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Uso de antimicrobianos en producción porcina

Saliendo de la dependencia: “Estrategias para reducir el uso de antibióticos en la producción porcina"

Publicado: 12 de diciembre de 2023
Por: Prof. Alejandro L. Soraci. Med Vet; Dr. Cs Vet.; Ph.D. Prof. Titular FCV-UNCPBA, Inv. Principal CONICET-CIVETAN. Tandil, Argentina
Introducción
En la actualidad, la cría porcina y otras producciones intensivas conllevan más del 50% del uso global de antibióticos. Esta tendencia plantea desafíos significativos en términos de resistencia a los antimicrobianos y destaca la necesidad de abordar de manera urgente y responsable el uso de estos medicamentos en la producción animal.
La actividad porcícola utiliza aproximadamente 50 antibióticos pertenecientes a 11 familias químicas, muchos de los cuales también tienen aplicación en la medicina humana. Este doble uso se ve agravado por la falta de avances en la investigación y desarrollo de nuevas moléculas antibióticas, así como por sus prescripciones excesivas e inadecuadas que ha propiciado la aparición de bacterias multirresistentes. Este escenario desalentador plantea un enorme desafío para la salud animal y  pública  en la lucha contra las enfermedades infecciosas.
El primer informe científico del pasaje de una bacteria multirresistente del cerdo al humano fue registrado en el año 2000, en el Centro Médico de la Universidad de Radboud en la ciudad de Nijmegen, en la parte centro-oriental de los Países Bajos. Una niña de 6 meses que había sido sometida a una cirugía cardíaca asociada con una patología congénita desarrolló una infección grave poco después. El profesor en microbiología  Andréas Voss, aisló de la niña una cepa de estafilococo dorado (Staphylococcus aureus), resistente a la meticilina, previamente no identificada en el hospital. Posteriormente, al investigar a sus padres, quienes eran productores de cerdos, se descubrió la misma bacteria en sus fosas nasales.  El año 2004 el  Prof. Armand-Lefevre determina la presencia de estafilococo dorado, como un integrante de la microbiota nasal del cerdo. La innegable evidencia de la resistencia antimicrobiana generada en producción porcina dejan en claro que este problema no es un mito, no admite más discusión y debe ser abordado con responsabilidad y decisión.

Modalidades de usos de antimicrobianos en producción porcina
En producción porcina los antimicrobianos son utilizados bajo diferentes modalidades:
  • Terapéutica: Cuando se los utiliza sobre animales enfermos con presencia de signos clínicos
  • Metafiláctica: Cuando un porcentaje de animales (aprox. 10-15 %) dentro de un grupo muestra signos clínicos de enfermedad y existe la certeza de que la misma se extienda a todos los animales del mismo grupo
  • Profiláctica: Cuando se administran antibióticos en forma colectiva a animales que, aunque clínicamente sanos, se encuentran expuestos a factores de riesgo tales como, estrés, destete, hacinamiento, cambios en la alimentación y situaciones medioambientales desfavorables, entre otros.
  • Promotores del crecimiento: implica la práctica de suministrar dosis subterapéuticas de antibióticos a animales sanos con el propósito de mejorar parámetros de producción de importancia económica. Esta modalidad está prohibida en diferentes países a nivel global
A pesar de la prohibición del uso profiláctico de antibióticos por parte de la Unión Europea a partir del año 2022, el 93% del consumo mundial de antibióticos en la cría porcina aún se realiza bajo esta modalidad.
La modalidad profiláctica de antimicrobianos implica a su vez, el empleo de antibióticos de amplio espectro vehiculizados en general en el alimento, sin identificar una causa específica de enfermedad, sensibilidad bacteriana al antibiótica e ignorando absolutamente sus propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas. Las dosis suelen ser aproximadas y la duración del tratamiento, a animales clínicamente sanos, se relaciona con el periodo de consumo de alimento de una o varias fases del ciclo de producción. Este uso inadecuado de antibióticos se considera una de las principales razones detrás de los fallos en los tratamientos y la aparición de resistencia antimicrobiana en los entornos de producción
Las cuestiones planteadas exhiben un interrogante fundamental para la industria porcina:
 “¿Es viable lograr una producción eficaz con el uso reducido y prudente de antibióticos?
