Estrés oxidativo: Importancia del equilibrio redox

Muchos procesos fisiológicos que ocurren en los seres humanos y en los animales, como por ejemplo ciertas respuestas inmunes, la respiración, la conversión de grasa en energía o la digestión de los alimentos, dan lugar a unas moléculas potencialmente nocivas llamadas radicales libres.

Los átomos son químicamente estables cuando tienen un número par de electrones. Los radicales libres son moléculas que contienen un átomo con un electrón desapareado (tiene un número impar de electrones) y por lo tanto es altamente inestable y reactivo.

Las ROS (Reactive Oxygen Species- Especies Reactivas de Oxígeno) son un grupo de radicales libres que contienen oxígeno. Las ROS más importantes son el radical hidroxilo, el anión superóxido y el peróxido de hidrógeno (H₂O₂). Por otra parte, las RNS (Especies Reactivas de Nitrógeno – Reactive Nitrogen Species) son otro grupo de radicales libres que contienen nitrógeno, siendo el óxido nítrico (NO) la más común.

En concentraciones bajas o moderadas, los radicales libres son beneficiosos para el cuerpo: entre otros, están involucrados en la destrucción de bacterias patógenas por parte del sistema inmunitario. Sin embargo, pueden dañar todo tipo de moléculas biológicas (ADN, ARN, colesterol, lípidos, carbohidratos y proteínas), especialmente cuando están presentes en concentraciones elevadas.

Cuando el estado sanitario es bueno, el exceso de radicales libres es destruido por el sistema de defensa antioxidante. Existen tres niveles de defensa antioxidante:

- El primer nivel es responsable de la desintoxicación de radicales libres al comienzo de su formación. Consiste en enzimas que descomponen los radicales libres, como la superóxido dismutasa (SOD), la glutatión peroxidasa (GPx) y la catalasa.

- El segundo nivel está constituido por antioxidantes carroñeros (scavengers) que ceden sus propios electrones para neutralizar a los radicales libres. Son ejemplos de este nivel de defensa la vitamina E, el ácido ascórbico y el glutatión (GSH).

- El tercer nivel consiste en un sistema que repara o destruye las moléculas dañadas.

En humanos y animales sanos, la protección contra los efectos dañinos de los radicales libres se logra manteniendo un delicado equilibrio entre la producción de radicales libres, que son necesarios para ciertos procesos fisiológicos, y su destrucción a través del sistema de defensa antioxidante. Este equilibrio se denomina “equilibrio redox”.

Cuando se altera el equilibrio redox, ya sea por una sobreproducción de radicales libres o por un mal funcionamiento del sistema de defensa antioxidante, los radicales libres desencadenan una reacción en cadena perniciosa que causa daños a todo tipo de moléculas biológicas. Esta reacción en cadena se denomina estrés oxidativo y está implicada en el origen de muchas enfermedades inflamatorias, como explicaremos en el siguiente artículo.

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- Mejorar la calidad del huevo y de los pollitos de un día.

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