consumo, siendo este tipo de carne el eje de los precios de la carne de otras especies (Rubio et al., 2013).
Así, durante el año 2018, México produjo 1.98 millones de toneladas de carne bovina (SIAP, 2019), ocupando el 6° lugar en producción a nivel mundial y el 10° en los países exportadores (FIRA, 2017; INEGI, 2018). Además, la carne bovina presenta tendencia positiva en la demanda, solo superada por la carne de ave (FIRCO, 2017), tendencia que se mantendrá en los próximos años en relación al crecimiento en el consumo de proteína de origen animal.
El objetivo del presente trabajo es hacer una revisión de la importancia del uso de suplementos para bovinos en pastoreo en los trópicos de México, así como los factores a considerar para que esta tecnología tenga un impacto positivo en la productividad y economía de los ganaderos.
 
Desarrollo
Sistemas de producción de carne bovina en México
Diversos autores han dividido el país en tres principales zonas de producción de ganado bovino, siendo estas caracterizadas por las condiciones climáticas que presentan. Zona árida, localizada principalmente en la región norte de México, tiene el 29.8% del hato bovino nacional, con 10.2 millones de cabezas (SIAP, 2019). Aquí se ubican la mayoría de los grandes corrales de engorda, usando técnicas similares a los Estados Unidos de América (Rubio et al., 2013), y es el principal destino del ganado procedente de la zona tropical.
Zona Templada, localizada en el centro del país, donde se encuentran 8.7 millones de bovinos, lo que representa el 25.4% del hato nacional (SIAP, 2019), en los últimos años han aumentado los co-rrales de engorda de bovinos (Rubio et al., 2013).
Zona tropical, que incluye al trópico húmedo y seco. Es la región más importante para la pro-ducción de ganado en pastoreo, donde, además de contar con el 44.8% de las cabezas del país (15.4 millones de bovinos), predominan los bovinos de razas cebuínas y sus cruzas con ganado europeo (SIAP, 2019). Su ubicación privilegiada le confie-re la capacidad de producir una elevada cantidad de materia seca por hectárea (MS/ha) de forrajes para consumo de rumiantes, por lo que es la princi-pal exportadora de ganado para otras (Rubio et al., 2013). Sin embargo, como mencionado por Palma (2014), el sistema de producción de bovinos en esta región se caracteriza por la baja productividad en pastoreo, llegando inclusive a sacrificar animales por encima de los 36 meses de edad (Carrera et al., 2014), por lo que una de las estrategias para mejo-rar la productividad del sistema es la utilización de la suplementación.
Importancia del trópico y de los forrajes
Cuando se piensa en producción de bovinos en pastoreo, lo primero que viene a la mente es el pas-to, principal recurso nutricional y más barato en los trópicos, cuyo aprovechamiento racional nos ayu-da a transformar ese producto relativamente poco aprovechable por el ser humano en productos de alta calidad nutricional, como es la carne.
En México, la producción de bovinos a pasto toma especial importancia siendo que, según la En-cuesta Nacional Agropecuaria de 2014, el 49.42% de los bovinos son manejados en libre pastoreo, y el 14.74% en pastoreo controlado.
Además, al aprovechar el pasto como principal insumo para producción de carne, se obtienen ven-tajas competitivas en relación con otros países. Una de las ventajas más importantes fue mencionada por Carrera et al. (2014), quienes indicaron que el costo por producir un kg de carne bovina en pie era de 0.7 y de 0.89 dólares en los trópicos y en las zo-nas áridas de México, respectivamente; en cuanto en EUA alcanzó los 1.54 dólares.
En ese sentido, Detmann et al. (2010) sugieren que, al utilizar el forraje como principal ingredien-te de la dieta, se debe considerar principalmente la fracción digestible de la materia orgánica (MO) y de esta, su principal componente que es la fibra insoluble en detergente neutro potencialmente di-gestible (FDNpd), responsable del llenado del ru-men; ya que según Portela y Reboucas (2010), la producción de animales en pastoreo está definida mayoritariamente por el consumo y tránsito de nu-trientes.
