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Agroecosistemas

Agroecosistemas: una forma de entender la relación sociedad-naturaleza

Publicado: 1 de junio de 2011
Por: Julio Vilaboa Arroniz, Colegio de Postgraduados Campus Veracruz. México
Introducción
La producción agrícola ha establecido una relación sociedad-naturaleza que ha permitido la transformación de las formas de vida de la población. Históricamente, según Lenski (1995), se han desarrollado cinco tipos de sociedades: cazadoras-recolectores, caracterizadas por ser pequeñas, nómadas donde la familia juega un papel importante; agrícolas y ganaderas, caracterizadas por la utilización de herramientas manuales y en donde se inicia la domesticación de plantas y animales; sociedades agrarias, determinadas por el uso del arado que originó la diferenciación social del trabajo; sociedades industriales, donde se comenzó a utilizar fuentes de energía diferentes a la animal en máquinas; y, sociedades post-industriales donde la capacidad tecnológica para el procesamiento y el flujo de información cobra relevancia.
Para entender la agricultura bajo el enfoque en agroecosistemas se deben de considerar tanto la importancia de los aspectos físico-biológicos relacionados con la ecología como el fuerte contenido social que presentan pues para lograr la producción de alimentos, bienes y servicios que demanda la sociedad se deben de establecer y desarrollar ciertos procesos sociales, económicos, culturales y políticos que permitan tal fin. En este sentido, el hombre juega un papel importante en el equilibrio de la relación sociedad-naturaleza; ya que éste, como controlador del ecosistema que modifica, toma decisiones diarias sobre el mismo pero éstas no se determinan de manera aislada debido al contexto social que lo rodea; ya que cada individuo toma decisiones particulares pero al mismo tiempo éstas son influenciadas por variables sociológicas y económicas como la clase social, la escolaridad, el ingreso, el género, la edad.
 
¿De dónde nace el enfoque y concepto en agroecosistemas?
El enfoque y concepto en agroecosistemas tiene sus bases en el holismo y la teoría general de sistemas (Bertalanffy, 1976); siendo éstos la base de la ecología, la cual estudia, en diferentes niveles jerárquicos (el individuo, la población, la comunidad, el ecosistema y la biósfera)  las relaciones recíprocas entre los seres vivos con el ambiente en que habitan.
Dicho enfoque considera una visión de las ciencias agrícolas, conformadas por varios saberes disciplinarios a través de una forma de pensamiento basada en la totalidad y sus propiedades. Bajo dicha perspectiva sistémica cabe la posibilidad de relacionar varios campos de las ciencias tanto naturales como sociales ya que incorpora los principios de los diversos estudios disciplinarios para interpretar de manera integral la realidad en el sector agrícola. Pudiera pensarse que una visión sistémica es antagónica a un enfoque reduccionista-mecanicista; sin embargo, éstas se complementan  ya que para conocer "el todo" es preciso conocer las partes que lo conforman así como el funcionamiento e interrelación de fenómenos concretos. La idea central del enfoque en sistemas es que en éstos no hay unidades aisladas sino que todas sus partes actúan con una misma orientación y finalidad común siendo necesario el correcto funcionamiento de los elementos que lo integran para el eficaz desempeño del sistema en su conjunto (Chiavenato, 1997) más que la sola suma de sus elementos.
¿Qué son los agroecosistemas?
En relación a la interacción entre naturaleza y sociedad existen dos grandes corrientes, la egocéntrica, que establece que los ecosistemas naturales tienen un valor intrínseco independientemente que éstos sean de utilidad al hombre; y la antropocéntrica, donde la naturaleza tiene importancia por el valor utilitario o beneficios que proporciona a la sociedad (Sans, 2007). Si bien es cierto que el estudio de los ecosistemas se enfoca a aspectos físicos, ecológicos, biológicos y estéticos; en los agroecosistemas, los procesos productivos y sociales cobran relevancia por el rol que juega el hombre como ente controlador del sistema en relación a la producción de alimentos, bienes y servicios que demanda la sociedad. Así la transformación que el hombre (sociedad) hace del ecosistema natural para la producción de alimentos hace la diferencia entre los agroecosistemas y ecosistemas naturales (Gliessman, 2002).
