Consideraciones de manejo de la cerda adulta y la primeriza para maximizar la retención dentro de la granja porcina
Publicado: 29 de agosto de 2016
Por: MV Andrés Estevez; MV Antonio Giordano; Ing. Agr. Diego Somenzini
Las granjas porcinas actuales manejan una alta tasa de reposición, este factor normalmente afecta los parámetros productivos debido a la alteración que produce en la estructura de paridad de las granjas. Está absolutamente comprobado que las granjas que poseen el mayor % de cerdas de su hato reproductor en su pico de producción (3º a 5º parto, o un promedio de 3,5 partos en el inventario de cerdas) son las más eficientes, tanto en los parámetros reproductivos como en el desempeño de sus animales en crecimiento.
En un estudio reciente sobre 700.000 hembras en 355 granjas llevado a cabo en los EEUU la tasa de reemplazo promedio se sitúa en el 53,55 % (PigChamp, 2013), aunque este valor puede estar subestimado ya que está calculado en base a las cerdas descartadas y muertas, y en general el % más alto de cerdas descartadas incluye cachorras y cerdas de primer parto. No es poco común analizar granjas con porcentajes de reposición del 70 %.
En líneas generales, y teniendo en cuenta el objetivo de lograr un 50% del inventario de cerdas entre 3º y 5º parto, es importante lograr tasas de reposición del 45- 50%. Por debajo del 40% se incrementará el inventario de cerdas viejas que conduce inevitablemente a una distribución bimodal de la paridad de la granja cuando deban ingresar una mayor cantidad de cachorras. Las granjas que logran tener tasas de reposición dentro del objetivo propuesto, deben, como condición no negociable, retener un 70% o más de sus cachorras iniciales al menos hasta el 3º parto. Múltiples estudios demuestran que la cachorra que se amortiza es la que desteta al menos 30 lechones en sus 3 primeros partos.
Grafico 2: Distribución de la población por paridad según diferentes tasas de reposición.
En un reciente estudio sobre la longevidad de las cerdas y las causas de eliminación temprana de hembras (1º y 2º parto), llevado a cabo por William L. Flowers, de la NCSU, se analizan las causas de descarte en 2 granjas de 2400 cerdas con características muy similares en lo que se refiere a manejo, instalaciones y cantidad de personal. En las 2 granjas la condición más importante es que reciben la reposición externa del mismo origen y bajo las mismas condiciones, teniendo además idénticas edades y pesos al primer servicio.
La granja con mayores tasas de retención presentó diferencias en los siguientes puntos:
- Tiene personal específico y estable para el manejo de cachorras, en la peor granja el personal a cargo del manejo de las mismas es rotativo.
- Los machos de recela utilizados eran más jóvenes (14 meses vs 24 meses) y tienen actividad sexual programada, todas las semanas se realizan montas sobre hembras de descarte o extracción de semen luego de recelar las hembras. El exámen de ovarios llevado a cabo en matadero de las cachorras descartadas en la peor granja indicaba que las cerdas en algún momento habían ovulado pero no se había detectado el celo.
- La tasa de atención de partos de las primerizas era significativamente superior, por lo tanto hay menos problemas de retención de placentas, lechones nacidos muertos y periodos de bajo consumo de alimento durante la lactancia que luego se traducen en descartes precoces.
Grafico 1: Diferencias en los % de retención de cerdas por paridad en granjas con alta y baja reposición.
Puntos a tener en cuenta para lograr altos % de retención cachorras y cerdas de 1º parto:
- Ser estricto con las recomendaciones de peso y edad para la genética utilizada.
- Trabajar con personal específico para las tareas del sector reposición.
- Utilizar dietas adecuadas para cerdas de primer parto.
- Contar con calidad y cantidad de agua para lograr máximos consumos de alimento.
- Organizar la maternidad para asistir un alto % de las hembras de primer parto.
- Evitar cerdas gordas durante la gestación.
- Planificar en tiempo y forma el ingreso de reproductoras.
Consecuencias de lograr un % de reposición adecuado:
- Camadas más numerosas.
- Lechones más pesados al nacimiento y al destete.
- Menor cantidad de días no productivos.
- Mejor status sanitario.
- Estabilidad y previsibilidad de los datos productivos.
- Mejoras en la performance reproductiva.
- Mejoras en el índice de conversión de la granja.
- Menores índices de mortandad en crecimiento.
Bibliografía:
- Kaneko, M., and Koketsu, Y. (2012) Gilt development and mating in comercial swine herds with varying levels of reproductive performance. Theriogenology 77:840-846.
- Pearce, G.P., and Hughes, P.E. (1985) The influence of daily movement of gilts and the enviroment in wich boar exposure occurs on the efficacy of the boar induced precocius puberty in the gilt. Anim. Prod. 40:161-167.
- Yoder, C.L., Maltecca, C., Cassady, J.P., Flowers, W.L., Price, S., and See, M.T. (2011). Breed differences in pig temperaments scores during a performance test and their phenotypic relationship to performance. Livestock Sci. 75:208-216.
- Zak, L.J., Foxcroft, G.R., Aherne, F.X., and Cosgrove, J.R., (1997) Pattern of feed intake and associated metabolic and endocrine changes differentially affect postweaning fertility in primiparous lactating sows. J. Anim. Sci. 75:208-216
- Flowers, W.L., (2014), Gilt and sow management considerations in sow longevity, Advances in Pork Production. 25:55-61
- Wilson, M.E., Rambo, Z.J., Torrison, J.L. (2014) Managing sows for optimum retention. Advances in Pork Production. 25:69-74.
- Pig Champ, 2013. Benchmark spring edition, P. 11.
- Pinilla, J.C, Lecznienski, L., (2010)Sow removal and parity distribution management.
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Autores:
ENSOL Nutrición Animal
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