En ese sentido, según Rubio et al. (2013), en la región tropical húmeda y subhúmeda de México, el pastoreo es el sistema de producción bovina predo-minante; además, el 90% de los bovinos destinados a la producción de carne presentan algún grado de inclusión de razas Bos indicus. Aunado a lo anterior, debido a las condiciones económicas que prevale-cen en el país, la mayoría de los ganaderos no tie-nen la capacidad de adquirir los insumos necesarios para la engorda en corral (Carrera et al., 2014), por lo que, como señalado anteriormente, la mayoría del ganado se finaliza en pastoreo.
En ese sistema, durante el periodo seco del año la producción de forraje disminuye, afectando el desempeño animal y aumentando la edad de sacri-ficio, que conlleva a la reducción de la calidad de las canales, situación que finalmente afecta la rentabi-lidad de la empresa (Souza, 2008).
Esa variabilidad conlleva a que además de la re-ducción del forraje, exista variación en la calidad de este, ocasionando que en rumiantes en pasto-reo existan periodos de ganancia de peso intercala-dos con periodos de estabilización del crecimiento (Drouillard y Kuhl, 1999; Moreira et al., 2003); y en casos de severa deficiencia de nutrientes en la dieta, degradación de tejidos para mantener las concentraciones de nitrógeno ruminal y sanguíneo (Rufino, 2011), lo que ocasiona la pérdida de peso.
En el mismo sentido, esta variabilidad climática está estrechamente relacionada con la carga ani-mal, ocasionando que en las regiones tropicales de México solo se tenga 0.13 UA/ha (Carrera et al., 2014), ocasionando subutilización de la capacidad de carga.
Estas situaciones impiden mejorar la competi-tividad del sector ganadero mexicano, siendo ne-cesario adoptar tecnologías que posibiliten el cre-cimiento del ganado de forma constante desde el nacimiento hasta el sacrificio. En concordancia con ese razonamiento, Paulino et al. (2001), indican que para sacrificar un bovino entre los 18 y 20 me-ses de edad, es necesario que el animal tenga una ganancia de peso media diaria (GMD) de 600 a 650 gramos/día durante toda su vida.
Con base a lo anterior, una alternativa para au-mentar la productividad del ganado en las zonas tropicales es el uso de la suplementación en pas-toreo. la suplementación de bovinos en pastoreo permite: corregir dietas desbalanceadas, aumentar la eficiencia del uso de pastos, aumentar la capa-cidad de soporte, mejorar el desempeño animal, disminuir ciclos reproductivos, de crecimiento y de terminación.
Así, la suplementación consiste en proporcionar al animal lo que el alimento principal (pasto) no puede suplir completamente, existiendo este des-balance tanto en el periodo de lluvias como en el periodo seco (Oliveira, 2012). Entonces, podemos considerar que el objetivo principal de la suple-mentación es eliminar las deficiencias nutriciona-les del forraje, estimular el consumo, aumentar la digestibilidad y el desempeño animal (Drouillard y Kuhl, 1999; Canesin et al., 2007). Con lo anterior se lograría aumentar la carga animal, la producción de carne por hectárea, mejorar la calidad de la canal y favorecer la preparación de aquellos animales que pudieran ser terminados en confinamiento (Portela y Reboucas, 2010).
De esta manera, un punto clave a ser considera-do es que con el uso de la suplementación se poten-cialice la extracción de energía a partir de la fibra en detergente neutro (FDN) contenida en los forrajes de pastoreo (Detmann et al., 2010).
Además de las especificaciones técnicas en el uso de tecnologías para producción de bovinos en pastoreo, otro factor esencial a ser considerado es la viabilidad económica. En el caso de la suplemen-tación, esta va a depender de varios factores, entre los que podemos citar el costo del suplemento, la ganancia de peso extra obtenida, el precio de venta del animal y la disminución del periodo de engorda entre otros.
 
Factores que considerar en la suplementación de bovinos en pastoreo
Nivel de suplementación
Cuando el pasto es el único alimento disponible para los rumiantes, este debe atender las necesida-des de energía, proteína, vitaminas y minerales tan-to para mantenimiento como para producción; sin embargo, hay determinados casos donde al ofrecer suplemento en pastoreo, el consumo de forraje pue-de permanecer inalterado, aumentar o disminuir dependiendo de la calidad y cantidad de forraje disponible, características del suplemento, la forma de suministrarse y el potencial de producción de los animales (Souza, 2008; Reis et al., 2009).