Por cerca de 35 años (Cuadro 1), el concepto de agroecosistema ha sido utilizado acorde a su perspectiva de acción y objeto de estudio. De Gortari (2004) menciona que los conceptos son dinámicos pues se constituyen e implementan a la par del desarrollo del conocimiento. De manera coloquial muchos pueden entender como sinónimos las palabras término y concepto, cuestión que no es del todo correcta. El término se refiere al postulado de una definición que tiene características generales y universales por lo que su significado permanece estático, es decir no varía en el tiempo. La palabra concepto proviene del latín conceptum y éste del verbo concipere que significa concebir, se refiere a un abstracto que postula razonamiento y a una idea que forma entendimiento. El concepto es dinámico, es decir, es una abstracción mental que cambia con el tiempo acorde al enfoque y contexto donde se requiere aplicar. Por tanto el concepto es un modelo de procesos reales de sus propiedades y relaciones mediante el cual se quiere observar e interpretar la realidad. Dávila (1999) menciona que los conceptos abarcan la mayoría de los aspectos de la compleja realidad; Galicia (2005) menciona que el concepto es probado a través de la investigación mediante la cual se enriquece o se elimina hasta encontrar la mejor representación del fenómeno objeto de estudio ya que la relación de la naturaleza-hombre-sociedad es múltiple, heterogénea y compleja; por tanto el hombre adopta diferentes enfoques frente a los diversos aspectos de la realidad ya que el conocimiento científico es conceptual siendo su carácter teórico-metodológico su característica fundamental teórico (Galicia, 2005).
La primera conceptuación de agroecosistemas la realizó Harper en 1974; posteriormente Hernández X. (1977) lo define como un ecosistema modificado en menor o mayor grado por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agrícola; Montaldo (1982) señala que el hombre es quien origina el agroecosistema por su acción en el ecosistema natural teniendo como objetivo la utilización del medio en forma sostenida para obtener productos agropecuarios; Odum (1985) menciona que son ecosistemas domesticados por el hombre con el fin de obtener productos y servicios; Hart (1985) establece que es un sistema formado por un grupo de especies características de un ecosistema determinado y el medio ambiente con el que interactúa procesando entrada de energía y materiales que producen salidas; Conway (1987) lo define como un ecosistema modificado por el hombre para obtención de productos; Marten y Rambo (1988) lo definen como un complejo de recursos ambientales y otros factores que el hombre ha modificado para la producción agrícola. Hernández (1988) lo define como la actividad en la que el hombre en un ambiente determinado, maneja los recursos disponibles (naturaleza, energía e información) para producir los alimentos que satisfagan sus necesidades; Conway y McCraken (1990) definieron el agroecosistema como un sistema ecológico modificado por el hombre para la producción de alimentos, fibras y otros productos agrícolas. Mariaca (1993) lo define como un área de estudio con ciertas propiedades o características que la diferencian de otras por encima de lo que puede ser un ecosistema natural. Ruiz (1995) lo define como la unidad de estudio donde interactúan diversos factores (tecnológicos, socioeconómicos y ecológicos) para obtener productos que satisfagan las necesidades del hombre por un periodo de tiempo. Altieri (1995) mencionan que  una parte fundamental de los agroecosistemas es el ente controlador (hombre, familia) siendo éste quien modifica, interviene, orienta y define la producción convirtiéndose en el controlador y regulador del agroecosistema ya que toma la decisión respecto a la finalidad del sistema; Martínez (1999), considera al agroecosistema como un modelo conceptual que prioriza el rol que desempeña el controlador en la toma de decisiones; Gliessman (2002) lo define como los ecosistemas transformados por el hombre  para la producción de alimentos; Ruiz (2006) lo define como sistemas de relaciones entre los organismos coparticipes en la agricultura considerando la complejidad de las interacciones sociales, económicas y ecológicas presentes así como el nivel jerárquico en que se conceptualice; Vilaboa et al. (2006) menciona que es un sistema ecológico modificado por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agropecuarios siendo el agroecosistema la unidad de análisis y su entorno donde participan la totalidad de los factores que lo integran; Dávila y Bustillos (2008) mencionan que el hombre se ha convertido en sujeto-objeto de investigación siendo parte fundamental para interpretar los sistemas complejos en los cuales se encuentra inmerso. Vilaboa et al. (2009) menciona que el enfoque y concepto en AGES que éste es un modelo abstracto y método de investigación que permite representar la unidad de estudio para interpretar la realidad agrícola; Bustillos et al. (2009) considera al agroecosistema como unidades autopoiéticas donde existe un enganche estructural entre el hombre y el ambiente; y, Sandoval y Villanueva (2009) lo conceptúan como la unidad de estudio de los sistemas de producción agrícola en los que se ejerce el control humano en la interacción con los recursos naturales para la producción de alimentos y materias primas que demanda la sociedad; por tanto, aborda la producción agropecuaria, forestal, pesquera, mantenimiento del ecosistema, servicios ambientales, entre otros tópicos relacionados.
Sin considerar las diferencias y similitudes para  explicar ¿qué es un agroecosistema?, en su conceptuación, se utiliza en mayor o menor grado los elementos siguientes: a) se compone de factores agroecológicos, productivos, tecnológicos, sociales, económicos y culturales; b) el rol que desempeña el ente controlador (productor, familia, empresa) del sistema es importante en cuanto a la operación, administración y toma de decisiones sobre el mismo; de ahí la importancia de la relación sociedad-naturaleza.
Algunos paradigmas de investigación para el estudio de los agroecosistemas ¿bajo qué lente se quieren interpretar los procesos agrícolas?
El paradigma estructural-funcionalista, basado en la teoría general de sistemas, establece que la naturaleza y la sociedad se organizan como un sistema el cual debe resolver cuatro aspectos para su subsistencia: 1) adaptación al ambiente, 2) conservación del modelo y control de tensiones, 3) persecución de la finalidad e 4) integración. Conforme a la función que asuman sus subsistemas para resolver estos problemas, éstos se comportarán como funcionales o disfuncionales. Este enfoque plantea que el sistema (articulado e interrelacionado), dispone de mecanismos capaces de regular los conflictos e irregularidades, estableciendo un equilibrio en el mismo. Cada una de estas partes tiene una función de integración y mantenimiento del propio sistema; por tanto, los elementos que conforman un sistema tienen valor por su posición o función que desempeñan en el mismo.
Bajo una visión dialéctica, entre la relación sociedad-naturaleza se dan interrelaciones entre los procesos naturales y los de producción agrícola. En este sentido, en el sistema, no solo se desarrollan procesos físico-biológicos (ecosistema) sino también procesos de reproducción socio-cultural (agroecosistema) donde se establece el conflicto como proceso de cambio. Según Martínez (s/f) en esta interacción se dan procesos ecológicos (aspectos físicos, químicos y biológicos); de transformación, donde se establece la relación hombre-naturaleza y de producción, en las relaciones y roles que desempeñan cada uno de los agentes económicos involucrados en diferentes niveles jerárquicos (local, regional, estatal, nacional, internacional); así la dialéctica es importante para la compresión de un sistema como estructura dinámica (Martínez, 2006).
