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El caballo hace tu vida más feliz

Publicado: 2 de enero de 2009
Por: Rubén Morales Popitán, Entrenador de Caballos, Club Ecuestre Internacional, Chile
Estimados amigos, teniendo por vocación el compartir lo que se y lo que siento como entrenador y jinete, no logro conservar secretos.  En la medida que más resultados y experiencia han llegado a mi vida, mas importancia atribuyo a las características personales del jinete y su instructor o maestro. Y quiero compartirlo con ustedes. 
Muchos de los jinetes en la época actual montan con la franca intención de ser competidores deportivos a diferencia del pasado agrícola (en mi infancia) en que las personas montábamos para movilizarnos, para supervisar la empresa o ir al trabajo. La empresa era la ganadería.
En el pasado casi todas las personas montaban y bastante bien, eran jinetes provenientes de la generalidad de la población, gente provinciana que montaba con la ambición de tener un día sin percances y cumplir sus deberes.  El caballo era un bien preciado, respetado.
A mi y mis primos no se nos permitía galopar o sudar los caballos sin motivo y no encontrábamos motivos legítimos, entonces galopábamos sin motivo y por lo tanto sin permiso.
Terminábamos sudando  los caballos y a alguien se le ocurrió la idea de tirarles tierra para secarlos y salvarse del castigo, que podía ser varios días sin montar. Lamentablemente nuestro abuelo, que era el juez en esta materia, se daba cuenta y era capaz de darnos un buen reto.
En mi infancia y en el lugar donde crecí, caballo era algo con mayúscula, era una suerte de privilegio que uno se debía ganar con respeto y buen actuar, lo mismo que el traje de Huaso (jinete típico de Chile). El traje de Huaso nadie lo hubiese usado sin haber gozado de cierto tipo de respeto en su entorno.
Hoy en día en la mayoría de los países es común vestirse de jinete típico sin serlo o sin comprenderlo, amigo, me refiero a una vestimenta que honraba a quien la llevaba puesta, si no has sentido eso es como vestirse de Samurai sin ser Samurai y sin tener idea de ellos. No obstante si ellos te educan y te reconocen, ¡hazlo¡ ¡Te felicito! De eso se trata.
Estas en tu derecho si buscas estrictamente información sobre como montar y sobre eso esta lleno de enciclopedias y personas que recitan enciclopedias. Pero mi intención es sacarte del montón, que seas mejor, que saques fuera lo mejor de ti y en mi experiencia e intuición, no lo lograrás sencillamente educando muy bien a tu caballo, también debes educarte muy bien tú.
Tú necesitas un buen caballo, tu caballo necesita un buen ser humano.
Hoy en día el total (o universo) de jinetes esta compuesto por personas que eligen montar y competir como jinetes. Y muchas veces me pregunto;
¿Cuál es el perfil del promedio de personas que hoy escoge al caballo como deporte?
Sea cual sea, tenemos a los nuevos jinetes, a los instructores y los caballos. Y es ahí donde esta la matriz para el futuro, el futuro de cada jinete, de cada caballo, de una asociación, de un club, de un deporte, de una tradición y la imagen ecuestre de un país también.
Toda esta matriz primaria que es el jinete, su instructor y el caballo es un trinomio y  tiene al menos 6 flujos básicos de información:
1)     Del caballo al jinete.
2)     Del jinete al caballo.
3)     Del jinete al instructor.
4)     Del instructor al jinete.
5)     Del caballo al instructor.
6)     Del instructor al caballo.
Lamentablemente es frecuente encontrar en materias ecuestres algunos tipos de rigidez en la educación, falta de tacto e intuición al momento de enseñar. La precisión es una cuestión imprescindible, el futuro, el progreso, es una cuestión de precisión.
Algunos hábitos sucesivamente mal interpretados por algunos instructores vienen de la época en que la técnica era la precisa para dirigir a la Caballería, es decir escuadrones con centenas de jinetes.
Por supuesto que siempre existió gente que fue superior, hace siglos ya hubieron Maestros mejor que los de hoy, no es una situación de mayor calidad a mayor modernidad, quizás es al revés. Prueba de ello son el General Griego Xenofonte y Alejandro Magno dentro de cientos.
