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Importancia de la castración en la perra

Publicado: 27 de diciembre de 2013
Por: Máximo Pérez Martín (Médico Veterinario/Universidad Complutense de Madrid (UCM España), especialista en mascotas (pequeños animales) y apicultura; diseño e implantación de sistemas APPCC en empresas de alimentación).
A día de hoy hay muy pocas perras que se utilicen para la cría, pero es habitual que al propietario de una perra de raza, sobre todo si tiene pedigrí, se le pase por la cabeza la idea de cruzar a su perra para tener cachorros.
Muy pocas perras llegan a tener descendencia
Muchos desisten antes de llevar a cabo el cruce, por falta de tiempo o por desinformación, y los pocos que finalmente encuentran un macho para su perra y terminan criando con ella muy a menudo se arrepienten y no vuelven a hacerlo, por los gastos que conlleva y por lo difícil que es en ocasiones llegar a vender los cachorros. La venta de un cachorro debe hacerse contrarreloj, puesto que vender un cachorro después de cuatro meses de vida el prácticamente imposible.
Además, en función de la raza, pueden presentarse distocias en el momento del parto, que muy a menudo terminan con una cesárea (caso típico del Bulldog Inglés, raza con tanta frecuencia de distocias que las cesáreas se llevan a cabo prácticamente siempre, e incluso de forma programada).
La cría de perros es una afición poco lucrativa
Criar perros es una actividad que puede generar mucha afición, y puede ser un reto para mejorar la raza e incluso conservar algunas razas en peligro de extinción (caso del Alano Español). Puede ser además una pequeña fuente de ingresos adicionales en la economía familiar, pero en la mayoría de los casos los beneficios sirven para cubrir costes. En España muy poca gente vive exclusivamente de criar perros.
La castración de la perra no tiene inconvenientes
Por todo lo anterior, la mayoría de las perras no tienen descendencia a lo largo de toda su vida. Esta realidad hace especialmente recomendable la castración de las perras, porque tiene varias ventajas y ningún inconveniente (salvo el de incapacitarla definitivamente para la cría, como es obvio).
En primer lugar hay que decir que la ovariohisterectomía, denominación médica y veterinaria de este tipo de cirugía, es una intervención de rutina sin riesgos específicos más allá de los de cualquier cirugía.
Las perras castradas dejan de tener celos
Una de las ventajas más notorias de cara al propietario es que a partir de la intervención habrá una ausencia total de celo en la perra. El celo de la perra puede ser muy engorroso dentro del domicilio puesto que la perra deja manchas de sangre por todas partes.
Además, al no presentar celos, no atrae a los machos, evitándose situaciones incómodas al salir a pasear a la calle, y evitándose también tener que separarla de otros perros en el caso de que conviva con algún macho.
La ovariohisterectomía evita los embarazos psicológicos
Por otra parte, con esta cirugía se evita también el problema de los embarazos psicológicos o pseudogestación, que puede ocasionar un trastorno en el propietario por no saber como tratar esa patología del comportamiento, y que estresa mucho a la perra que lo sufre.
Y otra patología que se descarta es la piómetra, infección que produce un acúmulo de material purulento en la cavidad uterina, que si no se trata a tiempo puede ser mortal.
Se reduce hasta en un 99% la incidencia de tumores de mama
Pero la ventaja más importante de la castración, que justifica por sí sola esta cirugía, es la reducción hasta en un 99% de la incidencia de tumores de mama. La razón es que al castrar a la perra se elimina la producción hormonal ovárica. Los tumores de mama son dependientes del componente hormonal ovárico, y por ello la ovariohisterectomía prácticamente elimina la posibilidad de desarrollo tumoral.
Es mejor castrar antes del primer celo
No obstante, para que la castración sea efectiva, debe realizarse antes de que se manifieste el primer celo, aproximadamente a los seis meses de edad. Si se realiza entre el primer y segundo celo, la efectividad se reduce, puesto que ya ha habido presencia y acción hormonal, pero sigue siendo recomendable. Si se realiza a partir del cuarto celo la prevalencia de tumores de mama en perras castradas es prácticamente igual que en perras sin operar.

Todas estas ventajas hacen que los veterinarios recomienden la ovariohisterectomía en todas aquellas perras que no vayan a tener descendencia a lo largo de su vida
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Autores:
Maximo Perez
Universidad Complutense de Madrid
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