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Integridad intestinal en cerdos

Publicado: 6 de septiembre de 2018
Por: Marco Antonio Carvajal Velázquez, Gerente de Servicios Técnicos para PIC en Mexico y Centroamérica.
¿Qué es Integridad?
El término “Integridad” tiene varias acepciones, dependiendo del contexto en el que sea empleado. Puede referirse a la Integridad de una persona, y es la total gama de actitudes poseída. La Integridad de datos que es la completitud de la información de una base de datos. Integridad de mensaje, que corresponde a la verificación de que un mensaje ha sido o no manipulado (sea por incidente o por accidente). Integridad referencial evoca una propiedad de las bases de datos que garantiza que un registro se relacione con otros registros válidos. Y en referencia a Integridad moral, informa el comportamiento de un ser humano para hacer lo que debe hacerse de acuerdo a lo que es correcto (www.wikipedia.com). En todos los casos, queda claro que Integridad no es una parte del proceso, sino un todo.
Cuando nos referimos a Integridad Intestinal, no podemos entonces solo pensar en una parte del proceso. El incluir un aditivo al alimento puede ser solo una parte de la Integridad. En ese orden de ideas, es necesario valorar y considerar los cuatro pilares fundamentales en la producción porcina (Carvajal, 2012). La Genética, que es el código productivo que posee un animal. La Nutrición, considerando los tres nutrientes básicos: el alimento, el agua y el aire. Las Instalaciones, que es el hábitat donde el animal se va a desarrollar. Y finalmente, pero no por ello menos importante, el Manejo, pieza fundamental y determinante en el proceso. Los cuatro elementos están totalmente interrelacionados y cada uno es dependiente del otro, de tal manera que una determinada genética requiere un balance de nutrientes específico, instalaciones definidas y personal capacitado para realizar los manejos específicos. Todo este balance se altera en presencia de la Enfermedad, elemento indeseado en el proceso productivo. La mejor genética y los nutrientes ideales no se manifestarán en presencia de enfermedad. También problemas clínicos nos obligan a modificar instalaciones (dos, tres o múltiples sitios de producción, Sitios 4, etc.), y el manejo. Así pues, la Salud es el activo más importante de una empresa porcina (y de cualquier especie productiva).

Impacto Económico.
La capacidad del cerdo para convertir material vegetal y algunos subproductos animales en alimentos para humanos de alta calidad y palatabilidad es mundialmente reconocida. En los sistemas de producción intensiva, el alimento representa entre el 70% y el 80% del costo de producción, y la conversión de nutrientes a peso vivo (más aun, a carne) es una pieza fundamental. El primer paso en el proceso de conversión incluye la ingestión y digestión de los alimentos por el tracto digestivo. Además de garantizar la eficiente absorción y procesamiento de los nutrientes, líquidos y electrolitos, el tracto digestivo tiene que mantener una barrera de protección y prevenir el paso incontrolado de macromoléculas y agentes infecciosos. Las anormalidades en el sistema digestivo frecuentemente causan pérdidas financieras debido a reducción en la eficiencia o muerte. Otras pérdidas financieras se originan por el costo en los tratamientos y profilaxis contra las enfermedades entéricas (Liebler – Tenorio et al., 1999). Es imposible ser preciso en el costo a la industria, pero las enfermedades gastrointestinales inevitablemente reducen la eficiencia alimenticia y contribuyen a incrementar la mortalidad. Se ha estimado que un problema digestivo crónico puede incrementar la conversión alimenticia en dos décimas, la mortalidad en un 3% y elevar los gastos rutinarios de medicación al menos en un 50%. Con esto, el costo total de alimentación se puede incrementar un 10% – 12%, a lo que se debe incluir el costo de las medicaciones. Los problemas gastrointestinales en cerdos son extremadamente comunes, con una prevalencia que puede variar del 30% al 50% de las granjas. (Mackinnon, 1996). En general, las enfermedades entéricas disminuyen la ganancia diaria de peso, aumenta los días a sacrificio (1 día con diarrea aumenta 2 a 3 días para llegar al peso estimado), aumenta la conversión alimenticia, incrementa la mortalidad, aumenta el número de desechos y retrasados, aumenta la grasa dorsal y disminuye el área de chuleta debido a que la ganancia de peso compensatoria no es tan eficiente como en otras especies, generándose principalmente grasa en lugar de tejido magro.
