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Cosecha de Trigo en Argentina

Cosecha de Trigo 2006

Publicado: 25 de septiembre de 2006
Por: Ing. Agr. MSc. Mario Bragachini. Ing. Agr. José Peiretti. Inta Manfredi

Argentina en los últimos 16 años evolucionó en su producción de granos de 37 a 84 millones de toneladas de grano por año. El cultivo del Trigo, junto al de la Soja y el de Maíz, forma parte de la secuencia de cultivos preponderante en el nuevo esquema productivo de la zona pampeana argentina, basado en una agricultura intensiva, con sistema de siembra directa (SD) continua.

Respecto al mercado de cosechadoras argentino puede mencionarse que entre los años 96, 97 y 98 se vendían 1.577 cosechadoras por año como promedio de los tres años, mientras que entre el 1999 y 2002, el promedio fue de 651 cosechadoras por año, lo que marcó un record histórico en cuanto al bajo número de unidades vendidas en Argentina. Este desfasaje entre la oferta de maquinaria y el aumento de demanda por mayor producción, ocasionó un grave problema de disminución en la eficiencia de la cosecha argentina, lo que motivó a fines del 2002 el inicio de una campaña de concientización desde el INTA relacionada al tema, trabajo que dio sus frutos en el nivel de equipamiento y en el surgimiento del proyecto PRECOP a fines del año 2004

Cuando por falta de cosechadoras, se retrasa el inicio de la cosecha, generalmente aparecen las siguientes características: alto deterioro del grano en planta con pérdida importante de la calidad, altas pérdidas naturales o de precosecha, alta susceptibilidad del cultivo a las pérdidas por cabezal de la cosechadora, elevado régimen de giro del cilindro de trilla que ocasiona daños mecánicos al grano, desesperación por parte del productor por agilizar la cosecha y falta de control, apuro del contratista, alta velocidad de cosecha y altas pérdidas por cosechadora. En Argentina estas causas provocan una pérdida durante la cosecha aproximadamente de 754 millones de dólares por año. Con una reposición ideal de equipos de cosecha que solucionen los problemas de oferta en este rubro, las pérdidas pueden reducirse en un 20%, recuperando 150 millones de dólares por año para Argentina, sólo en la cosecha de los ocho principales cultivos de granos en Argentina. Parte del esfuerzo y capital invertido desde la siembra puede perderse en horas por un ineficiente manejo durante la cosecha y postcosecha de cereales y oleaginosas.


CÓMO REDUCIR PÉRDIDAS EN LA COSECHA DE TRIGO

En la presente campaña 2006 se estima una superficie para cosechar de 5.480.000 ha a nivel nacional. De mantenerse las pérdidas promedio de cosecha, del orden de 135 kg/ha, quedarán en el suelo 739.800 toneladas de Trigo, las que representan unos u$s 83.000.000. Reducir un 20% esas pérdidas significaría un ahorro de u$s 16,6 millones equivalente a 127 nuevas cosechadoras/año clase II, motivo que justifica un esfuerzo de inversión y capacitación hacia la búsqueda de una rápida solución (Tabla 1). A modo orientativo en la tabla 2, se muestran los valores promedios de pérdidas en la cosecha de Trigo en Argentina y su tolerancia.

Tabla 1. Valores de las pérdidas en Trigo promedio para esta campaña y valor factible de ser recuperado aumentando la eficiencia en un 20%. Fuente: INTA PRECOP 2006.

Cultivo

Área cosechable (ha)

Pérdidas (kg/ha)

Pérdidas (tn)

Valor (U$S/tn)

Pérdidas (millones de U$S)

Trigo

5.480.000

135

739.800

112

83

Tabla 2. Pérdidas promedio en la cosecha de Trigo y su tolerancia. Fuente: INTA PRECOP 2006.


Aclaración: La tolerancia expresada en la tabla 2, es independiente del rendimiento del cultivo. Si el rendimiento es menor o mayor de 3.500 kg/ha, la tolerancia seguirá siendo de 90 kg/ha. ¿Por qué no tomar un porcentaje del rendimiento? La respuesta está en que los cultivos de bajos rendimientos son más difíciles de cortar y recoger con el molinete; presentan maduración desuniforme y generalmente una gran diferencia en la altura de espigas, siendo muy difícil trabajar con bajos niveles de pérdidas por cabezal. En cambio, los cultivos de alto rendimiento resultan más fáciles de recolectar (cortar y embocar dentro del cabezal), por lo que es posible mantener los kg/ha, aún con altos rendimientos; esto se logra realizando una buena regulación del sistema de trilla, separación y limpieza, y utilizando una velocidad de avance acorde a la capacidad real de la cosechadora.