En este sentido, desde 1980 Lange (citado por Mieres, 1997), indicó que existen cuatro tipos de interacciones entre el consumo de forraje y el su-plemento: el efecto aditivo, en el cual el consumo de forraje se mantiene constante y el consumo de materia seca (CMS) total aumenta debido al con-sumo de suplemento; el efecto aditivo con estimulo, donde el CMS total aumenta tanto por aumento en el consumo de forraje como por el consumo del su-plemento; el efecto sustitutivo, donde el CMS total se mantiene constante, pero hay una disminución en el consumo de forraje en la misma proporción en la que el consumo de suplemento aumenta y; el efecto sustitutivo con depresión, que ocasiona una reducción en el consumo de forraje, pero también disminuye el CMS total ocasionado por la mala ca-lidad del suplemento.
Por lo anterior, Detmann et al. (2010) recomien-dan no utilizar la suplementación sin antes haber evaluado el recurso principal, el pasto; ya que esto ocasionaría una reducción en el aprovechamiento de ese recurso y finalmente aumento en los costos de producción.
Según Kosloski (2002), la principal fuente ener-gética de los rumiantes son los ácidos grasos voláti-les, los cuales se originan de la fermentación de los carbohidratos en el rumen; y según Paulino et al. (2008) la energía es el limitante para el crecimien-to bacteriano, siendo necesaria la suplementación múltiple (Lopes et al., 2014).
Por otro lado, mucho se ha estipulado sobre la cantidad de proteína cruda (PC) necesaria en el ru-men para maximizar la degradación de la fibra; así Lazzarini et al. (2011) indicaron que el tradicional 7% de PB en la dieta no es suficiente, recomendan-do valores próximos a 13%; en cuanto Detmann et al. (2014) recomiendan 14.5%.
Así, la suplementación proteica tiene como principales objetivos el aumento en el consumo de materia seca y el flujo de mayor cantidad de proteí-na directamente al intestino delgado. Por otra par-te, experimentos con bovinos en pastoreo indican que la suplementación proteica causa mayor res-puesta sobre el consumo de forrajes de baja calidad cuando comparada con forrajes de mayor calidad. En ese sentido, ha sido descrito que, al aumentar el nivel de PC en el forraje, la suplementación proteica ocasiona un declino en el consumo de materia seca o un ligero aumento que no es estadísticamen-te relevante (Souza, 2007).
Suplementación durante el periodo de sequía
Durante el periodo de sequía, animales que son mantenidos en pastoreo solo con suplementación mineral generalmente pierden peso. Lo anterior es ocasionado principalmente por la limitación en el consumo de energía, minerales y principalmente proteína, deficiencias relacionadas con los requeri-mientos de los microorganismos fibrolíticos del ru-men, limitando la fermentación ruminal, la degra-dación de la fracción fibrosa y por tanto el consumo de forraje (Reis et al., 2004; Detmann et al., 2014), lo que ocasiona un círculo vicioso que impide el consumo de proteína y energía por el rumiante.
En esta época, los forrajes pierden calidad, pre-sentando una alta relación carbono: nitrógeno, oca-sionando una deficiencia de compuestos nitrogena-dos a nivel ruminal, compuestos que son necesarios para la síntesis de enzimas microbianas, responsa-bles de la degradación de los compuestos de la pa-red celular del pasto (Detmann et al., 2010).
Durante este periodo, la suplementación con compuestos nitrogenados debe ser prioritaria, au-mentando así los microrganismos fibrolíticos y por ende el consumo de forraje y obtención de energía a partir de la fibra presente en ellos (Detmann et al., 2014).
En ese sentido, Souza et al. (2010), realizaron un experimento con cuatro novillas fistuladas en un diseño en cuadrado latino y arreglo factorial 2 x 2, alimentándolas con heno de baja calidad (Brachia-ria decumbens Stapf.) con 5.2% de PC y divididas en cuatro tratamientos: control, sin suplementación; suplementación con 100 g/kg de forraje con com-puestos nitrogenados; suplementación con 200 g/ kg de forraje con almidón; y suplementación con compuestos nitrogenados (100 g/kg de forraje) y almidón (200 g/kg de forraje). Fue reportado au-mento en el consumo y digestibilidad de la MS y FDN con la suplementación con compuestos nitro-genados. Sin embargo, la suplementación con almi-dón redujo los mismos parámetros; mientras que la suplementación múltiple, incrementó de la asimila-ción de compuestos nitrogenados en el rumen.