Sin embargo hoy muchos trinomios trabajan a un nivel tan básico y general que pareciera una charla dictada a un montón de jinetes, no se perciben las instrucciones adecuadas a cada binomio,  lo lamento pero tu progreso comienza cuando trabajas con tus características mas individuales, lo mismo vale para el caballo.
Si trabajas con instrucciones generales, básicas, serás uno más o serás superior en el doble de tiempo si tienes mucho talento.  Esto es como retirar dinero del cajero electrónico, es decir; No te sirve conocer donde esta el cajero electrónico, ni poner la tarjeta, si no tienes la clave. Solo con la clave sale el dinero.
Esto es lo mismo, quienes progresan han encontrado ciertas claves, pero en mi opinión, mucha gente esta haciendo la fila al cajero, con una tarjeta en la mano, ¡pero sin la clave! Y muchos instructores no distinguen la diferencia entre trabajar con claves o sin ellas.
 
El equilibrio te facilita las claves.
No me refiero al equilibrio de las enciclopedias ecuestres, me refiero al Equilibrio integral.
Un instructor o Maestro que pretenda formar buenos jinetes debe ser capaz primero de hacer buenos caballos, gran tarea por si sola. Pues solo entendiendo la forma de esculpir un caballo de calidad puede dar instrucciones a los escultores jóvenes.
En la tarea de formar a un futuro jinete y entrenador debe estar presente la entrega y demostración de principios y valores, de nada vale hacer clases de montar si tanto el instructor como el alumno no procuran ser personas integras, de buen actuar, con buenas costumbres, ética, principios y valores.
El ambiente ecuestre actual es en si mismo una cantidad muy grande de personas que en su mayoría hacen una gimnasia parecida pero que no siempre entrelazan el sentimiento original de la relación hombre y caballo. O la relación original entre dueños de caballos, lo que se supone que son los Caballeros.
Desde tu perspectiva es posible que sientas que esto no es lo medular y puede ser. Esto puede ser lejano, tanto como puedes estar lejano de tu máximo potencial, para salir del montón estas cosas constituyen las diferencias. Hay jinetes que compiten bien, pero ignoran como enseñar bien y quizás pasaran por esto sin aprender jamás a enseñar. Para ellos, salir del montón es diferenciarse y aprender a enseñar caballos, no solo pilotearlos.
El secreto más grande, el idioma que se maneja entre los más serios de la industria, es lo No Visible. Debes sentirte bien de que se escriba más sobre esto, ya era tiempo. La diferencia entre un trabajo común y un trabajo de excepción puede ser perfectamente invisible en su fase de inicio, consolidación o preparación, es en los momentos de acción donde se nota la diferencia, la técnica y  la energía acumulada.
Si lograras aplicar acciones de enseñanza en los momentos que quieres enseñar y acciones de desempeño solo cuando necesitas desempeño, controlarías el progreso de tu caballo como matemática simple.
Uno sabe  ahorrar un centavo y gastar un centavo, pero en el caballo las personas no distinguen bien la diferencia entre "dar" y "pedir", lo común es mover al caballo de un modo revuelto ignorando el guardar o el derrochar, sin saber si siembras o cosechas y eso es posible de aprender.
Es como revolver el ahorro y el gasto, sin saber cuando gastas y cuando ahorras. Debes tener en cuenta que al caballo no le gusta "desempeñar" repetidamente actos perfectos y exigentes, pero si es muy noble para ensayar y aprender repetidas veces. La diferencia, a alto nivel, puede ser feeling y algunas cosas más, es una de las razones de que pocos progresan y muchos pasen mucho tiempo al mismo nivel, no es simple de escribir.
Con lo No Visible me refiero más precisamente a que el éxito en el entrenamiento de caballos físicamente sanos se resuelve a nivel de la mente del caballo. Es ahí donde debes comenzar a programar y desprogramar el computador de tu caballo, debes conocer las sensaciones que preceden a las acciones y por lo tanto debes aprender a trabajar en la creación y modificación de sensaciones del caballo.
Si trabajas solamente a nivel de acciones y reacciones del caballo ya estarás tratando con un computador programado, estarás lidiando con ordenes sólidas que se crearon sin que supieras en que momento y posiblemente sin que supieras lo que se programo o consolidó.
