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La importancia del calostro en la producción porcina

Publicado: 3 de marzo de 2025
Por: Afton Sawyer, Especialista en Servicio Técnico de Cerda, y Carlos Martins, Coordinador Global de Servicios. Hypor
En este artículo, descubra cómo un manejo eficaz del calostro puede mejorar la salud de los lechones, su supervivencia y la productividad general del ganado porcino.
El calostro es la primera leche que produce una cerda poco después, e incluso durante, el proceso de parto. Su producción se desencadena por una cascada de hormonas antes de que comience el parto1. Durante esta fase inicial de calostrado, la cerda permite continuamente a sus lechones acceder a su ubre, permitiéndoles moverse de teta en teta y consumir calostro2,3.
La importancia del calostro en la producción porcina - Image 1
El calostro es vital para la supervivencia y el crecimiento de los lechones en sus primeras etapas de vida, ya que proporciona nutrientes esenciales, energía y anticuerpos. Su significado es especialmente importante en la producción porcina moderna, donde la optimización de la salud de los lechones influye directamente en la productividad y la rentabilidad. Las «tres C» del manejo del calostro, tal y como destaca el equipo técnico de Hypor, hacen hincapié en los factores clave:
  1. Calidad - El porcentaje o rendimiento de grasa e inmunoglobulinas.
  2. Cantidad - Ingesta suficiente para cada lechón.
  3. Celeridad - Los lechones necesitan acceder a este recurso lo antes posible.
Un manejo eficaz del calostro es crucial para la salud y el desempeño de los lechones, contribuyendo significativamente al éxito general de las operaciones de la granja.

El calostro: Una visión general
Los lechones nacen sin un sistema inmunológico completamente desarrollado. A diferencia de los humanos, los cerdos no transfieren anticuerpos de la madre al feto a través de la placenta. Esto significa que los lechones dependen totalmente del calostro para la inmunidad pasiva.
En una investigación reciente se recogió calostro de cerdas durante las primeras 24 horas tras el parto y se analizó su contenido4. Las cantidades se promediaron a lo largo del periodo de colecta. También se recogió leche y se analizó posteriormente en el periodo de lactación. Los resultados se resumen en la Tabla 14.
El calostro contiene un compuesto denominado inmunoglobulina G (IgG), que es esencial para proporcionar a los lechones inmunidad pasiva mientras están lactando5. Como se indica en la Tabla 14, el calostro es significativamente más rico en proteínas, grasas e hidratos de carbono que la leche normal. Estos nutrientes son cruciales para los lechones, ya que nacen con unas reservas energéticas muy bajas y una grasa corporal mínima.
El calostro se segrega en las mayores cantidades durante las primeras 12 horas tras el parto, y su producción disminuye significativamente entre las 12 y las 24 horas (Figura 1) y suele agotarse alrededor de las 40 horas tras el nacimiento del primer lechón6. Además, la limitada ventana de producción de estos componentes inmunitarios coincide con la capacidad de los lechones para absorberlos y utilizarlos.
En grandes animales de granja como los cerdos, el intestino puede cerrar los canales más anchos necesarios para absorber grandes moléculas de IgG tan pronto como 24 horas después del nacimiento, deteniendo efectivamente su capacidad para tomar estos importantes factores inmunológicos7. Además, los lechones no deben ser adoptados antes de validar la ingesta de calostro, ya que no pueden absorber y utilizar otros componentes inmunológicos, como los linfocitos, de las cerdas de acogida8. Esto subraya la importancia del consumo oportuno y suficiente de calostro de su madre en las primeras horas de vida.
La importancia del calostro en la producción porcina - Image 2
Tabla 1: Composición del calostro en comparación con la leche.
La importancia del calostro en la producción porcina - Image 3
Figura 1: Concentración de inmunoglobulinas en el calostro.
El calostro no sólo proporciona componentes esenciales para el desarrollo de la inmunidad pasiva del lechón, sino que también es una potente fuente de energía. El calostro está repleto de proteínas de alta calidad y fuentes de energía esenciales para la supervivencia de los lechones, ya que satisface sus necesidades metabólicas durante las críticas primeras horas de vida.
Los lechones recién nacidos tienen reservas de energía limitadas y poca grasa corporal, por lo que la composición rica en nutrientes del calostro es fundamental para satisfacer sus necesidades metabólicas de termorregulación y supervivencia en general. Los lechones de bajo peso, que consideramos de menos de 1,0 kg, son más propensos a presentar signos de hipoxia al nacer y tienen una ingesta reducida de calostro en las primeras 24 horas9. Esto se atribuye principalmente a su tamaño o debilidad al nacer, ya que es más probable que pierdan más episodios de lactancia o que compitan más por un pezón disponible y funcional.
Además, los lechones hipotérmicos y los de baja viabilidad - indicada por una temperatura rectal inferior a 38°C - tienen menos probabilidades de consumir suficiente calostro, lo que aumenta aún más su vulnerabilidad10. Los estudios térmicos han demostrado que los lechones que reciben calostro alcanzan temperaturas corporales más altas, lo que aumenta su viabilidad (Figura 2)10.
La importancia del calostro en la producción porcina - Image 4
Figura 2: Imagen térmica de la temperatura corporal de los lechones que ingieren calostro (abajo), en comparación con los lechones de baja viabilidad (arriba) que no han llegado a la ubre.
El calostro también tiene factores de crecimiento que ayudan al desarrollo del tracto digestivo11. Estos factores de crecimiento y péptidos bioactivos del calostro promueven el crecimiento intestinal, lo que mejora la eficiencia de absorción de nutrientes. Este desarrollo temprano sienta las bases para mejorar la conversión alimenticia y las tasas de crecimiento durante las fases de lechonera y acabado. La eficiencia productiva puede verse influida en las primeras 24 horas de vida, por lo que es esencial que los lechones consuman individualmente suficiente calostro.
La cantidad ideal de calostro necesaria por lechón es de 250 gramos12. Esta ingesta debe lograrse a lo largo de varias sesiones de encalostramiento12. Esta ingesta de calostro debe producirse dentro de las primeras 12 horas después del nacimiento, o tan pronto como sea razonablemente posible, debido al «cierre» de la pared intestinal que se mencionó anteriormente.

