El búfalo en Argentina

El búfalo doméstico es originario del continente asiático, por ello también se lo conoce como búfalo asiático. En excavaciones arqueológicas realizadas en la India, se obtuvieron evidencias que demuestran que en ese país se lo conoce al búfalo desde 60.000 años antes de Cristo. De Asia fue llevado a África, luego a Europa, Oceanía y más recientemente fue introducido en el continente americano.

En la escala zoológica el búfalo doméstico es tradicionalmente agrupado dentro de la subfamilia Bovide, género Bubalus, especie bubalus bubalis, la cual es dividida en dos grupos principales el bubalus bubalis sp. conocido como “Búfalo de río o Búfalo lechero” con 50 pares de cromosomas y el bubalus bubalis var. kerebau denominado “Búfalo de pantano o Carabao” con 48 pares de cromosomas.

Las razas de la especie bubalus bubalis existentes en el mundo son 19, incluyendo como raza al búfalo de pantano destinado principalmente al trabajo y a la producción de carne. Las 18 razas restantes denominadas búfalos de río son utilizadas para producción de carne y leche. La última raza es la Mediterráneo, de origen índico, que se definió como tal en la cuenca del Mediterráneo, principalmente al sur de Europa. Fue llevada a Europa (Italia, Bulgaria, Hungría y Turquía) hace más de veinte siglos. Siendo seleccionada por su producción lechera y es considerada actualmente como raza de patrimonio italiano.

Algunos sugieren además, que debería considerarse como raza a la Buffalypso o Trinitaria , la cual se ha formado en las islas de Trinidad y Tobago a partir del cruce de cuatro razas indicas. Este tipo racial, fue seleccionado para la producción de carne pero actualmente existen algunos linajes productores de leche.

 

Los búfalos se encuentran presentes en todos los países americanos. Los que cuentan con mayor población bubalina son Brasil, Venezuela, Colombia y Argentina.

En Argentina, los primeros búfalos fueron introducidos entre 1900 y 1920 desde la Isla de Marajó (Brasil), Italia y Rumania, difundiéndose en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa, donde los productores intentaron cruzarlos con bovinos y al no conseguirlo, fueron abandonados criándose en estado semi-salvaje hasta fines de 1970.

Después de los fallidos intentos de cruzar el búfalo con el ganado bovino, al no haberse considerado la incompatibilidad cromosómica (el búfalo tiene 50 cromosomas y el bovino 60), debieron pasar varios años para que recién a comienzos de la década del 80, se reanudaran las importaciones que en pequeña escala, fueron realizadas desde Italia, Brasil y Paraguay. Perteneciendo los ejemplares importados a las razas Mediterráneo, Murrah y Jafarabadi.

En 1979 se importaron 100 animales de la razas Jafarabadi y Murrah, 40 de ellos fueron enviados a la Estancia Santa Rosa ubicada en la localidad de Esquina, provincia de Corrientes y los 60 restantes a las estancias La Florencia y La Alicia en la localidad de San Cristóbal, provincia de Santa Fe.

En 1983 se creó la Asociación Argentina de Criadores de Búfalos (AACB) y en 1985 se registraron los primeros planteles puros abriéndose el primer libro de registros genealógicos.

En 2004 se creó en Corrientes la Asociación para la Producción y el Desarrollo del Búfalo en la Argentina (ABUAR). Esta entidad fue el fruto de una mancomunidad entre productores de búfalos de la Provincia de Corrientes y docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).

En 2005 se estableció una cuota Hilton de 200 toneladas para la exportación de carne de búfalo al mercado de la Unión Europea, lo que permite comercializar con países de alto poder adquisitivo de Europa, como Holanda y Alemania.

En los años 90 se produjeron grandes importaciones, más de 5.000 vientres y reproductores seleccionados desde Brasil, lo que consolidó la cría del búfalo en el país.

En la Argentina se producen tres de las razas de mayor importancia económica en el mundo, la Mediterráneo, que representa el 70% de la población bubalina del país, la Murrah y la Jafarabadi, por orden de importancia. Todas son de doble propósito, carne y leche, y a veces triples ya que se emplean para trabajo. En nuestro país los búfalos son empleados mayoritariamente para la producción de carne siendo incipiente la producción de leche.