Para comprender lo No Visible o sea la frecuencia del éxito ecuestre, debes respetar lo que el caballo siente. Para eso debes también estar consciente de lo que tú sientes.
Una forma fácil de conectarse con el éxito de lo no visible, esa frecuencia que sincroniza las manadas, es comenzar a ponerse en el lugar del caballo.
Para trabajar en esta frecuencia se necesita adaptación, un cambio gradual pero con una dirección clara. No importa si comienzas por entender al caballo, pues terminaras por  entenderte a ti mismo y si comienzas por ti, terminaras entendiendo a tu caballo. Si no haces ninguna de las dos cosas será como caminar sobre el hielo, no sabes en que momento se romperá tu camino.
Si tu instructor ecuestre no te transmite valores, principios, conocimiento de ti mismo, conocimiento de todo, no es problema, puedes buscar tu crecimiento personal de muchas maneras paralelas. Pero equilibra tu forma de ser y llegaras más alto, estarás en condiciones de aprender lo más selecto llegado el momento.
Tu caballo esta 22 horas al día en el box habitualmente y tu tienes menos de 2 horas al día para hacer su vida feliz y de el un deportista. Si trabajas mal desperdicias todo tu esfuerzo y la oportunidad de darle un pasar digno al caballo.
La vida de tu caballo debe ser importante para ti, nunca lo trates como mascota, es un caballo, no un cachorro. Debes entrar en su frecuencia, entonces podrás llegar al punto de conectarte fluido con él.
Existe esa zona en donde se encuentran un buen caballo y un buen jinete, cuando esto sucede el éxito deportivo puede casi no importar, por que tu satisfacción interior, por haber recorrido tan grandes caminos y haberte integrado con tu caballo será una satisfacción tan grande que tú y él la recordarán siempre, independiente de las escarapelas que conserves.
Simultáneamente, ese mismo camino es el que te puede facilitar el éxito deportivo.
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Ruben Morales
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Arnoldo Hernandez
4 de febrero de 2009
Un artículo por demás agradable, quienes crecimos al lado de estas magestuosas criaturas, valoramos esta relación con ellos en todo lo que vale y representa. Yo nací a 80 Km. de E.U.A. y nuestro estilo es el de ellos, crecimos usando a los caballos como una herramienta de trabajo para el manejo del ganado, pero no a cualquiera se le da esa oprtunidad, al principio es en ancas del caballo, guiado este por un adulto, dspués nos daban la oportunidad de enfriarlos cuando llegaban exhaustos del campo, después de un arreo, y cuando empezabas a demostrar algo de habilidades dentro del corral, podías salir al campo, alrededor de los 12 años de edad. Actualmente además de eso, lo usamos como distracción y, es cierto, es el mejor terapeuta y hace nuestra vida mas feliz. Enhorabuena.
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Retamal Carolina
Retamal Carolina
8 de julio de 2009
a mi yegua le duele la mano derecha a la altura de la rodilla aparentemente tiene liquido ya que después de el entrenamiento le duele y la mantiene levantada si alguien sabe de algo para el dolor cuéntenme por favor. tiene 4 años medio esta mudando y corremos con ella
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Jose Rolando Ortega Abarca
Jose Rolando Ortega Abarca
7 de julio de 2009
El caballo como un ser integral: La sincronización con el caballo la obtienen todos, todas las personas, la diferencia es el resultado. Algunas personas en su sincronización con el caballo participan recibiendo una patada o un mordisco, como consecuencia de su interacción. Si subimos el nivel de interacción vemos que casi todo el mundo trata o galopa en un caballo, ok. A mayor nivel tenemos que mucha gente hace Salto o Adiestramiento al menos como entretención y logran hacer algo, pues conocen pautas de enganche con el caballo, de conexión con el caballo, como que si sujetas las riendas el caballo debiese frenar. Ahora si vamos al plano de personas que tienen la misión de enseñar caballos vemos