De cara a la apertura del 2008 del TLCAN, el sector lácteo nacional ha encendido los focos rojos porque ya las importaciones alimentan al 40 por ciento del consumo interno.
Además, la industria procesadora de lácteos opera al 66 por ciento de su capacidad instalada, lo que significa una caída de 4 puntos porcentuales en relación al 71 por ciento que reportó en el año 2000, revela el Boletín de la Leche de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (Sagarpa) correspondiente al periodo enero-marzo del 2006.
Y en Jalisco —uno de los principales estados lecheros, con 15 mil hatos y una productividad diaria promedio de 18 litros por vaca— la actividad está sucumbiendo ya que el 60 por ciento de los ganaderos enfrenta pérdidas, de acuerdo con datos de la Unión Regional Ganadera de esa entidad.
En otros estados con menor producción, como Nuevo León, la ganadería lechera está casi extinta, asegura Juan Antonio Flores Vázquez, del municipio de Apodaca, quien refiere que hace dos décadas se producían 200 mil litros al año en el Estado y hoy apenas se alcanzan los 40 mil.
"En cuanto se dé la apertura, júrelo que van a haber problemas en el País, van a haber marchas y tomas de dependencias de Gobierno, porque los ganaderos lecheros no estamos preparados para competir", advierte por su parte Pedro Vázquez Rodríguez, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón, que agrupa a unos 450 productores.
"Sólo en granos forrajeros, el 85 por ciento lo traemos de Estados Unidos a precios caros, a pesar de que a los ganaderos de allá les sale barato por los subsidios que reciben.
"Necesitamos que el Gobierno vea la manera de imponer controles a las importaciones, porque también van a haber muchas triangulaciones de leche en polvo de Australia y Nueva Zelanda a través de Estados Unidos", apunta Vázquez Rodríguez.
Cifras de la Confederación Nacional Ganadera revelan que sin apertura de fronteras la producción nacional de leche de bovino creció 30 por ciento en los últimos nueve años, pero el 40 por ciento del consumo mexicano lo satisface la importación, cuando en 1995 la dependencia era de sólo 28 por ciento.
La Secretaría de Agricultura indica que el 82 por ciento de las importaciones proviene de Estados Unidos y sólo en el 2005 se compró leche en polvo con valor de 427 millones de dólares y leche fluida por 38 millones, las cifras más altas desde que se tienen registros.
La desgravación a la importación avanzará. En el 2006 el arancel fue de 23 por ciento, para el 2007 será de 11.5 por ciento y en el 2008 desaparecerá totalmente.
"El Gobierno no ha dado señales de implementar políticas internas para (ordenar) las importaciones de productos lácteos", dice Carlos Fernández Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros.
