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Factores medioambientales: recomendaciones para la productividad en ponedoras

Publicado: 3 de marzo de 2021
Por: Luis Soto, Consultor Técnico Comercial. Premex
Factores
Aunque nuestros países estén ubicados en el trópico y no tengamos condiciones de temperatura con cambios extremos o estacionales, sí tenemos el reto de pensar estratégicamente cómo mantener el estatus de confort del ave, logrando mayor control en las variables medioambientales que inciden en la productividad de nuestros negocios. Con la tecnología como aliada, tenemos hoy una gran oportunidad para incorporar mejores prácticas, que aquí compartimos.
1. La calidad del aire: oxígeno, CO2 y amoníaco
La calidad del aire básicamente está influenciada por tres factores principales: la cantidad de oxígeno, el nivel de CO2 y el de amoníaco. Mantener los niveles equilibrados de los tres es la clave. Por ejemplo, en la etapa de cría, cuando hacemos énfasis en la calefacción es importante lograr un buen balance entre manejo de temperatura y calidad del aire, ya que la combustión gasta oxigeno y es un generador importante de CO2.
En ocasiones, procurando mantener una temperatura adecuada en los primeros días, corremos el riesgo de absorber grandes cantidades de oxígeno del ambiente para generar combustión y al final esto arroja una residualidad que es el C02; situación que nos podría estar disminuyendo la cantidad de oxígeno disponible y a su vez aumentando el CO2, que por encima de 2000 ppm es perjudicial para las aves, generando problemas respiratorios, aves inactivas visualmente agotadas, bajas de consumo, entre otras. Una criadora de combustión tradicional es algo así como tener 2000 aves pequeñas más, respirando al mismo tiempo, del mismo aire disponible, para las aves ya presentes.
Así pues, la invitación es mantener un equilibrio adecuado entre el buen manejo de la temperatura y el correcto intercambio de gases, entradas de aire y salida de gases, teniendo presente que estos últimos siempre serán mas livianos permaneciendo en mayor proporción en la parte alta de la nave de cría.
El otro componente es el amoníaco que, aunque es mucho más determinante en pollo por el reciclaje constante de las camas, también hay que medirlo y tenerlo presente en ponedoras. El amoníaco es el gas resultante de la mineralización del nitrógeno orgánico de las heces y orina de las aves que, al salir al ambiente se volatiliza; el nivel recomendable para las explotaciones avícolas es inferior a 10 ppm.
La mejor solución es la ventilación, generar un intercambio para que salgan esos gases nocivos, en este caso el amoniaco y el CO2, pero sin tener bajas considerables en la temperatura ambiental. Aquí, la clave está en el manejo de las cortinas.
Gráfico 1. Niveles de CO2. Podemos ver cómo dentro de una misma granja, con igual edad, es poible tener diversos niveles de este gas nocivo, situación dada en gran medida por la variación en los tiempos y momentos de ventilación.
Si bajamos todas las cortinas, salen los gases de manera inmediata, pero también entran ráfagas de viento, y si las subimos todas, no habría intercambio. Así que hay que plantear estrategias: cada caso tiene un análisis particular, pero podemos recomendar lo siguiente: bajar la cortina interna unos diez centímetros para que los gases salgan (recordemos que el CO2 y amoniaco son gases livianos), la siguiente cortina la subimos y la de afuera la bajamos, así creamos un túnel ideal para que haya intercambio, sin que exista un cambio fuerte en la temperatura por ráfagas de viento directas. Invitamos a implementar estas estrategias desde el primer día que llegan las aves, no tengamos miedo a ventilar.
¿Cómo podemos saber que la calidad del aire está bien? Las aves que tienen un aire irregular o con una cantidad de CO2 muy alta, son aves que se caracterizan por una inactividad marcada y bajos consumos. Es ideal que un 25% de nuestras aves esté comiendo, otro 25% debe estar bebiendo, otro 25% descansando, y el 25% restante interactuando. Si al revisar, encontramos que el 70%- 80% de la población está acostada, estaríamos detectando que no hay una condición normal y debemos revisar nuestra calidad del aire.