El calostro y su impacto en el cerdo
La ingesta de calostro tiene un impacto significativo en la salud y en el desempeño de los lechones. La ingesta oportuna y adecuada de calostro reduce significativamente la mortalidad pre-destete. Los lechones que no reciben suficiente calostro son más susceptibles a las infecciones, la inanición y la debilidad, lo que puede dar lugar a mayores pérdidas para los productores. La ingesta de calostro depende en gran medida de la capacidad del lechón para alcanzar la teta.
Una investigación ha demostrado que los lechones que ingieren menos de 200 gramos de calostro al nacer tienen una tasa de mortalidad pre-destete del 43,4%, mientras que los que consumen más de esta cantidad tienen una tasa de mortalidad de sólo el 7,1%13 Además, los lechones que mueren durante la lactancia suelen mostrar un menor aumento de peso o pérdida de peso, temperaturas rectales más bajas, aumento de los niveles de cortisol y disminución de los niveles plasmáticos de IgG y glucosa13.
Otro estudio descubrió que, por cada 100 gramos de aumento en el peso al nacimiento de los lechones, su ingesta individual de calostro aumentaba en 28 gramos2. Los lechones de menor peso al nacer requieren un manejo adicional como el encalostramiento dividido, un posible entrenamiento a la teta o adopciones para darles una ventaja con los lechones relativos a su propio tamaño. Aunque algunos acontecimientos durante el parto están fuera del control del trabajador, muchos problemas pueden mitigarse mediante un consumo adecuado de calostro y un cuidado excepcional de los lechones en su primer día.
Se ha demostrado que el consumo adecuado de calostro mejora significativamente el potencial de la progenie para convertirse en finalizadores de valor completo, ya que los beneficios del calostro se extienden mucho más allá del período de parto. El calostro contiene varios factores de crecimiento, como el factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1) y el factor de crecimiento epidérmico (EGF), que son cruciales para el desarrollo y la maduración del tracto gastrointestinal y otros órganos de los lechones14. Estos componentes bioactivos favorecen el crecimiento y desarrollo general de los lechones, sentando unas bases sólidas para su salud y productividad futuras.
Tanto la ingesta de calostro como el peso al nacer de los lechones afectan significativamente a su peso al destete, durante la fase de crecimiento y en la fase de finalización15. Un estudio descubrió que los lechones que consumieron menos de 290 gramos de calostro pesaban aproximadamente dos kilogramos menos a los 42 días, en comparación con los lechones de la misma edad que consumieron más de 290 gramos13. Además, se demostró que una mayor ingesta de calostro beneficia a los lechones con menor peso al nacer de forma más significativa que a sus compañeros de camada, lo que conlleva una reducción de la mortalidad antes del destete y en la lechonera15.
El calostro también puede repercutir en el sistema reproductor femenino, influyendo en el desarrollo posterior del aparato reproductor. Por ejemplo, la hormona relaxina que se encuentra en el calostro es crucial para el desarrollo del útero en cerdas jóvenes prepúberes, cerdas gestantes y sus hijas pocas semanas después del parto16.
Las investigaciones indican que los lechones criados con sustitutos de la leche, sin calostro suplementario, muestran una menor expresión de los genes relacionados con el crecimiento del endometrio, o la membrana que recubre el útero, y un retraso en el desarrollo de las glándulas dentro del tejido17. Además, otro estudio descubrió que una baja ingesta de calostro está asociada con un inicio más tardío de la pubertad y un menor número de lechones nacidos de la cerda.

