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Problemas Sanitarios más Frecuentes que Pueden Aparecer Luego de una Sequía

Publicado: 17 de marzo de 2020
Por: Dras. Analía Rodríguez y Georgget Banchero. Programa Nacional de Carne y Lana
I - Introducción
Como se viene discutiendo en artículos anteriores en la presente publicación, la prolongada sequía vivida en el 2008-09 afectó al país en su conjunto y particularmente algunos departamentos donde existe una importante producción ganadera. A pesar de las últimas lluvias, las reservas de agua están disminuidas y la oferta de forraje presente y futura está comprometida, así como el estado general de los animales. Es por este motivo que pueden aparecer una serie de problemas sanitarios, que normalmente, no se presentan cuando los animales están bien alimentados y relativamente en buen estado. Es por esto, que en el nuevo escenario, se debe encarar este desafío sanitario para no comprometer la producción e ingreso actual y futuro del productor ganadero.
En este artículo describiremos brevemente cuales son estos posibles problemas sanitarios y aportaremos además algunas recomendaciones o herramientas que permitan al productor estar alerta y ante cualquier sospecha que se presente, consultar a su Médico Veterinario de confianza.
II - Enfermedades Parasitarias
Parásitos Internos
Es bien conocido que los parásitos gastrointestinales son capaces de reducir el ritmo de crecimiento del animal, ocasionando pérdida de peso y muertes. Estas parasitosis se asocian comúnmente con trastornos digestivos acompañados de diarrea, retraso en el crecimiento, mal estado general y pelaje sin brillo. En los vacunos, los géneros más importantes son: Cooperia spp y Ostertagia spp. En cambio, para los ovinos los géneros que más comprometen la vida de los animales son Haemonchus spp y Trichostrongylus spp.
Generalmente, los parásitos gastrointestinales afectan a todas las categorías de ovinos y a los bovinos jóvenes (menores de 2 años). En este año en particular, debemos tener en cuenta que el estado general del ganado adulto puede estar mucho más comprometido y por lo tanto, estas categorías podrían verse afectadas por parasitosis.
Las pérdidas provocadas por parásitos gastrointestinales en bovinos para carne se han estimado entre 30 a 45 kilos por año, y éstas se dan mayoritariamente en otoño e invierno. Como los parásitos gastrointestinales necesitan de ciertas condiciones de humedad y temperatura para continuar su ciclo biológico, este verano seco fue muy favorable para disminuir las poblaciones de parásitos en pasturas y por ende en el animal. Sin embargo, los vacunos que tuvieron consumos muy bajos y con defensas que se encuentran muy disminuidas, aún con cargas parasitarias reducidas podrían estar seriamente afectados en su productividad, bienestar e inclusive en su supervivencia.
Esta situación se vuelve aún más crítica con la aparición de las primeras lluvias. Gran cantidad de huevos de parásitos eclosionan con la humedad y el calor quedando disponibles para ser consumidos por parte de los animales.
Además, el forraje disponible sigue siendo muy escaso y por el pastoreo rasante los animales levantan más larvas, ya que éstas se encuentran concentradas principalmente en la cercanía del suelo.
Con los ovinos puede suceder algo similar, ya que hasta ahora tuvieron una muy buena “sanidad natural” debido a la sequía, pero con las primeras lluvias la oferta parasitaria será también muy importante para ellos y las probabilidades de infestarse aumentan. Este efecto se potencia si se dan situaciones de resistencia a las principales drogas antihelmínticas presentes en el mercado, lo que es una situación frecuente y generalizada en la producción ovina nacional.
Saguaypé
El Saguaypé, también conocido como Fasciola hepatica, provoca una de las enfermedades más importantes de los rumiantes conocida como fasciolasis. Esta enfermedad es capaz de causar la muerte de los animales. Algunos síntomas que el productor puede observar en los animales son: desmejoramiento del estado general y edema submandibular (animales paperudos). Tanto los vacunos como los ovinos se infectan al ingerir pasturas contaminadas por la larva infestante del parásito. La larva se desarrolla en el interior de un caracol (Lymnaea viatrix) que se encuentra en zonas húmedas (tajamares, manantiales, pequeñas corrientes de agua). Al encontrarnos en una situación de sequía los animales modifican su conducta de pastoreo, a tal punto que se concentran en aquellos potreros más bajos y con un porcentaje de humedad más elevado, esto hace que aumenten las posibilidades de que ingieran las larvas del Saguaypé.
Recomendaciones:
Lo ideal seria hacer análisis coproparasitarios con cierta frecuencia, de manera de ir monitoreando las cargas parasitarias de los animales y contar así con un criterio objetivo para decidir la dosificación con antihelmínticos.