Por lo anterior, se puede aseverar que cuando el forraje es de baja calidad, la suplementación única-mente con carbohidratos rápidamente fermentables no ocasiona un efecto positivo ni a nivel nutricional ni en el desempeño de los rumiantes; siendo por el contrario contraproducente, ya que podría ocasio-nar una competición entre las especies microbianas fibrolíticas y no fibrolíticas (Souza et al., 2010).
Entonces, para obtener una degradación efec-tiva de la FDN en forrajes de baja calidad, es ne-cesario mantener una concentración de 8 mg/dL de nitrógeno amoniacal ruminal (NAR), lo que se consigue mediante dietas conteniendo mínimo 8% de PC (Detmann et al., 2014). Sin embargo, otros investigadores han determinado que el NAR debe llegar a 10 mg/dL (Leng, 1990, citado por Det-mann, 2010), lo que se lograría al aumentar la can-tidad de PC en la dieta. En ese sentido, Detmann et al. (2014) consideran que, para obtener el máxi-mo aprovechamiento de energía en los forrajes de baja calidad, la dieta debe contener un mínimo de 10% de PC.
Entonces, si se pretende aumentar el porcentaje de PC en la dieta por encima del 10%, es necesario ofrecer al rumiante en pastoreo suplementos múl-tiples que contengan proteína y energía para maxi-mizar el efecto asociativo de estos compuestos.
Por otro lado, también se ha hipotetizado que para lograr el máximo consumo y transito ruminal de fibra en forrajes de baja calidad, la concentración de NAR debe ser de 15 mg/dL de líquido rumi-nal (Detmann et al., 2009); en cuanto otros autores consideran que debe ser de 20 mg/dL (Leng, 1990, citado por Detmann, 2010).
Estas divergencias se deben principalmente a los requerimientos entre los microrganismos rumi-nales y su hospedador. Por lo tanto, 8 mg/dL de NAR son suficientes para los microorganismos fi-brolíticos, no así para el rumiante, que requeriría 2 mg/dL extras de NAR (Detmann et al., 2014).
Desde un punto de vista general, la efectividad de la suplementación nitrogenada en bovinos ali-mentados con forraje de baja calidad es definida por la relación entre degradación y tránsito de la fibra en el rumen.
Así, la suplementación durante el periodo seco es una inversión más segura y de mayor eficiencia en términos de ganancia de peso por kg de suple-mento ofrecido cuando comparado con la suple-mentación durante el periodo lluvioso (Portela y Reboucas, 2010).
Suplementación durante el periodo de lluvias
En la época de las lluvias, cuando la calidad y can-tidad de pasto son buenas, es posible obtener ga-nancias de 600 gr/animal/día sin suplementación. Sin embargo, el potencial de los animales muchas veces no es aprovechado, siendo principalmente ocasionado por la restricción de energía (Portela y Reboucas, 2010). En el mismo sentido, de forma más conservadora, Lopes et al. (2014), indican qué durante las lluvias, la correcta suplementación solo con macro y microminerales es suficiente para ob-tener ganancias de 400 a 500 gr diarios.
En este periodo, no hay deficiencias en relación con el crecimiento bacteriano en el rumen, encon-trándose la relación energía:proteína elevada, por lo cual se hace necesaria la suplementación proteica para equilibrar ese desbalance y mejorar el uso de la energía y proteína metabolizable (Detmann et al., 2014). Lo anterior es ocasionado por la alta diges-tibilidad de la proteína de las hojas del forraje, que proporciona gran cantidad de FDNpd y con ello los microorganismos obtienen elevadas cantidades de energía.
Suplementación de becerros (creep feeding)
Durante los primeros días de nacido, el becerro en sistemas de producción de ganado de carne en pastoreo satisface sus requerimientos nutricionales únicamente con la leche materna; pero, pasando los 70 días de nacidos, la cantidad y calidad de la leche ya no es suficiente para cubrir las cada vez mayo-res necesidades de proteína y energía de las crías en desarrollo (Henriques et al., 2011). Previo a eso, de forma natural los becerros comienzan a consu-mir forrajes tanto para satisfacer ese desequilibrio como para preparar al sistema digestivo para com-portarse como rumiante; pero, como mencionado anteriormente, la calidad y cantidad de los forrajes puede no ser la adecuada para esa etapa de desarro-llo tan exigente.