Podría suponerse que ambos paradigmas son contradictorios, pero en contraste, se complementan permitiendo interpretar y entender la realidad del sector agrícola desde donde visiones diferentes para solucionar problemas concretos. Desde una lógica dialéctica, según Martínez (1999) se establecería la tesis de cómo generar un crecimiento económico sostenido conservando los recursos naturales mediante prácticas sanas o amigables con el medio ambiente; pero en contraste, su opuesta antítesis, establecería cómo lograr dicha sostenibilidad y sustentabilidad si, en general, la base productiva del sector agrícola se caracteriza, en su mayoría, por producción campesina, con pobreza, marginación y bajo nivel educativo y tecnológico; como resultado de dicho conflicto, emergería la síntesis (solución) con más valor que los dos anteriores opuestos. Por su parte, bajo una lógica estructural-funcionalista, se plantearía que en el sector agrícola existen ciertas disfunciones como bajo rendimientos en la producción, un mal uso de los recursos naturales, procesos productivos no amigables con el medio ambiente, bajo nivel de vida de los productores y sus familias, entre otros; por tanto mediante la solución a cada una de estas disfunciones se generaría el correcto funcionamiento del sistema contribuyendo al mantenimiento y estabilidad del mismo.

Corolario
El enfoque en agroecosistemas considera las interrelaciones entre los factores agroecológicos, físico-biológicos, productivos, tecnológicos y socioeconómicos en la producción y obtención de alimentos, bienes y servicios que demanda la sociedad. En éstas, el hombre debe jugar un papel preponderante tanto en la conservación y uso racional de los recursos naturales como en el aseguramiento de la producción. 
Literatura consultada
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Bertalanffy, L. V. 1976. Teoría General de los Sistemas. Fondo de Cultura Económica. México,  D.F. pp. 1-24. 
Bustillos, L., Martínez, JP., Osorio, F., Salazar, S., González, I., gallardo, F. 2009. Grado de sustentabilidad del desarrollo rural en productores de subsistencia, transcisionales y empresariales, bajo un enfoque autopoiético. Revista Científica FCV-LUZ 19 (6): 650- 658.
Conway, G. 1987. The properties of agroecosistems. Agric. Systems. 24: 95-117.
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Vilaboa, J., Díaz, P., Ruíz R., Platas, D., González, M., Juárez, F. 2009. Caracterización socioeconómica y tecnológica de los agroecosistemas con bovinos de doble propósito de la región del Papaloapan, Veracruz, México. Tropical and Subtropical      Agroecosystems. 10 (1): 53-62.
Cuadro 1. Algunas conceptuaciones sobre agroecosistemas reportadas en la literatura (1974-2009)
Autor
Año
Concepto de Agroecosistema
Harper
1974
Primera conceptuación
Hernández X.
1977
Ecosistemas modificados por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agrícola.
Montaldo
1982
Acción en el ecosistema natural en forma sostenida para obtener productos agropecuarios.
Odum
1985
Ecosistemas domesticados por el hombre con el fin de obtener productos y servicios.
Hart
1985
Sistema formado por un grupo de especies de un ecosistema determinado que procesa entradas y producen salidas.
Conway
1987
Ecosistema modificado por el hombre para obtención de productos.
Marten y Rambo
1988
Complejo de recursos ambientales y otros factores que el hombre ha modificado para la producción agrícola.
Hernández
1988
Actividad en la que el hombre maneja los recursos disponibles para producir los alimentos que satisfagan sus necesidades.
Conway y McCraken
1990
Sistema ecológico modificado por el hombre para la producción de alimentos, fibras y otros productos agrícolas.
Mariaca
1993
Un área de estudio con ciertas propiedades que la diferencian de otras por encima de lo que puede ser un ecosistema natural.
Ruiz
1995
Unidad de estudio donde interactúan diversos factores para obtener productos que satisfagan las necesidades del hombre por un periodo de tiempo.
Altieri
1995
El ente controlador modifica y define la producción ya que toma la decisión respecto a la finalidad del sistema.
Martínez
1999
Modelo conceptual que prioriza el rol que desempeña el controlador en la toma de decisiones.
Gliessman
2002
Ecosistemas transformados por el hombre  para la producción de alimentos.
Ruiz
2006
Sistema de relaciones entre los organismos coparticipes en la agricultura.
Vilaboa et al.