Problemas Sanitarios más Frecuentes que Pueden Aparecer Luego de una Sequía - Image 1
Se puede saber si los animales están parasitados a través de la Prueba de Mac Master o Recuento de Huevos por Gramo (HPG) para gastrointestinales y la Prueba de Sedimentación o Happich y Boray para Saguaypé. Además, existe la posibilidad de realizar un “Lombritest”, tanto en ovinos como para bovinos, para conocer la efectividad de las distintas drogas antihelmínticas. La utilización de antihelmínticos debe ir acompañada de otras acciones de manejo complementarias, como pueden ser el manejo de pasturas y alternancia de categorías animales y especies, de modo de prolongar la eficacia de los mismos. Un enfoque integral de control es el recomendado en estos casos y es el más efectivo.
Coccidiosis
En esta situación de emergencia provocada por la sequía es de esperar que aumente el número de casos de Coccidiosis sobre todo en las categorías jóvenes (terneros o corderos). Las coccidiosis se ven muy favorecidas por las condiciones de hacinamiento que se dan por ejemplo al realizar la suplementación con granos, henos, ensilajes, etc. Éste es un parásito microscópico que si no es tratado a tiempo puede ocasionar la muerte de los animales, ya que provoca un grave deterioro de la mucosa intestinal, con pérdida de sangre a través de las materias fecales.
Recomendaciones:
Muchas veces la sangre no se evidencia a simple vista y lo único que se puede apreciar es una diarrea oscura o negruzca, por esto, ante cualquier caso de diarrea recomendamos la toma de muestra para su análisis coprológico. El tratamiento consiste en administrar antibióticos como Sulfa Trimetoprim, durante un período no menor a 5 días. Es conveniente luego de finalizado el tratamiento tomar muestras para análisis coprológico y confirmar la desaparición de este parásito.
Parásitos Externos
Garrapata
Controlar la garrapata del ganado (Boophilus microplus) no sólo es importante por el hecho de que es un parásito externo que se alimenta de la sangre de los animales debilitándolos, sino también porque es la que transporta los agentes que causan la enfermedad conocida como “Tristeza Bovina” (Babesia spp y Anaplasma spp).
La garrapata del ganado es además una enfermedad de denuncia obligatoria por legislación.
Las condiciones de sequía han favorecido que muchos animales se “pasen” de un predio a otro, porque los límites naturales (arroyos, cañadas, etc., se han secado) e inclusive la falta de comida y el mal estado de los alambrados, han favorecido las posibilidades de contagio. Existen zonas del país que están libres de garrapata y otras zonas en saneamiento.
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En estas ultimas, para poder movilizar ganado a un predio ubicado en la zona libre siempre se exigirá el Despacho de Tropa que deberá ser realizado por un Veterinario de libre ejercicio, acreditado por el MGAP.
Recomendaciones:
Para el control de garrapata existen varias opciones de principios activos y presentaciones comerciales: baño, aspersión, pour-on o inyectables. La mejor opción será aquella que surja del asesoramiento del productor con el veterinario de confianza y que se adecúe a las posibilidades económicas y de infraestructura del establecimiento.
III - Enfermedades infecciosas
Clostridiosis y Carbunco
Por lo general, el curso de estas enfermedades infecciosas es muy rápido y no hay oportunidad de realizar tratamientos curativos.
Para el caso de Carbunco, el productor encontrará los animales muertos, por lo general en decúbito dorsal (“patas para arriba”) e hinchados, y en ocasiones con sangrado por orificios naturales (nariz, boca, recto).
Debemos recordar que esta enfermedad es una zoonosis, o sea, una enfermedad que se transmite en forma directa de los animales al hombre, entonces será imprescindible que no se abran los cadáveres de animales que aparezcan muertos en estas condiciones, hasta tanto no sea confirmado el diagnóstico por un Médico Veterinario. Ante la duda, incinerar estos cadáveres o enterrarlos profundamente rociándolos con soda cáustica o cal viva. Las formas de resistencia de estas bacterias (esporas) tienen la particularidad de permanecer en el suelo e ingresan a través de la mucosa del sistema digestivo cuando los vacunos u ovinos ingieren suelo o pasturas infectadas.
Para el caso de las Clostridiosis, especialmente la Mancha, la muerte de los animales también sobreviene rápidamente (12 a 48 hs). Las esporas son ingeridas por el animal y permanecen en los tejidos animales hasta que cualquier evento traumático que disminuya el oxígeno a nivel muscular (golpes, vacunas mal aplicadas, castraciones) permita que las esporas eclosionen y se desarrolle la enfermedad.
Recomendaciones:
No se deben descuidar las fechas de revacunación contra estas enfermedades. Siempre es recomendable vacunar al menos 20 a 30 días antes del período de mayor riesgo de aparición de la enfermedad. Recordemos que las vacunas comerciales disponibles contra las Clostridiosis solamente protegen al ganado durante 6 meses y para el caso del Carbunco la protección brindada es anual.
