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Huevo incubable

Huevo incubable. ¿Causa o consecuencia?

Publicado: 4 de septiembre de 2011
Por: Roberto Ricagno, M. V. Reproductores Cobb SA. Argentina.
Según la descripción de Robinson, Fasenko y Renema, en su libro "Optimizing Chick Production in Broiler Breeders", existen a grandes rasgos dos tipos de aves en la avicultura: broilers que crecen en forma rápida y eficiente para ser llevados a mercado a edades jóvenes y gallinas de postura que ponen mas de 300 huevos por ave por año. Cada una de estas aves tiene un propósito diferente. Los broilers no necesitan llegar a una etapa reproductiva, mientras que las gallinas de postura no necesitan crecer rápidamente o generar un cuerpo grande. Las reproductoras pesadas tienen algo de las características de los dos grupos anteriores: debiendo ser capaces de reproducirse eficientemente y al mismo tiempo conservar las características de rápido crecimiento que deberán ser expresadas por su progenie.
Es aquí donde quienes manejamos reproductoras pesadas debemos hacer uso de los programas de restricción alimenticia de forma muy ajustada para evitar que las mismas expresen su real potencial de crecimiento. De esta manera permitimos que estas hembras sean eficientes en su etapa productiva. Como sabemos, esto no es una tarea sencilla, y lo será aun menos en el futuro.
Históricamente, en un lote de reproductoras, se ha buscado la producción más eficiente posible de huevos totales. Hay otra visión complementaria a la anterior y es respecto a la mayor eficiencia en la producción de huevos incubables. Cuando pensamos en manejo del huevo incubable direccionamos, tradicionalmente, hacia el control de dos variables como son: limpieza y/o desinfección de los huevos y manejo de la temperatura de los mismos. Debemos reconocer que ambas acciones son ejecutadas luego de que el huevo es puesto y ya clasificado como "incubable"; y focalizan en "mantener" algunas condiciones de incubabilidad del mismo.
La idea o concepto que me interesa profundizar en esta oportunidad es que a lo que entendemos tradicionalmente por manejo del huevo "ya determinado como incubable" debemos sumarle otras variables, destinadas primero a "generar ese huevo incubable" y luego a "mantener dichas características de incubabilidad".
Por definición, el huevo incubable ideal debe tener de 52 a 68 gr. de peso, con extremidades claramente definidas, con una coloración ideal para la genética, con su cáscara limpia, integra y sin daños, con una densidad adecuada y libre de enfermedades. Muchos de estos aspectos que definen al huevo incubable deben primero ser generados y luego deben ser mantenidos. Estos aspectos son consecuencia y no causa de un manejo adecuado. Entonces, nuestro manejo alimenticio, lumínico, sanitario, ambiental, definirá el nivel de huevos incubables que logremos aun antes de que los mismos sean puestos.
 
Tabla 1: Aprovechamiento de huevos en dos lotes de reproductoras pesadas.

HT/GA (a)
Aprovechamiento
HI/GA
Nacimiento medio total
(b)
BB/GA
Lote A
189,4
96%
181,8
85,5%
155,5
Lote B
189,3
92,8%
175,7
85,7%
150,5
Cobb 2010. Resultados de lotes Sudamérica
 
Como se ve en la Tabla 1, ambos lotes generan casi la misma cantidad de huevos totales/gallina alojada (a). Además, casi tienen el mismo nivel de nacimientos promedio en su vida productiva (b), por lo que inferimos que ambos "mantienen las características de incubabilidad del huevo". Pero desde otro punto de vista, el caso A, "aprovecha o genera" un mayor numero de huevos incubables, y esto es un gran diferencial desde el punto de vista zootécnico y económico, en virtud del diferencial de pollitos producidos.
En las granjas, ya desde la recría o levante, pasando por la fotoestimulación y el posterior manejo de la  producción, condicionamos, en gran manera, el número, aprovechamiento o porcentaje de huevos incubables que generara cada lote de reproductoras. Por esa razón, el objetivo de esta presentación busca focalizar en el control de algunos de los factores de manejo en granjas de reproductoras que afectan a la cantidad de huevos incubables de un plantel.
"El huevo incubable no es la causa, sino la consecuencia de acciones de manejo correctas".
Diferentes condiciones pueden afectar el aprovechamiento de huevos generando huevos no incubables por diferentes razones. Siendo las principales las mencionadas en el ejemplo de la Tabla 2, en la cual, alguno de sus valores pueden y deben ser mejorados:
 
Tabla 2: Clasificación de huevos no incubables en un lote de reproductoras pesadas.
 