Trigo

Pérdidas

Tolerancia para 3.500 kg/ha

Tipo de pérdidas

kg/ha

%

kg/ha

%

Precosecha

20

0,57

0

0

Cosechadora

115

3,3

90

2,6

Total de pérdidas

135

3,87

90

2,6 (90 %)

Cabezal

52

1,5

40

1,15

Cola

63

1,75

50

1,45

COSECHA ANTICIPADA

El Trigo llega a la madurez fisiológica con una humedad del 30%. A partir de allí comienza a disminuir el contenido de humedad del grano (Figura 1). A medida que el grano se va secando, las pérdidas de precosecha por desgrane natural (vuelco y pájaros), infestación de malezas y otras adversidades climáticas, aumentan progresivamente. Si bien es posible cosechar con más del 18% de humedad, esto no es conveniente, ya que en este caso para conservar al grano, sería necesario someterlo a algún proceso de secado. En el caso del Trigo el proceso de secado debe ser muy bien manejado, ya que si la temperatura del aire supera los 65º, se provocarán daños en el gluten y en la calidad panadera del grano.

Figura 1. Desarrollo y maduración de los granos. Fuente: PRECOP 2006.

Cosecha de Trigo 2006 - Image 1

El momento oportuno de cosecha está definido por una serie de aspectos técnicos y económicos que deben evaluarse en cada caso; por ejemplo: disponibilidad de equipos de cosecha en la zona, presencia de malezas de fin de ciclo, riesgos climáticos, capacidad de acopio de la zona, disponibilidad de almacenaje a campo, humedad máxima tolerada por el tiempo de almacenaje temporario (almacenaje tradicional con o sin aireadores, almacenaje anaeróbico, etc.).

Por lo anteriormente citado, se aconseja comenzar a cosechar cuando el grano llega al 16-18% de humedad, debido a que es el punto en que se logra la mayor eficiencia de funcionamiento de la cosechadora. Teniendo en cuenta que si la humedad del grano de Trigo supera el 14% de humedad, para almacenaje tradicional es necesario secarlo o airearlo convenientemente. En el caso de almacenaje en silo bolsa la humedad máxima para que el riesgo durante el almacenaje sea bajo y no se deteriore la calidad del grano es del 14%.


VELOCIDAD DE AVANCE DE LA COSECHADORA

Cuanto más ancho sea el cilindro y más potente el motor de la cosechadora, mayor será la cantidad de material (grano, paja, granza y malezas), que la máquina puede procesar por unidad de tiempo, expresada en t/h. Este valor es denominado índice de alimentación total (I.A.T.) y es mayor cuando para un mismo ancho de corte, aumenta la velocidad de avance de la cosechadora. Este índice de alimentación total o también llamado capacidad máxima de la cosechadora, hace referencia a las tn/h que la máquina puede procesar, sin que las pérdidas superen los 90 kg/ha en el caso de Trigo.

Debido a que la velocidad de avance puede ser regulada desde la cabina con facilidad, el maquinista debe ir observando las condiciones del cultivo para ir aumentándola o disminuyéndola, tratando de alimentar en forma pareja y constante la cosechadora, mejorando de esta forma el procesamiento del material y evitar así pérdidas. Para lograr un eficiente funcionamiento y un correcto aprovechamiento de la máquina cosechadora, es necesario regularla de acuerdo a:

a) Rendimiento y condiciones del cultivo.

b) Ancho del cabezal.

c) Características técnicas de la máquina (potencia del motor, ancho del cilindro trillador, ángulo de envoltura del cóncavo, etc.)

El tamaño del cilindro trillador también influye en la capacidad de trilla de la máquina ya que mientras más ancho es el cilindro, más anchos serán los sacapajas, las zarandas, el batidor y mayor el tamaño de las norias, los tornillos sinfines y otros elementos. Lo que le permite a la máquina tener un mayor ancho de corte para la misma velocidad y rendimiento del cultivo. De la misma forma, cosechadoras con igual ancho de cilindro, pero con cilindro de mayor diámetro y mayor ángulo de envoltura de cóncavo, presentan mayor capacidad de trilla.

Por otro lado, la potencia del motor tendrá que estar en relación directa con el ancho del cilindro trillador, como así también la separación y limpieza de la cosechadora.

Resulta así conveniente trabajar a una velocidad que tenga en cuenta todos estos factores. Trabajando a una velocidad superior al rango óptimo, se requiere mayor potencia para trasladar la cosechadora, lo que significa que queda menos potencia disponible para accionar los distintos mecanismos de corte, trilla, separación y limpieza. Además, aumenta la cantidad de material a procesar, no lográndose una trilla y separación del material eficiente (al superar el I.A.T. óptimo), aumentando las pérdidas de granos y espigas sin trillar por la cola; se pierde eficiencia con el molinete al impactar a una mayor velocidad, lo que provoca desgrane y voleo de espigas. También sucede que en altas velocidades de avance la máquina no mantiene la altura de corte por perder estabilidad longitudinal.

