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Resulta que de un día para otro estamos haciendo todo mal

Publicado: 13 de junio de 2019
Por: Ing. Agr. Daniel Carlos Besso
Estamos asistiendo a una ola de "REVISIONES" de toda aplicación de tecnología en las producciones animales y vegetales, viene ocurriendo desde hace algún tiempo, impulsada a mi juicio, por gente de escaso nivel de experiencia práctica, real, en las actividades a las que se cuestiona.
Hasta diría que parece una campaña orquestada para disminuir la producción de alimentos.
Hay ataques dirigidos a la biotecnología y a la ingeniería genética.
Personas y a veces instituciones (las instituciones están representadas por personas, lógicamente), tratan de peligrosas a las variedades obtenidas por modificación de sus genomas al introducírseles características ventajosas, que mejoran o aumentan la producción. Lo hacen sin haber participado jamás de un mejoramiento y sin tener idea de cómo se replican los ácidos nucleicos  en la reproducción celular.
Personalmente creo que cuando se ataca un procedimiento o una tecnología desde la ignorancia pueden ocurrir por diversas causas:
1)      El ser humano teme a aquello que no conoce. Sentimiento instintivo que está arraigado en la memoria de la especie como una aptitud de supervivencia. Esto es comprensible, pero insuficiente para justificar el impedimento de usar nuevas tecnologías.
2)      Por intereses económicos debido a la incapacidad de competir con sus medios, con las nuevas tecnologías.
3)      Mala fe y/o algún interés político o de facción, a veces explicitado y a veces, no.
Otro de los ataques que sufre la producción agropecuaria, es sobre el uso de los productos para los controles FITOSANITARIOS, a cuyos productos, se los denomina con un neologismo semiológicamente peyorativo como “AGROTÓXICOS”.
Si bien los productos que se usan en terapéutica vegetal y animal, no son yogurt de frutilla para comerlos con cucharita o tomarlos como leche chocolatada, como decía Paracelso: Al veneno lo hace la dosis.Resultando que muchos de ellos son habilitados para su uso doméstico a dosis y concentraciones hasta 50 veces mayores de las que se usan en producción agropecuaria.
Son los casos de los aerosoles domésticos para matar moscas y mosquitos. Para matar cucarachas, tan luego en ámbitos como la cocina.
Las tabletas de cartón que se colocan en la noche, para matar mosquitos, en las habitaciones.
Los piojicidas que se usan sobre las cabezas de los niños, a dosis 10 veces superiores a las que se usan en el medio rural.
Nadie se rehúsa a utilizar estos productos, pues nos hacen la vida más cómoda, sin dudas. Pero también lo usan con libertad y profusión, aquellos que se suman a lkas campañas tendenciosas y mendaces de “pueblos fumigados”.
 
Bienestar animal: otra escusa, otro flanco de ataque.
Al mismo tiempo, se generan leyes y disposiciones sobre bienestar animal, hechas por gente que no acredita conocimientos académicos y en especial EMPÍRICOS, del metabolismo de cada especie.
Un caso paradigmático es el de la producción de huevo para consumo.
Cuando la producción se lleva a cabo con las aves en jaula, muchas personas sienten empatía con las aves, ANTROPOFORMIZÁNDOLAS, pues creen que están presas.
Como siempre y en toda producción hay una manera de hacer las cosas bien y otras no tanto.
La puesta del huevo depende de un delicado proceso neuro hormonal, que debe producirse en sintonía, de otro modo, las aves bajan mucho su producción, en caso de incomodidad, displacer, temor, stress, mala alimentación, insuficiente acceso a agua fresca en cantidad y calidad, temperatura ambiental,etc.
El ave tiene estímulos ambientales como la duración del día (horas de luz) y teniendo una correcta y completa nutrición, va produciendo la maduración de yemas en su ovario. Ovula al romperse el folículo y la yema más madura, cae en la trompa. Luego de unas horas en el tránsito hasta la puesta, ese huevo se completa con las claras, chalazas, membranas alantoidea y amniótica. Finalmente se completa con la creación de la cáscara o “corion”. Llegado a este punto, el acto de “parición” de ese huevo, depende de la hormona correspondiente: la OCITOCINA, hormona del parto, de la lactación y del/os orgasmos.
El displacer, la ansiedad, el susto o cualquier causa que atente contra la secreción de esta hormona (por ejemplo la adrenalina), detendrá ese proceso de parto. Generando una baja en la producción.
No hace falta ser muy perspicaz para entender el productor pretende tener las aves en el modo más cómodo y satisfactorio posible. Creer lo contrario es lisa y llanamente estúpido (mínimamente)
Un amigo del medio productivo, productor avícola durante 40 años,  destacado médico veterinario, el Dr. Isidro Molfese, me confesó que en un congreso Hemisférico, expuso estas razones científicas, para explicar lo que acabo de comentar;  le dijeron aceptando que la razón lo asistía: "todos tenemos derecho a vivir" ....
Vale decir, que no son sentimientos de misericordia hacia los animales lo que mueve a muchos, sino conservar sus QUINTITAS en estado “productivo”.
 