Numero
Porcentaje
Total de huevos no incubables
HT/GA
181,6
 
 
Dobles
1,7
0,95%
10,3 Huevos
Chicos/Grandes/Sucios
4,8
2,65%
Rotos/Cascados
3,8
2,10%
HI/GA
171,3
94,3%
 
Nacimientos
 
83,7%
 
BB/GA
143,4
 
 
Cobb 2010. Resultados de lotes Sudamérica. Lote 26 GN.
 
¿Sobre que temas podemos trabajar en granjas de reproductoras pesadas?
Dentro de lo que es el área de manejo de una granja de reproductoras pesadas, hay diferentes técnicas de manejo que nos permitirían controlar los siguientes factores, que afectan al "aprovechamiento de huevos":
1)    Huevos doble yema
2)    Tamaño del huevo
3)    Huevos sucios
4)    Huevos cascados, calidad de cáscara
5)    Desinfección
6)    Temperatura de almacenamiento
 
1) Huevos doble yema.
Es muy importante que como técnicos avícolas sepamos reconocer que al huevo doble lo generamos en las granjas. Este es la consecuencia de una doble ovulación, generada por folículos ováricos con el mismo estadio madurativo. Y, como sabemos, la mayor cantidad de huevos dobles aparecen en las primeras semanas de producción, siendo luego mucho menor su presentación. El porcentaje de huevos dobles, si es demasiado alto, puede condicionar los índices zootécnicos de un lote de reproductoras pesadas.
Hay fundamentalmente dos razones por las cuales debemos mantener un número muy bajo de huevos dobles, ya que si el mismo aumenta nos podrá ocasionar:
  • Menor aprovechamiento de huevos incubables.
  • Mayor posibilidad de mortandad de aves.
Cuando manejamos un lote entre las ultimas semanas de la recría y la madurez sexual, lo que realmente hacemos es un "manejo o control ovárico". El manejo de la función ovárica esta dirigido a tener una gallina que alcance la madurez sexual con un número ideal de folículos grandes amarillos (LYF), mayores a 10 mm de diámetro. El número ideal de estos LYF es de 7 a 8 al momento de la madurez sexual (Robinson et al, 1998; Renema & Robinson, 2004).
Un número excesivo de LYF no lleva a un incremento en la producción de pollitos, sino que esta relacionado con una mayor incidencia de huevos de yema múltiple o doble yema, o huevos con defecto de cáscara debido a ovulaciones múltiples. Lo que implica un menor aprovechamiento de huevos incubables.
Los dos factores principales que influencian el número de folículos grandes que se forman en el ovario son la alimentación recibida por las hembras y el peso corporal.
El desarrollo folicular excesivo esta vinculado a la alimentación excesiva. El número de LYF es relativamente fácil de aumentar en la madurez sexual por la oferta exacerbada de alimento. Incluso, en aves de peso corporal similar, la sobrealimentación puede acelerar el proceso de madurez sexual y elevar el número de LYF (Hocking et al.; 1987; 1989; Yu et al., 1992; Robinson et al., 1993; Renema et al., 1999; Melnychuk et al., 2004). Forzando la producción con aumentos importantes de alimento antes del 30% de postura en un lote favorecemos la aparición de sobreestimulación ovárica, lo que implica un riesgo con esos múltiples folículos en el mismo estado de desarrollo en la secuencia ovárica. Incrementos excesivos para llegar a la máxima cantidad de alimento pueden tener un dramático incremento en la cantidad de huevos dobles (Lilburn & Myers-Miller, 1990). El periodo comprendido entre las 2 a 4 semanas posteriores a la fotoestimulacion es el más crítico en términos de sobreestimulación ovárica. (Robinson, 2007)
