Evaluación de tres técnicas de diagnóstico de preñez en vacas holstein

La producción de leche puede verse limitada muchas veces por el bajo desempeño reproductivo de vacas de alta producción; este es un problema global caracterizado como una complicación que se debe abordar de forma multidisciplinaria, debido a sus causas multifactoriales (Rivas et al., 2011); un requisito en el desempeño de la lactancia rentable de una vaca es que tenga intervalos de tiempo regulares de una lactancia a otra. En la meta de lograr un ternero por vaca, cada 365 días, encontramos que la gestación promedio debe durar en ganado Holstein 279 ± 8 días (Ramírez y Segura, 1992), hasta el parto. El puerperio y/o período de recuperación fisiológica de la hembra bovina para estar en condiciones de ser preñada dura 45 a 60 días; si el ciclo estral dura en promedio 21 días, tenemos una o dos oportunidades de preñarlas para lograr un ternero por año, y en leche acortar lo más posible el período de vaca seca (Poodts, 2008). Para la correcta implementación de la Inseminación Artificial (IA) se requiere identificar los vientres que están en condiciones de ser cargadas. Lo anterior conlleva dos retos inmediatos: 1° el escaso tiempo para lograr la fecundación dentro del tiempo pretendido, y 2° la detección de celo (Poodts, 2008), por lo cual se ha buscado sincronizar el ciclo estral de las vacas. Durante su búsqueda se han implementado varios protocolos que aseguran la ovulación sin la presentación de celo, realizando la inseminación y aportando una garantía sobre la concepción de la cría, esto ayudado con técnicas de diagnóstico de gestación que sean eficaces y den una respuesta en el menor tiempo posible para saber si se ha dado o no la concepción.

La presente investigación se realizó en el Instituto de Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la UABC. Se utilizaron 15 vacas Holstein; en su segundo tercio de lactación, con una condición corporal de 2.5 en una escala de 1-5, con un promedio de 60 días abiertos y con una media de 3 partos. Las vacas fueron manejadas de la misma forma que el resto del hato ganadero, alimentadas 2 veces al día con una dieta a base de alfalfa y concentrado comercial, agua ad libitum, siendo ordeñadas dos veces al día. El experimento tuvo una duración aproximadamente de 80 días para la sincronización, inseminación, toma de muestras y diagnóstico de preñez por detección de proteínas tempranas de la gestación, ultrasonografía y palpación rectal. Se consideraron 12 días para la sincronización individual de estro, tomando como día 0 la primera aplicación de GnRH a razón de 200 μg/animal, vía I.M; el día 10 se aplicó PGf2α, 25 mg por cabeza, más 500 U.I. de GCe /animal, vía I.M., el día 12 se aplicó nuevamente GnRH a razón de 200 μg/animal, vía I.M, realizando la Inseminación Artificial a tiempo fijo 16 horas después de esta última aplicación. Los animales que presentaron signos de celo se re-inseminaron (del día 18 al 23 post IATF). El día 28 post inseminación artificial se recolectaron muestras de sangre de la vena coccígea, utilizando agujas vacutainer calibre 21; la muestra se depositó en tubos de ensayo con EDTA (4ml aproximadamente) para la realización de IDEXX bovine pregnacy test® de las vacas que no presentaron celo. El día 38 se realizó el diagnóstico de gestación por ultrasonografía, utilizando el equipo de ultrasonografía con el equipo portátil EXAGO® . El día 48 se realizó el diagnóstico de gestación, través de palpación rectal.

Los resultados de la comparación de tres técnicas de diagnóstico se muestran en el Cuadro 1. No se observaron diferencias en cuanto a la efectividad de las técnicas evaluadas. El 47% (7/15) de los animales fue diagnosticado como gestante, esto tomando en cuenta que el 7% quedo gestante a la primera I.A. el 33% en la segunda I.A. y otro 7% en la tercera inseminación artificial. La Inseminación Artificial a tiempo Fijo (IATF) así como los protocolos Ovsynch se han desarrollado para disminuir la dependencia de la detección de estro en programas de reproducción (Pursley et al., 1995); Sin embargo, incluso con el aumento de las tasas de preñez de la Inseminación Artificial, la baja fertilidad de las vacas lecheras en lactancia sigue siendo un problema después de IATF (Souza et al., 2007). A la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo solo se logró la gestación de uno de los animales, esto representa solo es 7% de las vacas que entraron al programa de sincronización, sin embargo esto reactivó la ciclicidad de los animales y aumentó la cantidad de animales gestantes que presentaron celo natural después de la I.A.T.F. representando el 33%; debemos tener en cuenta que el éxito de estos programas va ligado a otros factores como la nutrición (condición corporal), manejo y ambiente, además de las patologías individuales que puedan presentar los animales tomando en cuenta que los días abiertos en promedio superaban los 90 días. Por ejemplo, Gümen et al. (2003) reportaron que aproximadamente el 40% de las vacas con condición corporal menor o igual a ≤ 2.5 eran anovulares, en comparación con aproximadamente el 20% de las vacas con condición corporal mayor que ≥ 2.75. La variabilidad de la tasa de preñez observada en experimentos adicionando eCG, también demuestra que la tasa de ovulación puede ser mayor indicando que aunque exista la ovulación no indica se dará o mantendrá la gestación.

Cuadro 1. Comparación resultados de los tres métodos de diagnóstico

La detección de PAGs a los 28 días de gestación representa una alternativa viable para que los productores puedan utilizarle como herramienta de diagnóstico, esto con el fin de reducir días abiertos, intervalos entre partos, disminuir costos de mantenimiento y aumentar el número de partos por año. Debemos enfatizar en que los protocolos de sincronización de estro e inseminación artificial a tiempo fijo deben ir de la mano con la nutrición y manejo del hato para poder lograr niveles de eficiencia adecuados.