5 de noviembre de 2015
Reproducción in vitro de Trichoderma spp. y su micoparasitismo sobre los fitopatógenos.
Estimados colegas participantes en el foro reciban un afectuoso saludo, mis felicitaciones y reconocimiento.
Mi participación aquí será para comentar algunos conceptos nuevos que están en la discusión sobre el efectos y posibles usos de los hongos del género Trichoderma spp.
Fuente de carbono y coevolución: se considera que los hongos del género Trichoderma spp., coevolucionaron junto con la flora y fauna, tanto macro como micro, por su gran capacidad de degradar la materia orgánica, tanto vegetal como animal; para lo cual son mucho más eficientes que sus competidores. Sin embargo, estos hongos sobreviven bien en los ecosistemas naturales; en estos, las relaciones ecológicas de los microorganismos hace que las poblaciones se mantengan en un equilibrio dinámico pero frágil, a través de la competencia, principalmente por nutrimentos y espacio; si un microorganismos no es capaz de lograr estas dos condiciones, simplemente desaparece. Las relaciones ecológicas van de un extremo a otro (parasitismo – depredación-indiferencia- comensalismo -simbiosis), esto hace que las poblaciones se mantengan en un equilibrio dinámico y frágil.
Sin embargo, con el desarrollo de la agricultura, los ecosistemas cambian a agroecosistemas, el equilibrio se rompe y a partir de ese momento, los microorganismos luchan por sobrevivir bajo las nuevas condiciones, y sobretodo, que las fuentes de nutrimentos cambian, a la misma tasa que los espacios y las condiciones ambientales; se reducen para algunos y se amplían para otros.
Cabe señalar, que en los agroecosistemas, las poblaciones de microorganismos que, están en estrecha relación con las plantas cultivadas, tendrías más oportunidades que los otros, además, con la extracción de las cosechas, la materia orgánica se agota al igual que la fertilidad de los suelos; en estos casos, las poblaciones de los fitopatógenos son los beneficiados.
Si los hongos del género Trichoderma spp. son tan versátiles, pues hay cepas capaces de antagonizar, de inhibir y de micoparasitar a muchos hongos fitopatógenos; también, de solubilizar nutrimentos del suelo; así como, de colonizar la superficie de las raíces incluso penetrar una o dos capas de células epidérmicas y estimular el metabolismo de las plantas.
Lo anterior hace que las capacidades de los Trichoderma spp. sean amplias y variadas, pero lo más interesante es que algunas cepas son capaces de desarrollar una o varias de las capacidades mencionadas. Estas cepas son ideales para usarse en el manejo de enfermedades de plantas cultivadas en distintos sistemas agrícolas (cielo abierto, agricultura protegida y agricultura de precisión). Para lograr lo anterior se deben tener cepas caracterizadas de modo que desarrollen sus capacidades en campo; ya que, los Trichoderma spp. se comporta de manera diferentes, dependiendo de la fuente de carbono; Así cepas que, en condiciones de laboratorio, son extremadamente exitosas como antagonistas o micoparasiticas, cuando se llevan al campo no se comportan de la misma manera.
De acuerdo con lo anterior, parecer ser, que las cepas de Trichoderma spp. que pudieran ser capaces de hacer uno o varios efectos, podrían tener muchos más beneficios a las plantas y por consiguiente, serían más exitosas en la práctica.
Por lo que la evaluaicón de cepas de Trichoderma spp. se deberían hacer en campo no en la laboratorio.
En la actualidad, los agrónomos latinos, tenemos otro reto, esto es que las nuevas tecnologías nos están rebasando, es decir, el uso de los fertilizantes solubles, la aplicación de agroquímicos cada vez en mayor cantidad y los estimulantes y fitohormonas, en cualquier sistema de producción agrícola, no se tienen evaluados con precisión los efectos y solo se siguen las indicaciones que éstos tienen en sus etiquetas; lo anterior trae como consecuencia, que la gran mayoría de los casos, las plantas están intoxicadas (estresadas) y por lo tanto son muy sensibles al ataque de una plaga o un fitopatógeno; los técnicos recomendamos la aplicación de “tal o cual producto”, y no se logra el control. Parta estos casos muchas cepas de Trichoderma spp. son extraordinarias para reducir el efecto del estrés que provocan los agroquímicos.
Estamos trabajando con hongos del género Trichoderma y desde 1997, y a la fecha hemos logrado tener un producto comercial que contiene un mezcla de cuatro cepas de Trichoderma: T. harzianum (Cepa NOXATh-25); T. longibrachiatum (Cepa NOXATL-22); T. longibrachiatum (Cepa NOXATL-03); y T. longibrachiatum (Cepa NOXATL-36). Se aplica a cultivos tales como: tomate, chile, pepino, melón, sandía, maíz, frijol, papaya, piña, plátanos y bananos, cactus, aguacate, plantas ornamentales, almácigos y trasplantes de plantas forestales,
Para todos los que se interesen, se les sugieren que revisen la siguiente literatura, y podrán forjarse un concepto más claro de las capacidades de estos hongos y, por supuesto, se podrán formar un concepto de uso de los Trichoderma spp. para aplicarlos en programas de manejo de plangas, enfermedades, y en los de recuperación de suelos degradados o contaminados.
Harman, G. E., C. R. Howell, A. Viterbo, I. Chet, and M. Lorito, 2004. Trichoderma species- opportunistic, avirulent plant symbionts. Nature Reviews, Microbiology, 2:43-56.
Howell, C. R. 2003. Mechanisms employed by Trichoderma species in the biological control of plant disease: The history and evolution of current concepts. Plant Disease 87:4-10.
Gupta, V. K., M. Schmoll, A. Herrera-Estrella, R.S. Upadhyay, I. Druzhinina, M. G. Tuohy. 2014. Biotecnology and biology of Trichoderma. Edt. Elsevier B.V. Pp 549. AMSTERDAM • BOSTON • HEIDELBERG • LONDON • NEW YORK • OXFORD • PARIS • SAN DIEGO • SAN FRANCISCO • SINGAPORE • SYDNEY • TOKYO