Los productores y algunos profesionales manifiestan preocupaciones centrales al considerar la reducción en el uso profiláctico de antibióticos, siendo las pérdidas económicas relacionadas con la mortalidad y la disminución en la productividad las más destacadas.
Esta preocupación es comprensible, ya que plantea la necesidad de ajustar y cambiar un enfoque que ha mostrado cierta efectividad hasta el momento, a pesar de que esta efectividad pueda ser engañosa y sólo generar una “sensación de complacencia."
El uso profiláctico de antimicrobianos, especialmente cuando se incorporan en el alimento, refleja una indicación  "Pírrica" de los mismos, destinada a cubrir, atenuar y/o mitigar deficiencias en el sistema y manejo de crianza. Es importante considerar que existen evidencias científicas que indican que las mejoras en los parámetros de producción porcina relacionadas con el uso preventivo de antimicrobianos son en la actualidad insignificantes. Esto se debe a los enormes avances logrados en el manejo, la nutrición, la genética y las condiciones de alojamiento, entre otros factores. Por otro lado, es crucial señalar que estas prácticas han contribuido a la aparición, en unas pocas décadas, de una nueva generación de bacterias con sofisticados mecanismos de resistencia, lo que ha vuelto obsoletos a numerosos antimicrobianos
"No se trata de NO usar los ATB, sino de considerar CÓMO y CUÁNDO emplearlos, así como explorar las alternativas disponibles.".
Por tanto, ¿es factible reducir y/o hacer un uso prudente de antibióticos en la producción porcina?
¡La respuesta es afirmativa! No obstante, es crucial contar con una convicción sólida y adoptar un enfoque integral que aborde a fondo todo el sistema productivo. Es esencial considerar que, para algunos productores, esto podría no ser asequible o viable en función   su situación productiva.
En el proceso de cambiar hacia un uso más responsable de los antimicrobianos, es probable que debamos renunciar en un principio a ciertos aspectos del rendimiento productivo hasta alcanzar un equilibrio entre nuestras metas y las limitaciones actuales. No obstante, llegará un momento en el que ambos objetivos convergerán. Además, en ciertos casos, el proceso de transición hacia una reducción en el uso de antibióticos puede NO afectar en absoluto los parámetros productivos. Como se suele decir, “cada granja es un mundo”.
 Cuando nos referimos a adoptar una postura de abandono en la profilaxis antibiótica y favorecer un uso más responsable, es crucial tener en cuenta las características  sociales y psicológicas de los responsables que toman decisiones en este ámbito productivo (propietarios, encargados, profesionales). Dicho de otra manera, la disposición a aceptar modificaciones en las prácticas de uso de antimicrobianos está estrechamente relacionada con las características de personalidad del individuo encargado de la prescripción del medicamento. Este tema ha sido objeto de estudio por especialistas, quienes han identificado diversos aspectos conductuales entre los responsables sanitarios y los dueños de granjas que impactan en la evolución hacia una terapia antimicrobiana más responsable.
Se puede observar que hay ciertas personalidades que muestran una marcada motivación hacia cambios e innovaciones, siendo conscientes de la importancia de abogar por un uso prudente y que están decididas a implementar experiencias de cambio en la producción. Por otro lado, hay personalidades más conservadoras y escépticas con diferentes niveles de apertura al cambio que rechazan cualquier premisa que pueda potencialmente modificar sus resultados productivos actuales. Asimismo, los profesionales encargados de la sanidad y la nutrición, si bien son conscientes del negativo impacto que tienen el uso irracional de antibióticos en el contexto de 'una salud' o 'One Health', priorizan la modalidad profiláctica para abordar/compensar  deficiencias del sistema de producción.
...Entonces …“¿Cómo enfrentar este desafío? “
Para lograr una reducción en el uso de antimicrobianos y/o adoptar un empleo más prudente, es esencial implementar un enfoque HOLÍSTICO y estratégico en la gestión de la producción de la granja. Esto implica la aplicación de al menos 12 pautas fundamentales e innegociables que deben tenerse en cuenta:
1.       Implantar y preservar elevados niveles de bioseguridad tanto externa como interna, así como de biocontención, en todas las instalaciones productivas, contando con personal responsable y debidamente capacitado
Bioseguridad externa o bio-exclusión:  Tiene como propósito prevenir y/o restringir la entrada de nuevos agentes infecciosos a la granja. Este enfoque implica la identificación de las potenciales fuentes de introducción de agentes infecciosos en la explotación y la implementación de medidas de bioseguridad adecuadas para mitigar el riesgo
 Cerca del 90% de la entrada de enfermedades es por causa de ingreso de animales nuevos al establecimiento. En resumen, se debe instaurar /reformar: Cerca y perímetro protegido, arcos sanitarios de desinfección funcionales y efectivos, limpieza y desinfección de camiones, organización de los circuitos de vehículos, personas y animales. Realizar registros que permitan el control de ingreso de personas y vehículos. Las oficinas y vestuarios deben encontrarse   dentro del cerco perimetral. Contar con filtros sanitario-efectivos, vestuarios limpios, dotación limpia y adecuada, botas, guantes y barbijos, lava botas de rodillo.
