Mezclas Forrajeras Perennes templadas. Producción, Calidad y Manejo

MANEJO TECNICO

ALGUNOS CONCEPTOS PREVIOS

El objetivo de este artículo es presentar evidencia experimental disponible sobre el funcionamiento, las ventajas y las limitaciones de pasturas perennes polifíticas y como actúan las decisiones de manejo (defoliación y fertilización) sobre la producción, distribución estacional y la calidad del forraje.
Para ello, se desarrollarán conceptos referidos a dos mezclas modelo.

a) para suelos profundos, fértiles, sin problemas de drenaje ni pH en donde la alfalfa es la base de la pastura.

En este caso la mezcla modelo será alfalfa + festuca alta.

b) para suelos de menor calidad, con limitaciones para la alfalfa, en donde la gramínea es la base de la mezcla.

En este caso la mezcla modelo será festuca alta + trébol blanco.

MEZCLAS SOBRE LA BASE DE ALFALFA

1. Aporte de la gramínea a la mezcla:

La información previa indicaba que, para el norte de la Pcia. de Buenos Aires, podría esperarse anualmente entre un 10 y un 20 % más de forraje a favor de una mezcla con respecto a la alfalfa pura. Sin embargo, los últimos datos muestran que esto puede depender de la edad de la pastura. De este modo, en los dos primeros años se puede obtener entre un 15 y un 17 % más de forraje, en mezclas de alfalfa, festuca alta y cebadilla criolla con respecto a la alfalfa pura.
Posteriormente, con la progresiva pérdida de alfalfa, no se observan mayores diferencias y en el 4º año, la alfalfa puede superar a la mezcla.
Como lo sugieren varios trabajos, la importancia de una mezcla en cuanto a la producción de forraje es claramente estratégica. Por ejemplo, una mezcla que contiene cebadilla criolla y festuca alta, en comparación con la alfalfa pura, se adelanta en el primer pastoreo en el año de establecimiento y, en los años siguientes, ofrece la posibilidad de utilizar entre 1,1-1,5 t MS ha-1 adicionales en el período invernal. Esta cantidad, si bien representa menos del 10 % de la acumulación anual promedio de un año de producción, es factible de capitalizar con un alto grado de cosecha, como normalmente ocurre en la época invernal en la región.
Estos resultados se obtienen cuando la alfalfa se asocia con especies que se complementan con ella y son altamente productivas y adaptadas a las condiciones ambientales del lugar. En la primavera y en el verano, sobre todo en condiciones de déficit hídrico, ocurre lo inverso con la alfalfa pura que supera en acumulación estacional a una mezcla.
En las especies puras la calidad varía estacionalmente y dentro de cada estación con el manejo y el estado de desarrollo de las mismas. A modo de ejemplo, una alfalfa cortada en estado de botón floral o principios de floración conserva una alta calidad si la evaluamos desde el punto de vista de la digestibilidad.
En el caso de las gramíneas, la festuca alta tiene una alta calidad durante el período otoño - invernal pero baja notablemente durante la segunda mitad de la primavera y principios del verano. La cebadilla criolla, por su parte, tiene una alta capacidad de producir tandas de macollos con panojas a una frecuencia de 22-25 días en octubre, noviembre y principios de diciembre, lo cual perjudica la calidad de la mezcla.
Los resultados experimentales han evidenciado que la mezcla, excepto en el período invernal y en una pastura en el año de establecimiento, no presenta ventajas en calidad con respecto a la alfalfa pura.
Si en cambio, se consideran factores de anticalidad como la capacidad de producir timpanismo, la mezcla, comparada con una alfalfa pura, ayuda a disminuir el riesgo de empaste.



2. Variantes en la composición de una mezcla

En varios experimentos realizados en nuestro país se observó que la especie de gramínea asociada no afecta la acumulación anual de forraje de una mezcla simple de alfalfa + gramínea. Sin embargo, la evolución de la densidad de plantas de alfalfa en la pastura puede ser distinta ya que con festuca alta, la tasa de pérdida de plantas de alfalfa es mayor que con falaris o pasto ovillo.
Sin embargo, la elección de la gramínea, afecta significativamente la producción invernal. De este modo, especies como festuca alta y falaris incrementan las tasas de crecimiento invernal de la pastura cuando se la comparan con pasto ovillo. Asimismo, la presencia de la cebadilla criolla en una mezcla permite adelantar la producción del primer año entre 20 y 30 días, lo cual le confiere a esta especie, la ventaja de suministrar forraje temprano, en el año de establecimiento de la pastura.
Con respecto al número de especies que componen una mezcla, en el SE Bonaerense no se detectaron diferencias en producción anual de forraje entre mezclas de 5 o de 3 componentes. En un trabajo reciente, sin embargo, la producción de una mezcla detres especies (alfalfa + festuca alta + cebadilla criolla) fue superior a una mezcla simple (alfalfa + festuca alta) en 2 de los 4 años evaluados.
En el caso de festuca alta, en el mercado de semillas se encuentran disponibles 4 ecotipos de esta especie: norte de Europa (o continental o templado húmeda), mediterráneas, intermedias y cruzamientos de festuca con raigrás perenne. Estos ecotipos presentan, dependiendo de la zona de utilización, diferencias en persistencia, distribución estacional y calidad del forraje lo cual puede manifestarse en cambios estacionales o con la edad de la pastura en la composición botánica de la misma. De este modo, la proporción de festuca alta en la mezcla es mayor en verano con un cultivar tipo norte de Europa y en otoño- invierno con un cultivar
tipo mediterráneo.