IV - Enfermedades Tóxicas
Las plantas tóxicas en condiciones normales no son consumidas por los animales, salvo raras excepciones. Sin embargo, ante situaciones límite, estas plantas se transforman en un recurso forrajero y por ende en una potencial causa de muerte. De esta manera, resulta imprescindible su reconocimiento para evitar el consumo.
El Senecio es una maleza muy difundida en el país. Si bien no produce una muerte aguda, su consumo traerá aparejada una disminución productiva futura y por ser hepatotóxica, inevitablemente llevará a la muerte del animal. Los animales presentan tenesmo rectal (intentan defecar y no lo logran), cola estirada y vientre agrandado, adelgazamiento, desmejorando el estado general hasta que sobreviene la muerte. La única medida para prevenir la enfermedad es evitar el pastoreo de los animales sobre esta maleza.
Otras plantas a tener en cuenta son: duraznillo negro y el duraznillo blanco. Como prevención se aconseja la revisión de los potreros u otros lugares accesibles para el ganado y el reconocimiento de las plantas para detectar su presencia y así evitar el consumo.
Por otro lado, plantas que normalmente no producen patologías se vuelven tóxicas debido a la acumulación de ciertos compuestos en las mismas. Por ejemplo, los sorgos y el sudangras pueden acumular acido cianhídrico y/o nitratos. Una práctica habitual recomendada desde hace mucho tiempo para evitar la intoxicación con ácido cianhídrico es pastorear los sorgos y sudan con una altura de al menos 50 cm (que pase la rodilla). Sin embargo, este año debido a las condiciones climáticas hay elevadas concentraciones de ácido cianhídrico en el forraje verde de sorgo, aún pastoreado con alturas de planta superiores a los 40-50 cm y con 7-8 hojas desarrolladas. Estos altos niveles de cianhídrico se encuentran tanto en sorgos de tipo forrajero como para silo (granífero), así como en plantas pastoreadas y rebrotadas. Los síntomas son: dificultad para respirar (respiración rápida y dificultosa), incoordinación para caminar, temblores, orinan frecuentemente y el color de las mucosas es rosado y el de la sangre rojo brillante.
La escasez de lluvias es también un factor determinante para que haya niveles de nitratos en la planta superiores a los normales, los cuales son altamente tóxicos para los vacunos y cuyos síntomas son muy similares a los ocasionados por el ácido cianhídrico. Se dan en cultivos como avena, raigrás, trigo, maíz y algunas malezas de verano como Amaranthus quitensis o “yuyo colorado” y Chenopodium album o “yuyo blanco”.
Los altos niveles de nitrógeno en el suelo ya sea por fertilización, mineralización, zonas de pastoreo intensivo o que han recibido grandes cantidades de estiércol (salidas de tambos, huertas abandonadas, callejones) son condiciones del suelo que favorecen la acumulación de nitratos en planta. Suelos ácidos o deficientes en fósforo, azufre y molibdeno también son predisponentes. Los nitratos se acumulan principalmente en la base del tallo, tallo y hojas de plantas jóvenes. El color verde oscuro y un aspecto vigoroso son comunes en plantas con altos niveles de nitratos.
Los síntomas provocados por el pastoreo de cultivos con altos niveles de nitratos son: dificultad para respirar (respiración rápida y trabajosa), incoordinación para caminar, temblores, orinan frecuentemente y el color de las mucosas es de color café y el de la sangre marrón.
V - Planificación del Control de las Enfermedades a Nivel Predial
En el Cuadro 1, se presenta un resumen sobre los momentos de mayor riesgo de aparición de las enfermedades más importantes mencionadas en este artículo y los momentos estratégicos de control, para que el productor gestione la aplicación del plan sanitario anual junto a su asesor veterinario.
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VI - Consideraciones Finales
Lo importante es incorporar planes de vacunación adecuados para prevenir las enfermedades infecciosas más comunes. Para esto, es fundamental en los animales jóvenes que se vacunan por primera vez, revacunarlos a los 15 a 20 días para lograr una correcta inmunidad. Posteriormente, no descuidar el cumplimiento de las fechas de revacunación, ya sea semestralmente o anualmente, según sea la especie animal y/o la enfermedad a prevenir.
Para el caso de las enfermedades parasitarias es importante conocer cuáles son los parásitos que están ocasionando problemas y si las drogas disponibles comercialmente a nivel nacional son efectivas en nuestro establecimiento. Debe sumarse a esto un buen manejo de las pasturas y de la ambientación de las categorías animales, particularmente las más jóvenes que son generalmente las más susceptibles.
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Autores:
Georgget Banchero
INIA Uruguay - Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria
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