El sector de cuarentenas debe estar alejado del área de productiva (entre 100 y 150 metros) y debería ser manejado por personal diferencial del sistema de producción. Es crucial asegurar el acceso a agua potable y proporcionar alimentos de alta calidad, ya sea adquiridos o elaborados internamente. Esto debe ir acompañado de prácticas adecuadas para la provisión y manejo de los mismos. Asimismo, se requiere una gestión eficiente de plagas, controles rigurosos en la entrada y manejo del semen, así como garantizar la adecuada recolección y tratamiento de efluentes y manejo de cadáveres.
La bioseguridad interna o biocompartimentación:  Se compone de medidas destinadas a reducir la propagación de enfermedades dentro de la explotación. Comprende la realización de sólidos y rigurosos protocolos de limpieza-desinfección y vacíos sanitarios  adecuados (monitoreados a través de controles microbiológicos periódicos),  llevado a cabo por personal altamente capacitado  y responsable. Esta tarea tiene un enorme impacto sanitario dentro de la granja.
Se debe establecer en los ciclos completos de producción una circulación o flujo estricto del personal en diferentes áreas o sitios como:  gestación, maternidad, recría y terminación. Se incluye la adopción de pediluvios en la entrada de cada sitio y/o la provisión de botas específicas para cada área ( por ejemplo, diferenciadas por color). También se debe hacer hincapié en la óptima distribución de comederos y bebederos, asegurando número y  flujos de agua  adecuados.
Biocontención:  Consiste en evitar el riesgo de propagación de patógenos al exterior de la granja. Este enfoque desempeña un papel crucial en la salud pública al impedir que el personal de la granja transmita bacterias potencialmente patógenas del entorno de trabajo a su círculo familiar y/o social
2.       Abandono del uso profiláctico de ATB en el alimento en las cerdas y lechones.  Establecer estrategias alternativas.
La administración de antibióticos profiláctico en el alimento, en la búsqueda de prevenir el desarrollo de enfermedades sistémicas, conlleva a diferentes situaciones farmacológicas , asociadas con las características  farmacocinéticas y farmacodinámicas del antimicrobiano, que impactan promoviendo el desarrollo de RAM y/o fallos terapéuticos. Además, estas prácticas pueden tener un impacto desfavorable en el entorno ambiental de la granja
Características Farmacocinéticas
Muchos de los antibióticos utilizados en producción porcina poseen pobre biodisponibilidad cuando son administrados por vía oral vehiculizados en el alimento, llegando a eliminarse más del 70 % de la dosis activa a través de materia fecal. Ello genera un impacto ambiental negativo y enormes cambios sobre la diversidad de la microbiota intestinal, promoviendo el desarrollo de resistencia horizontal y disbiosis. La biodisponibilidad es un parámetro farmacocinético que determina la exposición sistémica del medicamento. Dicho de otra manera, para lograr concentraciones efectivas y una exposición adecuada del antibiótico en el sitio de la infección es fundamental que posea una buena biodisponibilidad oral.
Algunas formulaciones de antibióticos orales solubles en agua de bebida (no dispersiones, como a menudo se administran), cuando se utilizan de manera adecuada, pueden mejorar su disponibilidad sistémica. Así,  la transición de la administración de antibióticos del alimento al agua de bebida, especialmente a través de sistemas de dosificación automáticos, podría ser una de las primeras estrategias a implementar en la reducción del uso de antimicrobianos en granjas. Esto no solo está relacionado con la mejora de la biodisponibilidad, sino también con las ventajas que este medio biológico proporciona como:
√ Realización de tratamientos de corta duración
√ Menor impacto de la enfermedad en el consumo
√ Reducidas posibilidades de interacciones con los diferentes componentes del alimento
√ Menor influencia del rango social en el consumo
√ Disminución en la variabilidad de la dosificación
√ Posibilidad de establecer tiempos de retiro más previsibles
√ Menor exposición del antibiótico a la microbiota intestinal y una menor probabilidad de desarrollo de resistencia horizontal, entre otros beneficios.