El sistema digestivo no debe ser considerado aislado de otros sistemas del organismo, ya que interactúa con los sistemas nervioso, circulatorio, endócrino e inmune.
Los desórdenes digestivos en el cerdo se deben generalmente a anormalidades en una o más de las funciones básicas del sistema alimentario: pasaje de los alimentos (motilidad), secreción, absorción y digestión. Las principales causas asociadas a mal funcionamiento del estómago e intestinos y que dan origen a la infección clínica son:
  1. Motilidad anormal: Hipermotilidad, hipomotilidad y distensión.
  2. Secreción anormal: Hipersecreción o reducción de enzimas.
  3. Digestión anormal: Baja digestibilidad, desbalance de la flora normal, fermentación anormal.
  4. Absorción anormal: Por inflamación.
La causa más común de enfermedad gastroentérica no infecciosa en cerdos es la alimentación con ingredientes inapropiados o indigestibles, o la alimentación con comida descompuesta. Factores anti nutricionales pueden, por ejemplo, inhibir la enzima tripsina y reducir la eficiencia de la digestión de proteínas. Las partículas de proteína que están incompletamente digeridas por las enzimas pasan al intestino grueso donde fermentan. Los productos finales de este proceso anormal incluye las aminas tóxicas: tiramina, histamina y cadaverina, las cuales causan reacción inflamatoria en el intestino. La absorción en turno está dañada y las infecciones secundarias pueden desarrollarse.
Normalmente nos preocupamos por problemas digestivos que causan mortalidad, y debido a que no llevamos un proceso adecuado de medición (lo veremos más adelante), problemas subclínicos pasan desapercibidos. Y estos problemas son los que podrían estar causando un daño productivo mucho mayor. Me explico. Cuando una enfermedad afecta a un cerdo y lo mata, aquí se terminó todo. El daño fue total. Pero cuando la enfermedad afecta el crecimiento, la conversión alimenticia y la ganancia diaria de peso, el efecto es a largo plazo y podría tener un impacto en rentabilidad mucho más severo. Imaginen un cerdo que debido a la enfermedad que padece, solo consume 100 gramos diarios de alimento, pero por lo mismo, no está ganando peso (quizá incluso lo está perdiendo). En este ejemplo, ¿cuál es la conversión alimenticia? ¡Infinito! Ahora bien, si este ejemplo o ejercicio lo aplicamos a una población, veremos que la enfermedad digestiva difícilmente llega a un 5% de mortalidad, sin embargo el efecto productivo puede impactar (en diferente nivel) a más del 80% de la población. Ejemplos concretos son las parasitosis, Ileitis, Salmonelosis, Disentería Porcina, infección por B. pilosicoli, etc.

El Sistema Digestivo, Anatomía, Fisiología, Inmunología y Enfermedades.
Las enfermedades del sistema digestivo afectan a los cerdos desde el nacimiento hasta la venta, incluyendo al pie de cría. Tal como vimos previamente, tienen un importante impacto en la eficiencia y rentabilidad dentro de la producción de cerdos de manera global. Aunque suponemos que contamos con herramientas para un adecuado control y prevención, esto no siempre ocurre. Eventualmente nuestros animales experimentan situaciones clínicas que quizá podrían haberse prevenido, pero no conocemos todo el contexto, esto es, la Integridad del proceso (Thomson J. & Friendship R., 2012).