De acuerdo a los datos oficiales aportados por el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) la población de búfalos en Argentina en el año 2017 es de 117.000 cabezas. De las 23 provincias que componen el territorio nacional existe población bubalina en 20 de ellas y solo en tres provincias del extremo sur argentino (Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) no se crían búfalos todavía.

Las dos provincias argentinas con mayor población bubalina son Formosa y Corrientes. Teniendo en cuenta la división del país por regiones, la del NEA (Formosa, Corrientes, Chaco y Misiones) concentra el 80 % de la población bubalina del país. A su vez la provincia de Corrientes concentra la mayor concentración de productores bubalinos del país, superando actualmente los 200 productores y su Expobúfalos que se realiza todos los años está considerado el mayor del mundo ya que siempre supera los 600 ejemplares en exposición y remate.

Si bien las mayorías de los rodeos bubalinos existentes en nuestro país fueron conformados originalmente con ejemplares puros de razas Mediterráneo, Murrah y Jafarabadi debido al cruzamientos entre estas y al empleo de distintas genéticas lecheras bubalinas, se ha incrementado el número de mestizas de estas razas en nuestro país.

En nuestro país existe todavía una amplia región inexplotada o explotada ineficientemente desde el punto de vista ganadero, debido a la falta de adaptación del ganado vacuno a la misma como son los sectores bajos e inundables que totalizan unas seis millones de hectáreas. Esta región incluye la siguiente superficie: 15 mil km² de bajos submeridionales santafesinos, 10 mil km² de costa de los ríos Paraná y Paraguay en Santa Fé, Chaco y Formosa; 20 mil km² del predelta entrerriano y delta bonaerense; 15 mil km² de esteros correntinos; 20 mil km² de la cuenca del Río Salado en Buenos Aires.

Esta superficie de 80.000 Km² es el equivalente a 8.000.000 de hectáreas que son aptas para soportar un carga de 3 a 4 millones de búfalos. Que en estas condiciones no compiten con el ganado tradicional sino que constituyen la respuesta adecuada a ese medio extremadamente exigente y además en una alternativa posible para zonas menos marginales.

 

La provincia de Corrientes tiene 15 mil km² de esteros equivalentes a 1.500.000 hectáreas lo que representa un potencial de carga de 500.000 cabezas (considerando una carga de 1 búfalo cada 3 hectáreas) lo que señala la potencialidad de esta especie para la provincia de Corrientes.

Cuenta además con la Asociación para la el Desarrollo y Promoción del Búfalo en Argentina (ABUAR) con sede en Corrientes. Registra más de 200 productores de búfalos reconocidos por la ABUAR siendo la provincia que cuenta con la mayor cantidad de productores bubalinos del país.

Además en la provincia se encuentra la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste que es referente nacional e internacional de distintos aspectos del búfalo (reproducción, nutrición, enfermedades infecciosas, enfermedades parasitarias, producción de carne, producción de leche) debido al nutrido grupo de investigadores que posee para cada área y a los cuales les cupo la responsabilidad de liderar el Comité Científico del IX Congreso Mundial de Búfalos – Argentina 2010.

La producción de carne de búfalos constituye una realidad en la provincia siendo su potencial de crecimiento muy elevado a lo que se suma las investigaciones de la UNNE para obtener carnes bubalinas con alto impacto en la salud humana, con bajos niveles de colesterol y altos contenidos de Acido Linoleico Conjugado (ALC) y ácidos grasos omega 6 y 3 mediante el empleo de dietas estratégicas a base de pastura natural y suplementación con aceites vegetales y de pescado. Lo mismo sucede con la lechería bubalina aunque en forma mas incipiente pero con una marcada potencialidad ya que Corrientes cuenta actualmente con 3 tambos de búfalas e investigaciones de la UNNE para lograr mediante las dietas estratégicas mencionadas anteriormente, productos lácteos funcionales de alto valor comercial debido a sus beneficios para la salud humana.

Cabe destacar que en la ciudad de Corrientes existe desde hace un unos años una carnicería que vende cortes de carne bubalina con un promedio de 120 ejemplares mensuales.

Por lo tanto la producción de búfalos tanto para carne como para leche constituye un elemento clave para la Provincia de Corrientes.