Es por ello que los programas de alimentación conservadores entre las semanas 20 a 24 y las primeras semanas posteriores a la madurez sexual ayudan a minimizar estos problemas. El principal efecto de un programa de restricción alimenticia es el de limitar el numero de LYF en el ovario. Programas de alimentación "lenta" donde los incrementos son hechos en forma conservadora resultan en una reducción del número de LYF. (Robinson et al., 1998; 2007).
2) Tamaño del huevo
Hay razones obvias respecto a aprovechamiento de huevos por la que debemos mantener un tamaño acorde del mismo de acuerdo al estándar de cada edad y línea genética. Huevos muy pequeños o no serán incubados o afectaran el nacimiento y la calidad del pollito. Huevos muy grandes serán difíciles de colocar en las bandejas, resultaran en aumento de los fisurados o rotos, y a la larga menor nacimiento.
Cuatro principales factores son los que afectan al peso del huevo, tanto en la etapa inicial como en el resto de la vida productiva de un lote:
  • Edad al fotoestimulo
  • Peso corporal
  • Alimentación
  • Uniformidad
Algunos autores en el pasado no han encontrado evidencia de que la edad al fotoestimulo, por si sola, afecte al peso de los primeros huevos (Robinson et al., 1996; Lien & Yuan, 1994). Según Joseph (2001), atrasos en el fotoestimulo afectan al tamaño del huevo, no solo durante las primeras semanas de producción, sino durante todo el periodo productivo, pero fundamentalmente como una consecuencia de un mayor peso corporal al momento de la madurez sexual. En contrapartida, aves tempranamente fotoestimuladas redujeron el peso de sus primeros huevos (Renema et al., 2001)
Algunos investigadores estiman que el peso corporal al momento de la madurez sexual es el principal determinante del tamaño del huevo. El tamaño del huevo es determinado fundamentalmente por el tamaño de la yema que entra al oviducto posterior a la ovulación, y este, a su vez esta fuertemente influenciado por el peso corporal del ave (Leeson & Summers, 2005). El tamaño del huevo esta asociado al peso corporal, por lo que hembras mas grandes tienden a poner huevos mas grandes (McDaniel et al., 1981). Esto es aun más manifiesto hacia el final de la vida productiva. Aves más pesadas al momento de la madurez sexual pondrán huevos más grandes al final del ciclo y viceversa (Leeson et al., 2000)
Otras investigaciones sugieren que la cantidad de alimento consumido tiene mayor efecto en el tamaño del huevo que el peso corporal (Zuidhof et al., 2007) Hay factores nutricionales también afectan y quienes estamos en campo manejando a las aves podemos consultar a nuestros nutricionistas para ayudar a mantener el tamaño del huevo dentro de parámetros normales.
Por ultimo, en general, en un lote no solo buscamos controlar el peso medio de los huevos del mismo, sino también su uniformidad. Aves livianas pondrán huevos mas chicos y hembras pesadas colocaran huevos más grandes. Entonces un lote con mala uniformidad de peso producirá huevos con mala uniformidad en tamaño y peso. Aquellos lotes que mantengan un coeficiente de variación de 6% o menos para peso de huevo son considerados ideales. Como se visualiza en la Tabla 3, los huevos de tamaño estándar nacen levemente mejor que aquellos más pesados o livianos dentro de un mismo lote. (Bramwell, 2003).
Tabla 3: Nacimientos de huevos según su peso (de 32 a 41 semanas de edad)
 
Huevos Pesados
Huevos Estándares
Huevos Livianos
Nacimiento Total del Lote
Nacimiento
89,45%
91,38%
89,94%
89,27%
Bramwell, K et al., 2003
Nuevamente son factores relacionados a lo que denominamos manejo: fotoestimulo, peso corporal, alimentación y uniformidad, y la relación entre los mismos, los que en gran medida nos ayudaran a mantener este tópico en valores acordes a la línea genética que manejemos.
 