  • Características farmacodinámicas
El uso excesivo e inadecuado de antimicrobianos en granjas puede propiciar, al momento de desarrollarse infecciones, inóculos bacterianos de grandes tallas en el lugar de la infección, lo que resulta en concentraciones inhibitorias mínimas (CIM), más elevadas  que dificultan la obtención de una cura clínica y bacteriológica cuando se lo utiliza a la dosis terapéutica indicada por el fabricante.
La administración profiláctica de antibióticos en el alimento en cerdas gestantes provoca cambios significativos en su microbiota intestinal, lo que conduce a una disbiosis o desequilibrio en la composición y función de comunidad de microorganismos que la integran. Es importante destacar que los lechones neonatos adquieren gran parte de su microbiota a través de la materia fecal de la madre. Recientemente se ha establecido que un lechón recién nacido puede ingerir hasta 26.62 g de materia fecal materna por día durante los primeros 3-4 días de vida. Dado su inmunidad aún pobre o  incipiente, la exposición a una microbiota disbiótica proveniente de la madre hace que el lechón sea vulnerable al desarrollo de infecciones, particularmente gastrointestinales que cursan con diarreas.
Existen alternativas a los antimicrobianos que podrían utilizarse profilácticamente, tales como ácidos orgánicos, aceites esenciales, probióticos, prebióticos, simbióticos, extractos de plantas con efecto medicinales, entre otros, que deberían ser evaluados para cada situación productiva  
3.       Establecer un estricto manejo «Todo dentro-todo fuera”: El objetivo es prevenir la transmisión horizontal de enfermedades que ocurren con el manejo en flujo continuo.
Este enfoque de manejo implica mantener a un grupo o banda de animales durante un periodo de crianza específico. Una vez establecido el grupo, no se incorporan más animales. Después de completar su ciclo de producción, se retira la banda, seguido de un proceso de limpieza y desinfección del lugar. Se establece un periodo de vacío sanitario antes de introducir un nuevo grupo de animales para asegurar condiciones sanitarias óptimas.
4.       Trabajar estratégicamente en programas de vacunación
La profilaxis mediante vacunación emerge como una gestión sanitaria fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir el desarrollo de infecciones endémicas en granjas, así como otras de riesgo que son obligatorias según el programa de vacunación. Es esencial considerar, especialmente en casos de alta prevalencia de diarreas neonatales, la vacunación estratégica de las madres, teniendo en cuenta la transición de los cambios fisiológicos que experimenta la glándula mamaria de la cerda durante la gestación y parto. El objetivo es alcanzar un óptimo enriquecimiento inmunológico humoral y celular a nivel calostral
5.       Optimizar las ventilaciones (gestión del aire) y adecuadas temperaturas de confort en los diferentes lugares de crianza
6.       Disminuir el estrés en todas las etapas del ciclo de producción
Durante la gestación en cerdas hiperprolíficas se han observado diversas circunstancias relacionadas con estrés y dolor, ya sea agudo o crónico. Estas situaciones podrían afectar a las camadas durante la fase de calostrado-lactancia, manifestándose más tarde en complicaciones gastrointestinales (diarreas), que necesiten el uso de antimicrobianos.
Entre las situaciones destacadas se encuentran el dolor intenso asociado con problemas de podopatologías y úlceras en cadera y/o escápula.
Además, se ha determinado que un 64.6 % de las cerdas hiperprolíficas presentan grados moderados a significativos de constipación que persiste hasta el parto, prolongando los tiempos de nacimiento y aumentando el riesgo de neonatos nacidos muertos o asfixiados. También se han asociado lesiones corporales durante el establecimiento de rangos sociales en gestaciones grupales, así como descargas vulvares que se mantienen en el tiempo durante la gestación.
7.       Respetar las densidades en función de las diferentes situaciones del ciclo productivo
 A medida que el tamaño del grupo aumenta, también lo hace el riesgo de peleas y comportamientos perjudiciales que llevan al desarrollo de heridas,  mordisqueo de vulvas, colas y orejas, etc. La complejidad de esta situación varía según la edad del cerdo y otros factores.