Creo que en el caso de la Inocuidad Alimentaria, ocurren cosas semejantes.
Durante décadas, se acusó al huevo como responsable del aumento de la colesterolemia. Finalmente, comprendieron que le estaban “errando como ciego al mate”.
Del mismo modo acusaron a la avicultura, de usar hormonas anabólicas en la alimentación de pollos. Hasta que algunos asesores nos pusimos firmes y amenazamos con demandas millonarias si no eran capaces de probar semejante infundio. (EL MIEDO NO ES SONSO)
¿O talvez se pretenda establecer industrias de alimentos estériles y al vacío?
No se puede comercializar leche natural de tambo, cruda como antiguamente. Siendo que en Europa poseen dispensadores de leche fría cruda, directamente de tambo. ¿A qué interés resulta funcional este tipo de restricciones?
 
Vemos que se ensayan proyectos de ley, que penalizarán a productores (introduciendo modificaciones en el código penal), juzgando sobre modos de producción en función de unas normas sobre Bienestar Animal, que  serán dictadas desde  vaya uno a saber qué criterios. ¿Serán profesionales con acreditada experiencia práctica en el medio los que dictaran esas normas?¿ O serán  burócratas con diplomas, los que mostrando abultados antecedentes de cursos y participación en congresos nos indicarán como “ILUMINATI”, COMO SE DEBEN HACER LAS COSAS?
 
Todos los profesionales adscriptos a la producción, sabemos, tenemos asumido, que la mayor y mejor producción de lo que sea,…de lo que se trate, sea producción animal o vegetal, se logra generando las condiciones más confortables, más favorables a la especie en cuestión. Verdad de Perogrullo.
 
Esto es tan obvio, para quienes hemos trabajado DIRECTAMENTE en la producción, que nos resultó siempre innecesario aclararlo. Es que es nuestro oficio, nuestra ciencia y nuestro arte.
 
Me da la sensación,…íntimamente tengo el convencimiento, que quienes se dedican a generar este tipo de reglamentaciones, caen en la puerilidad de necesitar aclararlo, puesto que nunca han trabajado verdaderamente en el medio al que pretenden reglamentar.
En una oportunidad, una diputada dijo: “lo obvio no necesita ser demostrado”.
 
Llegamos al delirio, que se prohibió el uso, comercialización, acopio y transporte de Glifosato, en toda la provincia de Chubut.
Acaso si necesitan ese producto en Santa Cruz, deberá llegar vía aérea o marítima.
Decididamente un delirio.
Si acaso perdieran un juicio por lucro cesante,...¿quién se haría cargo de las indemnizaciones?,….¿el señor juez?
A todos aquellos que dicen sentirse interesados en estos temas, en especial a los abogados litigantes,…..¿porque estudiaron abogacía?,….debieron seguir Derecho,…..derecho por Avenida San Martín hasta llegar a Zamudio. E ingresar a la facultad para estudiar INGENIERÍA AGRONÓMICA.
Pudiera estar sucediéndoles que se les haya despertado una vocación oculta.
Pues bienvenidos sean, que vengan a sumarse a los que “empujamos el carro”, somos pocos y necesitamos ayuda.
Todavía están a tiempo. El nuestro es un país generoso, en el cual se pueden estudiar estas carreras de ciencias aplicadas, que son gratuitas. En otros países son muy caras. Son muy costosas para el estado.
Vienen extranjeros para aprovechar esta ventaja invalorable.
Pues bien, anótense, estudien con esmero y esfuerzo. Talvez al cabo de 6 años egresen con el título bajo el brazo. Procuren una pasantía en alguna empresa privada, que se dedique a estos menesteres y luego de 5 o 6 añitos más, seguramente tendrán los conocimientos para, por lo menos tener una idea más clara.
 
Por último, como profesional de las ciencias agrarias, que se nos califique de: Poco menos que  “envenenadores de la humanidad”, me resulta GRATUITAMENTE OFENSIVO.
Todos tenemos a nuestras familias viviendo en este país, comiendo los alimentos y vistiéndose con las fibras que producimos.
 
