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La lisina puede afectar el rendimiento reproductivo de las cerdas primíparas.

Publicado: 7 de marzo de 2020
Por: Juarez Lopes Donzele

Lisina digerible en dietas para cerdas lactantes primíparas.
ESCOBAR OCHOA, José David, M.Sc Asesor: Juárez Lopes Donzele.

Se utilizaron 60 cerdas híbridas comerciales de primera camada durante la lactancia (20, 2 ± 0, 13 días), con un peso corporal promedio de 183, 6 ± 1,46 kg, para evaluar la ingesta de lisina digerible (DLI) (45; 50; 55 e 60 gr / día).

La ingesta de alimento se mantuvo a 5.0 kg / día. Se utilizó un diseño de bloques completamente al azar, con cuatro tratamientos (45, 50, 55 y 60 gr DLI / día), quince réplicas y la cerda considerada como la unidad experimental.

Los niveles de lisina probados tuvieron una influencia significativa en el rendimiento reproductivo posterior de las cerdas en la segunda paridad, afectando el número total de nacidos, nacidos vivos y el peso de la camada al nacer. Sin embargo, no hubo ningún efecto de DLI en el peso promedio al nacer de los lechones y en los coeficientes de variación del peso al nacer de los lechones en el segundo parto. No hubo efecto de DLI sobre la movilización de reservas corporales, el grosor de la grasa de la espalda y la profundidad muscular en cerdas durante la lactancia. No hubo efecto en el aumento de peso diario de los lechones y en la producción y composición de leche según el DLI.

Se concluyó que el DLI de 42.00 g / día, con una relación LD / EM correspondiente a 2.49 g / Mcal ME, cumple con los requisitos para las mujeres durante la lactancia, y el aumento de la ingesta de lisina hasta 53.9 g / día, correspondiente a un LD / EM ratio de 3.15 g / Mcal ME, da como resultado un mayor número de lechones nacidos vivos en el segundo parto.

Con respecto al desempeño de las hembras en el segundo parto, se encontró que aunque la CLD evaluada (42.00 a 57.60 g / día) no influyó significativamente en ninguno de los parámetros productivos y reproductivos evaluados durante la lactancia, se encontró que el tratamiento correspondiente a el consumo de 53.90 g / día (NV), así como el peso de la camada al nacer (PLNT) en relación con el tratamiento, las hembras consumieron 57.60 g / día de CLD (Tabla 1).

Las hembras sometidas a tratamientos en relación con el consumo de 42.00 y 47.60 g / día de CLD, presentado de CLD resultó en un mayor (P 0.05) de la CLD diaria de las cerdas en el peso promedio al nacer de los lechones en el segundo parto. Como segundo MILLIGAN et al. (2002), el peso promedio del lechón al nacer está inversamente relacionado con el número de lechones al nacer, el hecho de que en este estudio el peso al nacer no varió, mostró que el desarrollo del embrión no se vio afectado debido al aumento El tamaño de la camada. Al igual que la PML, el coeficiente de variación de los pesos de los lechones NV (CVPLN) en el segundo parto no fue influenciado (P> 0.05) por la EPC de las hembras durante la lactancia.

Aunque no varió, se encontró que la camada de los tratamientos correspondientes a la CLD de 47.90 y 53.90 g / día, presentó valores absolutos de CVPLN (12.89 y 12.69) que fueron en promedio 18.2% más bajos que los tratamientos correspondientes a CLD de 42.00 y 57.90 g / día (15.43 y 15.83) respectivamente. Con base en los resultados de ZINDOVE et al. (2013), quienes observaron que la uniformidad de la camada al nacer afecta la uniformidad de la camada al destete, se puede inferir que las hembras que recibieron 53.9 g de LD / día, a pesar de tener mayor NT y NV también pueden mostrar un mejor rendimiento y uniformidad al destete , beneficiando así la formación de lotes post destete.

Basado en el informe de ALONSO-SPILBURRY et al. (2007) que los lechones de menor peso al nacer, cuyo número aumenta en valores CVPLN más altos, son más susceptibles a la muerte por inanición o aplastamiento, se puede inferir de los resultados obtenidos en este estudio, que el aumento en el tamaño de la camada obtenido en el segundo con las hembras que consumió 53.90 g de LD, no comprometería la tasa de mortalidad. Además, la reducción de CVPLN con la PLN observada en este tratamiento sería un factor importante para reducir la variación de peso al destete y el sacrificio (WITTENBURG et al., 2011), lo que favorecería la planificación de la producción al no comprometer la estandarización del rebaño.

En este estudio se evidenció que, en las hembras de primer parto, la interacción entre la ingesta de lisina digestible y la ingesta de energía metabolizable puede ser uno de los factores que más influyen en el rendimiento reproductivo de las cerdas durante el parto posterior. También se ha demostrado que las pérdidas de peso inferiores o iguales al 3,9% durante la primera lactancia no garantizan un rendimiento reproductivo adecuado en la segunda, como lo proponen FONTES et al. (2014), si no se considera la relación entre LD / EM

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Autores:
Juarez Donzele
Universidade Federal de Viçosa - UFV
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Pedro Flores
14 de abril de 2020
Amigo pero la viene ya en el núcleo
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Juarez Donzele
Universidade Federal de Viçosa - UFV
14 de abril de 2020
Pedro Flores, entiendo tu problema. Le sugiero que evalúe si es factible corregir la energía metabolizable (EM) de su alimentación, para ajustar la proporción de lisina digestible (LD) a EM al valor recomendado de un máximo de 3,15 g de LD / Mcal de EM.
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