3) Huevos sucios.
Generalmente la aparición de huevos sucios esta relacionada a la combinación de dos factores: huevos de piso y mala calidad de cama. Un alto número de huevos sucios implica un error en el manejo de alguna de estas dos variables. Aunque parezca una obviedad, en un lote de reproductoras pesadas, necesitamos contar con gallinas que coloquen todos sus huevos en los nidos para evitar o controlar la contaminación bacteriana.
Respecto a los huevos de piso, tradicionalmente lo ideal sería que su número no sea superior al 1% promedio de la vida del ave, para no afectar la eficiencia del lote. Aunque sabemos que este numero tiene un margen muy grande de ocurrencia. De alguna manera estos huevos de piso afectan a la productividad general de un lote. Si son incubados, al afectar el nacimiento y calidad del pollito por contaminación de los mismos y si no son incubados, al afectar el aprovechamiento.
Según Bramwell (2000), dentro de las posibles causas que pueden llevar a la aparición de altos números de huevos de piso podemos citar:
  • Mal entrenamiento del lote.
  • Traslado tardío del lote.
  • Diseño del galpón.
  • Distribución de equipos.
  • Disponibilidad de nidales.
  • Calidad, limpieza y manejo de nidos.
  • Deficientes métodos de alimentación o problemas con los equipos.
  • Mal ambiente.
  • Desarrollo sexual del macho y actividad del mismo.
Parte de la solución a un alto porcentaje de huevos de piso depende del tipo de instalación, equipos y manejos. Si tenemos un problema de huevos de piso debemos fundamentalmente evaluar manejo y condiciones de alojamiento tan rápido como aparezca el problema. Siempre es preferible un manejo preventivo de estos problemas a un manejo correctivo. (Bramwell, 2000)
 
4) Huevos rotos o cascados, calidad de cáscara.
Desde el punto de vista del manejo, la aparición de altos números de este tipo de huevos puede estar relacionada a una insuficiente cantidad de recolecciones; a una deficiente cantidad de material para nido en las bocas de estos (manuales), a machos agresivos, a manejos bruscos dentro del galpón, durante la recolección de huevos, a lotes nerviosos, etc.
Diversos factores pueden afectar la calidad de la cáscara:
  • Genética
  • Dieta
  • Clima
  • Tamaño y peso del huevo
  • Edad de las aves
  • Factores sanitarios
Obviamente, huevos de cáscaras delgadas son más susceptibles a romperse o quebrarse. Mientras que huevos rotos o fisurados no son incubados, los de cáscara delgada pueden resultar en bajos nacimientos por mayor contaminación o tienen una mayor perdida de humedad durante el proceso de incubación, llevando a deshidratación y alta mortandad embrionaria. Los pollitos que nacen de estos huevos tienen una menor viabilidad durante los primeros días de vida y peor performance (Moyle et al., 2008).
Generalmente, en forma indirecta, solemos medir la calidad de la cáscara mediante la gravedad específica de los huevos. El rango en que pueden variar estos va desde 1.065 a 1.100; y buscaremos una gravedad promedio de 1.080. La gravedad específica mide indirectamente la calidad de la cáscara del huevo. Huevos con densidades menores a 1080 presentan mayor perdida de humedad, estando sujetos a un mayor numero de fisuras y mortalidad embrionaria precoz. Huevos con densidades específicas menores a 1.080 tuvieron pobres nacimientos y aumentos de la mortalidad embrionaria. (McDaniel et al., 1981; Bennett, 1992). Aunque actualmente hay algunas observaciones que no muestran esta postura tradicional de forma tan rotunda de las citas previas, ya que resultados de nacimientos de huevos con densidades específicas de 1.070 fueron tan buenos como aquellos con densidades mayores. Recién densidades de 1.065 o menores afectaron negativamente a los nacimientos (Moyle et al., 2008).
Las practicas de manejo, alimentación, sanidad, etc. deben ser las necesarias dentro de cada lote para mantener la calidad de la cáscara del huevo dentro de los niveles óptimos para cada edad, según los registros de cada empresa.
 