Una parte de la sociedad, se dedica a producir los bienes y servicios que todos consumimos en forma confiada.
Nos sometemos a los servicios de salud que nos brindan los sistemas de salud, confiamos que ellos harán lo mejor que saben y pueden.
Tomamos los medicamentos que la industria farmacéutica produce para aliviar nuestros males.
Subimos a los medios de transporte, a los aviones, confiando en que aquellos que ponen en movimiento todo eso, también hacen lo mejor que saben y pueden.
No se nos ocurre pensar mal en aquellos que “producen” aquello que consumimos.
 
Sabemos que siempre se producen diferencias de criterios en las industrias, en los servicios. Para ello los profesionales de cada medio, discuten y proponen mejoras.
El nuestro no es una excepción, también tenemos congresos en los que se discuten procedimientos y medios. A veces se introducen mejoras, otras no tanto; pero así y hasta ahora, la humanidad, casi duplicó la expectativa de vida en los últimos 200 años.
 
Se me hace que aquellos que son proclives a poner en duda el trabajo productivo de ésta parte de la sociedad, son aquellos que pertenecen a la otra parte, que en general no genera nada.
 
Si los ataques son tantos y tan variados, si tienen como factor común que son impulsados por personas o instituciones que lo hacen sin acreditar pruebas técnico científicas relevantes, si no demuestran fehacientemente experiencia válida en cantidad y calidad  sobre cada producción que se cuestiona; no me queda otra alternativa que pensar que por alguna razón, persiguen otra cosa.,…..Como que vienen con el cuchillo abajo el poncho.
Si se abandonaran de un día para otro, el uso de todas las tecnologías y prácticas habituales, la producción de alimentos caería estrepitosamente.
¿No será, acaso que haya a quien le interese llevarnos otra vez a las condiciones de hambruna de otras épocas?
¿Habrá alguien o álguienes a quienes maquiavélicamente, no les interese el sufrimiento de la gente? Alguien que crea que el fin justifica los medios? Alguien que considere como “daño aceptable” ese sufrimiento, con tal de imponer una ideología?
 