que algunos fracasan, otros triunfan parcialmente y otros tienen mucho éxito. Cuando sugiero dimensionar al caballo como ser integral es tratando de facilitar el trabajo a la persona que procura enseñar un caballo, pues ustedes verán que a poco avanzar las causas de el estancamiento en el progreso de un caballo o la aparición de vicios, no son por ignorancia de las formas básicas o tradicionales de trabajo. Las razones muchas veces están en aspectos relacionados a los estados de ánimo del caballo, de sus sensaciones e intenciones. Por ejemplo un caballo que rehúsa un obstáculo puede no tener miedo al obstáculo, pero puede tener un grado de desprecio al jinete, puede sentir que lleva una buena mochila pero no un guía. Esto sucede cuando los jinetes gimnastas que montan bien pero no se comunican con sus caballos han iniciado un caballo y lo envían a los obstáculos sin antes haber creado en el caballo la idea que en la espalda va un guía, un guía que puede presionar y llevar al caballo hasta otro punto que el guía decide. Muchas veces los jinetes envían al caballo hacia un obstáculo por que ven que el caballo esta avanzado, pero pueden estar ignorando que es un avance sin corazón, un avance frágil, que se quebrara tan pronto como el caballo compare la importancia entre el obstáculo y la mochila. El caballo pronto comprenderá que el obstáculo es poco importante pero además puede darse cuenta que el jinete es aun menos importante, el jinete no tiene poder sobre el, pues el jinete no supo educar a su caballo. Entonces el caballo comienza a decidir detenerse frente a los obstáculos. Muchas personas se preguntan ¿Por qué teme mi caballo a esto? Y no es temor al obstáculo, es un tipo de desprecio al jinete. Una proyección de esto es cuando el caballo después no quiere ni entrar a la cancha de trabajo. Entonces ¿que tiene que ver en esto un ser integral? El caballo avanza sobre los obstáculos si es que tiene razones para contradecir su instinto, su lógica. Esas razones se las debe dar el entrenador. Si comprendemos que el caballo no desea saltar cosas extrañas y vistosas seremos mas conscientes y capaces de darle razones para hacerlo, si alguien solo mira al caballo como una maquina dirá este es un caballo Holstainer y saltará por que es Holstainer, de ese modo habrá otro dueño de Holstainer que no logra saltar. Muchos de los orígenes de los vicios y defectos en el deporte ecuestre tienen su origen en las reacciones que toma el caballo a partir de lo que realmente quiere hacer o no quiere hacer, si siente calma o rabia. Lo lamentable es que muchos entrenadores solo trabajan con la gama de conocimientos que ven y que creen, y eso es lo físico, la raza, los músculos, la edad o la alimentación de su caballo y no tienen conciencia de que el caballo tiene una mente que decide que hacer con todo eso. Entonces cuando el caballo crea un truco, las personas buscan el origen en la musculatura de la espalda o la molestia de la articulación o las líneas de sangra maternas, pero pocos desarrollan la practica de buscar los motivos en las ideas del caballo. También el caballo afecta la perfección a través de ideas, a veces entorpece un mejor performance por que no acepta soltarse a las ayudas, pero las personas permanecen concentradas en aspectos meramente mecánicos sin percibir que el problema y la solución están en el campo de las sensaciones y decisiones del caballo. Si los entrenadores se abren mas a incorpora la mente del caballo se evitaran montones de perdidas, pues los trucos del caballo ante la mirada tradicional son atribuidos casi siempre a musculatura, genética o falta o exceso de grano. Si ustedes empiezan a reconocer que trabajan con un ser integral poco a poco leerán mejor lo que esta diciendo el caballo y lo interesante de eso es que ustedes saldrán con la suya, no el caballo. Si no lees al caballo, el caballo sale con la suya y no tu. Saludos..
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Ruben Morales
13 de mayo de 2009
Gracias Anahi, estamos en contacto, Saludos, Rubén.