Cada vez estamos sometidos a una mayor presión desde el punto de vista social a factores subjetivos, tales como productos más “naturales”, “orgánicos”, y un enfoque enfermizo al bienestar animal. Solo como ejemplo respecto a este último punto. En México se legisló la prohibición a la presentación de animales salvajes vivos en los espectáculos circenses. La Ley se aplicó a finales del 2014. Para un adecuado seguimiento, se realizó un censo del inventario de animales en el país, el cuál ascendía a alrededor de 1,300, de diferentes especies. Al revisar el inventario a mediados del 2016 (18 meses después) resulta que más del 80% de los animales inventariados habían muerto. Una idea socialmente aceptada, pésimamente implementada y con un efecto negativo hacia los animales. De igual manera, ¿cómo podemos influir en percepción de los consumidores respecto a los sistemas y productos utilizados en la producción intensiva? Producir de manera “natural”, esto es, hembras de pie de cría gestando en grupo, maternidades sin restricciones de equipo, destete a 28 o más días, no utilizar antibióticos y otros productos que mejoran el desempeño, todo ello nos llevaría a reducir la productividad de nuestras empresas. ¿Y quién pagaría el costo? Pues obviamente el consumidor. Ahora bien, ¿los consumidores están preparados para ello? ¿Quienes compran por precio y no por cualidad? Me preocupa que ideologías afecten producción, productividad y peor aún, acceso de nutrientes de primera calidad a personas de escasos recursos. En mi opinión, estamos generando productos “elitistas”, descuidando a la mayoría de la población. Mi orgullo, y por el cual trabajo todos los días, es que ayudo en la producción de nutrientes de calidad excepcional (carne de cerdo) buscando que futuras generaciones tengan la materia prima indispensable en su alimentación para lograr satisfacer la demanda de inteligencia que se va a requerir en un mundo siempre cambiante.
Los procesos de selección han logrado cambios significativos en la anatomía del cerdo, sin embargo la modificación en el tracto digestivo ha sido menor, fuera del desarrollo intestinal que ocurre después del destete. Posterior al nacimiento, el efecto del oxígeno, los nutrientes, hormonas y la micro flora ejercen un efecto importante en la maduración intestinal. El consumo de calostro y leche es determinante en este desarrollo.
Tenemos un elemento de valoración que no ha sido considerado. Los lechones nacen con incisivos y caninos, y los premolares emergen entre la primer y quinta semana de vida. Estos dientes “de leche” son sustituidos por dientes permanentes en el transcurso de la vida del animal. La edad a la que los premolares emergen afecta a los cerdos de diferente manera. Cuando ocurre antes de los 17 días de vida presentan reducción en el consumo de alimento, quizá por falta de confort. Cuando los premolares emergen después de los 21 días el consumo de alimento se estimula, quizá por el efecto sobre las encías. La anorexia en cerdos destetados muy jóvenes puede estar asociada a la erupción de los premolares (Thomson J. & Fiendship R., 2012).
Las enzimas digestivas son producidas primariamente por el páncreas y los enterocitos. El páncreas produce amilasas y lipasas a través de un control nervioso y hormonal, y se incrementa sustancial mente durante las primeras 6 semanas de vida. Durante las primeras 3 a 4 semanas, los enterocitos fetales que tienen una elevada actividad endocitocica, son gradualmente reemplazados por enterocitos adultos, desprovistos de esta actividad, lo cual es una parte importante de la maduración intestinal. La actividad de la lactasa es elevada en recién nacidos y se reduce al destete, mientras que la acción de la sucrasa y maltasa es menor en recién nacidos y se incrementa después del destete. El estimular la maduración del intestino mediante el consumo de alimento reduce problemas futuros en el cerdo (Thomson J. & Fiendship R., 2012).
El destete es un momento crítico para el cerdo. Hay cambio en la dieta, lugar y compañeros. La inmunidad materna decae mientras que la presión de infección se incrementa. Todo esto compromete la integridad del epitelio en el intestino delgado. Se reduce la longitud de las vellosidades intestinales y se incrementa la profundidad de las criptas, todo ello dependiente e independiente de la dieta. El uso de ingredientes en la dieta que contienen factores anti nutricionales como proteínas antigénicas, inhibidores de la proteasa, lectinas, taninos, puede inducir cambios en la morfología del intestino e influir en su recuperación.
El intestino recibe nutrientes de dos fuentes. La dieta (membrana en forma de cepillo) y la circulación sistémica (membrana basolateral). El tejido intestinal tiene sus propios requisitos nutricionales para crecer y funcionar.
El abasto de nutrientes para el neonato proviene solamente del calostro y la leche, que contienen a su vez grandes cantidades de péptidos activos biológicamente que tienen importantes funciones en la regulación del crecimiento y diferenciación del tejido intestinal. Cuando las dietas son reducidas en aminoácidos se cumplen primero los requisitos del intestino, por lo que se reduce la disponibilidad para crecimiento magro. De igual manera, la exposición a antígenos (patógenos y no patógenos) estimula una respuesta pro inflamatoria de fase aguda que resulta en una pérdida de aminoácidos de la dieta y limita la disponibilidad para crecimiento y reproducción. El uso de promotores de crecimiento en el alimento mejora la tasa de crecimiento al limitar este proceso (Thomson J. & Fiendship R., 2012).