Sabemos que mediante la tecnología, la humanidad viene revirtiendo la sentencia de Malthus, disminuyendo el abismo entre necesidades y ofertas alimentarias y no desconocemos que el hambre provoca DESCONTENTOS SOCIALES y que dichos descontentos son una "FUERZA DE CHOQUE" políticamente importante.
Sabemos que no se gestan revoluciones “a panza llena”.
No me gusta pensar en teorías conspirativas, pero viendo todo en su conjunto no puedo más que rendirme ante la evidencia.
Autores:
Daniel Carlos Besso
CADIA - Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos
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Daniel Carlos Besso
CADIA - Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos
18 de junio de 2019
Estimado Jesus Alberto Garcia Gallardo: Yo tampoco estoy plenamente de acuerdo con las prácticas que se llevan a cabo en mi país. Impulsados por un manejo de los mercados, se ha implementado una agricultura excluyente. El estado solo participa cobrando impuestos. Pero de allí a demonizar a toda una clase profesional, como si nosotros y nuestras familias no vivieran en el mismo país y territorio, solo demuestra una intencionalidad política ulterior. Hoy legislan personas sin preparación mínima. Solo sería posible explicarselo si pasara una temporada por estos lados. Quedo a sus órdenes.
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Jesus Alberto Garcia Gallardo
17 de junio de 2019
Excelente reflexión sobre la situación de las tecnologías de producción agroganadera en extensión constante por todo el planeta. Excelente por lo bien explicada y expuesta. No estoy de acuerdo en el fondo del asunto y por éste motivo tampoco me gustaría que se me tachara de sectario, radical, ignorante y demás calificativos que se usan tanto para los que defienden un modelo u otro. Me refiero a dos modelos respecto, al modelo imperante a gran escala que basa toda su tecnología en el productivismo ( es decir, todos los conocimientos orientados hacia el aumento constante e infinito de la producción, como casi única variable aceptada como verdad económica rentable ) y otro modelo que defiende la variedad, la diversidad y la calidad alimentaria ( conocimientos orientados hacia a la producción respetuosa con el medioambiente y lo menos contaminante posible ). Son dos modelos confrontados, como no puede ser de otra manera pero creo que deben ser respetuosos entre si y responsables cada uno de lo que hace. Por mi parte, comentar y rebatir algunas cuestiones que creo interesantes sobre lo que ha comentado el forista en el articulo matriz. Llamamos agrotóxicos a un insecticida quimico que además de eliminar el insecto al que va dirigido, elimina casi todos los demás insectos que están en su radio de acción. Asimismo, el insecticida que no se queda en la hoja y cae al suelo, también afecta negativamente a la vida del suelo. En mi modelo propugnamos estudiar el por qué el insecto está en la planta junto a unos cuantos compañeros mas y al conocer dicha causa, intervenir para que no se vuelva a producir. Uds tienen una concepción unilateral del asunto ( ven un síntoma y lo quieren eliminar ) y nosotros una concepción de todo un sistema ( vemos un síntoma- por ej. pulgones y sabemos que la planta ofrece comida a dichos pulgones y por eso están ahí. La comida de los insectos en general se basa en nitrógeno soluble y aminoácidos libres. Reduciendo ambos parámetros en las plantas, los insectos se quedan sin alimento y ya no tienen presencia - TEORIA DE LA TROFOBIOSIS. Uds observan una planta de cereal con roya e inmediatamente buscan el fungicida para combatir la roya. Nosotros sabemos que la roya suele ser una deficiencia de Cobre y Boro en el suelo. Balanceamos mineralmente el suelo y la mayoría de problemas de hongos y otros se reducen ostensiblemente. El modelo que ud defiende, es eliminatorio, el que yo defiendo y trabajo es colabotorio con la naturaleza. Preferimos coexistir antes que competir. Nosotros remineralizamos con minerales naturales de rocas y el modelo que ud defiende lleva 50 años mineralizando el suelo con fertilizantes salinos altamente solubles. Con los años, casi todos los análisis que realizamos nos dan suelos con ph 7,8- 8- 8,2. Es decir, suelos salinizados, alcalinizados y bloqueados ( con nutrientes pero sin acceso a las plantas ). La mayoría de nuestra producción ganadera se está produciendo en instalaciones intensivas en las que las integradoras imponen su ley y en las que los piensos dejan mucho que desear. Hace 10 años, se criaba un pollo en 60 dias, ahora en 40 y de aquí 10 años ¿ en cuanto ?. Yo he visto granjas de pollos a los que a los 9 dias se les aplica una vacuna general que los deja realmente debilitados y que pasan muchos dias de su ciclo de vida con importantes diarreas. Esto lo he visto, no me lo invento. El problema del modelo imperante es que está tan orgulloso de sus beneficios para el productor y el producto, que le molesta grandemente que pueda aparecer otro modelo alternativo. Los productores cada vez obtienen menos producción, menos rentabilidad por sus cosechas y unos alimentos con una baja densidad-calidad nutricional. Este es el modelo que ud defiende y el que yo cuestiono con todo el respeto y siendo consciente de que la investigación es una actividad imparable y que la biotecnología es una ciencia e auge. Ahora bien, si uds piensan como humanos que van a estudiar los comportamientos de las plantas y animales y manejarlos a su antojo en los laboratorios, les digo que están totalmente equivocados. Los minerales del suelo llevan 4000 millones de años sobre el planeta y los microorganismos unos 3200 millones. Teniendo en cuenta que los humanos, lo mas que llevamos es 2 millones, fijese si nos queda tiempo por aprender antes de que nuestras manipulaciones sobre la naturaleza tengan sus efectos deseados y positivos para todos. Saludos cordiales desde España.
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Daniel Carlos Besso
CADIA - Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos
13 de junio de 2019
Errata: Donde dice: ANTROPOFORMIZÁNDOLAS (neologismo) Debe decir:ANTROPOMORFIZÁNDOLAS. Mis disculpas.
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Victor Santaella
30 de enero de 2020
Muy buen articulo!!
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Mario Muñiz
13 de junio de 2019
Excelente reflexion,creo que esta situacion nace de la persecuta iniciada por el gobierno de Nestor Kirchner(Inedita persecucion al sector mas productivo de un pais, de parte de sus propios representantes) y la vision de izquierda de sectores minoritarios. Es sin duda un tema ideologico,que no tiene ninguna base cientifica y hace peligrar no solo la produccion de alimentos,si no la principal fuente de ingresos de nuestro pais. O sea no los produciriamos y tampoco podriamos comprarlos en un futuro,si hicieramos caso de estos fundamentalistas que son muy faciles de ubicar por su lexico y por su poca o nula formacion academica.Por suerte contamos con profesionales como el Ing. que escribio este articulo y muchos otros que hacen que este pais sea de avanzada en la produccion de alimentos para un mundo cada vez mas poblado y mas demandante.
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