Efecto de los factores anti-nutricionales de la dieta en la salud intestinal y el desarrollo del lechón

Para tener ganancias económicas en la producción animal, la salud es la clave. Para tener una vida productiva saludable, es fundamental tener un buen inicio. Los animales jóvenes maduran y se desarrollan con gran rapidez, ganando músculos y crecimiento ósea al mismo tiempo que hay desarrollo cerebral y del sistema nervioso. Toda esta formación requiere una concentración relativamente elevada de nutrientes, especialmente proteínas y calcio. La mayoría de las proteínas debe provenir de los ingredientes proteicos en la dieta, incluso en aquellas dietas con amplia inclusión de cereales. Esto enfatiza la importancia de la calidad de los ingredientes proteicos usados en la dieta.

En las condiciones modernas de producción, los animales de la granja están continuamente expuestos a varios estresores incluyendo altas densidades de población, cambios en el alimento, temperaturas extremas y presiones patológicas. Es necesario tener una respuesta inmunitaria adecuada y funcional para superar y/o eliminar estos estresores del cuerpo. Sin embargo, este mecanismo de defensa puede ser muy caro para los resultados zootécnicos, ya que toma los nutrientes normalmente usados para el desarrollo y los usa en el soporte del sistema inmune. Esto es generado por la respuesta inflamatoria, la cual es activada una vez el sistema inmune esta activo. Incluso una respuesta inmune baja en cerdos puede reducir la ganancia de peso y el consumo de alimento en 15-21% (Spurlock et al. ,1997) mientras que una infección clínica puede incurrir en una disminución del 40% en el crecimiento según Pastorelli et al. (2012).

Algunos saben que los agentes inflamatorios presentes en el alimento para animales son conocidos como factores anti-nutricionales (ANF’s). Hay un rango muy Amplio de  ANF’s (como estaquiosa, rafinosa, inhibidores de tripsina (TIA) y β-conglicinina) los cuales proveen a las plantas protección contra hongos, bacterias  sobre consumo por animales salvajes. Aunque son benéficos para la planta, en el intestino, especialmente en el intestino de animales jóvenes, los ANF’s reducen la digestión de nutrientes y desencadena una fuerte respuesta inflamatoria que resulta en inflamación crónica del intestino, digestión deficiente y bajo desarrollo. En la soya (el ingrediente proteico más usado en dietas para animales) el contenido de ANF’s es particularmente alto. Investigaciones han demostrado que el remplazo total o parcial de la harina de soya (SBM) por concentrado proteico de soya tratado enzimáticamente (ESBM) y con reducción de ANF’s mejora el crecimiento de los lechones (figura 1A) y la eficiencia del alimento al reducir diarreas. Adicionalmente, al reemplazar SBM por ESBM en dietas de lechones jóvenes mejora el estatus oxidativo y reduce el daño a las microvellosidades intestinales (Figura 1B) y aumenta la expresión de las proteínas de las uniones celulares (Ma et al., 2019 a;b).