Comprender y combatir la disenteria en cerdos

La disentería porcina, causada por Brachyspira hyodysenteriae, es una de las enfermedades infecciosas más graves del tracto gastrointestinal, que afecta a los cerdos durante todo el período posterior al destete y las fases de engorde. La disentería ocurre en todo el mundo en explotaciones porcinas de todos los tamaños y provoca grandes pérdidas económicas en las granjas afectadas.

B. hyodysenteriae es una espiroqueta anaeróbica gramnegativa que coloniza el intestino grueso. Se transmite principalmente a través de las heces de animales clínicamente enfermos y animales portadores. La infección por B. hyodysenteriae a menudo permanece latente y brota en períodos de mayor estrés. Los brotes se caracterizan por una propagación epidémica, con una morbilidad del 90% y una mortalidad de alrededor del 30-50%. Los síntomas son similares a los de la salmonelosis aguda, Lawsonia intracellularis o parásitos, es decir, diarrea hemorrágica grave. Por lo tanto, los métodos serológicos como la PCR o los cultivos celulares son necesarios para un diagnóstico diferencial.

B. hyodysenteriae puede sobrevivir entre 90 y 120 días en cerdos con infección latente y hasta 8 meses en los purines, por lo que la disentería aguda puede ocurrir periódicamente en explotaciones infectadas. La erradicación completa de la bacteria solo es posible si todos los animales se retiran del establo y se sacrifican. A continuación, la fosa de purín debe vaciarse y desinfectarse con un compuesto que sea eficaz contra B. hyodysenteriae. Si no es posible una erradicación completa, por ejemplo, en rebaños de reproducción, los animales que muestren síntomas clínicos deben retirarse del rebaño. El tratamiento con antibióticos de los animales restantes es posible, sin embargo, para evitar la resistencia a los antibióticos, la cepa concreta de Brachyspira debe someterse a pruebas de resistencia. Los altos estándares de higiene y manejo y el control de plagas son vitales para combatir la disentería.

Además, los animales pueden ser apoyados mediante la prevención de procesos inflamatorios en el tracto digestivo a través de aditivos alimentarios funcionales. Esto puede ayudar a prevenir la aparición de disentería y permitir que los criadores de cerdos reduzcan o eliminen los antibióticos del pienso, así como reducir los costes veterinarios.