Por qué la solubilidad KOH ya no mide la calidad de la soja extruida

Este análisis técnico, presentado por la Dra. Janeth Colina, Directora de Investigación en Nutrición de Insta-Pro International, aborda la desconexión entre el método tradicional de control de calidad para la soya y el valor nutricional real de los productos procesados por extrusión. Históricamente, la solubilidad de la proteína en hidróxido de potasio (PS-KOH) ha sido el estándar para evaluar la calidad del procesamiento de la harina de soya extraída por solventes (HES), donde valores ideales se sitúan entre 80% y 85%, y valores inferiores al 70% sugieren sobreprocesamiento. Este método se desarrolló para estimar la desnaturalización proteica, asumiendo una correlación con el valor nutricional.

La extrusión seca de alto cizallamiento, un proceso mecánico que utiliza alta temperatura y corto tiempo (HTST), no emplea solventes químicos y produce productos como la soya integral extruida o la harina ExPress®. El punto crucial para el profesional y el productor es que, en estos productos mecánicamente procesados, el índice KOH pierde su fiabilidad, lo que puede conducir a errores graves en la formulación de alimentos balanceados.

El estudio demuestra que la baja solubilidad KOH, que tradicionalmente sería rechazada, indica lo opuesto en la soya extruida. Por ejemplo, en un estudio, los coeficientes de digestibilidad más altos para la lisina y la metionina se observaron con una solubilidad KOH del 61.64%, un valor que por el estándar de la HES indicaría un sobreprocesamiento. De manera similar, en un ensayo con pollos de engorde alimentados con soya integral extruida de alto cizallamiento, el mejor índice de conversión alimenticia (FCR) se registró precisamente en los lotes con los valores de solubilidad KOH más bajos (FCR de 1.20 con 63.03% de KOH).

Si bien la solubilidad en KOH sigue siendo un indicador valioso para evaluar la harina de soya extraída con solventes (SBM), no debe considerarse una métrica confiable para la harina de soya extruida en seco de alto cizallamiento ni para la harina de soya ExPress®. Las distintas condiciones de procesamiento y las diferencias resultantes en la composición química entre estos productos requieren una transición hacia métodos de evaluación más holísticos y específicos para cada proceso. Confiar en los índices tradicionales sin tener en cuenta estas diferencias puede resultar en una formulación de alimento deficiente y comprometer el rendimiento animal.

En definitiva, la evidencia indica que ningún índice de calidad proteica por sí solo refleja las condiciones de procesamiento adecuadas6. El estándar de oro para evaluar la calidad del procesamiento de la soya siguen siendo los ensayos de alimentación animal, que miden directamente la lisina digestible y los resultados de rendimiento.

Para la comunidad académica, este trabajo subraya la necesidad de una profunda revisión en los protocolos de control de calidad. El método KOH, si bien sigue siendo valioso para la harina de soya extraída con solventes, es inconsistente para los productos procesados mecánicamente, debido a las diferencias en las condiciones de procesamiento (HTST). El debate se centra en que ningún índice de calidad proteica por sí solo refleja las condiciones de procesamiento adecuadas. En última instancia, el estándar de oro para determinar la calidad sigue siendo el ensayo de alimentación animal, que mide directamente la digestibilidad de aminoácidos y los resultados de rendimiento, forzando a la industria a desarrollar métodos de evaluación más específicos para cada tecnología de procesamiento.

Fuente: https://img.petfoodindustry.com/mindful/watt/workspaces/default/uploads/2025/08/instapro-10-wp-2509.ihQjtGajeb.pdf