Los carbohidratos de la dieta se componen de azúcares, oligosacáridos, almidones y polisacáridos no almidones. Son nutrientes esenciales junto con la proteína y las grasas. La actividad enzimática responsable de la degradación de los carbohidratos se adapta conforme a la edad del cerdo y composición de la dieta. Carbohidratos que no se digieren en el intestino delgado son fermentados en el intestino grueso por una diversa población de bacterias anaerobias. Al incrementar la cantidad de carbohidratos fermentables se incrementa el peso del tracto gastrointestinal en un 5% hasta un 25%. Esto también puede ocasionar diarrea. El proceso de fermentación produce ácidos grasos volátiles (acético, propiónico y butírico) que son utilizados de manera eficiente por el cerdo como fuente de energía. El uso de enzimas en la dieta puede favorecer el efecto benéfico de la digestión de carbohidratos fermentables reduciendo o eliminando el probable daño.
El intestino es permeable en el lechón recién nacido las primeras 24 a 48 horas, lo que permite la absorción de macromoléculas, incluyendo inmunoglobulinas por pinocitosis, proveyendo al neonato inmunidad pasiva del calostro. Lechones nacidos prematuramente tienen una menor capacidad de absorción de proteínas, por lo que la maduración fetal es un factor importante en el éxito en el consumo de inmunoglobulinas del calostro.
El sistema inmune intestinal del cerdo joven es muy inmaduro, y su lento desarrollo puede resultar en una mayor susceptibilidad a las enfermedades. El tejido linfoide del intestino está presente en forma de nódulos linfáticos mesentéricos, placas de Peyer y linfocitos distribuidos a través de la lámina propia de la mucosa y sitios intraepiteliales.

Principales Patologías Digestivas.
Existen diversos patógenos que causan problemas digestivos en cerdos. Virus, bacterias y parásitos intestinales generan graves daños productivos, por lo que su correcta identificación es indispensable. Los patógenos normalmente no se manifiestan en forma individual, y casi siempre hay una asociación que da lugar al conocido Complejo Digestivo Porcino. Para el reconocimiento de la enfermedad se requiere un proceso diagnóstico integral que incluye una adecuada anamnesis, análisis del cuadro clínico, registros de producción, realización de necropsias, inspección en rastro (matadero) y finalmente, con la finalidad de confirmar el diagnóstico presuntivo, las pruebas de laboratorio (directas e indirectas). En la medida en que hayamos considerado los puntos anteriores, habrá mayor probabilidad de un buen diagnóstico. A continuación se enlistan las principales patologías digestivas en cerdos de diversa edad (Adaptado de Ramírez A., 2012):
Integridad intestinal en cerdos - Image 1
Otro aspecto fundamental se refiere a la calidad del agua de bebida. A continuación se refieren las características que debe cumplir el agua que se administra a los animales, y se compara con la que corresponde a humanos (Willekens, 2012).
Integridad intestinal en cerdos - Image 2
Manipulación del Ecosistema Intestinal.
Tratando de buscar la Integridad Intestinal, se han desarrollado y aplicado diversos ingredientes que ayudan a reducir el daño ocasionado por agentes patógenos e ingredientes poco digestibles en las dietas. Sin embargo es indispensable recordar que la Integridad no estará dada solo por adicionar un aditivo al alimento y descuidar la formulación de la dieta, el espacio brindado a los animales, la ventilación o la potabilidad del agua de bebida. A la fecha no existen productos que se incluyan en la ración y logren potabilizar el agua de bebida o neutralizar de manera eficiente el amoniaco. El resultado eficiente es la suma de cada uno de los elementos que conforman la producción. Los principales productos que ayudan en la mejora productiva de los animales incluyen (Velazco JL, 2014):
1. Antibióticos Promotores del Crecimiento.
Un antibiótico promotor de crecimiento debe cumplir ciertos requisitos. El primer punto es buscar productos que no sean de clase compartida con humanos para reducir el riesgo de resistencia antibiótica. El producto no se debe absorber en el intestino con la finalidad de evitar residuos en tejidos. Y debe también ser biodegradable para que no haya contaminación de tierra, agua o cultivos. Los productos antibióticos promotores de crecimiento que se han estudiado funcionan en tres áreas (Schelfinger C., 1985):
a) Promoviendo el ahorro de glucosa y otros nutrientes en el intestino de los animales, ya que los antibióticos van a reducir la cantidad de bacterias y otros agentes en el intestino. Estos agentes viven de los nutrientes que consume el cerdo.