5) Desinfección
Las bacterias (también hongos) pueden penetrar las estructuras externas del huevo. Las defensas naturales que un huevo tiene contra este ataque generalmente no son adecuadas para proteger completamente al mismo contra la bacteria (Berrang et al., 1999). La contaminación microbiana luego de la oviposición es común aunque debe ser minimizada con procesos de manejo higiénico de los nidos, ambiente (cama del galpón), recolector, y por procesos de desinfección eficientes, con el fin de controlar el ritmo de multiplicación microbiana en la superficie del huevo, en especial en las tres a cuatro horas luego a la postura (Gustin, 2003)
Es por ello que el huevo se debe desinfectar inmediatamente después de la recolección y mientras esté aún caliente. Existen diferentes métodos de limpieza y/o desinfección de huevos incubables, de los cuales los más utilizados en nuestra región pueden clasificarse como:
a)    Mecanicos (lijado, trapeado, o con esponja)
b)    Fumigacion
c)    Aspersion
d)    Inmersion
En cuanto al método elegido para desinfectar huevos incubables, debemos tener en cuenta que cada uno de ellos se adaptara mejor o no a nuestras condiciones reales de producción, a nuestros reglamentos internos o regulaciones externas y que la elección del mismo debería ser hecha mediante resultados reales comparativos de los diferentes métodos dentro de cada compañía. La embriodiagnosis nuevamente es una excelente herramienta para utilizar.
Más allá de esto, lo más importante a mi consideración es tener en cuenta la calidad propia intrínseca del huevo que vamos a desinfectar. Primero, debemos partir de huevos limpios, con todo lo que ello implica desde el punto de vista del manejo. Limpiar un huevo sucio en forma externa no asegura la resolución del problema. Según Yoho et al. (2008) la contaminación de los huevos sucios que se limpiaron o lijaron no mejoró sustancialmente en comparación con los huevos sucios que no se limpiaron. Intentar limpiar externamente los huevos sucios hizo muy poco por mejorar nivel de contaminación. Por lo tanto, debe ponerse más énfasis sobre el manejo de la cama y el mantenimiento de los nidales para reducir la incidencia de huevos sucios. Para que la desinfección de los mismos sea parte de un proceso más dentro de nuestras prácticas y que no la veamos como la solución de otro problema previo, el de huevos sucios o contaminados.
 
6) Temperatura de almacenamiento
Los huevos incubables de reproductoras pesadas son generalmente mantenidos, según los casos, de 1 a 4 días en depósitos de las mismas granjas de reproductoras para luego ser enviados a la planta de incubación. El manejo inicial de los huevos puede determinar nuestro resultado de incubación, empezando desde la granja. En condiciones generales, sabemos que el huevo es puesto en el nido a 40ºC y que la temperatura de la sala de huevos de planta esta regulada en aprox. 20ºC.
Si bien enfriar huevos incubables es necesario, iniciar y frenar el desarrollo embrionario debilita al embrión y reduce su viabilidad. La situación ideal, desde el punto de vista de la temperatura, para huevos incubables es moverse (sin fluctuar) en tan solo 2 direcciones, una, en descenso, desde que el huevo es puesto por la gallina hasta la mas baja temperatura que será en la sala fría de la planta de incubación y la segunda, aumentando, a medida que los huevos comienzan el proceso de incubación (pre-calentamiento, incubación) (Bramwell, 2008). La base de este criterio es que: "el huevo debe llevarse hasta la temperatura de almacenaje de forma lenta y constante". Es importante de que no nos olvidemos de que el transporte es parte de este proceso y debe tener su temperatura controlada para que siga el concepto descripto anteriormente. Una temperatura de transporte adecuada está "entre" la temperatura de la sala de la granja y la de la sala de la planta.
 
Figura 1: Cambios ideales de temperatura para huevos incubables.
Huevo incubable. ¿Causa o consecuencia? - Image 1
Bramwell, 2008
Respecto a fluctuaciones durante el proceso de enfriamiento del huevo, estas no deberían ocurrir, ya que interrupciones del ritmo de descenso, como mesetas, con estabilización a cierta temperatura, o subas de temperaturas durante el proceso podrán generar mortalidades embrionarias. Variaciones tan leves como 1ºC (2ºF) pueden reducir los nacimientos hasta 3,5%.(Bramwell, 2008).
 