2006
Sistema ecológico modificado por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agrícola.
Martínez y Bustillos
2008
El hombre es sujeto-objeto de investigación en el AES.
Vilaboa et al.
2009
Modelo abstracto y método de investigación que representa la unidad de estudio para interpretar la realidad agrícola.
Bustillos et al.
2009
Unidades autopoiéticas donde existe un enganche estructural entre el hombre y el ambiente.
Sandoval y Villanueva
2009
Unidad de estudio de los sistemas de producción agrícola en los que se ejerce el control humano en la interacción con los recursos naturales.
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Autores:
Julio Vilaboa
Agroecosistemas Productivos
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 Miguel Mariano Gómez Galeano
4 de julio de 2012
Felicitaciones Muy buen Articulo
Francisco Garcia Coutiño
Francisco Garcia Coutiño
1 de septiembre de 2011
LAS MICROGRANJAS DE TRASPATIO SON LAS MEJORES OPCIONES DE HACER M?S RENTABLES LOS TRASPATIOS, CON LO CUAL SE INVOLUCRAN TODOS LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA, INCLUYENDO LOS NI?OS, QUIENES VAN ADQUIRIENDO CONOCIMIENTOS DESDE MUY TEMPRANA EDAD DE LOS CULTIVOS AGRICOLAS Y LAS HORTALIZAS, ESTA CULTURA ES LA BASE DEL SEDENTARISMO DE NUESTROS PRIMEROS POBLADORES, CON EL CUAL SE ESTABLECIERON Y DEJAR DE SER N?MADAS VIVIENDO DE LA CASA, LA PESCA Y LA RECOLECCI?N, MUCHO SE HA HECHO AL RESPECTO SOBRE LAS HORTALIZAS DE TRASPATIO, ACA EN MEXICO POR SEXENIOS SE IMPLEMENTA ESTE TIPO DE PROGRAMA, LO MALO ES QUE NO HAY EL SEGUIMIENTO QUE SE REQUIERE, SOLO SE INICIA Y HAY SE DEJA A CONSIDERACI?N DE LAS FAMILIAS SI SE SIGUE O NO, QUE POR LO REGULAR CASI NADIE LO EJECUTA, ES DONDE DEBEN ENTRAR LOS EXTENSIONISTAS AGROPECUARIOS, PARA LA ORGANIZACION, QUE ES EL TALON DE AQUILES DE CASI TODOS LO S GOBIERNOS Y QUE NO CAMBIAN OH NO QUIEREN CAMBIAR POR QUE AS? LES CONVIENE TENER A ESTA GENTE INMERSOS EN LA, MISERIA Y PODER MANEJAR A SU ANTOJO EN LAS CONTIENDAS ELECTORALES.
Carlos Rene Platero Montoya
Universidad de El Salvador
20 de junio de 2011
Ing. Agr. y MVZ. CARLOS RENE PLATERO MONTOYA Las relaciones agroecológicas son los que nos dan la vida a todos los organismos vivientes en nuestro planeta tierra, por lo tanto de estas relaciones tróficas nos aprovechamos los humanos para nuestro propio bneficio, por lo tanto somos nosotros los comprometidos a preservarlas de una manera sustentable sin dañar el ambiente agropecuario, evitando el uso irracional de pesticidas(organofosforados, carbamatos, piretroides, etc. etc) que puedan incidir en el daño irreparable. Visto de otra manera tenemos los profesionales en el campo agropecuaria de incidir sobre las nuevas generaciones de la importancia que juegan los factores del agroecosistemas para mantener la alimentación de las futuras generaciones.
Luis Humberto Cepeda
17 de junio de 2011
BUEN ARTICULO...ES DE RESALTAR EL PAPEL QUE JUEGA LA AGROECOLOGIA EN EL ESTUDIO DE LOS AGROECOSITEMAS Y SU RELACION CON LA SOCIEDAD..