b) A través de la reducción del ácido láctico en intestino delgado. El ácido láctico incrementa el peristaltismo intestinal. Al reducir las bacterias responsables de su producción el alimento permanece más tiempo en el intestino con lo que se incrementa la absorción de nutrientes.
c) Favoreciendo la producción de ácidos grasos volátiles, que como vimos previamente, representan un importante porcentaje de la energía que requiere el animal para su proceso productivo. Esto también se logra por la selección de bacterias y otros agentes.
En general, los antibióticos promotores del crecimiento tienen los siguientes beneficios:
  • Incrementan la digestibilidad de los nutrientes.
  • Disminuyen el grosor de la pared intestinal.
  • Favorecen una mayor longitud y grosor de las vellosidades intestinales.
  • Controlan bacterias digestivas patógenas.
  • Favorecen el uso más eficiente del alimento.
  • Todo ello conlleva a mayor productividad y eficiencia en la producción, reduciendo los días y cantidad de alimento que requieren los cerdos para llegar al peso esperado de mercado.
2. Acidificantes.
Muy probablemente los acidificantes actúan por alguna de las siguientes vías (Velazco JL, 2014):
  • Disminuyendo el pH digestivo.
  • Regulando el balance y el tipo de las poblaciones bacterianas.
  • Estimulando la secreción de enzimas digestivas.
En este grupo de productos tenemos ácidos orgánicos, como el cítrico, fórmico, fumárico, propiónico, butírico. Los ácidos inorgánicos utilizados en producción animal incluyen al fosfórico y sulfúrico.
En general se obtienen resultados inconsistentes. Los mejores resultados ocurren en cerdos al destete, cuando la actividad enzimática general es reducida. Ácidos “blindados” o protegidos para ser liberados en diferentes regiones del intestino tienen una mayor probabilidad de respuesta productiva.
Dentro de las desventajas que pudiera haber con el uso de acidificantes se incluyen:
  • Son corrosivos en su forma líquida, lo cual daña las instalaciones. Este problema se reduce cunado los ácidos están en forma de sales o recubiertos.
  • Algunos acidificantes pueden afectar negativamente la palatabilidad del alimento, y por lo mismo, reducir el consumo.
  • En algunos países su uso está restringido por riesgo de contaminación ambiental (ácido fosfórico).
  • Al acidificar el medio, pueden afectar la eficacia de algunos antibióticos como los beta lactámicos.
3. Probióticos.
Son microorganismos vivos que confieren beneficio a la salud del huésped. Deben tener alguna de las siguientes funciones (FAO/WHO 2002; De Lange et al., 2002):
  • Estimular el desarrollo de la flora bacteriana saludable.
  • Prevenir la colonización de patógenos entéricos.
  • Incrementar la capacidad digestiva y disminuir el pH.
  • Incrementar la inmunidad de la mucosa.
  • Incrementar la maduración e integridad del tejido intestinal.
  • Algunos de los principales agentes utilizados para este fin incluyen Bacillus, Bacteroides, Bifidobacterium, Enterococcus, Lactobacillus, Propionibacterium, Saccharomyces,…
  • Algunas de las características que deben cumplir los buenos probióticos son (Novartis Salud Animal, 2010):
  • Promover la exclusión competitiva de enterobacterias patógenas.
  • Reforzar la protección natural contra patógenos mediante la producción de bacteriocinas y ácidos grasos.
  • Fortalecer la inmunidad sistémica y de membranas mediante la producción de anticuerpos y células de defensa.
  • Debe ser concentrado, recubierto y protegido para no ser digeridos por el intestino.
  • Mejorar y regular el ahorro de energía y proteína en el intestino.
  • Restablecer la flora intestinal.
  • Prevenir y reducir desórdenes intestinales.