Como ejemplo, se establecen pautas específicas, como asignar dos metros cuadrados para una cerda de cría y un metro cuadrado por cada tres lechones, totalizando cinco metros cuadrados para una cerda y nueve lechones. En recría se sugiere una densidad de 0.343 m² por animal, 34 cm lineales de comedero por animal y un bebedero tipo cazoleta por cada 10 animales. Algunos autores también proponen el uso de Kg de cerdo/m2 o el cálculo mediante la ecuación de Payne et al., 2006, m2=0.034 x peso corporal 0.667).
Es importante que cada productor realice sus mediciones específicas para determinar el punto de equilibrio que minimice el estrés y permita la mejor expresión del potencial de sus animales, maximizando la producción en sus instalaciones.
8.       No realizar destetes de menos de 21 días edad de vida
Numerosos estudios científicos respaldan la importancia de no realizar destetes en lechones antes de los 21 días de vida. La prolongación del período de lactancia hasta al menos 21 días garantiza un mejor desarrollo de tracto gastrointestinal y un más adaptado sistema inmunológico. La transición gradual a dietas sólidas a partir de los 7-10 días de lactancia prepara de manera efectiva el sistema digestivo para la mejor adaptación de los alimentos sólidos durante el destete.
9.       Asegurar una nutrición digestible, equilibrada e higiénica
Una alimentación de fácil digestión reduce la probabilidad de desarrollar procesos fermentativos y la proliferación de nichos bacterianos específicos en la microbiota, los cuales podrían perturbar el equilibrio y la salud intestinal. Esta situación, aunque es crucial en varias etapas del ciclo de producción, adquiere mayor importancia durante el destete, ya que está directamente relacionada con la aparición de diarreas. Estudios recientes han demostrado resultados positivos en la prevención de diarreas post destete al reducir la cantidad de proteína en las   dietas al inicio de la recría y aumentar gradualmente en las siguientes fases de la misma, por ejemplo: Dieta fase I:  14%, Fase II 17.4% y Fase III 19.2% de proteína
10.   Asegurar un adecuado consumo de calostro y temperatura de confort de lechones neonatos
El calostro es un fluido de composición dinámica considerado el "elixir de vida del lechón". Garantizar un consumo mínimo de 200 g/kg de peso vivo es crucial para lograr una termorregulación adecuada, la adquisición óptima de inmunidad humoral y celular, y un inicio correcto del desarrollo del tracto gastrointestinal del lechón. La estrategia calostral requiere personal capacitado, instalaciones y un entorno adecuado, así como la implementación de estratégicas rotaciones de la camada (Split sucking) según el peso de los animales o situaciones específicas al parto, como la hipoxia intrauterina y/o rangos de nacimientos. Para lograr un consumo óptimo de calostro, es fundamental que los animales se encuentren a una temperatura de confort, la cual está vinculada al peso corporal: animales con más de 1 kg al nacer, 32-34 °C, y aquellos con menos de 1 kg o hipotrofos, 34-35 °C.
11.   Implementar un efectivo manejo de las cerdas durante el periparto-parto y lactancia
La implementación de un efectivo manejo de las cerdas durante el periparto, parto y lactancia es esencial para optimizar la salud y rendimiento de la camada. Previamente, se han resaltado diversas consideraciones de manejo. Es fundamental tomar medidas clave para disminuir el estrés, como garantizar un entorno tranquilo y cómodo, implementar un programa nutricional adecuado y realizar preparativos antes del parto.
 Es crucial supervisar el proceso de parto y ofrecer asistencia con personal debidamente capacitado. Se recomienda realizar un manejo estratégico y prudente de la oxitocina o carbetocina, autorizando su aplicación a partir del nacimiento del sexto lechón o únicamente cuando la situación obstétrica, debidamente establecida,  lo requiera. El bienestar general de los animales se ve significativamente afectado por la atención y el cuidado apropiados durante estas etapas críticas.
