La empresa dsm-firmenich Animal Nutrition & Health pressntó su tradicional Encuesta Mundial de Micotoxinas para el período enero - junio de 2025. Latinoamérica quedo en le centro de la escena: El riesgo de contaminación de los animales es del 75 % con prevalencia relevante de las micotoxinas: Zearalenona (74%), Fumonisina (67%), Deoxinivalenol (47%), T-2 (35%), Aflatoxina (29%) y Ocratoxina (21%). El informe destaca la importancia y necesidad de un programa estructurado de gestión de riesgo, desde el monitoreo de la materia prima hasta la estrategia nutricional.
Micotoxinas: un riesgo global que persiste en la producción animal
La última Encuesta Mundial de Micotoxinas 2025, elaborada por dsm-firmenich entre enero y junio, confirma que la contaminación por micotoxinas continúa siendo un desafío relevante para la salud animal y la inocuidad de los alimentos en todo el mundo. El estudio abarcó más de 10.800 muestras procedentes de 81 países, con 53.382 análisis realizados, revelando que el 75% de las muestras contenía más de una micotoxina.
Entre las principales toxinas detectadas, zearalenona (ZEN) y deoxinivalenol (DON) fueron las más prevalentes, con presencia en 83% y 78% de las muestras respectivamente, seguidas por fumonisinas (62%), aflatoxinas (17%) y toxinas T-2 (15%). Los niveles de riesgo, definidos como la proporción de muestras por encima de los límites recomendados, alcanzaron valores alarmantes en varias regiones: Asia y Medio Oriente se posicionaron entre las más afectadas, con riesgos totales que superaron el 90%, mientras que Sudamérica registró un 75% y Europa del Sur un 76%.
El informe subraya que la cocontaminación múltiple —la presencia simultánea de dos o más micotoxinas— es un fenómeno cada vez más frecuente, con potenciales efectos sinérgicos que agravan su impacto sobre la salud intestinal, la inmunidad y el desempeño productivo de aves, cerdos y rumiantes.
En cuanto a las especies y regiones, los análisis indican que los alimentos balanceados terminados y las materias primas de origen agrícola son las matrices más afectadas. En Asia, por ejemplo, las muestras con fumonisinas y DON alcanzaron niveles de prevalencia superiores al 85%, mientras que en América Latina la zearalenona y las fumonisinas fueron las micotoxinas más detectadas, con concentraciones promedio elevadas y variabilidad entre países.
La encuesta también presenta los resultados del análisis Spectrum Top® 50 y del avanzado método Spectrum 380®, desarrollados por los laboratorios Romer Labs y la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena (BOKU). Estas herramientas de cromatografía líquida y espectrometría de masas (LC-MS/MS) permiten detectar más de 50 a 800 micotoxinas y metabolitos, incluyendo formas enmascaradas y emergentes, lo que ofrece una visión más completa del perfil toxicológico de los alimentos.
Entre los metabolitos más prevalentes hallados por Spectrum 380® se destacan el triptofol (93%), flavoglaucina (79%), deoxinivalenol (76%), zearalenona (69%) y moniliformina (67%). Esta última es especialmente peligrosa para los pollos de engorde por su efecto genotóxico, inmunosupresor y cardiotóxico. Asimismo, micotoxinas emergentes como beauvericina, eniatinas y alternariol evidencian efectos inmunológicos y reproductivos en modelos animales, aun sin estar reguladas oficialmente.
En conjunto, los resultados confirman que las micotoxinas continúan representando un reto global para la producción animal y la seguridad alimentaria. El monitoreo constante, la utilización de herramientas analíticas avanzadas y la implementación de estrategias de mitigación integradas resultan esenciales para reducir su impacto económico y sanitario.
Para la empresa, este seguimiento global permite generar información actualizada y regionalmente específica, clave para que los productores y formuladores de alimentos adopten decisiones basadas en datos y mejoren la resiliencia de los sistemas productivos frente a contaminantes naturales cada vez más persistentes.