3. Fertilización

Los nutrientes con mayor respuesta a la fertilización en la región pampeana en mezclas sobre la base de alfalfa son el fósforo (P) y, en algunas zonas, el azufre (S).
Últimamente, se realizaron experimentos que demostraron respuestas en alfalfa a otros minerales (ej Boro).
El Nitrógeno (N) es el elemento más demandado por la planta para acumular biomasa; sin embargo, bajo condiciones de una adecuada nodulación, la alfalfa ha demostrado una alta capacidad para fijar N atmosférico y satisfacer en gran medida sus requerimientos.
Como ejemplo, un ensayo realizado en la EEA Pergamino, en donde se fertilizó con 125 kg N ha-1año-1, no evidenció respuesta a la fertilización nitrogenada, indicando un buen funcionamiento de la simbiosis alfalfa - Rhizobium meliloti.
Con respecto a una mezcla de alfalfa y gramíneas, se ha observado que la respuesta a la fertilización nitrogenada aumenta en la medida que la pastura pierde plantas de alfalfa. En otoño se han medido respuestas del orden de los 11 kg de MS kg N-1 mientras en primavera se elevaron a 13 kg MS kg N-1.
El efecto de la fertilización se evidencia solo en el corte posterior a la fertilización.
En la pastura fertilizada, el aporte de la festuca se incrementa con respecto a la misma pastura sin fertilizar, esto se evidencia con mayor claridad a medida que la pastura pasa del año de establecimiento hasta el 4º año de vida.
De acuerdo a lo anterior, la aplicación de nitrógeno en estas pasturas puede ser una herramienta para aumentar la producción de la pastura, en la medida que se considere la densidad de plantas de alfalfa en la pastura.

4. Defoliación

En mezclas con alfalfa, el aporte de la gramínea se incrementa por pastoreos frecuentes y poco intensos.

Pero esto también puede ocasionar una pérdida más rápida de la alfalfa en la pastura. Por el contrario, cuando se practican pastoreos infrecuentes e intensos, las gramíneas producen rebrotes muy lentos y un deterioro paulatino de la estructura de la pastura.
De este modo, la utilización de una mezcla alfalfa + festuca alta en un sistema de pocos potreros provoca un desbalance de la mezcla a favor de la gramínea y, por el contrario, un alto grado de subdivisión de la pastura, con alta carga y cvs de alfalfa de rápido rebrote puede derivar la pastura hacia un alfalfar puro.
De lo anterior, para el norte de la Provincia de Buenos Aires, la dominancia de la gramínea y el reposo invernal de la alfalfa desde mayo hasta principios de septiembre, determinan que un criterio de pastoreo en función de la festuca alta sea técnicamente aceptable. Asimismo, sería razonable un sistema de pastoreo en función de los requerimientos de la alfalfa desde fin de noviembre hasta fin de marzo, cuando esta especie domina la pastura. Sin embargo, el comienzo de la primavera se presenta como una época conflictiva ya que, con un descanso promedio de 35 días, el pasaje al estado reproductivo de la festuca alta es inevitable y se han observado disminuciones en la digestibilidad del forraje de alrededor de 5 unidades porcentuales de la asociación con respecto a la alfalfa pura.
Experimentos recientes indican que si se reduce la frecuencia de pastoreo en primavera, se gana en calidad de la mezcla aunque se resigna su capacidad de carga animal.

5. Resumen

En comparación con un cultivo puro de alfalfa, en mezclas de alfalfa y gramíneas es posible esperar un discreto aumento en la acumulación anual de forraje (0-20 %).

La distribución estacional de forraje de la mezcla es estratégicamente importante por incrementar la producción invernal.

La calidad de la mezcla (en términos de digestibilidad) es inferior a la de la alfalfa en primavera - verano.

La fertilización de la mezcla con nitrógeno aumenta la acumulación de forraje y la duración y magnitud de la respuesta depende de la edad de la pastura.

La composición de la mezcla es sensible en eltiempo al manejo de la defoliación.