12.   Realizar detección temprana de animales enfermos: Terapia de precisión
La anticipación a la aparición de un evento clínico-sanitario colectivo condiciona la eficacia y duración del tratamiento antibiótico. La terapia de precisión implica identificar tempranamente animales enfermos a través de cambios en el comportamiento o comportamientos anormales en el lote, como una disminución en el consumo de alimento o agua, posiblemente acompañada de un aumento de temperatura. La identificación y aislamiento de los animales afectados permiten tomar decisiones informadas para un tratamiento antibiótico posterior por vía inyectable, reduciendo significativamente el uso generalizado de los mismos. Es esencial capacitar al personal para reconocer comportamientos anómalos durante las diversas fases del ciclo de producción, facilitando la toma de decisiones diarias o la comunicación de la situación al responsable sanitario: "Cada día, cada galpón, cada cerdo".
En situaciones de manifestaciones infecciosas colectivas, se debe priorizar la administración de antibióticos solubles a través del agua de bebida, siguiendo criterios de manejo racional de antimicrobianos.

En conclusión
Administrar antimicrobianos de manera prudente en la producción porcina demanda una gestión rigurosa y un seguimiento meticuloso de los animales. La reducción del uso indiscriminado de antibióticos no debería ser simplemente vista como una medida impuesta por normativas de organismos supervisores.
Esta práctica es una necesidad para mejorar la calidad productiva del cerdo sino también para restringir la aparición y disminuir los riesgos de propagación de bacterias multirresistentes que impacta en el concepto de “Una salud”. El enfoque del uso racional y la lucha contra la resistencia a los antibióticos son responsabilidades compartidas por todos los actores involucrados en la cadena porcina.
El éxito de esta iniciativa radica en la toma de conciencia, cambios de actitud, formación e información, y, sobre todo, DESICIÓN.
¡¡Queda claro que aún hay mucho por hacer para garantizar una gestión sostenible y responsable de los antimicrobianos en la industria porcina…Manos a la obra!!
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Para lograr una reducción en el uso de antimicrobianos y/o adoptar un empleo más prudente, es esencial implementar un enfoque HOLÍSTICO y estratégico en la gestión de la producción de la granja.
El uso excesivo e inadecuado de antimicrobianos en granjas puede propiciar, al momento de desarrollarse infecciones, inóculos bacterianos de grandes tallas en el lugar de la infección, lo que resulta en concentraciones inhibitorias mínimas (CIM), más elevadas  que dificultan la obtención de una cura clínica y bacteriológica cuando se lo utiliza a la dosis terapéutica indicada por el fabricante.
Existen alternativas a los antimicrobianos que podrían utilizarse profilácticamente, tales como ácidos orgánicos, aceites esenciales, probióticos, prebióticos, simbióticos, extractos de plantas con efecto medicinales, entre otros, que deberían ser evaluados para cada situación productiva.
El calostro es considerado el 'elixir de vida del lechón' y garantizar un consumo mínimo de 200 g/kg de peso vivo es crucial para lograr una termorregulación adecuada, la adquisición óptima de inmunidad humoral y celular, y un inicio correcto del desarrollo del tracto gastrointestinal del lechón.
Es fundamental garantizar un entorno tranquilo y cómodo, implementar un programa nutricional adecuado y realizar preparativos antes del parto. Además, es crucial supervisar el proceso de parto y ofrecer asistencia con personal debidamente capacitado.
La terapia de precisión implica identificar tempranamente animales enfermos a través de cambios en el comportamiento o comportamientos anormales en el lote, como una disminución en el consumo de alimento o agua, posiblemente acompañada de un aumento de temperatura.
Autores:
Alejandro Soraci
UNICEN
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Dr. Omar Romano Sforza
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Jose Zuñiga Herrerias
9 de enero de 2024
Hola Alejandro.
Muy bien resumidos los puntos que requieren revisión continua y constante alimento, movimientos, visitas, vacunas control de fauna, aire instalaciones etcétera.
Dentro de las opciones de terapias alternativas aceites, ac. orgánicos.... existe hoy día alternativas de alta tecnología como el definir Terapias Homeopáticas.

A partir de un Diagnostico Cuántico y así poder dentro de un plan "profiláctico" y estratégico dichas Terapias Homeopáticas a mantener la salud en la población
sin que esto genere ninguna resistencia bacteriana y si la libertad de aplicación sin riesgo alguno
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Jesús Borquez
Pronovo S.A.
19 de diciembre de 2023
La utilización de Programas Nutricionales libres de antibióticos como promotores de crecimiento es también una herramienta fundamental para disminuir el uso de ATB en explotaciones porcinas
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