AFECCIONES HEPÁTICAS Y RENALES COMO ENTES COMBINADOS

Los gatos suelen tener patologías, donde los signos y los órganos pueden tener combinaciones; en esos casos las manifestaciones de las enfermedades suelen ser confusas y se alejan de los signos que uno esta esperando ver como clínicos, Cuando los órganos afectados son múltiples las combinaciones de los signos pueden confundirnos, y las manifestaciones clínicas suelen ser proteicas, por lo que puede llevar a equivocaciones fatales Es muy común que escuchemos que el gato tiene una afección hepática, o una afección renal, esa generalización que en muchas ocasiones les comunicamos a nuestros clientes, es ni mas ni menos que ambigua y dejan sin lugar a dudas un sinfín de interrogantes mas que afirmaciones.
En este momento se reconocen patologías combinadas como entes casi primarios, hoy sabemos que difícilmente hoy una afección pancreática, no afecte al hígado y al riñón al mismo tiempo, es además de suponer que una Gastroenteritis Inflamatoria Crónica (GIC) traiga como consecuencia directa en muchos casos, Colangio-Hepatitis en sus dos formas (supurativa y/o plasmocítica-linfocítica), En esta charla trataremos de demostrar, que en raras ocasiones los órganos de los gatos se afectan en forma aislada, que muchos de los órganos que se afectan en forma secundaria suelen confundir las interpretaciones patológicas, sobre todo en los análisis clínicos. Que las patologías primarias deben ser identificadas y priorizadas, no solo para encarar tratamientos eficaces sino además para adelantar un pronóstico.

Reconocer en muchas ocasiones la falta de conocimiento, en conocer las patologías de posible aparición en un sistema, es el primer paso para llegar a diagnósticos precisos y coherentes.

Patologías Hígado:

Las afecciones hepáticas del gato suelen ser las que se muestran en el siguiente listado.
o Complejo de colangiohepatitis
o Hepatopatía tóxica
o Lipidosis hepática idiopática
o Neoplasia
o Amiloidosis hepática
o Peliosis hepática
o Cirrosis hepática

De la lista antes expuesta, es importante saber cuales de estas patologías son las mas probables de aparición, esto lo podremos en muchas ocasiones realizar por una anamnesis donde se deberán destacar los rangos etáreos, sumados al ambiente donde habita, junto a la nutrición, cuidados, costumbres, razas etc. Podemos en muchas ocasiones en base a una buena base de datos, llegar a presunciones bastante acertadas y de cual es la afección hepática que posiblemente afecte a nuestro paciente.
La Lipidosis hepática (LH) hoy es un ente bien reconocido, y bien estudiado por los clínicos de pequeños, sin embargo en muchas ocasiones se esperan signos de ictericia, los cuales no se presentan, aunque ya el hígado tiene una degeneración en curso. La LH en muchas ocasiones se le atribuyó al estado de obesidad y una causa de anorexia posterior, además la predisposición a la gordura es un signo que no debería faltar, sin embargo el autor ha visto gatos que desarrollan LH, que originalmente eran flacos, producidas por anorexias prolongadas debido a intoxicaciones con OF u otras causas que produzcan anorexias persistentes, el desencadenamiento de la crisis o sea el desarrollo de la enfermedad clínicamente visible, la ictericia, la anorexia y el vómito, serian en la mayor parte de las veces ocasionado por stress, si bien hoy por hoy se saben de muchos factores desencadenantes, en ciertos ambientes, los gatos se les debería atribuir la aparición de la LH a cuestiones idiopáticas.

En lugares donde los gatos no son gordos y no hay mucho de ambiente en la influencia nutricional, la mayor causa de las ictericias estarían producidas estadísticamente hablando por colangiohepatitis,
posiblemente la segunda causa mas común o primera dependiendo de los habitad, países y costumbres. La pregunta es ¿porque hoy los gatos tendrían mas colangiohepatitis?, o ¿porque los gatos tienen mas pancreatitis?, y si tienen mas colangiohepatitis ¿esa además seria la causa mas común de formación de LH?.

Las últimas investigaciones, darían un camino en común, una teoría que explicaría muchas de las interrelaciones que se producen entre estas patologías y entre los órganos afectados. La causa común de muchas de estas afecciones seria de un origen común, la gastroenteritis inflamatoria crónica (GIC), hoy sabemos que esta patología es la afección gastrointestinal mas común que tiene el gato, en una época atrás los europeos la denominan gastroenteritis alimentaria y se le atribuía directamente la culpa a la ingesta de alimentos balanceados, sin embargo hoy existen un sinfín de teorías que darían por tierra esa etiología o por lo menos la acrecentarían muchísimo las dudas.

La GIC más allá de su origen, se manifiesta de tres maneras. Con vómitos, con diarrea, con ambos signos o mixta. La causa de vómitos ( 40% de los casos), es posiblemente la causa desencadenante
mas común del complejo colangiohepatitis / pancreatitis.

La carga bacteriana del intestino del gato es casi el doble que la del perro, el conducto de evacuación, tanto de la la vesícula biliar y del páncreas terminan en común, en un conducto llamado de Oddi, este desemboca en el duodeno, los vómitos reiterados y la falla valvular con carga bacteriana, es posible que sea una de las causas mas probables de contaminación no solo biliar, sino además pancreática, por eso es muy común que sus patologías estén asociadas y que aparezcan en conjunto, el diagnóstico de una colangiohepatitis, medido con aumentos de la GPT GOT y glóbulos blancos y FAS ligeramente aumentada en análisis de rutina serian los signos principales para la orientación diagnóstica. Sabiendo esto, siempre estará presente la necesidad de una evaluación pancreática cuando haya ictericia causada por una colangiohepatitis supurativa, y la causa no sea una LH, además se deberá pensar que no todos los cañones terapéuticos estarán enfocados a la resolución del problema hepático sino que además deberán sumarse acciones contra la posible pancreatitis en curso que se enmascara detrás de los signos hepáticos y que cruzan síntomas tales como la anorexia, los vómitos y el decaimiento.

Por eso es de pensar y suponer que diagnosticada la colangiohepatitis, y después del fracaso terapéutico nos deberíamos siempre preguntar “ ¿había algo mas, además de la afección del colangio y parte del higado?’ )
Sumado a esta encrucijada de afecciones y signos en muchas ocasiones se encuentre afectado el riñón, produciéndose una nefritis intersticial, esta manifestación se encontraría según algunas estadísticas en el 42 % de los casos de pancreatitis confirmada. Viendo este ultimo concepto, debemos detenernos a deducir que casi a mitad de los casos de pancreatitis, hay afección renal en curso. Las manifestaciones de pancreatitis son muy confusas y a veces no tienen patrones fijos, pero el decaimiento, y la anorexia suelen ser una constante.

Con buen criterio la mayoría de los clínicos veterinarios ante una manifestación de este tipo suelen recurrir a análisis de sangre rutinarios, donde los parámetros más notorios y mejor interpretados son Urea aumentada lo mismo que la creatinina, Las enzimas hepáticas suelen estar levemente aumentadas, Ante esta condición las manifestaciones clínicas suelen atribuirse a la falla renal como única patología y la terapéutica será orientada hacia ese lado olvidándose que la causa primaria y mas grave es sin lugar a dudas el complejo pancreatitis- La interpretación adecuada de los signos sumados a deducciones deberán ayudarnos a diferenciar las patologías en curso, Y pensar que en este tipo de enfermedades en muy pocas ocasiones cursaran con signos firmes ya que el entrecruzamiento de afecciones lógicamente darán signos vagos y diversos.