Consejos para minimizar y manejar la propagación de malezas

La maquinaria utilizada durante la cosecha puede ser una importante fuente de diseminación de malezas. Es común que la cosecha, como otras tareas agrícolas, se realicen con maquinaria contratada, lo que agrava aún más la problemática de diseminación de malezas entre diferentes chacras y establecimientos de diversos clientes/productores.

Ante el avance de una nueva zafra de cosecha de cultivos de verano y buscando minimizar los perjuicios que pueden ocasionar el movimiento de malezas por las operaciones de cosecha, INIA La Estanzuela recomienda pasos básicos de limpieza de la cosechadora, de forma de disminuir la propagación de malezas problemáticas.

Existen varias especies de malezas que por su ciclo son pasibles de ser colectadas y dispersadas durante la cosecha, entre las que se destacan:

Tutía (Solanum sisymbriifolium) o el Sorgo de Alepo (Sorghum halepense), son dos malezas que generan especial preocupación al estar prohibidas dentro del protocolo de comercialización con destino a China.

Amaranthus palmeri y Amaranthus tuberculatus, dos especies exóticas que han sido introducidas al país por distintas vías y que tienen resistencia a diferentes herbicidas, por lo que ameritan especial atención. Ambas especies son muy agresivas, proliferas y muy difíciles de controlar con herbicidas, por lo cual, procurar evitar su introducción e instalación en las chacras a partir de las operaciones de cosecha es una medida de alto impacto para manejarlas.

En consecuencia, INIA le recomienda que previo al ingreso a un nuevo establecimiento, el contratista tenga como norma la limpieza de la maquinaria. Al mismo tiempo, que el productor que contrata el servicio solicite esta limpieza de forma de disminuir el proceso de diseminación de malezas.

En caso de maquinaria propia, igualmente recomendamos el mismo procedimiento para evitar dispersiones dentro del establecimiento o contaminar la cosecha con estas malezas.

La correcta limpieza de las cosechadoras es la estrategia de mayor impacto para disminuir el avance y dispersión de malezas.

Se recomienda realizar la limpieza en un lugar donde los restos puedan ser fácilmente recolectados o monitoreados y tratados. Para llevar a cabo esta limpieza se debe contar principalmente con una sopladora de alto caudal de aire para poder llegar a todos los órganos de la cosechadora.

1. Se recomienda que la limpieza sea realizada al finalizar la tarea de cosecha en una chacra o un establecimiento.
2. El objetivo fundamental de la limpieza es que la cosechadora no distribuya semilla de malezas en la próxima chacra a cosechar.
3. En máquinas convencionales, prestar especial atención de limpiar la zona de sacapajas, zaranda y zarandón dado que es una zona susceptible donde quedan adheridas muchas semillas de malezas. Normalmente en estos lugares las semillas de malezas se encuentran en mayor proporción.
4. Comenzar la limpieza abriendo las bocas de los sinfines, las tapas de las norias de retorno y de semilla limpia como se muestra en la figura 1.
5. Con un flujo importante de aire comenzar a limpiar desde arriba de la máquina, desde la tolva (fig. 2) hasta el sistema de trilla (fig.4), pasando por las zarandas (fig. 5) y llegando a los diferentes órganos de la cosechadora.
6. Limpiar el cabezal, acarreadores y lugares externos a la maquina tapas y demás componentes (fig.3).
7. Una vez que se limpiaron con aire a presión los distintos órganos de la máquina, se debe poner en funcionamiento la cosechadora en vacío con el cabezal embragado, a las revoluciones de régimen para que las fuerzas de vibración que se produzcan ayuden a expulsar material que haya sido removido durante el proceso de limpieza con flujo de aire (sopladora). En esta operación el variador del ventilador o turbina de la cosechadora debe operarse al máximo de su capacidad.
8. Cuando sea necesario realizar una limpieza más profunda, especialmente en chacras donde se sospecha de la presencia de malezas resistentes, se sugiere cerrar todas las tapas de norias y  sinfines y hacer circular un fardo (alfalfa o trigo),  de forma que este material recorra  todos los órganos de la maquina llevando consigo alguna semilla que pueda haber quedado pegada en algún componente de la máquina. Para una mayor seguridad, el operario debe poner en funcionamiento el cabezal y se embraga el molinete. El fardo se coloca por la parte posterior de la plataforma en los extremos del cabezal así de esta forma recorre todo el sinfín, para luego ingresar al sistema de trilla.
9. Una vez finalizado el proceso indicado en el punto anterior (8), se debe repetir todo el proceso de limpieza con sopladora de aire de la máquina (norias y sinfines abiertos) para descartar todas aquellas semillas y paja que fue removida del interior de la cosechadora y que pudo no haber sido expulsada con el barrido del fardo o rollo desmenuzado.

Como medida adicional, es igualmente importante limpiar el carro tolva u otros equipos vinculados a la trilla y que trasladen cosecha.

Figura 1. Apertura de norias de retrilla y semilla limpia.

Figura 2.  Limpieza de tolva y sinfines.

Figura 3. Limpieza de acarreadores.

Figura 4. Sistema de trilla.

Figura 5. Zarandas y tren trasero.

Si se sabe o se sospecha que la maquinaria proviene de campos infestados con malezas resistentes, además de la limpieza, es muy efectivo ejecutar un "protocolo de vigilancia" en los lugares donde la maquina comienza a trabajar. 

La gran mayoría de las semillas de malezas que provienen de otra chacra caerán durante la primera pasada de la cosechadora. Por lo tanto, el tener documentado la chacra y el lugar por donde comienza a trabajar la máquina permite monitorear esas zonas y ejecutar controles puntuales, como manchoneos o arrancado de plantas antes que el problema se generalice en toda la chacra.

Ésto evita llegar a niveles de infestación donde manejar el problema es muy costoso y erradicarlo extremadamente difícil.

Control de malezas resistentes en Argentina Guía de limpieza de la cosechadora para eliminar semillas de maleza. INTA. Abril 2018,