  • Dosificación de bajo volumen para alimento y/o agua de bebida.
  • Compatible con antibióticos, con otros aditivos y suplementos alimenticios
  • Sin problemas de toxicidad, sin periodo de retiro, sin restricciones por residuos
4. Prebióticos.
Los prebióticos son carbohidratos parcial o totalmente fermentados adicionados a las dietas (principalmente en la etapa de destete) para mejorar la composición de la microbiota y funcionalidad intestinal. Son carbohidratos no digestibles y no absorbibles que alteran la composición o metabolismo de la flora bacteriana intestinal. Pueden también ser sustrato de los probióticos. Algunos prebióticos incluyen el azúcar de remolacha, la inulina, lactulosa, almidón de trigo y otros (Lallés JP et al.,2007; De Mercado et al., 2014).
5. Minerales.
Los principales minerales utilizados para mejorar la producción y productividad incluyen el sulfato de cobre que se utiliza por su efecto antibiótico indirecto, óxido de zinc que bloquea los receptores de la E. coli en intestino, magnesio, cromo y selenio que impactan en la calidad de la carne. Se deben utilizar con responsabilidad pues pueden representar riesgo de contaminación ambiental. El sulfato de cobre no se metaboliza y se excreta en forma activa en heces, por lo que es tóxico para rumiantes alimentados con cerdaza (Thomson J. & Friendship R., 2012; Velazco JL, 2014).
6. Enzimas.
El uso de enzimas está enfocado en mejorar la eficiencia en el aprovechamiento del alimento, y en algunos casos beneficios en la salud de los cerdos. Algunos ejemplos de enzimas y el efecto esperado incluyen (Thomson J. & Friendship R., 2012; Velazco JL., 2014):
  • Fitasas para favorecer la digestión del fitato que contienen las plantas.
  • Uso de grandes partículas de alimento para reducir el riesgo de úlcera gástrica y la infección por Salmonella.
  • Carbohidratasas sobre polisacáridos no amiláceos solubles.
  • Amilasas, 7-glucanasas, xilanasas para mejorar la digestibilidad del maíz y trigo.
  • Proteasas en alimentos de destete.
  • Beta mananasas para bloquear efectos anti nutricionales y alergénicos en la pasta de soya (Pettey LA et al., 2002).
7. Aceites Esenciales.
Algunos poseen actividad antimicrobiana y contienen elementos fenólicos como Carvacrol y Timol. Disminuyen el crecimiento de algunas bacterias Gram negativas (Salmonella, E. coli) y Gram positivas (Listeria monocytogenes). Actúan sobre la membrana celular, comprometiendo el pH, homeostasis y equilibrio osmótico de iones. Pueden incrementar el
consumo (por aroma y sabor) y no tienen restricciones de uso Pero no son específicos para la mayoría de las bacterias, no presentan resultados constantes, su eficacia in vivo es reducida y no consistente, tienden a perder actividad en el alimento por lo que necesitan estar protegidos (“blindados”) (Tammaruk et al., 2009; De Lange et al., 2010; Velazco JL, 2014).

Cómo Medir el Uso Eficiente del Alimento.
Siendo el alimento el ingrediente que tiene el mayor impacto en la producción y productividad en granja, el llevar un estricto control es esencial. El problema es que tradicionalmente estamos conscientes de algún problema demasiado tarde, ya que vendimos los cerdos y no hay nada que hacer. Aquí van algunas ideas que pueden complementar los controles que se llevan en granja.
En el pie de cría, llevar un control del consumo semanal de alimento por hembra inventariada. Para ello, se contabiliza todo el alimento de la fase de gestación y se divide entre el inventario promedio de hembra en inventario. Realizamos el mismo procedimiento para el alimento de hembras lactantes y el inventario correspondiente. Finalmente, consolidamos la información sumando ambos inventarios y consumos, para obtener el promedio de alimento consumido por hembra inventariada por semana.
Para obtener la conversión alimenticia en el pie de cría existen varias posibilidades. Dado que en el Sitio 1 la producción se mide por lechón destetado, mi sugerencia es calcular los kilogramos de alimento necesarios para producir cada cerdo. Para ello dividimos todo el alimento consumido de las etapas de gestación y lactancia en una semana, y se divide entre los cerdos destetados en el mismo periodo de tiempo.