Tengamos presente que la calidad del aire es vital en la respuesta inmune y en la ganancia de peso de las aves. Medir los parámetros del aire, con ayuda hoy del internet de los animales y correlacionarlo con el comportamiento del ave en el galpón, resulta de gran importancia para cuidar de nuestra productividad.

2. La temperatura
Comprender que los parámetros medio ambientales varían según la ubicación geográfica, el país, los tipos de galpón, etc, nos va a permitir analizar en detalle cada caso y a ir más allá de querer cumplir con los parámetros de las guías genéticas, que generalmente están construidos con datos promedios, sin tener en cuenta la zona y las otras condiciones que inciden, al fin y al cabo, son guías. Nuestras estrategias deben ir diseñadas dependiendo de cada lugar y necesidad.
Las aves son vertebrados homeotermos imperfectos, lo que significa que pueden modificar su metabolismo para mantener la temperatura corporal, pero no tienen otras herramientas para disipar el calor excedente como la sudoración, así pues, si tienen calor en exceso la disipación estará dada por herramientas de alto gasto energético jadeo, desplume, contacto con el suelo, etc. Su regulación de temperatura es muy dependiente de las condiciones ambientales, así que, si no les damos una adecuada temperatura y humedad según su edad, no van a ser capaces de mantener su estatus y seguir creciendo y los nutrientes suministrados en el alimento, se van a desviar bien sea para mantener la temperatura o por el contrario se van a gastar en disipar el calor excesivo.
Si bien nuestros países están ubicados en el trópico, y no tenemos cambios extremos de temperatura, sí tenemos variaciones y es importantes cuidarlas. En este sentido, hay una recomendación clave, se trata de trabajar para lograr que, independientemente de la zona donde estemos ubicados busquemos que el delta (la variación de la temperatura mínima del día a la temperatura máxima) no sea superior a los 6°C. 
El cambio de la temperatura entre el día y la noche, es un factor al que debemos ponerle atención. En el día, podemos tener una temperatura entre 25°C y 27 °C, pero en la noche puede bajar a 16 °C o 17°C. Es una variación significativa, y se podría estar desperdiciando energía que debería estar enfocada en ganar peso o producir huevo, para que el ave termorregule de forma adecuada. En un caso como este, aunque estos galpones estén en ambientes ideales es de gran utilidad instalar cortinas externas en la noche para mantener el calor del día.

3. La humedad relativa
La humedad relativa es el resultado entre la humedad ambiental y la humedad del ave, y es un factor determinante sobre todo en la recepción de la pollita y en su primera semana, porque cuando hablamos del ambiente de nacimiento o una incubadora, detectamos humedades relativas en el orden de un 80% a un 90%, así que lo ideal es que cuando lleguen al galpón, tengamos una humedad relativa lo más cercana posible a este porcentaje en el que nacieron o en el que se encuentren a la llegada. Cuando hay cambios muy fuertes en las primeras semanas, la pollita en dos días puede estar perdiendo entre 2 y 5 gramos por deshidratación.
Gráfico 2. Se observa cómo al momento de la recepción, tenemos las humedades relativas más bajas del ciclo por el precalentamiento del galpón o caseta; cuando deberíamos estar en humedades altas por la condición de la pollita a la llegada.
Es probable que no siempre podamos mantener esta humedad en niveles adecuados durante la primera semana, pero la invitación es mantener la humedad relativa alta al menos en las primeras horas o dos días para que el proceso de adaptación del ave a la humedad ambiental normal se dé de una manera más lenta y progresiva, y que así las aves lleguen al parámetro adecuado sin necesidad de sacrificar su nivel de hidratación.
