EE.UU. - Polémica por la velocidad de línea de procesamiento de aves

La velocidad a la que se procesan las aves de corral en los frigoríficos estadounidenses ha sido cuestionada legalmente durante varios años, y la batalla aún no ha terminado. Existe la preocupación de que aumentar la velocidad de la línea de procesamiento afecte negativamente a las aves en el punto de sacrificio y también pueda aumentar los riesgos de seguridad para los trabajadores de la planta.

En 2020, el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) había sido impugnado ante los tribunales por The Humane Society of the US por haber otorgado exenciones de velocidad de línea a 47 plantas avícolas en varios estados de EE. UU. en 2018. Estas plantas participan en lo que se llama la Nueva Inspección Avícola. (NPIS), y se les permite una velocidad de línea de 175 aves/minuto, cuando todas las demás plantas avícolas de EE. UU. deben permanecer en 140 aves/minuto.

Según el Consejo Nacional del Pollo (National Chicken Council) , desde hace 25 años se estudia el aumento de la velocidad de las líneas de hasta 175 aves/minuto: “Durante la administración Clinton se inició un programa piloto que utiliza casi dos docenas de plantas de procesamiento de pollos [...] , debatido y revisado en profundidad”.

Las exenciones concedidas en 2018 se prorrogaron con un formato modificado hasta 2022. En ese momento, tenían una nueva fecha de vencimiento el 31 de marzo de 2024. Sin embargo, su vencimiento se ha vuelto a prorrogar, esta vez al 15 de noviembre. El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, tomó esta decisión argumentando que necesita más tiempo para estudiar el tema.

Caso de Corte
Volviendo a la batalla legal, a finales de febrero, el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Norte de California dictaminó que los demandantes en el caso de 2020 contra el USDA carecían de legitimación activa .

El juez dijo que el panorama regulatorio había cambiado y que los demandantes (The Humane Society of the United States, Mercy for Animals y varios otros grupos de derechos de los animales) no habían demostrado que los supuestos daños fueran rastreables hasta los criterios de exención de 2018. Sin embargo, los demandantes recibieron permiso para modificar su denuncia en un plazo de 21 días.

En términos del supuesto daño a las aves, la sentencia señaló que “los demandantes alegan que cada paso [en el proceso de sacrificio] conlleva un margen de error tal que el resultado buscado en ese paso no se logra para un cierto número de pollos”. Estos pasos incluyen “grilletes al revés en una línea transportadora, paso a través de agua electrificada para dejar a los pollos inconscientes, corte de la arteria carótida con una cuchilla y inmersión de los pollos fallecidos en un tanque de agua caliente”.

La Humane Society of the United States y los demás demandantes ya presentaron una demanda enmendada y está prevista una conferencia del caso para junio.