Nicaragua - Pastos ayudan a mejorar producción bovina

Una de las más importantes fuentes de alimentación en la dieta del ato nacional lo constituyen los pastos, sean los de consumo directo o los de corte, porque proveen a las vacas, toros y caballos la cantidad necesaria de nutrientes para vivir. Según Bryan Mendieta, Jefe del Área de Nutrición Animal de la Universidad Nacional Agraria (UNA) en el país actualmente existe unas cinco mil manzanas de tierra disponibles para ser convertidas en pastizales. Existen varios tipos de pastos, están los naturales o naturalizados y los mejorados que actualmente ocupan un 18 por ciento de la cobertura total de este tipo de plantas en el país. Pero también están los pastos mejorados de los cuales el braquiaria, el panucum y el pasto estrella son los más usados en el país. Todos los pastos antes mencionados son de consumo directo, porque los animales los encuentran en los potreros y los comen allí mismo. Ahora están también los pastos de cortes como el de la variedad Taiwán que crecen y son cortados por los humanos para ofrecerlos al animal con algún compuesto que ayude a mejorar su alimentación. La ventaja de alimentar al ganado con pastos naturales es que ahora con la tendencia mundial de utilizar menos productos artificiales el mercado nacional y el internacional, tanto la leche, como la carne pueden posicionarse mejor. Según Mendieta otra de las cosas es que utilizar pastos para la alimentación animal es más barato que usar concentrados de cualquier tipo. Además agrega que los pastos mejorados ayudan a mejorar la producción láctea en casi un 100 por ciento. Y la de carne también. “En algunos lugares donde hemos hecho estudios, encontramos que la utilización de pastos mejorados ha hecho que las vacas produzcan cinco litros de leche diaria, cuando el promedio nacional es de 2.5 litros. Y de igual forma alimentando a los animales con este tipo de pasto se obtiene un incremento peso de una libra diaria”, sostuvo el docente. Sin embargo uno de los problemas que Mendieta considera que están presentes en el país es que muchos productores creen que utilizando un tipo particular de pasto mejorado les resolverá sus problemas de alimentación. Por ello recomienda que cuando un productor va a sembrar pastos para alimentar su ganado, este debe escoger el más adecuado de acuerdo a la zona y lugar donde viva. Una vez elegido el tipo de pasto que utilizará, este puede ser sembrado. Estas plantas por lo general necesitan estar expuestas al sol todo el tiempo, no obstante es recomendable dejarlas descansar eventualmente. Además de las podas es recomendable dejar descansar para que rebrote y se evite así el sobre pastoreo. A pesar que el pasto necesita del sol, en el período de verano en el país esta sufre de estrés hídrico, por la falta de agua, no obstante existen algunas variedades de plantas como las mulato y las leguminosas como la cratylia argenta que se adaptan a la sequías. Se recomienda hacer podas del pasto por lo menos unas tres veces en el año para que mejoren su contenido nutricional y evitar que al madurar se vuelvan más leñosos y por lo tanto se conviertan en plantas cuyos nutrientes son difíciles de digerir. “El pasto tiene que dejar recuperarse. Por ejemplo en pastos que crece bajo y sirve para alimentar a las vacas en los potreros se recomienda que después de cierto tiempo se deje descansar para que rebrote. Se recomienda por lo tanto que deje de usarse como alimento para las vacas en unos 21 días en promedio”, comentó. Al pasto también hay que hacerle fertilizaciones, riesgos y cortes, pero en el país, las primeras dos actividades no son muy frecuentes. Según Bryan Mendieta, Jefe del Área de Nutrición Animal de la Universidad Nacional Agraria (UNA) dentro de los pastos, existen dos grandes grupos, las gramíneas; que son todos los tipos de pastos, gramas y montes y, las leguminosas. Sostiene que mezclar el pasto con las leguminosas ayuda a que los animales tengan un mejor equilibro de carbohidratos, grasas y proteínas. Las mayores concentraciones de carbohidratos y grasas las tienen los pastos y las de proteínas las leguminosas. Las leguminosas, como el frijol terciopelo y el marango ayuda a que la producción incremente hasta en un 25 por ciento. Actualmente hay más de 30 especies leguminosas cultivadas en el mundo para alimentación humana, habiendo algunas de ellas que, además de ser consumidas al estado seco, se utilizan en forma hortícola o se destinan a la alimentación animal. Dos de estas especies, la soya y el maní, si bien son cultivos de leguminosas, son considerados además especies oleaginosas debido a su alto contenido de aceite.