Estrategias eficaces para el manejo del calostro
Es esencial validar una ingesta adecuada de calostro para todos los lechones, aunque puede resultar complicado. Para hacer frente a estos retos y mejorar las tasas de supervivencia de los lechones, es necesario aplicar prácticas eficaces de manejo del calostro. Una práctica clave es garantizar que los lechones tengan un acceso temprano y frecuente a la teta. Esto puede lograrse fomentando el amamantamiento frecuente, manteniendo a los lechones cerca de la ubre y minimizando las molestias.
Es importante tener en cuenta que no todos los lechones de una camada tienen el mismo acceso a los pezones de la cerda. Los lechones más pequeños, más débiles o los nacidos en último lugar pueden necesitar ayuda para acceder al calostro. El encalostramiento dividido puede ayudar en estos casos, especialmente cuando hay más lechones que tetas funcionales. Esto debe realizarse tan pronto como sea posible después del parto, idealmente dentro de las primeras 12 horas. Se recomienda organizar a los lechones en dos grupos:
1. Lechones pequeños y nacidos en último lugar
2. Lechones más grandes y nacidos en primer lugar
Realice cinco rotaciones de 30 a 45 minutos cada una, comenzando con el grupo 1 (lechones pequeños y nacidos en último lugar) en la ubre. Es fundamental mantener a los lechones que no están tetando separados, secos y en el calor. Además, es importante tener en cuenta que las adopciones tempranas (dentro de las 12 horas posteriores al parto) puede interrumpir la ingesta de calostro de un lechón de su propia madre, comprometiendo potencialmente su salud y desempeño más adelante.

Conclusiones
El calostro es esencial para el cuidado de los lechones neonatos, ya que les proporciona la inmunidad, nutrición y energía que necesitan para un buen comienzo en la vida. Los productores porcinos que dan prioridad a la ingesta de calostro mediante prácticas de manejo eficaces pueden mejorar la supervivencia y el crecimiento de los lechones, lo que en última instancia mejora la productividad y la rentabilidad global de sus hatos.
Las estrategias clave de gestión incluyen asegurar una alimentación adecuada, asegurarse de que las vacunas están al día y controlar los niveles de estrés. Estas prácticas son cruciales para optimizar tanto la cantidad como la calidad del calostro de la cerda. Invertir en la gestión del calostro durante la lactación es fundamental para una producción porcina sostenible y eficiente.
En general, los lechones que reciben se encalostran adecuadamente experimentan mejores tasas de crecimiento y una menor susceptibilidad a las enfermedades. Además, los que son futuras hembras reproductoras tienen más probabilidades de desarrollar una mejor salud reproductiva, contribuyendo a un hato sano y productivo.

Contenido publicado en: La importancia del calostro en la producción porcina, Hypor. Diciembre 2024

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  3. Quesnel, H., Farmer, C., & Foisnet, A. (2011). Relations between sow hormonal concentrations around parturition and colostrum yield. In Proceedings of the 7th International Congress on Farm Animal Endocrinology (ICFAE 2011) (p. 69). Bern, Switzerland, August 24–26, 2011.
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Autores:
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