Por:Librado Carrasco (DVM, PhD, Dipl ECVP, Dipl ECPHM. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba. España) Y y Dr. Manuel Quezada (Depto de Patología y Medicina Preventiva, Facultad Ciencias Veterinarias, Universidad de Concepción. Chile)
La Peste Porcina Africana es una enfermedad vírica de carácter hemorrágico y altamente contagioso que afecta exclusivamente al ganado porcino, tanto doméstico como silvestre y está causada por un virus ADN del género Asfivirus. En el último año, esta enfermedad ha recobrado una gran relevancia a nivel mundial, describiéndose brotes tanto en China como en Europa, donde la enfermedad se ha extendido por varios países del este como Letonia, Lituania, Estonia, Polonia y la República Checa, alcanzado el sur de Bélgica donde se han reportado recientemente los primeros casos en jabalíes.
La PPA puede presentar diferentes cursos clínicos y un amplio espectro de lesiones, que pueden variar desde una intensa diátesis hemorrágica en las formas agudas y sobreagudas de la enfermedad hasta lesiones mínimas en las formas crónicas que suelen aparecer alteradas por infecciones bacterianas secundarias.
Las formas agudas y sobreagudas son las más frecuentes cuando la enfermedad entra en una zona libre de la misma, y a la hora de establecer su diagnóstico diferencial tenderemos que tener en cuenta que sus lesiones sn similares a las que se presentan en otras enfermedades hemorrágicas del cerdo como las formas altamente virulentas del PRRSV, la Peste Porcina Clásica y el Síndrome Dermatitis Nefropatía Porcino. Estas formas están inducidas por cepas de alta y moderada virulencia y se caracteriza por una fiebre intensa (40,5 ? 42°C) que hace que los animales tiendan a permanecer juntos, anorexia, muertes súbitas con presencia de espuma sanguinolenta en el hocico y abortos. En la piel de las orejas, las extremidades y el abdomen aparecen lesiones vasculares manifiestas que varían entre hiperemia y cianosis, hemorragias e incluso áreas de necrosis.
Las lesiones más características son una esplenomegalia hiperémica muy intensa, en la cual el bazo puede alcanzar hasta cuatro veces su tamaño y presenta color oscuro y consistencia friable, lesiones hemorrágicas en diferentes órganos como riñón, nódulos linfáticos (especialmente gastrohepáticos y renales), epicardio y endocardio, así como un intenso edema a nivel alveolar e intersticial en el pulmón. En los casos de cepas de moderada virulencia las lesiones vasculares son mucho más intensas y es frecuente observar hidrotórax, hidropericardio, ascitis y edema perirrenal y en la pared de la vesícula biliar. Aunque para poder llevar a cabo un diagnóstico certero es muy importante el diagnóstico laboratorial, la presencia de una intensa esplenomegalia hiperémica nos permitirá sospechar que se trata de un cuadro de Peste Porcina Africana.