España - El proyecto REVALLET busca revalorizar la leche de desecho de granjas lecheras

La leche de las vacas lecheras que se encuentran bajo tratamiento antibiótico por infecciones en la glándula mamaria, conocida como leche de desecho, no se puede comercializar. Para darle un uso, es necesario tratar esta leche para eliminar los residuos de antibióticos que contiene y evitar la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, algo que se ha convertido en una amenaza para la salud global, afectando tanto a animales como humanos. Por ello, el proyecto demostrativo “REVALLET: Revalorización de la leche de desecho mediante la degradación de los residuos de antibióticos con nanopartículas enzimáticas”, financiado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña, tiene como objetivo demostrar al sector que se puede revalorizar la leche de desecho mediante un mecanismo innovador que elimina los residuos de antibióticos. Se trata de un sistema fácil de implementar, efectivo y económico, basado en nanopartículas enzimáticas que degradan estos residuos de la leche de desecho y la convierten en una leche apta para alimentar a los terneros.

 

 

Para conseguir este objetivo, el equipo de investigación de Producción de rumiantes del IRTA producirá en el laboratorio nanopartículas enzimáticas de beta-lactamasa, una enzima que puede inactivar los antibióticos de la familia de los beta-lactámicos (penicilinas, cefalosporinas, monobactámicos y carbapenémicos). En una fase posterior, tratarán la leche de desecho de tres granjas diferentes de la provincia de Girona y compararán la presencia de residuos de antibióticos presentes en la leche de desecho antes y después del tratamiento con las nanopartículas.

 

 

Tratar la leche de desecho y eliminar los residuos de antibióticos también es una práctica beneficiosa para las explotaciones. Por un lado, se evitan infecciones recurrentes y difíciles de eliminar, a menudo causadas por bacterias multirresistentes. Por otra parte, el hecho de reutilizar la leche de desecho tratada para alimentar a los terneros fomenta la economía circular de las granjas para que se reaprovechen los subproductos, consiguiendo así un mejor crecimiento y productividades de los terneros, tanto engorde como destinados a producir leche, gracias al alto valor nutritivo de esa leche.