Hay estrategias como foggers, aspersores de gota fina que aumentan la humedad relativa sin mojar la cama, otras como fumigadoras o vasijas con agua expuestas al ambiente o con el manejo de recipientes con agua colgados debajo de las criadoras para que evaporen y mejoren la humedad. Son detalles que nos ayudan a sobrellevar estos primeros días tan importantes.
A medida que las aves crecen, se van adaptando a su ambiente y no se ven tan afectadas por la humedades altas o bajas. Adicionalmente, como dejamos el encierro total después de la crianza y comenzamos a abrir las cortinas, permitimos que haya un intercambio de humedad entre el interior y exterior, y así llegamos a tener humedades ideales o muy próximas a las del ave. La mayoría del territorio donde hay gran volumen de granjas suelen tener humedades, después de terminada la crianza, entre un 55% a un 80%.

4. La luz
La luz tiene dos funciones: la primera, es que nos permite prolongar las horas luz o las horas día y la segunda es funcionar de estímulo para promover el consumo de pienso en las aves. Ahí podemos incidir de dos formas, alargando el día y aumentando la intensidad o los choques de luz para estimular la actividad.
Acá es necesario el equilibrio. Debemos tener en cuenta que, a mayor cantidad de luz, podemos generar mayor estímulo en la producción y consumo, pero un exceso de luz en la fase de producción va a generar un desgaste innecesario. Y así mismo, es importante saber que la oscuridad es el momento en el que existe la mayor ganancia de peso y asimilación de nutrientes en el ave, esto quiere decir que, si le dejamos las luces 24 horas, no le estamos dando la oportunidad de que descansen y realicen esa importante asimilación.
Gráfico 3. Variación entre el plan de luz definido y preestablecido, versus la realidad en granja; podemos ver que aunque ya deberíamos estar en plan 12:12 de luz, aún se están dando 18 horas de luz. Es de suma importancia involucrar a nuestros colegas y equipo dentro de la toma de decisiones para garantizar su cumplimiento, así como la comprensión de la importancia de cada proceso o parámetro.
Tenemos dos etapas determinantes en el manejo de la luzla primera es el levante, y su enfoque es a mayor horas luz, mayor consumo en las primeras semanas. Queremos que las aves coman mucho los primeros días para que desarrollen su sistema gastrointestinal y para que ganen peso. Durante esta primera fase, se maneja una alta cantidad de horas luz con mínimo dos horas de oscuridad desde el primer día. Normalmente cuando llegan se les deja 22 horas de luz, el primero y segundo día.
La otra etapa, es en producción. En esta fase, las aves tienen dos formas de arrancar este proceso, una es con un sobreestímulo bien sea lumínico, energético, dietario u otro, y la otra, es esperar su desarrollo fisiológico normal, es decir, que cada gallina empiece a poner cuando se sienta preparada.
La ventaja del arranque por estímulo es que todas arrancan al tiempo, entonces se tiene un arranque perfecto y uniforme, pero el reto es que el lote debe tener muy buen peso y tener muy buena uniformidad, porque de lo contrario aquellas aves con pesos inferiores pueden sufrir prolapsos, teniendo una mortalidad considerable.
En el otro tipo de arranque, cuando el ave se sienta preparada, con condición corporal y por naturaleza, comienzan a poner. La desventaja es que podemos recoger en un lote de mil gallinas un huevo en semana 16 y cien en semana 18 si es el caso, porque cada una va a su velocidad de desarrollo. Este arranque va a ser muy desuniforme, pero la ventaja es que estas aves tienen un mínimo desgaste y hay muy bajo riesgo de mortalidad por prolapsos. Su persistencia va a ser mejor, y finalmente se puede llegar a un mismo nivel de huevos respecto a la forma anterior, aunque con variación en el tiempo del ciclo.