Por lo tanto, una estrategia para satisfacer los requerimientos de esos animales es la suplementa-ción en el potrero, sistema conocido como Creep fe-eding, el cual se basa en disponibilizar suplementos de buena calidad a los becerros lactantes impidien-do que sus madres tengan acceso a ese alimento, principalmente debido al elevado costo por kg.
Para comprobar lo anterior, Sotelo (2019), uti-lizando 56 becerras Nelore de 2.7 meses de edad y 115 kg de PV en pastoreo con 9% de PC, comparó el efecto de la falta de suplementación contra la su-plementación a razón de 5 g/kg PV y 30% de PC sobre los parámetros productivos. Como resultado encontró que aquellas becerras suplementadas pre-sentaron mayor peso al destete (243 vs. 225 kg PV) y mejor GMD (880 vs. 734 g), concluyendo que la suplementación en sistema Creep feeding mejora el desempeño, el estatus nutricional y el metabólico de becerras en sistemas de pastoreo.
Posteriormente en la recría, continuando con los mismos animales ya destetados (7.7 meses de edad y 237 kg PV), el autor mediante un diseño experimental al azar, los divide en cuatro trata-mientos: becerros no suplementados durante la cría y suplementados durante la recría con 5 g/kg PV; no suplementados durante la cría y suplementados durante la recría con 7.5 g/kg PV; suplementados durante la cría con 5 g/kg PV y durante la recría con 5 g/kg PV y; suplementados con 5 g/kg PV durante la cría y con 7.5 g/kg PV durante la recría.
Al conjuntar los resultados de los tratamientos de la cría con la recría, el autor relata que la fal-ta de suplementación durante la cría no afecto la ganancia de peso de los animales durante la recría cuando estos fueron suplementados, siendo que, a pesar de las diferencias numéricas (301 vs. 322) no se encontraron diferencias estadísticas. De la mis-ma forma, indica que no hubo efecto del aumento de la suplementación de 5 para 7.5 g/kg PV en los parámetros estudiados, recomendando suplemen-tar a los animales durante la recría con 5 g/kg PV para evitar aumento de los costos (Sotelo, 2019).
Suplementación durante la recría y su efecto en la terminación en confinamiento
Actualmente no existe consenso sobre los efectos de la suplementación en el periodo de recría a pasto y la terminación en confinamiento. En trabajo pu-blicado hace dos décadas, Drouillard y Kuhl (1999) indicaron que estas inconsistencias pueden deberse a la alta variabilidad en los sistemas de producción, a los métodos experimentales, a las características digestivas (llenado intestinal) y a la masa de los ór-ganos internos de aquellos animales provenientes de pastoreo (ganancia compensatoria).
En el mismo sentido, Johnson et al. (1998) indi-caron que el peso intestinal de bovinos en pastoreo previo a entrar al confinamiento puede representar desde 9 hasta 16.5% del peso corporal dependien-do de la estación del año, razón por la cual el efecto del pastoreo con suplementación en la finalización en confinamiento puede estar enmascarado.
En el estudio conducido por Lomas et al. (2009) con ganado Angus, fue analizado el efecto de la su-plementación en pastoreo (207 días) previo a la ter-minación en confinamiento (112 días), siendo los tratamientos: 36 animales no suplementados du-rante la recría, 35 suplementados a razón de 0.82 kg MS/animal/día y 36 suplementados con 1.64 kg MS/animal/día. Los resultados demostraron que aquellos animales no suplementados tuvieron 21.3 kg de peso corporal final menos que los su-plementados con 0.82 kg y 24.6 kg menos que los suplementados con 1.64 kg de suplemento, además de mejorar la clasificación de la canal en estos últi-mos. Por lo tanto, en este trabajo, los resultados in-dican que la suplementación en pastoreo previa a la entrada a confinamiento, produce beneficios tanto productivos como económicos.
Suplementación en la fase de terminación
Finalmente, al hablar de suplementación de bovi-nos en pastoreo muchas veces se piensa que solo en la fase final de la producción es cuando el animal necesita ser suplementado; creencia ocasionada por que es cuando el ganado es llevado a la báscula y adquiere liquidez inmediata.