Para la etapa de destete (Sitio 2) es necesario calcular el alimento consumido por cerdo inventariado en una semana. Entonces sumamos todo el alimento que se ingresa al sitio (pre iniciadores e iniciador) y se divide entre el inventario promedio de cerdos. Aquí es importante que los momentos sean coincidentes, por ejemplo, realizar el cálculo después de haber trasladado los cerdos de mayor edad a la engorda (Sitio 3) y después de que hayan llegado los cerdos recién destetados.
La conversión alimenticia en el Sitio 2 se calcula considerando los kilogramos de cerdo que se movieron al sitio 3 y se restan los kilogramos llegados del Sitio 1 para identificar los kilos producidos en el sitio. Tomamos entonces la información de los kilogramos de alimento ingresados y se divide entre los kilogramos de cerdo producido para obtener la conversión alimenticia.
En la engorda (Sitio 3) se hace lo mismo que en el Sitio 2. Calculamos el consumo promedio por semana por cerdo inventariado y la conversión alimenticia. En este caso tomamos en cuenta los kilogramos de cerdo vendido, incluyendo cerdos de primera, segunda y redrojos.
Finalmente, se consolida toda la información. Calcular el consumo promedio semanal de alimento por cerdo en todos los sitios y la conversión global. Para este último punto consideramos todos los kilogramos de cerdo vendido, incluyendo hembras de desecho. En caso de que la granja compre los animales de reemplazo, se debe reducir a los kilogramos de cerdo vendido, los kilogramos de hembra de reemplazo comprados pues no fueron producidos en la granja.

Medición del Coeficiente de Variación.
Una manera de medir el desempeño productivo en animales durante su desarrollo es evaluar el Coeficiente de Variación. Para tal efecto se pesa individualmente un número de cerdos representativo del grupo de producción semanal (60 a 120 animales), se obtiene el peso promedio y la desviación estándar. Dividimos entonces la desviación estándar entre el peso promedio de los cerdos y se multiplica por 100 para obtener el coeficiente de variación. Este valor se representa porcentualmente.
Algunos puntos críticos en el proceso incluyen el momento del pesaje. Se recomienda obtener la información de 5 puntos críticos: al nacimiento, al destete, a las 10 semanas de edad, a la mitad de la engorda (16 a 17 semanas de edad) y antes de que se inicie el despunte o venta de los cerdos punteros o cabeza del grupo. El pesaje debe ser totalmente al azar y sobre toda la población que representa el grupo de producción semanal, incluyendo animales en corrales hospital y de retrasados (de manera proporcional). No pesar siempre los mismos animales, sino que cada pesaje se debe hacer totalmente al azar. Disponemos de valores de referencia para definir la situación en la granja en cada etapa, y una valoración financiera respecto al impacto en la mejora en la variación en la último pesaje. Reducir solo un punto porcentual en el Coeficiente de Variación previo a la venta de los cerdos representa una muy importante mejora en la rentabilidad.

Conclusiones y Recomendaciones.
  • La Integridad Intestinal debe ser valorada y evaluada como un todo dentro del proceso productivo. El adicionar algún aditivo a la dieta podría ser de utilidad, pero es indispensable identificar la causa primaria del problema para buscar su solución.
  • El costo en la producción de cerdos más importante lo representa el alimento.
  • Problemas subclínicos pueden generar mayor daño que infecciones clínicas.
  • La anatomía, fisiología e inmunología del sistema digestivo es muy completa y eficiente.
  • El diagnóstico integral de problemas digestivos requiere de un proceso diagnóstico completo y eficiente: Anamnesis, Análisis del Cuadro Clínico, Análisis de los Registros de Producción, Necropsias, Inspección en Rastro y Diagnóstico de Laboratorio.
  • Valorar la calidad del agua de bebida como un elemento indispensable en la Integridad Intestinal.
  • Contamos con herramientas que nos ayudan a manipular el ecosistema intestinal.
  • Valorar el uso eficiente del alimento y el Coeficiente de Variación en la producción.
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Autores:
Marco Antonio Carvajal Velázquez
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Oscar Huerta Flores
Grupo carnicos gonzalez s.a. de c.v.
17 de septiembre de 2018
muy buen articulo, saludos desde el Estado de México
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