Francisco Jose Aguilar de la Cruz
15 de junio de 2011
Ing. Vilaboa: Interesante, vuestro articulo, pero si se me es permitido, quisiera compartir, este tema medio ambiental-pequeño productor, quien basa su economía, en el sistema Milpa, amigable con el ambiente, desde mi punto de vista: ? Características más destacadas El sistema agrícola tradicional mesoamericana se conoce como la milpa -definido como un campo que se interpola con tres especies principales-maíz, frijol y calabaza ( Zea mays, Phaseolus spp ., y Cucurbita spp . ), a menudo con otras especies menores (por ejemplo, Capsicum spp esculentm. Lycopersicon, ) - y en el que las malas hierbas de hojas comestibles, conocidas localmente como hierba mora,(solanum nigrum) bledo (Amaranthus tricolor) o quiletes, (por ejemplo, Chenopodium spp.) se toleran y se cosecha. Esto es una identificación, de los pequeños productores rurales, la cultura y la agricultura es la existencia de una zona con alta diversidad de especies animales y vegetales, situado junto a la casa de la familia, (patio hogar). Los traspatios, se utilizan o se deberían de aprovechar como huertos, y un lugar de disfrute al experimentar y observar el fruto del trabajo en familia y una fuente de ingresos, aparte de asegurar la seguridad alimentaria. Las experiencias indican la importancia histórica de los traspatios. Estos se pueden maximizar intensivamente con riego y alta productividad, ya que hoy en día la agricultura debería ser intensiva y no extensiva, máxime en este segmento de población, caracterizada por estar en condición de inseguridad alimentaria, con escasa disponibilidad de tierra, sin acceso al crédito e ingresos insuficientes. Generalmente están ubicadas en ecosistemas frágiles; y forman parte de la extrema pobreza rural. Algunas de las plantas que crecen en los traspatios de estos ecosistemas frágiles son, entre otras: amaranto, frijol, cucurbitáceas, chile, hojas comestibles y hierbas medicinales. En estas regiones frágiles, los traspatios, se utilizan principalmente para la producción de maíz, habas ( Vicia faba ), guisantes ( Pisum sativum ), plátano ( Musa spp.), aguacate ( Persea americana.), papas ( Solanumspp.), calabaza ( Cucurbita spp. ), mamey ( Mammea sp.), café ( Coffea sp.), frijoles ( Phaseoulus spp.) y la vainilla ( Vainilla planifolia ). Hoy en día, el sistema milpa ha sufrido transformaciones, como tal, específicamente con la introducción de nuevas especies de hortalizas, y animales domésticos (gallinas, cerdos, ovejas y vacas) y herramientas. Numerosos y biológicos elementos sociales de la evolución del sistema de cosecha de maíz siguen estando presentes en el terreno de la milpa, elementos sociales incluyen, la selección de los agricultores y el intercambio de semillas, la cosecha selección posterior, el cultivo intercalado de varias especies, el movimiento de los lotes de semillas entre los campos de acuerdo al campo de la rotación y los ciclos de barbecho y la producción para el consumo doméstico (en su mayoría de subsistencia). Estos son un recurso para ganarse la vida y parte de la identidad de los pueblos. Elementos biológicos incluyen el flujo genético de los familiares de cultivos tales como las hortalizas silvestres de frijol y calabaza y familiares, y la heterogeneidad agro-climático, y la adaptación de los cultivos de diferentes microclimas. Además de las especies, indígenas, campesinos fácilmente han introducido especies de clima templado en sus patrones de cultivo, y que les ha permitido superar algunas de las limitaciones de la agricultura a gran altitud y bajas temperaturas. Con estas introducciones estos productores campesinos han desarrollado variedades locales de estos cultivos de clima templado en sus lugares de origen con disimiles condiciones. Estos productores a su vez han “metido”, especies domesticas, como la ganadería mayor y menor, que en la práctica, les sirve como un sistema de ahorro, es una fuente de proteína de alta calidad-precio (por ejemplo, las aves de corral, huevos, leche), una valiosa fuente de estiércol para la producción agrícola y una fuente constante de dinero en efectivo a través de la venta diaria de leche, y derivados artesanales. La