La Importancia de una correcta clasificación arancelaria
Publicado:5 de mayo de 2010
Por:Henry Jimènez Jimènez
Como fruto de las aperturas comerciales a las que el mundo se ha visto inmerso, se han incrementado los tráficos internacionales de mercancías en las cuales no se puede dejar de sumar la compra y venta de agentes controladores de Micotoxinas.
Como todas las mercancías están sujetas a un proceso aduanal, ya sea para ser exportadas o para ser importadas, indistintamente requieren de cumplimentar requisitos fiscales. Uno de los requisitos indispensables para poder ser sacadas del país vendedor, como internadas al territorio aduanero nacional del país importador es el poder efectuar la declaración aduanal. Y, una parte obligatoria por parte de los órganos diversos que intervienen en estos procesos, a saber: aduanas, organismos públicos que ejercen o emiten permisos o certificados o ventanillas de comercio exterior es el poder clasificar arancelariamente las mercancías que se tranzan.
El fin principal de la clasificación arancelaria es poder determinar los impuestos o aranceles que se deben de pagar al estado, ya sea por exportar o por ser importados los diversos géneros. También el arancel tiene una función que se llama polivalente, eso quiere decir que se utiliza la herramienta o compendio arancelario, como una herramienta de control y de estadística entre otros.
Ahora bien, no solo se puede perjudicar una estadística por una mala designación arancelaria sinó que una relación comercial se puede ver truncada, o retrasada por ese mismo error. Así por ejemplo, ante la aplicación de un TRATADO DE LIBRE COMERCIO, es menester la emisión de un certificado de origen para que el beneficio de la desgravación tenga un efecto pues uno de los requisitos establecidos para poder llenar un formulario de certificado de origen es precisamente la determinación de la partida arancelaria a 6 dígitos, conforme al SISTEMA ARMONIZADO (S.A.). Siendo que, una mala designación o discrepancia de criterios entre el exportador (emisor del certificado) y el importador (beneficiario del TLC) hace que el proceso aduanal sea atrasado- en el mejor de los casos, mientras se armoniza un criterio o en el peor de ellos, permite que la administración aduanal del país receptor puede declarar hasta nulo el certificado aportado.
Para el caso que nos ocupa, respecto a los secuestrantes de micotoxinas, cabe mencionar que diversos criterios se vierten sobre la correcta clasificación arancelaria de esta mercancía. Algunos exportadores e importadores, se vuelcan por declarar estos secuestrantes como: Tierras y piedras del Capítulo 25 del S.A., otros se inclinan por clasificarlos en el Capítulo 23 y declararlos como:Preparados (premezclas) para fabricar alimentos completos o complementarios. Mientras que otros se muestran a favor de incluirlos en el Capítulo 28 y pedirlos como: Productos de las Industrias Químicas o conexas.
Como he indicado antes, el Arancel aduanero cumple con un rol múltiple, y también es donde cada país determina que otros órganos internos se involucran en un proceso, ya sea un registro sanitario de Agricultura y Ganadería, sea de Salud Humana etc. Por tanto, si no hay un análisis muy concreto de la correcta designación merceológica, se puede estar tanto de cara a una evasión fiscal, al no cumplimiento de requisitos o barreras no arancelarias, así como al sometimiento de una carga o mercancía a barreras no arancelarias, cuyo cumplimiento o trámite no sea obligatorio.
Ante esta realidad la armonización de un criterio buscando a su agente aduanal, a su asesor de confianza, a los órganos aduanales del estado o hasta a las promotoras de comercio exterior de su país quienes todos ellos pueden ayudar a definir la correcta clasificación arancelaria de su mercancía.