De igual manera hay que tener en cuenta que si se avanza a una velocidad demasiado lenta para la capacidad de trilla de la máquina, y el I.A.T. no llega a ser el adecuado, se producen pérdidas por cola, al trabajar la cosechadora insuficientemente cargada.


¿CÓMO EVALUAR PÉRDIDAS EN LA COSECHA DE TRIGO?


Pérdidas de precosecha

Se determinan colocando suavemente en el cultivo cuatro aros de alambre de 56 cm de diámetro (¼ de m2 c/u), antes del trabajo de la máquina. Se recolectan los granos sueltos y espigas quebradas y volcadas que a nuestro criterio no serán levantadas por el cabezal (Figura 2). Estos granos sueltos y los obtenidos al desgranar las espigas volcadas o quebradas, son contados teniendo en cuenta que 333 granos medianos de Trigo en los cuatro aros (1 m2 ), representan 100 kg/ha de pérdidas.

Cosecha de Trigo 2006 - Image 2

Figura 2. Esquema mostrando la metodología para evaluar pérdidas de precosecha. Cada aro de alambre de 56 cm de diámetro representa ¼ de m2 (4 aros hacen una muestra de 1 m2). La evaluación debe ser hecha en el mismo sector donde luego se evaluarán las pérdidas por cosechadora. Aclaración: 333 granos medianos de Trigo/m2 equivalen a 100 kg/ha de pérdidas. Fuente: INTA PRECOP 2006.


Pérdidas por cosechadora

1) Pérdidas por cola con esparcidor y desparramador

Se determinan arrojando cuatro aros ciegos (con fondo), durante el paso de la cosechadora. Estos aros ciegos deben tener la misma medida que los aros de alambre utilizados para medir las pérdidas de precosecha (es decir 56 cm de diámetro) y para tal fin se pueden utilizar los aros de alambre forrados de algún material o tapas de tambores de 200 litros que tienen la misma medida y sirven perfectamente para realizar la evaluación. Es importante tener en cuenta que los aros deben estar en el suelo antes que caiga el material despedido por la cola de la máquina (esparcidores), uno por debajo del cajón de zarandas de la cosechadora (zona central de la máquina) y los tres aros restantes distribuidos en el área que abarca el cabezal. (Figura 3) Luego del paso de la máquina, se evalúa cada aro y se juntan los granos y el desgrane de las espigas mal trilladas que se encuentren sobre el aro ciego. Para obtener los kg/ha perdidos por la cola de la máquina, se puede aplicar la relación de 333 granos/m2 = 100 kg/ha de pérdidas. En caso de disponer de una balanza de precisión: 10 gramos de Trigo/m2 = 100 kg/ha de pérdidas. También se puede utilizar el recipiente provisto por INTA, en el cual, se coloca la muestra de los cuatro aros, ofreciendo por lectura directa una aproximación en qq/ha de la pérdida por cola.

Cosecha de Trigo 2006 - Image 3

Figura 3. Esquema mostrando la metodología para medir pérdidas por cosechadora en Trigo (por cabezal y por cola). Cada aro ciego de 56 cm de diámetro representa ¼ de m2 (4 aros hacen una muestra de 1 m2). La evaluación debe ser hecha aproximadamente en el mismo sector donde previamente se evaluaron las pérdidas de precosecha. Aclaración: 333 granos de Trigo/m2 equivalen a 100 kg/ha de pérdidas. Fuente: INTA PRECOP 2006.


2) Pérdidas por cabezal:

Para determinar las pérdidas por cabezal es necesario recoger todos los granos sueltos y los obtenidos de las espigas quebradas que no fueron recolectadas por el cabezal, por la altura de corte o voleo del molinete. Para esto se recogen todos los granos y restos de espigas con granos que hayan quedado debajo de los aros ciegos utilizados para evaluar pérdidas por cola (Figura 2), obteniendo así la muestra de un metro cuadrado que incluye la pérdida de cabezal, más la pérdida de precosecha (lo que ya estaba caído en el suelo). Posteriormente, para obtener las pérdidas por cabezal, se les deben restar las pérdidas de precosecha (valor que se calculó previamente utilizando los aros de alambre).

Si el análisis de las pérdidas arroja valores superiores a la tolerancia, hay que determinar las causas. Junto con el operario de la cosechadora se deben realizar las regulaciones hasta lograr que las pérdidas sean inferiores a la tolerancia, siempre que el cultivo lo permita, recordando que la tolerancia es de 90 kg/ha (cabezal + cola), independientemente del rendimiento del cultivo.


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