El raboteo —la conducta de morder y dañar la cola entre cerdos— continúa siendo uno de los principales desafíos de bienestar animal y pérdidas económicas en la producción porcina. El documento técnico “Cómo evitar el raboteo. ¿Por qué mis cerdos se muerden las colas?”, elaborado por especialistas europeos en bienestar porcino y basado en lineamientos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ofrece una guía práctica para comprender las causas del problema y aplicar medidas preventivas efectivas.
Un fenómeno multifactorial
El raboteo no responde a una única causa. Según los autores, se trata de un comportamiento multifactorial influido por el ambiente, la salud, la nutrición, la densidad animal y las características del alojamiento. El documento explica que los cerdos son animales exploradores por naturaleza y requieren estímulos que les permitan satisfacer su conducta de hociqueo y manipulación. Cuando estos estímulos faltan —por ejemplo, en ambientes pobres en materiales manipulables— aumenta el riesgo de redirigir ese comportamiento hacia sus compañeros, produciendo mordeduras de cola.
Además, situaciones de estrés térmico, mala calidad del aire, competencia por el alimento o agua, así como enfermedades subclínicas, pueden actuar como detonantes. El raboteo también puede aparecer tras cambios bruscos en el manejo o deficiencias en la dieta, especialmente cuando no se ajusta el aporte de fibra o minerales.
Raboteo: daños, costos y riesgos sanitarios
El informe subraya que el raboteo genera dolor, infecciones secundarias, abscesos y cojeras, afectando gravemente el bienestar animal. Para la granja, las consecuencias incluyen baja ganancia de peso, incremento en el uso de antibióticos, decomisos en planta de faena y pérdidas económicas directas. En muchos establecimientos, el problema se mantiene oculto o subestimado hasta que el daño es evidente.
¿Por qué no es la solución cortar las colas?
El documento recuerda que el raboteo no se resuelve con el raboteo quirúrgico. La práctica —aún frecuente en varios países— solo oculta el problema sin abordar sus causas. De hecho, la legislación europea exige justificar cualquier corte de cola y promover estrategias de prevención basadas en bienestar.
La paja y el heno son materiales de enriquecimiento habituales
Claves para la prevención
Los autores proponen un enfoque integral centrado en cinco áreas:
Ambiente enriquecido: El uso de materiales manipulables como paja, heno, cuerdas o bloques de madera reduce significativamente la incidencia de raboteo al permitir que el cerdo exprese su comportamiento exploratorio natural.
Densidad adecuada: Un exceso de animales por corral aumenta la competencia y el estrés; ajustar la densidad es una de las medidas preventivas más efectivas.
Condiciones ambientales óptimas: Buena ventilación, control térmico y calidad del aire son esenciales para minimizar frustración y estrés.
Nutrición y acceso al alimento: Asegurar dietas equilibradas, suficiente fibra funcional y disponibilidad permanente de agua limpia reduce los disparadores asociados a la alimentación.
Monitoreo temprano y actuación rápida: Detectar comportamientos anómalos, animales mordidos o cerdos “mordedores” permite intervenir a tiempo, separando animales afectados y ajustando el manejo.

¿Tienen sus cerdos suficiente espacio para comer todos a la vez?
Conclusiones del informe
El documento concluye que el raboteo es prevenible mediante un manejo adecuado, y que las estrategias más efectivas son aquellas que abordan simultáneamente bienestar, ambiente, nutrición y sanidad. Los autores enfatizan que cada granja debe implementar un sistema de evaluación continua, combinando observación del comportamiento, ajuste de condiciones y provisión de estímulos apropiados. Solo así se puede reducir la aparición de mordeduras y mejorar la productividad.
Este material constituye una referencia útil para veterinarios, productores y técnicos que buscan minimizar el raboteo sin recurrir al corte de cola, alineándose con las tendencias actuales en bienestar animal y producción porcina sostenible.