Conclusión:
Los huevos incubables son consecuencia directa del manejo que aplicamos a la reproductora, desde la recría. Lograr un mayor aprovechamiento de huevos incubables, implica manejo de nuestras aves, estructuras, implementos y sanidad para que mantengamos las variables anteriormente nombradas en valores aceptables.
Debemos ver las cosas de un modo diferente. Si en algún momento, nosotros como técnicos debemos respondernos a alguna de estas preguntas: Tengo mucho huevo doble, ¿como lo soluciono?, o mis gallinas ponen muchos huevos en el piso, ¿Qué puedo hacer?, o tal vez, ¿cual es el mejor método de desinfección para el huevo sucio? Es porque llegamos tarde a reconocer nuestro problema y debemos en ese momento actuar sobre la "consecuencia" que nombrábamos en la introducción de este artículo, y no sobre la causa, que sería trabajar en forma preventiva.
Trabajar sobre la consecuencia implica mayor esfuerzo, y ya de por si, perdida en los resultados zootécnicos y/o económicos.
Como técnicos debemos reconocer nuestra realidad en cada empresa y situación para que, con las herramientas necesarias, podamos tomar las decisiones adecuadas a cada problemática y poder prevenirla.
 
Bibliografía
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Julio Ricardo Buratti
Globoaves
25 de enero de 2019
Dr. Ricagno. Si bien esta charla ya tiene varios años, no pierde vigencia y para los que manejamos aves reproductoras, vale la pena repasarla. Felicitaciones.
Angie
31 de marzo de 2019
Me podria ayudar con una expliacion exacta de que es un huevo incubables
Ramon Alvarez
Universidad Central de Venezuela - UCV
22 de febrero de 2012
Me parece un buen material que explica con un lenguaje bastante accesible importantes aspectos que se dan en el interesante mundo de las reproductoras pesadas, donde coinciden dos aspectos antagónicos como lo son: las altas tasas de crecimientos (producto de alta capacidad de consumo) y la reproducción. Solo a través de la restricción alimenticia se ha logrado la mejor vinculación posible de estos dos aspectos. Mi punto es el siguiente: será el nivel de restricción alimenticia usado en granjas de clima templado, el mas apropiado para las granjas de clima tropical?. Me gustaria saber la opinión del autorde este articulo. Igualmente les recomiendo el siguiente material: Álvarez, R. y Hocking, P. 2009. British Poultry Science, 50:1,135 — 143.
Vicente Intriago
12 de febrero de 2012
uds explica rangos de peso de huevos para incubar de 52 a 68 gramos. me gustaría que me explique que incnveniente podrian encontrarse al incubar huevos mas pequeños o de mayor peso que lo indicado y mas que nada con los mas grandes cual es el problema
Sergio Sevilla
CMI Corporación Multi-Inversiones
8 de febrero de 2012
Para el huevo de piso son varios los puntos que se pueden tomar en cuenta: 1.) Iniciar desde la etapa de crecimiento a poner banquillos para que las aves aprendar a aperchar, en algunos casos se envian nidos a las granjas para que desde allí se logre entrenar a las aves 2.) Incrementar el número de personas en las primeras semanas de postura para rápidamente recolectar huevos de piso o gallinas que estén en el proceso de postura en el piso y llevarlas a nido. 3.) Colocar los nidos los primero días del traslado a nivel del piso para poder facilitar el entrenamiento de las gallinas. 4.) Una vez la gallina ya aprendió a poner huevos en el piso este comportamiento es casí imposible evitarlo en nuestra experiencia
Juan Pablo Vicente Pantalena
Globoaves
19 de noviembre de 2011
Estimado Dr. Roberto Ricagno, es siempre un placer aprender de un profesional de su calibre, así también los conceptos vertidos en sus visitas, me gustaría su opinión respecto a las posibles soluciones para disminuir la fase 3 de incubación desde granja, desde ya muy agradecido, y saludos de parte de nuestro equipo
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