Conforme la industria del huevo del mundo pasa a un ritmo constante hacia la producción libre de jaulas, es más importante que nunca garantizar una transición con éxito de la crianza a la postura. Es mucho más probable que las pollonas de Hy-Line cria das en ambientes que las prepara para las complejidades de los sistemas de postura sin jaulas cumplan todo su potencial ge nético completo, lo que resultará en mejor bienestar, productividad y sostenibilidad. A continuación se encuentran innovaciones clave y mejores prácticas que sustentan una transición sin complicaciones y efectiva en las operaciones libres de jaulas.
1. Compaginación de los sistemas
La base de una granja de ponedoras libres de jaulas con éxito empieza en la crianza o levante. Es básico que corresponda el ambiente de crianza lo más posible con el de la caseta de postura. Las pollonas que aprenden a moverse en espacios vertica les, utilizan perchas y localizan el alimento y el agua en un ambiente de niveles múl tiples tendrán más confianza y estarán menos estresadas cuando se cambien a sistemas similares en la postura. Las incon sistencias entre los ambientes de crianza y el de postura pueden llevar a una mayor cantidad de huevos puestos en el piso, un bajo comportamiento de anidamiento y un desempeño disparejo de la parvada.
2. Mobiliario y enriquecimiento: motivar el movimiento y la conciencia espacial
El hecho de proporcionar perchas, plata formas y rampas durante la fase de crian za desempeña un papel fundamental en el movimiento efectivo y en el desarrollo de la conciencia espacial. Estos enrique cimientos motivan a las aves a explorar, brincar y volar, comportamientos esencia les en los sistemas de aviarios. El diseño adecuado de las perchas, así como su colocación, también ayudan a promover el desarrollo músculoesquelético y a reducir el riesgo de daños del hueso de la quilla más adelante en el ciclo. La introducción estratégica de estos elementos en las pri meras semanas establece el panorama de ponedoras activas y ágiles.
3. Sincronización de la transferencia
De forma ideal, las aves deber transferirse a las 16 o 17 semanas de edad, justo antes de la llegada de la madurez sexual. Esto le permite a las aves ajustarse al nuevo am biente antes de que empiece la producción de huevos. El retraso en la transferencia aumenta el riesgo de ganancias de peso menores, huevos puestos fuera del nido, problemas de aglomeraciones y comporta mientos relacionados con el estrés. La evaluación previa a la transferencia debe enfo carse en el peso corporal y la uniformidad de la parvada para garantizar que las aves estén bien preparadas para las primeras se manas críticas en la caseta de postura.
4. Manejo de la iluminación
La iluminación durante la crianza y des pués de la transferencia es clave para es timular el inicio de la postura, entrenar a las aves y manejar su comportamiento. El aumento gradual de la duración del día va a acelerar la madurez sexual, pero debe alinearse con los objetivos de peso cor poral para asegurar que se logre el perfil correcto de huevo. Después de la transferencia, la colocación estratégica de luz en las zonas de perchas promueve que las aves suban y utilicen los nidos en el día. La distribución uniforme de la luz y la in tensidad adecuada ayudan a minimizar los huevos puestos fuera del nido y la conducta de amontonamiento, en especial durante este crítico período de ajuste.
5. Acceso al agua y alimento
En los sistemas sin jaulas, es fundamental asegurar que las aves tengan un fácil acceso al alimento y al agua. En la medida de lo posible, la disposición debe ser un reflejo del sistema de crianza. La colocación ade cuada de comederos y bebederos estimu la el movimiento vertical y ayuda a man tener la uniformidad y ganancia de peso. Las dietas de transición deben sustentar las cambiantes necesidades nutricionales del ave durante el crecimiento y desarro llo. Asesórese con el representante local de Hy-Line para obtener más información.
6. Manejo, transporte y vacunación
Los procedimientos de manejo y transporte deben minimizar el estrés para dar sus tento a una transición sin complicaciones. Debe capacitarse al personal en el manejo y técnicas de vacunación que garanticen que sea mínimo el estrés en el ave. De ben aplicarse todas las vacunas antes de la transferencia para evitar la supresión inmunitaria o retraso en el inicio de la pos tura. Durante el período de transición, es importante considerar los niveles de tem peratura y humedad, así como la dispo nibilidad de ventilación, para que pueda manejarse bien el bienestar de las aves.
7. Monitoreo cercano después de la transferencia
Son cruciales las primeras 2 a 3 semanas posteriores a la transferencia. Durante este período, las aves establecen rutinas del consumo de alimento y agua, uso de las perchas y postura. Debe intensificarse las verificaciones constantes de consumo de alimento y de agua, comportamien to de las aves, monitoreo de huevos en el piso y sistema, entrenamiento de los nidales y observaciones de la salud. Cual quier problema que surja, como amontonamientos, rechazo del alimento o exceso de huevos puestos en el piso, debe tratar se de inmediato para evitar el impacto en el desempeño y el bienestar a largo plazo.
8. Compensación a largo plazo
El invertir en una transición tranquila de pollonas a ponedoras reporta beneficios en todo el ciclo de producción. Las aves bien preparadas no solo producen de forma más consistente y eficiente, sino que también experimentan menos le siones, tienen menos estrés y presentan mejor emplume en toda la postura. Esto va a llevar a una menor mortalidad, ma yor calidad del huevo y rentabilidad de la ponedora Hy-Line. Al alinear los sistemas y mantener una supervisión de cerca durante esta fase, el productor puede des entrañar todo el potencial de la parvada y proteger la operación a futuro en este mercado mundial en rápida evolución.