También es en esta última etapa cuando el ga-nado requiere mayor cantidad de suplemento por animal debido a su peso; por eso es fundamental tener un control adecuado de los insumos y del re-torno productivo y sobre todo económico que las inversiones puedan ofrecer.
De este modo, hay que considerar que no siem-pre el ofrecimiento de mayores cantidades de su-plemento va a ser benéfico, debiendo estudiar las condiciones en las cuales se utiliza esta tecnología. A este respecto, Rodrigues et al. (2010), en un ex-perimento con finalización de novillos Nelore su-plementados en pastoreo con cuatro tratamientos (control, 0.3, 0.6 y 0.9 % de suplemento en relación con el peso corporal) reportaron que al aumentar el nivel de suplementación, ocurrió un incremento en la producción por hectárea y la ganancia me-dia diaria (GMD); sin embargo, el aumento de los costos de producción también se elevó, concluyen-do que la suplementación en los niveles de 0.6 y 0.9 % no fueron económicamente viables debido a los precios que presentaba el kg de ganado en esos momentos; por lo que se tiene que tener especial cuidado en las condiciones que afectan todo el sis-tema productivo.
Semiconfinamiento
En los últimos años, esta alternativa de manejo, que combina la terminación de bovinos suplementados a pasto y la total suplementación confinamiento ha ganado adeptos. Este tipo de manejo es una alterna-tiva estratégica por requerir menor necesidad de in-fraestructura y mejorar el desempeño productivo de los bovinos; donde los principales costos son por la adquisición de los ingredientes de los concentrados.
En este sistema se debe asegurar una cantidad mínima, pero optima de fibra en el forraje, por lo que se recomienda programar la permanencia en este sistema por un máximo 60 días por novillo con una carga animal de 2 UA/ha.
Debido a lo anterior, los animales destinados a este tipo de terminación deben estar próximos al peso de sacrificio, siendo esperado en promedio una GMD de 1 kg dependiendo del nivel de suplemen-tación. En este sistema, los niveles de suplementa-ción van de 0.7 a 2% del PV (Gomes et al., 2015), lo que va a depender del objetivo del productor, el costo del suplemento y el mercado.
 
Conclusiones
Es necesario transformar el paradigma que indi-caba que durante la época de lluvias era suficiente ofrecer energía, mientras que en la época de sequía únicamente faltaba proteína.
La suplementación de bovinos en pastoreo pue-de ser realizada en cualquier época del año; sin embargo, las mayores respuestas se verán en la época de secas, corrigiendo la limitación de proteína de los forrajes, lo que permite que aumente el consu-mo de pastos de baja calidad. Para eso, es necesario que exista disponibilidad de MS para el consumo durante la suplementación, de lo contrario, ocasio-naremos un efecto sustitutivo lo que conllevara a un aumento en el costo de producción.
Es fundamental el análisis de la fase de creci-miento en la cual se encuentre el animal y la época en la que se va a suplementar, siendo que cada fase va a requerir una composición, calidad y cantidad diferente del suplemento.
Los niveles de inclusión del suplemento en la dieta de los animales en pastoreo deben ser basados en los costos, el precio de venta por kg de animal, el objetivo del productor y en el manejo que se le pueda proporcionar a los bovinos.
La eficiencia del suplemento tiende a disminuir conforme aumenta la cantidad ofrecida a los animales (el segundo kg no proporcionara la misma ganancia que el primero logro).
La implementación del suplemento ideal en bovinos en pastoreo va a depender de la correcta sincronización de una serie de factores relativos al ganado, la empresa, el manejo y el mercado.

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Mauricio Miguel
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Eduardo Espinoza
22 de agosto de 2021
refrescante revisión del tema, felicitaciones a los autores
Roger Trinidad Hernandez
3 de septiembre de 2021
excelente experimento en ganado bajo pastoreo y la importancia de la suplementario en diferentes épocas del año, felicidades por la buena informaron y experimentación y ademas hacerlo publico para poner en practica en los diferentes zonas el país.
Julio Cesar Donato Molina
Alltech
20 de agosto de 2021
Excelente trabajo, muestra lo relevante en los programas de suplementación y la importancia en los rendimientos de los ganados.
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