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Anahí Zlotnik
Anahí Zlotnik
9 de mayo de 2009
Hola Rubén Hacía tiempo que quería leer tu artículo que ya desde el título me atraía. Muy bueno tu enfoque. Algo así como montar con el caballo en vez de montar a caballo. No es mía la frase, pero sintetiza mi sentir hacia estos bellos animales. Cuánto podemos aprender con ellos y mejorarnos como personas. Saludos Anahí Zlotnik MV
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Ruben Morales
1 de marzo de 2009
Hola Sandra Gracias por todo. Uno de los aspectos que he querido transmitir en este breve articulo no es solo la importancia de tener un buen maestro. Hay otro aspecto, es la importancia de que los maestros sean capaces de percibir cuando han quedado chicos para un binomio. Muchos jinetes y caballos rinden menos o saben menos de lo que podrían por que trabajan con maestros que los tienen topando un techo y para peor les hacen creer que el jinete es el limitado o el caballo es el limitado. Para mi, creo que el principal limitador es el maestro, después el jinete y al final el caballo, guardando proporciones y casos puntuales. El problema es que el jinete o alumno no sabe que su maestro omite montones de aportes y correcciones que cambiarían la historia y el caballo omite de expresar lo mismo respecto del maestro y además del jinete, principalmente por que no sabe conversar. Puedes reír. Hay muchos instructores que al igual que los caballos ya tienen una pauta que no les permite ver mas profundo, es cuando la experiencia ha logrado hacernos expertos en nuestras propias limitaciones, inflexibles frente a nuestras propias necesidades de progreso, como los caballos, aquellos que después de mucha experiencia son los mas difíciles, en vez de ser los mas fáciles. Creo que el 60[percent] de las limitaciones de un jinete promedio esta meramente en estar basado en una formación teóricamente rígida que le impide usar su creatividad y sensibilidad todo el tiempo, Saludos cordiales, Rubén.
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Sandra Gonzalez
Sandra Gonzalez
27 de febrero de 2009
Simplemente apasionante su comentario, la descripcion que realiza sobre el trinomio, me parece totalmente cierto, yo escuchaba hablar siempre del binomio, pero sin un buen instructor, esa simbiosis no funciona. Que interesante seria que Ud realice una charla, aqui en Argentina, tenemos mucho para aprender. Saludos, atte. Sandra
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Jose Rolando Ortega Abarca
Jose Rolando Ortega Abarca
25 de febrero de 2009
Muy buen articulo la pasion equina hay que de mostra con la etica implementando los conociemtos adecuados de como hay que tratar a un caballo y la relacion que hay con el jinete. saludos
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Ruben Morales
14 de febrero de 2009
Hola Juanjo Disculpa el desfase en mi comentario pero no pude antes. Yo también considero vital el trabajo pie a tierra, de hecho trabajo bastante los caballos pie a tierra, los nuevos y los maestros. Creo que hay algunas cosas que tengo en cuenta en relación a esto. 1. Que no importa tanto la receta como el maestro es decir, a mi me resulta indiferente que me digan trabajo montado, con riendas largas o libre. Lo que me importa es que persona hará eso. Después de ver quien y como trabaja, yo puedo tener una opinión si es algo útil para el caballo. El caballo lee el tacto de la persona, no solamente el método o la receta. Un buen método, aplicado sin tacto, no sirve. Sin taco me refiero a una insuficiente sensibilidad y reactividad, no me refiero a ser torpe. 2. Para llegar a la cima es necesario subir, en este caso, subir a la montura. Creo que el refinamiento se logra montado. Trabajar pie a tierra es muy técnico pero creo que no reemplaza el tacto de un buen jinete. 3. En relación a un comentario que decía que montar es un arte, yo no pienso igual. Creo que el caballo esta en desventaja, esta cautivo y sirviendo a lo que nosotros decidamos, o sea es casi un tipo de esclavo. Por esa razón no lo considero un arte por que estamos utilizando un animal que esta bajo la montura por decisión e imposición nuestra, no decisión propia. Saludos cordiales, Rubén.
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Clara Fernández De Mesa
Clara Fernández De Mesa
12 de febrero de 2009
Me ha gustado mucho tu artículo, estoy totalmente de acuerdo. Montar a caballo es un deporte, pero más que deporte es un arte. Un arte que todo el mundo no tiene, ya que hay que tener una sensibilidad especial para entender al caballo, una vez que se entiende se podrá montar. Soy de Madrid, y monto en un club hípico donde forman a los jinetes para competir, la mayoria de ellos ni saben medianamente montar a caballo, pero eso no importa, lo que importa es ir a un concurso con el mejor caballo que economicamente se pueda permitir y lucirse. Cuando era pequeña y empecé a montar a caballo nos hacian pasarnos horas y horas con ellos, limpiandolos, poniéndoles las monturas, bañándolos, dándoles cuerda... Ya no, ahora es subirte como en una moto, y a concurso, que es el aliciente que se tiene para seguir montando.
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