Lo cierto es que para estos dos arranques es determinante la luz y queremos dar algunas recomendaciones. Logramos dar un estímulo lumínico, cuando superamos el triple de la luz en la que estábamos, quiere decir que, para generar un arranque por estímulo lumínico, debemos estar en 30 luxes en el levante y pasar mínimo a 90 luxes. Por eso es que debemos oscurecer en el levante, para que cuando pasemos al galpón de producción, exista ese disparo.
Aquí es clave hacer un buen manejo del oscurecimiento, poniendo polisombras o más cortinas, según sea necesario, cuidando la ventilación, y teniendo bien adecuados los galpones.
Siempre debe ser muy coherente nuestro objetivo productivo con el programa de luz. Nuestro programa va a depender de la intensidad de luz con la que vamos a estar en producción. Lo ideal es que la luz de producción nunca sea menor a la del levante.

¿Por qué la tecnología es una aliada en el control medio ambiental?
3 formas en las que impacta la producción
1. Nosotros podemos ir al galpón, en un momento determinado del día y ver que todo está bien, pero eso no quiere decir que las 24 horas lo esté. El internet de los animales nos ayuda a monitorear las 24 horas, detectando cambios que pueden estar incidiendo en la productividad. Por ejemplo, durante la etapa de calefacción y durante la crianza, que abarca la primera semana, los problemas respecto a consumo y humedad, se dan en la noche. La implementación de medidores para analizar esos momentos en donde no estamos, se vuelven una estrategia fundamental para tomar decisiones.
2. La medición de los parámetros nos permite analizar en perspectiva, detectando variaciones y correlacionando variables. Lo más importante en las condiciones medioambientales es encontrar cómo inciden en el comportamiento del ave y cómo puedo controlarlas mejor para lograr los objetivos productivos.
3. Entender cómo está nuestra calidad del aire, la temperatura, la humedad y la luz, nos permiten generar lo que llamamos confort del ave, lo que va a determinar la futura productividad de mi negocio “mi ave”.
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Autores:
Luis Carlos Soto Moreno
Avícola El Guamito
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Juarez Donzele
Universidade Federal de Viçosa - UFV
11 de marzo de 2021
Luis Soto, MIENTRAS SU ENFOQUE AL TEMA HA SIDO ACLARADO Y OPORTUNO, HA VISTO QUE LOS TEMAS DEL ENTORNO DE PRODUCCIÓN DE AVES POSTURALES, CONSIDERADOS, INFLUYEN DE MANERA SIGNIFICATIVA EN LA EFICIENCIA DE LA ACTIVIDAD. SIN EMBARGO CREO QUE UNO FUE OMITIDO ARTÍCULO NO MENOS IMPORTANTE DE LOS QUE YA SE HAN CONSIDERADO, QUE ES LA DISPONIBILIDAD Y TEMPERATURA DEL AGUA, ESTOS ASPECTOS ESTÁN LIMITANDO LA PRODUCCIÓN, PRINCIPALMENTE EN CONDICIONES DE ALTA TEMPERATURA,
Diego Rodriguez Rodriguez
Dismevet
22 de octubre de 2021
Ademas los gases nocivos , y el aire caliente tienden a subir y es mejor el recambio por oxigeno desde arriba.
Diego Rodriguez Rodriguez
Dismevet
22 de octubre de 2021
Siempre las cortinas deben ir pegadas Abajo y subir y bajar desde arriba , a los animales jovenes no debe darles el viento directo, hay mucha posibilidad de emfermedad respiratoria,
Griselda Jurado
18 de mayo de 2021
Me encanta la información de este sitio. Tengo dos dudas. Cuál es la forma correcta de poner las cortinas exteriores del galpón? Es decir, que se enrollen arriba o abajo? Yo tengo una variación de temperatura entre 8 y 12 grados entre el día y la noche. Tengo cortinas internas y externas, pero siento que es demasiada oscuridad. Mis gallinas rompieron postura hasta la semana 21, sin Rhode Island. Mi otra duda es, una vez rompiendo postura, cuántas horas de luz son recomendadas? (La verdad no entendí) Muchas gracias
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