Un viaje sin riesgos comienza antes de cargar: buenas prácticas en transporte avícola que importan tanto como el bienestar animal.
En cuanto a buenas prácticas, varios países ya han implementado medidas claras:
- En el Reino Unido (y Canadá), se recomienda que los vehículos que acceden a las granjas se limpien y desinfecten completamente antes de entrar, con especial atención a ruedas, bajos y paso de carga. Además, el personal debe usar ropa y calzado exclusivo de la granja, con registro estricto de visitantes y acceso controlado (Poultry Biosecurity Guidelines, Wisconsin Department of Agriculture, Trade and Consumer Protection—Division of Animal Health).
- En los Países Bajos, los protocolos del sector avícola recomiendan instalaciones bien equipadas para lavado y mantenimiento de transporte, y desinfección de contenedores, envases y vehículos con detergente adecuado y agua potable (Cleaning and disinfection of transport crates for poultry – comparison of four treatments at slaughter plant).
Un componente esencial es el papel del conductor o transportista. Ellos son más que personas que conducen: son parte del sistema de bioseguridad. Deberían limpiar sus zapatos, ropa, herramientas y cabina después de cada transporte. Documentación de bioseguridad de EE.UU. enfatiza que el personal debe desinfectar calzado y bañarse antes de entrar a áreas sensibles.
Es inevitable no hablar de cifras. Aunque los datos sobre mortalidad específica durante transporte son escasos, se han reportado pérdidas significativas en lotes contaminados. En algunos casos, contenedores no limpiados fueron responsables de tasas de mortalidad que superaron el 10 %, además de pérdidas en rendimiento y calidad de carne.
Desde un enfoque personal, veo este tema con urgencia. En mi experiencia, muchas granjas descuidan el transporte aviar, considerándolo un simple trámite. Pero he sido testigo de cómo un camión mal sanitizado puede desatar un brote que afecta toda la cadena: pérdidas económicas, angustia para el equipo y, lo peor, sufrimiento animal. Investir unos minutos en limpieza puede marcar la diferencia entre un lote exitoso o una tragedia silenciosa de mortalidad y enfermedad.
Recomendaciones prácticas clave
- Limpieza con agua caliente, cepillado y desinfectante de contacto seguido de secado (preferiblemente con aire caliente).
- Desinfección específica de ruedas, cabinas y contenedores antes y después de cada trayecto.
- Ropa y calzado exclusivo para granja; higiene personal al entrar.
- Registro de visitas y personal, limitación de accesos y control de bioseguridad.
El transporte aviar no es solo logística: es una oportunidad para prevenir enfermedades. Aplicar protocolos limpios y responsables no solo mejora bienestar animal, sino que protege nuestra producción y reputación. La desinfección efectiva es nuestra mejor defensora.