alimentación del ganado se basa en los residuos de cosecha de maíz y sus instalaciones anexas, tales como las malas hierbas. El uso de las malezas como forraje para el ganado reduce el uso de herbicidas y transforma los productos de bajo valor relativamente en proteínas de buena calidad. Además, de promover rumen bajo condiciones favorables para una fermentación eficiente de forrajes, reduciendo así las emisiones de CO2 y metano, dos de los más importante efectos de gases de invernadero producidos por los sistemas modernos de producción de rumiantes. ? VENTAJA DEL SISTEMA MILPA, UNA ALTERNATIVA EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA. Las principales ventajas del sistema milpa, en comparación con el monocultivo de maíz, son la gran producción de diversos cultivos y alimentos ricos en áreas pequeñas ( hasta 425 mts.), la mayor disponibilidad y variedad de alimentos, y un mejor estado nutricional de los miembros del hogar rural, fertilidad del suelo mediante el uso de leguminosas y el estiércol, el aumento de los ingresos en efectivo por la venta de excedentes de alimentos, el uso eficiente de los recursos naturales, reciclaje de nutrientes, la producción ganadera sostenible y respetuoso del medio ambiente y la preservación y mejora de la biodiversidad. El sistema milpa, entonces, no ofrece dudas que estas interpolaciones, ofrecen vitales servicios ambientales, sino que a nivel mundial se convierte en depósito de genes de maíz, específicamente, semillas criollas, mismas que urgentemente se deben de conservar. La reintroducción y conservación del sistema milpa, tiene el potencial de revertir el proceso de degradación de las tierras que ha tenido lugar, especialmente en la práctica de monocultivo, como el del maíz y promover un modelo de sistema que sea más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Otros servicios ambientales que se reciben, entre otros: la reducción del riesgo de inundaciones, la mejora de la calidad del agua, conservación de suelos, control de erosión y control de temperatura. ? Amenazas y desafíos A nivel nacional, la amenaza más importante, es el uso de fertilizantes químicos, herbicidas y el uso de variedades "mejoradas" de maíz, exigentes en nitrogeno. El uso excesivo de fertilizantes químicos ha dado lugar a la acidificación del suelo, contaminación del agua del subsuelo, y el aumento de los costes de producción, uso de herbicidas, que es incompatible con el sistema milpa, ya que frijoles y cucurbitáceas criollas, serian los más afectados, provocando inclusive, la desaparición de estas, y por ende nuestras semillas criollas. Debe tenerse en cuenta, que el uso de herbicidas: 1) matan las malezas comestibles 2) Los pesticidas matan a los insectos benéficos y camarones, peces y el río se contaminan. Por otro lado los efectos del monocultivo de maíz, especialmente los modificados han sido dramáticos, ya que para lograr buenos resultados los costes se incrementa, especialmente por su exigencia en nitrógenos, todo ello aumentan la pobreza en las zonas rurales. Todo ello ha contribuido a un sistema endémico de desnutrición, en la mayoría de las regiones de Mesoamérica, la nueva dieta se basa principalmente en el maíz y la comida chatarra. Otros problemas incluyen tecnologías de cultivo desarrolladas en otras partes del mundo (por lo general los países desarrollados) que se impusieron a los campesinos agricultores con consecuencias desastrosas, los niveles de mayor riesgo debido al uso de un solo cultivo de variedades de maíz que en la práctica, están mal adaptados a las condiciones de los pequeños agricultores, la seguridad alimentaria se vio seriamente afectada, ante la reducción de rendimiento de los cultivos asociados a la diversidad de cultivos, también llevó a los productos alimenticios a menos de lo que se podía vender para complementar los ingresos familiares, los hombres han tenido que emigrar en busca de trabajo en los grandes latifundios y/o vender su mano de obra en otras actividades no agrícolas, y quizás lo más importante es que miles de pequeños productores han tenido que emigrar a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, las comunidades rurales, entonces se quedan