España - Deja sin efecto normativa sobre espacio mínimo obligatorio de cada cerdo

El Tribunal Supremo ha declarado la nulidad del apartado 4 de la disposición final cuarta del Real Decreto 159/2023, que endurecía las condiciones de bienestar animal en el porcino de cebo al exigir más superficie libre por cerdo en las granjas.

La sentencia estima el recurso presentado por la empresa navarra Granja Los Alecos y cuestiona el procedimiento seguido por el Ministerio de Agricultura al aprobar la norma, al considerar insuficiente la Memoria de Análisis de Impacto Normativo (MAIN).

La clave: una memoria económica insuficiente
Según explica ASAJA, el Alto Tribunal basa la anulación en un “vicio de procedimiento” derivado de la MAIN. Cuando el Gobierno aprobó el decreto en marzo de 2023, la memoria económica calificaba de “nulo o mínimo” el impacto de la medida sobre las granjas porcinas.

El Supremo, sin embargo, entiende que exigir una menor densidad de animales —más metros cuadrados por cerdo— tiene una “innegable repercusión económica”, que no se evaluó de forma adecuada. Para ASAJA, la sentencia viene a confirmar que no se pueden introducir cambios de calado «a golpe de decreto» sin cuantificar sus consecuencias sobre la rentabilidad de las granjas.

Menos animales o más inversión: el impacto previsto en las granjas
El sector había advertido de que la adaptación a las nuevas tablas de densidad dejaba en la práctica solo dos alternativas al productor:

Reducir la cabaña, con la consiguiente pérdida de ingresos directos.
Acometer inversiones en obra civil, ampliando naves para mantener el mismo número de plazas.
Según las estimaciones manejadas por ASAJA, el cumplimiento del RD 159/2023 habría supuesto, de media, más de 300.000 euros por explotación o una reducción de la capacidad productiva nacional de entre 4 y 8 millones de cerdos al año, lo que equivale a un recorte de entre el 7 % y el 16 % de las plazas.

Vuelta al marco anterior de densidades
Con la nulidad del apartado impugnado, quedan anuladas las nuevas tablas de densidad para lechones destetados y cerdos de producción que introducía el Real Decreto 159/2023.

La referencia normativa en materia de superficie mínima por animal vuelve así al marco previo, es decir, al Real Decreto 1135/2002, lo que elimina la obligación de acometer obras urgentes o de reducir animales antes de 2025 únicamente por este motivo.

ASAJA subraya que la sentencia aporta un plus de seguridad jurídica y lanza un mensaje al Ministerio de Agricultura de cara a futuras regulaciones, incluidas las relacionadas con bienestar animal y medio ambiente: cualquier cambio que afecte de forma significativa a los costes de producción deberá ir acompañado de una memoria económica realista.

ASAJA: “El papel lo aguanta todo, el ganadero no”
En su valoración, la organización agraria celebra que el Supremo haya puesto “negro sobre blanco” una preocupación compartida por buena parte del sector. ASAJA afirma que los ganaderos son “los primeros interesados en cuidar su ganado”, pero rechaza lo que denomina “demagogia legislativa”.

La organización considera “inadmisible” que se presente como “inocua” una medida que, en su opinión, “ataca directamente a la línea de flotación de la rentabilidad” de las explotaciones. A su juicio, la resolución judicial da “oxígeno y tiempo” a la ganadería intensiva de porcino, aunque advierte de que “la presión ideológica sobre la ganadería intensiva continúa” y llama a seguir vigilantes ante nuevas iniciativas regulatorias.