atrás habitada por mujeres, niños y ancianos, que ahora se encargan de cultivar la tierra, bajo condiciones paupérrimas. Los cambios en los agros sistemas tradicionales, provocan la pérdida de los conocimientos sobre la tecnología tradicional y sobre la utilidad de las plantas y variedades asociadas a este sistema de cultivo. A nivel nacional, el sistema milpa se ve amenazado por la introducción de maíz transgénico. Guatemala y el resto de países centroamericanos no son autosuficientes en la producción de maíz por lo que tiene que importar grandes cantidades de maíz de los EE.UU. (a veces más allá de las necesidades). ? Política y relevancia para el desarrollo El sistema milpa ofrece un modelo con grandes posibilidades de replicación en otras partes del país, y porque no decirlo también, fuera de nuestras fronteras con condiciones similares. Una lección para los gobiernos y otros actores cooperantes, es el de tomar del sistema milpa, un conocimiento profundo de los actuales sistemas de producción y los beneficios que aportan a las familias de alta vulnerabilidad en todos los niveles. Para ello es necesario aprovechar la adaptación de cultivos locales conferidos por variedades nativas. La lección general que se extrae del sistema milpa, es que si localmente se han adaptado tecnologías, estas sólo pueden ser desarrolladas, por agricultores que tienen el incentivo para continuar la actividad agrícola, y sólo entonces la diversidad genética de cultivos que residen en las variedades criollas seguirán estando disponibles en el futuro, en orden de garantizar la productividad de los cultivos alimentarios, de lo que todos dependemos. Es necesario desarrollar y establecer la política y el entorno jurídico y los instrumentos que resulten útiles para el continuo funcionamiento y conservación de los sistemas de patrimonio agrícola y el amplio uso y adopción de prácticas agrícolas sostenibles. ? Importancia Mundial Los sistemas milpa, a la larga serán las reserva de genes de maíces criollos, pudiendo ser las más grandes a nivel mundial, tanto en el importe de la diversidad racial y la diversidad alélica entre las razas, como un patrimonio preservado durante siglos por los campesinos agricultores del sistema milpa. La conservación de este sistema garantiza los futuros programas de mejoramiento del maíz y del suministro de alimentos garantizara a una gran proporción de la población mundial para quienes el maíz es el alimento básico. Este sistema puede conservar un valioso recurso genético para el mundo. ? Conclusiones Es importante iniciar una transición a la agricultura orgánica, con base en el sistema milpa y reducir paulatinamente los fertilizantes químicos al tiempo que se incorporen cada vez más abonos orgánicos y bacterias que dinamicen el suelo y lo desintoxiquen. Es más fácil iniciar la transición a la agricultura sustentable con los productores de autoconsumo, pues su pobreza no les permitió adquirir los insumos de la revolución verde. Una demanda central de los pequeños productores, es que se les debería reconocer su aporte al trabajo silencioso de selección de semillas nativas, en un proceso de transición a la agricultura sustentable con base en la reproducción de las semillas nativas, que ha conservado con muchas limitaciones. Se requieren metas de largo plazo, como la restauración ambiental de las comunidades. Las prácticas campesinas de manejo de laderas con sistemas artesanales de riego, lo que denominamos milpa sustentable, sería un excelente inicio. En la diversidad de cultivos, la milpa, que se basa en maíz-frijol, según se expresara en párrafos anteriores, puede ofrecer la oportunidad de incluir decenas de plantas medicinales, hortalizas, árboles frutales y maderables e incluso flores ornamentales, es la base para recuperar la soberanía alimentaria por familia. Tenemos entonces, el reto de cambiar el planteamiento original del ambientalismo por uno nuevo, que permita pasar de la conservación de la biodiversidad a la reproducción de la misma, con base en la agro biodiversidad del pequeño productor, no sólo del sistema milpa, sino también del potrero y otros agro ecosistemas.
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